Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Detrás de Escena por Miss Eun

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

San Sehun se apoderó de mis manos y escribió esto (?)

 

Notas del capitulo:

Cabe recalcar que es algo puramente ficticio, contiene lenguaje vulgar, como siempre y señalar que no soy ChanYeol ni BaekHyun y todo salió de mi perturbada cabeza shipper. (?)

 

Solo para aclarar, sin más, espero disfruten este oneshot.

Su llegada a Manila no fue lo que esperaba. Estaba pensando en tener un viaje tranquilo junto con su mejor amigo, claro que no contaba con que BaekHyun estuviese molesto con él desde que salieron del apartamento. Lo peor de la situación era que el peligris no estaba seguro de qué coño había hecho para que el más bajo reaccionara de aquella manera, por lo que decidió mantenerse a cierta distancia de él.

 

BaekHyun llevaba puestos unos pantalones negros que hacían que sus piernas se marcaran a la perfección, provocando que su trasero resaltara aún más, llevaba una sudadera gris que recitaba “supreme” en el pecho con letras negras y sobre ella, una chaqueta de cuero rojo. El pelinegro llevaba también puesto un tapabocas negro y la capucha de su sudadera puesta, caminando decidido unos paso por delante del gigante.

 

ChanYeol trató de actuar como era de costumbre, poniéndose unas gafas de sol al entrar por el aeropuerto nacional de Incheon, ya que las luces de los flashes le seguían lastimando los ojos a pesar de haberse hecho aquella cirugía hace ya varios meses, además no había podido dormir lo suficiente y las bolsas debajo de sus ojos lo delatarían. Para ese momento, lo único que deseaba era llegar al jodido avión y dormir todo el viaje de camino a Manila.

 

Abordó luego de pasar por migración y ser revisado por los guardias del aeropuerto, estaba acostumbrado a todo aquel proceso rutinario pero no dejaba de tocarle un poco los cojones cuando sabían perfectamente que no tratarías de infiltrar una bomba o algo por el estilo en el puñetero avión. Tomó asiento en la parte media del avión, quitándose el chaquetón gris que llevaba consigo y quitando finalmente sus gafas negras. Se acomodó en su asiento, echándole un vistazo a su móvil. ¿Debería hacer alguna publicación en las redes sociales? No lo pensó mucho, guardó nuevamente su móvil, diciéndose que tal vez lo haría luego.

 

Sintió un golpe en su cabeza, despertando abruptamente mientras observaba a una mata de cabello negro empezar a alejarse de él, habían despegado y no supo en qué momento se había quedado dormido, tampoco recordaba el hecho que BaekHyun iba sentado junto a él en el avión. Maldijo para sus adentros, tomando su abrigo sin molestarse en volver a ponerselo, se limitó a volver a ponerse las gafas de sol antes de salir por la compuerta.

 

Se apresuró en alcanzar al pelinegro, quien ya se había hecho con una bolsa de Versace, seguramente había comprado algo en las tiendas que estaban en la sala de espera para abordantes. El más bajo había quitado su chaqueta también, sin dirigirle una sola palabra, mirada o alguna clase de contacto físico y empezaba a tocarle las narices, cabreandose también.

 

Salieron de migración sin problemas, siendo acaparados por las diversas cámaras y fanáticas que esperaban por ellos en Filipinas. Actuó como lo hacía habitualmente, siendo escoltados por los guardias de seguridad y caminando con convicción hasta llegar al SUV que los transportaría hasta el hotel en el que se estarían hospedando esos dos días.

 

El alto aún seguía quebrándose la cabeza, tratando de saber qué era lo que había hecho como para que BaekHyun estuviese tan molesto como para no dirigirle la palabra, porque había afirmado que era algo personal en el momento en el que el pelinegro había decidido deambular por el vestíbulo del hotel acompañado de SeHun, riendo histéricamente de quién-sabe-qué-mierda mientras que él yacía sentado de brazos cruzados y frunciendo el entrecejo sobre uno de los sillones naranja de la estancia junto con JongDae.

