-Papi, papi. Neee. -Dice un niño de aproximadamente siete años con los brazos extendidos para abrazar a su “amado” padre.
-Qué sucede mi pequeño Ciel? – Responde el padre del niño con una enorme sonrisa esperando con ansias el abrazo de su “amado” hijo.
-Quiero bañarme, pero… - Ciel, hace un lindo puchero como perrito regañado que quiere algo.
-Entonces ve mi Ciel, antes que se haga tarde. –Vincent, no podía quitar la mirada de su hijo ya que su gesto de pareció más que adorable.
-Etto… bueno es que yo quiero que te bañes conmigo. –El pequeño Ciel agacho la mirada y jugueteando con sus deditos.
-Mi Ciel, como que ya estas grandecito para que nos bañemos juntos, no te parece. –“No sabes lo que me provocas”. Pensó el padre de Ciel.
-Eso no importa, yo solo quiero bañarme contigo papi, como lo asíamos antes, SIII.
-Está bien pero solo por esta vez.
En una tina, esta Ciel y su padre desnudos, bañándose mutuamente. Vincent, pasaba con cuidado y delicadeza la esponja de baño en el níveo cuerpo de Ciel. Por su parte Ciel solo disfrutaba en contacto que tenía su cuerpo desnudo totalmente como el de su padre.
-Papi, y mamá.
-Esta con tu tía Angelina. ¿Por qué amor?
-No por nada. Entonces estamos solos. –Más que una pregunta era una afirmación.
-Si bebe. –Vincent, acerca más el cuerpo desnudo de Ciel al Suyo, más de la cuenta de cómo un padre como debería hacerlo con su hijo obviando el hecho de que se estabas bañándose juntos.
-Ahhh! –Gimoteo al sentir el rosar de sus partecitas con el abdomen de su padre. –Papi, Recuerdas cuando estaba pequeño y nos bañábamos juntos y, bueno, pues tú me besabas y me acariciabas mis partecitas y mis chichitas. –Al decir eso su padre se quedo como petrificado y es que el no esperaba que su hijo recordara ESO.
-YO, en verdad lo Siento, Ciel pero tú me excitas a montón. –Se justificaba y respondía sin un poco de pudor mientras trataba de alejar su cuerpo del de Ciel. Cosa que el pequeño niño, no permitió sino al contrario atrajo el cuerpo de su padre con el de él.
-Quiero que lo hagas de nuevo, es que me gusta cómo se sienten ten mis partecitas cuando tú las tocas. TÚ, TÚ ME GUSTAS. -Sonrojo.
-Pero mi Ciel, esto no debería ser.
-No importa hazlo. -Pidió con urgencia, ya que deseaba sentir a su padre.
-…- En ese momento la razón de Vincent, se dio unas vacaciones indeterminadas, y digo quien no lo aria a tener al pequeño e indefenso Ciel, pidiendo ser “violado”. –Como tú órdenes.
-Vincent, comenzó a cocar y a manosear descaradamente las partecitas intimas de su hijo, que comenzaba a pararse por el rose, mientras con su boca besana cada centímetro de el cuello de Ciel, así como de sus tierno y rosados pezones. Asiéndolo gemir descontroladamente de placer.
-AHHH!!!, AHHH…Más por favor, másss!. –Pedía el pequeño Ciel con un sonrojo y con la boca entreabierta viéndose completamente violable a los ojos de cualquier ser humano que no estuviera Ciego.
-Mmm, pero que maravilloso gimes amor. Me gusta como lo haces, esta noche yo me encargare de dejarte sin voz de tanto gemir.
-Ahhh, quiero, quiero que me hagas lo que le haces a mamá, quiero ser yo al que le hagas el amor. No quiero que te vuelva a revolcar con ella más. –Ciel hablo entre cortado pero con autoridad. Ya que él los había observado. Mientras su padre se acosta con SU padre y eso le baba celos.
-Como tú le lo órdenes amor, yo seré tuyo y tú serás mi. Al único que le abrirás tus piernas será a mí. Tú te encargaste de hacer me tu dueño, así que ahora aste cargo.
-Como tu desees padre, pero hay de ti si me llegas a engañar con ella. Que yo le digo que tú abusaste de mí y adivina a quien le creerá más. –Amenazo, y más que amenaza era una advertencia ya que él no lo quería compartir con nadie.
-Oh! Vaya. No importa, no lo haré, así que hoy te marcare. Y hay de ti si te arrepientes por que yo no me detendré Mi lindura.
Vincent, llevo a su hijo estilo princesita a la cama para luego. Hacerle el “Amor”. Vincent con locura penetraba a su hijo quien solo gemía y lloraba por el dolor y placer que le estaba causando ser penetrado por su padre además de ser la primera vez que le rompían su entrada.
-Ahhh, padre, duele, detente!!!. –Gritaba mientras gemía por el desgarro de su entrada y el placer que le provoca que su padre diera en cierto punto.
-Es tu culpa por ser jodidamente estrecho, además tu ano lo que necesita es entrenamiento para que se acostumbre a mi pene. Y lo se lo daré.
-AAAhhh, papi!!!
De pronto y de improvisto comienzan a aparecer llamas en la habitación que comienzan a avanzar hacia ellos, su padre le han alcanzo las llamas, al igual que a él, siente su cuerpo del como el fuego le va quemando las entrañas, mientras su padre era consumido por estas. Solo puede ver como caen las cenizas de su padre. Ciel trata de gritar de dolor, pero no puede hay algo que le impide hacerlo es como un nudo en la garganta que le está ahogando y el no puede hacer nada, en aquella habitación de pecado. Donde amo a su padre. Después de todo ese fue su error querer a quien no debía.
-Bocchan, Bocchan despierte por favor, despierte. –Agitaba el cuerpo de Ciel, el Mayordomo oscuro de la Familia Phantomhive.
-AH, SEBASTIAN. –Despierta agitado con lagrimas en los ojos y con gotas de sudor el su cuerpo.
-Veo, que ha tenido otra vez, otra pesadilla. Hoy últimamente se le están haciendo frecuentes. Hay algo de que deba preocuparme Joven Amo.
-Ah. No es nada. –Dice el pequeño conde, con trece años aproximadamente a su Mayordomo Demonio.
-Bueno Bocchan, creo que tiene otro asunto más importante que atender ahorita.
-De que habas. –Comienza a volver su cuerpo a la “normalidad”.
-Sí, vea Bocchan tiene un serio problema de hormonas justamente ahí. –Dice Sebastian con su usual sonrisa pretenciosa, señalando el casi centro del cuerpo de Ciel, más específicamenteen sus partes intimas.
-Ciel al ver a lo que se refiere su Mayordomo se da cuenta de la vergonzosa situación que tu cuerpo lo ha puesto.- SEBASTIAN, LARGO DE MI HABITACION, AHORA.
Mas avergonzado no se podría encontrar el pequeño conde Phantomhive y Sebastian se encontraba de lo más divertido al ver al pobre y arrogante de su amo en tal situación.