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September por Selly

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Notas del fanfic:

¡BooBear is back!

Notas del capitulo:

¡Hola, pandas!

Rato que ya no publicábamos nada por aquí, también porque en cuestiones se nos es muy difícil venir actualizar en Amor Yaoi que en Wattpad, pero por el momento no publicaremos los Fics que tengamos en otras cuentas, solamente los OneShots, les dejamos los Links tanto de nuestra página en Facebook como de nuestro perfil en Wattpad para que ahí puedan leer nuestros otros proyectos, gracias por el apoyo incondicional que nos estuvieron dando, y esperamos les guste esta mini historia.

Facebook: https://www.facebook.com/BooBearL-1706991089531587/?fref=nf

Wattpad: https://www.wattpad.com/user/BooBear1Q84

 

Arruga con furia aquella hoja impresa recién comprada, dejándose caer rendido sobre el sofá de cuero. No sabía porque seguía comprando el mismo estúpido periódico teniendo en cuenta que solo se martirizaba viendo las imágenes de los cuerpos tendidos y una nota de los jóvenes perdidos en aquel encuentro entre Japón y corea.

Hacía ya 6 meses que su novio había partido para servir a su país y él siendo un menor de edad no pudiendo inscribirse a las próximas tropas del ejército, resignado tuvo que quedarse en casa ayudar a su familia con los labores de la casa. Su padre había terminado en un campo de batalla, sabía lo que era ir a la guerra, lo que implicaba servir a tu país.

No regresara

Grita su subconsciente, dándole esa punzada en el corazón. Desde que JongHyun había sido reclutado su cerebro se esmeraba en recordarle que posiblemente en esos momentos se encontrara ensangrentado y siendo torturado por algún enemigo japonés, o en el peor de los casos ya si quiera estuviera vivo.

No..

Eso era imposible, de ser así él se habría enterado ya sea por los padres del mayor o por las notas del periódico que ahora reinaban en el basurero de su casa.

Cada semana salía a comprar el periódico con la esperanza de leer que los países hicieron las pases, pero solo se llevaba la desilusión de que la guerra iba avanzando.

“Cuando regrese, te prometo que iremos a recostarnos en el pasto, mirando las nubes e intentando verles alguna forma”

Es como si nunca se hubiese ido, aún tenía presente la promesa levantada por su fornido moreno, no la olvidaría jamás, pero él mismo sabía que existían probabilidades de que no se fuera a cumplir aquel dicho de su novio.

“Pero, ¿Qué tal si te pasa algo? No está en tu poder controlar la muerte”

“Pero si está en mi luchar por sobrevivir para cumplirla”

Estúpido.

Solo le estaba generando falsas ideas de lo que en una historia llego a leer, lo cierto era que no podía controlar cuando sería su lapso de muerte, solo podría predecir cuándo lo sería y Ki Bum estaba casi seguro de que saldría herido en una batalla.

Incluso en las cartas que llegaba a recibir, todas ellas aún intactas bajo su colchón, ninguna abierta ni arrugada.

No quería creer en lo que venía escrito dentro de estás, no quería seguir fantaseando con su regreso, solo quería enfocarse en la triste realidad para que cuando le anunciaran que su novio había muerto en batalla no le fuera tan difícil dejarlo a que si leía las cartas y se aferraba a que volvería.

Aprieta los puños con fuerza, rechinando los dientes y dejando escapar esa tristeza que le acompañaba, derramando la décima lagrima desde que esté se fue, nunca había conocido a alguien que fuera capaz de hacerlo llorar tanto como JongHyun lo estaba haciendo sin si quiera decirle una palabra, con su simple lejanía le bastaba para soltar más de una lagrima.

Enfurece porque tiempo atrás el moreno le había prometido que jamás dejaría que llorara por él, ahora se lamentaba y sollozaba todas las noches contra la almohada que hasta el momento había sido su única acompañante y consoladora

Los largos dedos toman la rosa desprendida del paisaje floreado, tendiéndosela y juntándola a sus manos, mirándole con esos ojos llenos de amor y cariño, esos ojos que le juraban amarlo por siempre.

—    ¿Ves esto? – murmura contra su mano, dejando un casto beso en ella – Es tuya, cuando te sientas solo ella te escuchara, su aroma te hechizara, su tacto te tranquilizara y su imagen te hará recordar que yo siempre voy estar aquí para ti –

—    JongHyun… - le mira enternecido, perdiéndose en ese latido que empujaba en su pecho – Es la flor más hermosa que alguien me haya dado –

—    Y no será la última que recibas – besa sus labios, tomándole del mentón y acariciando sus mechones de la nuca –

No mintió, aquellos años fueron muchas rosas a su puerta, muchos aromas que oler todos los días y sobre todo muchos besos que le gritaban amor entre cada suspiro que sacaba cuando JongHyun lo tocaba, sus dedos paseándose por su cintura estrecha, esos pulgares acariciarle la mejilla, esos brazos cargándole hasta la habitación y dejándole tendido sobre la cama, abrazándolo a la gloria y el placer de una noche de amor donde la esperanza y el amor compartían sus sueños con ambos.

Cada gemido lanzado, cada embestida tomándole, todo parecía ir en orden, ya nadie podría separarles de su mundo romántico.