 

—Deja esa mierda. —rompió finalmente el silencio JongDae, sin despegar la vista de su móvil, texteando algo que poco le interesaba al más alto. ChanYeol resopló.

 

—No sé de qué hablas. —declaró desviando su mirada hacia otro lugar más interesante, como el jarrón que estaba por encima de la mesa auxiliar que se encontraba a su izquierda.

 

—Estás molesto porque Baek está molesto contigo por quien sabe qué cojones. Ahora se refugia en el maknae y eso te molesta aún más.

 

—No estoy molesto. —afirmó frunciendo el entrecejo, ahora observando a su amigo.

 

—Como digas. —agitó su muñeca, restándole importancia. —Pero yo lo sé todo, Yeollie. —dijo levantando finalmente la mirada de su móvil y dándole una sonrisa burlona al gigante. ChanYeol volvió a gruñir ante ese gesto. —Soy inmortal, recuerda las palabras del gran Kim JongDae.

 

Las cosas siguieron sin mejorar cuando llegó el momento ser acaparados por el equipo de maquillaje y vestuario tres horas antes del concierto. ChanYeol se encontraba en un proceso de decoloración constante y a su estilista le pareció buena idea realizar otra extracción de color, afirmándole que cada vez estaban más cerca de llegar al color base perfecto para aplicar el tinte plateado. Se dejó hacer sin protestar, conocía el proceso que debía realizar para no maltratar su pelo de una sola vez y aunque era un poco tedioso y el decolorante le ardía jodidamente, dejando una sensación molesta en su cuero cabelludo, estaba dispuesto a recuperar aquel color plata que algún día tuvo.

 

Luego de una hora, su cabello ya había sido lavado y secado, dejándolo sin rastro alguno de químico en él y también, sin aquel color gris oscuro que había tenido hace apenas unas horas. Escuchó una sonora carcajada de aquella voz tan conocida para él. BaekHyun yacía al otro lado de la estancia, riendo tan fuerte que todo el mundo volteó a verlo, el chico se estaba retorciendo mientras sujetaba su estómago con una de sus manos y con la que tenía libre, señalaba a ChanYeol.

 

—¡Eres un pollo! —alcanzó a formular entre risas. El alto enarcó una ceja retadoramente, acercándose al pequeño bocazas.

 

—¿Te parece gracioso? —gruñó con la voz una octava más grave de lo normal, haciendo que BaekHyun parara su carcajada casi de inmediato, devolviéndole una sonrisa ladeada, respondiendo a su reto.

 

—Un poco, sí.

 

—¿Debo recordar cuando tu cabello era verde vómito porque quisiste teñirlo de azul?

 

—Eso no quita que seas un pollito, Yeol. —sonrió autosuficiente. —Y prefiero el verde vómito antes de lucir como un pollo frente a miles de admiradoras. —el alto resopló hastiado e indignado.

 

—Que te den.

 

Decidió alejarse, por su bien y por el bien de su amistad con BaekHyun. Se encontró con el rostro burlón de JongDae y SeHun antes de ir a colocarse a su posición para salir a escena. Mierda, sabía que las cosas habían estado tensas últimamente con BaekHyun, especialmente desde que terminó de rodar su película y sus viajes inacabables a Shanghai, las cosas entre ellos se sentían un poco diferentes.

 

ChanYeol se estaría engañando a sí mismo si dijera que no extrañó al más bajo con todas sus ocurrencias y solamente verlo de manera esporádica por tanto tiempo tampoco le hacía bien. También sabía que a BaekHyun le había afectado de la misma manera pero trataba de convencerse que era su imaginación, porque si algo le aterraba era el perder a su mejor amigo y joder, se sentía reemplazado por SeHun de muchas maneras, porque si el pelinegro tenía algún problema con su móvil era a él a quien recorría para solucionarlo, no al más joven del grupo como había pasado dos días atrás.

 

BaekHyun estaba distante y no había nada que pudiera hacer. Solamente le quedaba aparentar que las cosas entre ellos estaban bien, como siempre lo hacían en cada concierto aunque en cierto punto, para ChanYeol eso dejó de ser solamente un simple apariencia. Le encantaba estar en escena e interactuar con BaekHyun de manera tan espontánea y joder, se sentía libre de hacer todo aquello que ya no hacían cuando las cámaras o las fanáticas no estaban presentes.

 

Quería tener a BaekHyun cerca, darle una palmada en la espalda y sonreirle estúpidamente como solía hacerlo siempre. También quería regresar a esa época en la que lo más importante para ellos era reunirse en su habitación y componer juntos, como cuando compusieron Lucky en altas horas de la noche porque ambos eran incapaces de conciliar el sueño. Sintió sus ojos aguarse de a poco y se obligó a parpadear repetidas veces para evitar que aquello que se estaba guardando saliera a la luz.

 

El productor pasó avisandoles que saldrían a escena en menos de cinco minutos y que debían esperar la señal. ChanYeol cerró sus ojos, buscando tranquilizar sus músculos, aquella adrenalina que siempre recorría su cuerpo antes de un show empezaba a hacerse presente en él y amaba esa sensación porque realmente amaba lo que hacía.

 

El ambiente en Manila era asombroso, sintieron la calidez del público casi de inmediato y ChanYeol no pudo evitar conmoverse ante el mar plateado que se abría frente a él, por lo que decidió que esa noche daría mucho más de sí mismo.

 

El fanservice no se hizo esperar, sucedió de la manera acostumbrada, con BaekHyun tomando su mano en ciertas ocasiones y sonriéndose a lo lejos mutuamente, nadie sospecharía que en realidad ellos estaban distantes, rotos y sobrellevando las cosas tan mal. Pensó que aquello era lo único que iba a ser lo único capaz de ofrecerle a las admiradoras pero nuevamente estaba equivocado cuando mientras en Peter Pan llegó el momento de SeHun.

 

SeHun hacía esa mierda del titiritero en escena, tomando a dos miembros del grupo y hacer con ellos lo que se le diera la gana. ChanYeol estaba tan concentrado en permanecer quieto que su corazón dio un brinco cuando sus ojos vieron como el maknae tomaba a BaekHyun por los hombros posicionándolo en el centro de la parte del escenario que les correspondía a ellos. Y casi se congeló cuando sintió la mano grande de SeHun sobre su hombro y lo único que pudo hacer fue sonreír como un imbécil.

 

Se estaba resistiendo, eso era obvio para todos los presentes y fue llamado a obedecer los movimientos del menor cuando sintió aquel golpe en su cabeza, dejándose hacer a merced el bastardo de SeHun. BaekHyun yacía cabizbajo frente a él, también estaba incómodo con aquella situación, podía leerlo claramente en el rostro del más bajo. Se puso de puntillas en un movimiento inconsciente por evitar el beso que el menor pretendía que sus hyungs se dieran. Conocía la dinámica a la perfección, él mismo se había encargado de reírse sonoramente de JongDae y MinSeok cuando eran el objetivo del maknae, pero hoy eso no le causaba ni una puta gracia.

 

Sirvió la excusa de la diferencia de alturas y su propio forcejeo, pero SeHun no se rindió tan fácilmente, no supo en qué momento sucedió cuando ya tenía a BaekHyun entre sus brazos y lo más sensato que logró hacer fue acomodar sus manos sobre la cintura del mayor, para evitar que cayera al suelo.

 

El tiempo pareció detenerse por un largo momento para ChanYeol. El rostro de BaekHyun estaba apoyado agraciadamente sobre su pecho y podía jurar que vio un leve y adorable sonrojo apoderarse de las mejillas del pelinegro, se había deshecho de su sombrero y su aliento golpeaba suavemente sobre su cuello. Las manos del gigante reposaban sobre la cintura del más bajo y podía sentir como solo el roce de sus dedos por encima de aquella camisa rayada le quemaba al tacto.

 

Se forzó a soltar a BaekHyun unos segundos después, solo cuando escuchó los gritos eufóricos de las admiradoras apoderarse de sus oídos, empujando levemente al más bajo y aunque para muchos fue hosco, realmente trató de hacerlo lo más delicado que se le fuese permitido en el momento, empezado a rapear justo dos segundos después.

 

Después de eso le fue imposible permanecer tan lejos del más bajo y joder, agradeció no haber sido rechazado por BaekHyun en el intento. Sentía la calidez entre ellos nuevamente, como si algo se hubiese restaurado entre ambos, especialmente cuando el pelinegro le regalaba aquellas sonrisas sinceras en el escenario que seguramente luego serían utilizadas por fanáticas obsesionadas con ellos, en esas cosas que llamaban fanfictions y que por alguna extraña razón a ellas les encantaba escribir.

 

Se detuvo a recorrer el delicado rostro de BaekHyun, admirando cada centímetro sin darse cuenta siquiera. Siempre le había parecido que el pelinegro era sumamente hermoso, casi como una obra de arte, tan delicado y perfecto aunque BaekHyun fuese todo menos delicado. BaekHyun era hosco y con un humor pesado y bastante cruel, aunque también tenía sus momentos donde era sumamente sensible, momentos dónde se quebraba con facilidad y ChanYeol era el único capaz de arreglar aquello que estuviese aterrorizando el mundo del más bajo.

 

No se percató en qué momento el concierto había terminado, solo se enteró que ya se estaban despidiendo del cálido público que los había acogido esa noche y esperaba que el segundo concierto, la noche siguiente, ese ambiente siguiera así de espectacular.

 

Estaban exhaustos y sudados pero con una enorme sonrisa en sus rostros, esa sensación que lo llenaba tanto a él como a todos en el grupo después de un concierto era la mejor que había sentido en mucho tiempo y le encantaba el volver a repetirla en cada EXO’luXion.

 

Sus ojos se posaron automáticamente en BaekHyun y mierda, no sabía cómo actuar ante el mayor después de su casi beso en escena. Iba a matar a SeHun por eso, las cosas con el pelinegro ya estaban complicadas como para agregar incomodidad a la fórmula, por mucho que le haya gustado el tener a BaekHyun entre sus brazos y que él encajara perfectamente en los suyos.

 

Lo había sabido desde hace mucho tiempo pero siempre se negaba a convencerse del simple hecho que estaba jodido por BaekHyun, de la peor manera que podía existir. Tenía la necesidad de protegerlo y estar siempre cerca del mayor, el tipo era atractivo y entendía de sobremanera a ChanYeol, joder, ¿cómo no querían que se enamorara estúpidamente de su mejor amigo?

 

Sacudió su cabello, en un torpe intento de también sacudir sus malditos pensamientos que no hacían nada más que mortificarlo más, se dirigió al vestidor en silencio, sin ser notado por sus demás compañeros y procedió a ponerse ropa limpia. Se ducharía al llegar al hotel, pondría su cabeza sobre la almohada y seguramente entraría en un estado de coma hasta el día siguiente.

 

Le había tocado compartir habitación con JongDae y aunque al inicio le había molestado, hoy estaba agradecido porque aún no sabía como ver a la cara a BaekHyun sin recordar el reciente evento y tener la necesidad de terminar lo que SeHun había empezado en el escenario. Por supuesto, hablaría con el maknae al respecto, le daría aquella larga charla que respetar a su hyung, no meter las narices donde no le correspondía y especialmente, que debía tener más tacto cuando se refería a BaekHyun.

 

Como era de esperarse, subió de primero al SUV negro, era amplio pero no lo suficiente como para que todos pudieran irse en una sola unidad, JunMyeon subió detrás de él, seguido por KyungSoo y JongDae. ChanYeol resopló para sí mismo porque sí al ver a BaekHyun subirse al otro automóvil junto con SeHun y joder, no podía tener ese sentimiento posesivo con él porque a fin de cuentas, el más bajo no le pertenecía y solamente era su mejor amigo.

 

Esperaba que el camino de regreso al hotel fuese tranquilo y rápido, pidiéndole al dios en turno que ninguna fanática loca decidiera seguirlos, casi provocando algún accidente como les había sucedido en ocasiones anteriores. Revisó su móvil nuevamente, encontrándose con las miles de fotos bajo el hashtag “ChanBaek” y se estaba cagando en la puta.

 

No le molestaba la pareja que las admiradoras habían formado con él y BaekHyun, a fin de cuentas estaba acostumbrado pero sí que lo incomodaba, especialmente en ese momento y se maldijo porque uno de los managers se lo había advertido desde el inicio, no debía tomarse esa mierda en serio pero algo de cierto había. ¿En serio observaba a BaekHyun de aquella manera? Porque hasta él mismo se sorprendía de la admiración con la que miraba al pelinegro, como si fuese algo muy precioso, algo que necesitaba con él y que debía tener a toda costa.

 

Gruñó. Gruñó tan alto que KyungSoo se volteó a verle con la duda reflejada en sus grandes ojos, frunciendo el entrecejo y él se limitó a negar con la cabeza, disculpándose con todos con una inclinación de cabeza.

 

Se sentó nuevamente en el mismo sofá en el que había hablado con JongDae antes de dirigirse a la arena. BaekHyun apoyado sobre el recibidor del vestíbulo, observando fijamente la pantalla de su móvil, ChanYeol se preguntaba sobre aquello que pasaba en la cabeza del más bajo porque lo conocía tan jodidamente bien que sabía que el móvil en su mano era una simple excusa. Tenía el entrecejo fruncido, arrugaba la nariz de manera adorable y mordía su labio inferior cada cierto tiempo y eso lo hacía solamente cuando estaba dándole vuelta a algún asunto que lo perturbaba.

 

Levantó la mirada de repente, alarmando a ChanYeol cuando sus miradas se encontraron. BaekHyun desvió sus ojos inmediatamente, tomando la llave de la habitación que la recepcionista le estaba tendiendo en ese momento y corriendo hacia el ascensor.

 

Definitivamente todo sería más incómodo a partir de ese momento.

 

La mañana siguiente despertó extremadamente temprano, sintiéndose ansioso de alguna extraña manera. Se apresuró en darse una ducha rápida y salir de la habitación sin despertar a JongDae, tenía la necesidad de respirar aire fresco y pasear por los jardines del hotel, no esperaba toparse tan rápidamente con BaekHyun, mucho menos en el pasillo mientras el mayor salía de igual manera de su habitación.

 

Se observaron por unos breves segundos, ChanYeol aclaró su garganta al ver que el bajo no hacía absolutamente nada, hizo una leve reverencia siguiendo su camino y maldiciéndose a sí mismo porque joder, seguramente BaekHyun seguía molesto con él y todo lo que sintió en el escenario la noche anterior había sido solamente su jodida imaginación haciéndole una mala jugada.

 

Terminó deambulando por los alrededores de la piscina luego de una hora de caminar sin rumbo alguno. Se sentó sobre una de las sillas de playa que yacían alrededor y se arrepintió profundamente por no haber llevado consigo sus gafas de sol. Cerró los ojos unos momentos, tratando de dejar su mente en blanco para no seguir pensando en cosas que lo único que lograban era hacerlo sentir mucho peor.

 

—¿Sí sabes que el amarillo pollo que te cargas en el pelo y el sol no hacen buena combinación, verdad? —dijo aquella voz que reconocería en cualquier lugar, a un lado de él. Abrió sus ojos casi al instante, topándose con la imagen de BaekHyun cruzado de brazo, juzgandolo con una aguda mirada y una ceja enarcada.

 

—El sol y yo somos OTP. —respondió con voz neutra, casi sonando en serio y el contrario solamente elevó más su ceja.

 

—¿Has estado leyendo fanfics? —ChanYeol rió suavemente, sentándose apropiadamente sobre la silla, haciéndole espacio a BaekHyun, quien no dudó en tomar asiento junto a él.

 

—No, Baek. —contestó. —No leo uno desde hace mucho, aunque mis favoritos son en los que soy un lobo y no donde mi pareja es el sol.

 

—Eres imbécil. —reprochó. —No deberías leer esas mierdas.

 

—Lo sé, pero a veces me aburro.

 

—¿Desde cuando te aburres? —ahí estaba de nuevo ese tono de voz, ese que le advertía que las cosas no estaba bien aún porque de cierta forma BaekHyun se escuchaba ofendido y joder, no sabía que coño había hecho para merecer eso pero no podía seguir aparentando, no podía seguir reprimiendo sus frustraciones.

 

—Baek… —mencionó suavemente. —Sobre lo de ayer…

 

—¿Tienes hambre? ¡Quedamos de reunirnos a las nueve para desayunar, no tardes! —el pelinegro se levantó de un solo tirón, tratando de evitar esa conversación.

 

ChanYeol tardó unos segundos en reaccionar pero cuando lo hizo decidió que no podía seguir aplazando esa conversación.

 

—¡BaekHyun! —gritó siguiendo al más bajo, que apresuraba sus pasos a lo largo del borde de la piscina. —¡Baek!

 

El mayor llegó hasta la puerta de cristal, empujándola abruptamente para abrirse paso por el pasillo del hotel que daba con el vestíbulo pero ChanYeol tenía la jodida ventaja de ser alto y que sus paso fueran más largos, alcanzándolo rápidamente, tomándolo por uno de sus brazos y haciendo que parara en seco.

 

—¡Joder, Baek! —gruñó. —¿Quiéres dejar de correr?

 

—No, no quiero. —afirmó en un hilo de voz, desviando su mirada hacia el piso, evitando que el más alto pudiera ver su rostro.

 

—¿Por qué?

 

—Solo no quiero. —trató de forcejear, solamente logrando que el gigante afianzara su agarre.

 

—Baek, tengo que hablar sobre esto si quiero estar en paz, joder.

 

—Pues a mi no me apetece hablar de eso.

 

—Baek…

 

—¡No!

 

—¡Joder! —exclamó más alto de lo que deseaba, haciendo que el cuerpo del más bajo se estremeciera.

 

—¿Vas a decir que me odias? —cuestionó débilmente.

 

—¡¿Qué?! —frunció el entrecejo. —Dios, Baek… ¡Por supuesto que no te odio!

 

BaekHyun subió lentamente su rostro haciendo contacto visual con ChanYeol y éste casi creyó que iba a perder los estribos al ver al mayor de aquella manera tan vulnerable e indefenso, especialmente porque solamente lo había visto de esa manera dos veces. Ahí estaba nuevamente su instinto de querer protegerlo de todo y todos, porque para él, BaekHyun merecía solamente lo mejor.

 

—¿Realmente no me odias?

 

—Dios, cariño, por supuesto que no.  ¿Por qué te odiaría? —finalmente soltó el brazo de BaekHyun, solamente para apoyar ambas manos sobre sus hombros.

 

—Ya sabes… —balbuceó. —Lo de ayer, sé que te incomodó y pues… Lo siento.

 

—No te disculpes, Baek. —declaró. —Yo debería disculparme contigo, no sé que hice como para que estuvieras tan molesto conmigo pero realmente no… —detuvo sus palabras en cuanto los centelleantes y profundos ojos castaños de BaekHyun se encontraron con los suyos, en una charla silenciosa que solamente ellos entendían.

 

ChanYeol no pudo evitar traer a su cabeza nuevamente aquellos pensamientos en los cuales BaekHyun era el principal protagonista, admiró en silencio todas las delicadas y exquisitas facciones del mayor, sus labios rosa y entreabiertos no eran más que una jodida tentación que creía no poder evitar nuevamente.

 

No supo en qué momento sus manos se deslizaron automáticamente hasta las mejillas del más bajo, aprisionando su rostro. Se acercó sólo un poco, recorriendo nuevamente el rostro del más bajo en busca de algo que fuese capaz de detenerlo de hacer una estupidez, sin embargo, éste solo lo observaba expectante por unos segundos hasta que cerró sus ojos suavemente al sentir el aliento de ChanYeol chocar contra su rostro.

 

—No juegues conmigo, Baek. —murmuró con su tono una octava por debajo de lo normal, haciendo estremecer nuevamente el cuerpo del pelinegro entre sus brazos y fue la señal que necesitaba pero para seguir.

 

Se dehizo de la escasa distancia que separaba sus rostros, uniendo sus labios en un leve roce que pronto se convirtió en un suave beso. BaekHyun no tardó en entreabrir sus labios, dejándolo profundizar el beso, inclinando sus rostros a un mismo compás. El más bajo subió sus brazos hasta el cuello de ChanYeol al mismo tiempo que sus lenguas se encontraron en una lenta danza, conciéndose la una a la otra, encontrando puntos sensibles y solamente se separaron cuando la jodida falta de aire se hizo presente, con sus respiraciones erráticas chocando contra el rostro del otro.

 

ChanYeol no pudo evitar sonreír como un hijo de puta y morderse el labio inferior al observar los de BaekHyun, los cuales estaban hinchados y más rojos de lo normal, sintiéndose orgulloso de haber sido él quien había provocado que lucieran así.

 

Y el alto podría haber vuelto a besar a BaekHyun de no ser que fueron interrumpidos por un fuerte carraspeo por detrás de ellos. Se encontraron con el serio semblante de JunMyeon, quien los juzgaba duramente con la mirada y sus brazos cruzados, definitivamente se habían metido en un serio problema.

 

***

 

BaekHyun no pensó encontrarse tan aliviado ese día luego de lo mal que la había estado pasando desde hacía ya bastante tiempo pero la verdad era que nunca se había sentido tan en paz y reconfortado como lo estaba ese día. Se encontraba siendo peinado por su estilista para su segunda noche en Manila y tenía lo ánimos  por los cielos.

 

Su mirada se encontró con el causante de su buen humor, ChanYeol estaba al otro lado de la estancia mientras le secaban el cabello el cual finalmente había dejado ese horrible color amarillo pollo y pasó a ser nuevamente plateado. BaekHyun no se lo iba a decir a nadie y mucho menos al estúpido gigante, pero ese era su color favorito en el cabello del alto, le sentaba jodidamente bien y lo hacía ver más sensual de lo habitual.

 

Tuvo mucho tiempo para charlar con ChanYeol, después de recibir el sermón de JunMyeon aquella mañana, el cual consistía en que no se podían dejar llevar por sus impulsos y besuquearse en cualquier lugar porque alguien los podía llegar a ver y debían manejar cierto perfil ante las cámaras, advirtiendoles que debían ser más cuidadosos o el mismo se encargaría de hacerlos sufrir, el líder se despidió con algo parecido a “ya era hora”, o al menos eso pareció escuchar el pelinegro.

 

Se sentía estúpido por no haber descubierto los sentimientos de ChanYeol hacia él antes, se sentía como el peor mejor amigo por no haberlo visto porque era él quien mejor sabía leer al gigante, aunque en la cabeza de BaekHyun no cabía esa posibilidad en realidad. Se había resignado a ser únicamente el mejor amigo del tipo gigante y caliente del grupo.

 

Se había molestado cuando por enésima vez se dijo eso a sí mismo, por lo que estaba evitando hablar con ChanYeol desde que salieron de Corea hacia Manila, simplemente para no decir alguna estupidez que complicara aún más su relación, no contaba con lo que SeHun había hecho la noche anterior y se sentía incómodo a pesar de haber disfrutado un poco de aquel abrazo forzado.

 

Aunque si le preguntaran a BaekHyun, disfrutó mucho más aquel beso en el pasillo del hotel y los que le siguieron a ese en su propia habitación, ya que él no compartía con nadie más y podía salir y entrar como se le apetecía y por supuesto, esa noche iba a compartir habitación con el gigante porque después de todo, lo que ocurría entre ellos detrás de escena se quedaba entre ellos y eso era más que perfecto.

 

Notas finales:

Si llegaron hasta aquí, muchas gracias por leer ^^

 

Nos leemos~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).