 

Abre los ojos, dejando caer las gotas saladas por sus rojizas mejillas, odiaba recordar en esos momentos, odiaba ser tan débil para no poder negarle a su mente seguir pasando esas imágenes por su cabeza, y lo peor parecía estarle tranquilizando, cuando en un principio debería de dolerle

Quizá por la idea de que solo en su mente JongHyun aún seguía con él, que no había guerra alguna y él no estaba en esos momentos llorando en una silla. Un mundo en el que solo él y JongHyun estaban.

—    ¿Otra vez leyendo eso Ki Bum? – escucha el suspiro que lanza su castaño amigo –

—    Déjame en paz, Tae Min, si ya lo sabes no entiendo para que preguntas – No había querido sonar tan frío y seco con su amigo, no se lo merecía solo estaba haciéndole sentir mejor, pero no estaba en esos momentos para pensar con raciocinio –

—    Eres único para deprimirte tan fácil Key, y también para hacer sentir mal a otros –

—    ¿Qué estás diciendo? – le mira confuso, quitando las manos de su cabeza que le había estado doliendo mucho –

—    A que no eres el único que está sufriendo, todos estamos preocupados y tristes de lo que está pasando, ¿crees que no me siento mal porque Min Ho se haya ido? ¿crees que no lloro todos los días rezando porque nada le pase? Todos estamos perdiendo algo Ki Bum, no solo tú estás deprimido, pero pareces ser que eres el primero en darse por vencido cuando existe una posibilidad de que todo esto acabe pronto –

—    ¡¿Qué posibilidades?! – grita, levantándose bruscamente de la silla, dejándola caer al suelo – ¿Es que no entiendes Tae Min? Abre los ojos de una buena vez, no van a volver – le toma de los hombros, zarandeándole – Min Ho no va volver, él se fue y no regresara porque ahora mismo está en un campo de batalla rodeado por más de 5000 personas en busca de su muerte al igual que la de JongHyun, no hay esperanza, olvídate de eso, deja de ser un tonto niño mimado y aférrate a la realidad –

Tae Min baja la mirada, llorando a borbotones, no queriendo alzar la vista y enfrentar esos ojos felinos que furiosos le atravesaban, queriéndole obligar a creer cosas que ni el mismo estaba seguro de que eran ciertas, solo le estaba haciendo ver lo débil que era en esos momentos.

Ki Bum reacciona después de un rato de ver al menor ahí parado, sin moverlo, solo llorando con la mirada gacha.

Siente los ojos cristalizársele, había sido un idiota por haberle dicho todo eso.

¡Tenía 15 años! Como quería que se comportara como un adulto si él teniendo 17 no podía hacerlo, solo lo estaba lastimando más de lo que estaba, sabía lo que el menor paso cuando su novio fue reclutado y aunque en un principio él fue quien inicio con la idea de no perder la esperanza ahora era el primero en romper sus palabras.

—    Tae Min… - susurra, pero el empujón que le da el menor le sorprende y confunde –

—    ¡No! No me toques, ¿esto quieres? Lo has logrado Ki Bum, me has hecho notar que todo esto vale mierda – grita, apretando los nudillos, aguantando la necesidad de golpear a ese rubio depresivo – Todo esto es una pérdida de tiempo, ¿Por qué no todos nos morimos de una vez? Al fin al cabo es para lo que sirve el ser humano, nacen, crecen, se reproducen y mueren, es nuestro ciclo de vida, ¿De que servimos? ¡De nada! –

No sigue porque Key le apega a su pecho, le abraza con todo el cariño que le quedaba, con todos esos buenos momentos que paso con Tae Min, con todo el amor que un buen amigo tiene por un hombre caído.

Le había hecho daño con solo un discurso, no se imaginaba si hubiera soltado todo lo que en ese momento le vino en mente, porque tuvo la fuerza de voluntad para callarse y no seguir rompiéndole el corazón al menor.

—    Calma… todo va estar bien – Claro que no –

—    Min Ho se fue… - solloza contra su pecho – Y no volverá – las lágrimas empezaban a mojarle la camisa pero ya no importaba, solo tenía que estar ahí para su amigo –

No responde porque no es capaz de mentirle a Tae Min, porque no puede mirarle a los ojos y decirle “Te prometo que volverá” porque no estaba seguro de que así sería, porque no quería prometerle algo que no estaba en sus manos decidir.

Solo le abraza y acaricia su pelo, esperando que su respiración se calme, llevándole hasta su habitación cuando en unos minutos más se había quedado dormido en su regazo cual lindo panda, pero aun manteniendo esa mueca de tristeza en el rostro.

Baja a la sala de nueva cuenta, una vez deja al menor durmiendo en su habitación.

Se desploma en el sofá, cubriéndose el rostro con las manos, tallándose los ojos a su paso.

—    JongHyun no puedo correr muy rápido – se queja al ser jaloneado por su novio hasta uno de los montes –

—    Vamos Key, ya falta poco, solo unos pasos más –

Suspira agotado, haciendo un esfuerzo por que sus piernas subieran esos centímetros que faltaban, dejándose caer en el suave pasto, absorbiendo el aroma que desprendía

—    Felicidades, lo lograste – sonríe burlón, pasándose las manos por el pelo –

Le mira entre molesto pero con un toque de diversión, levantándose jadeoso del pasto

—    Para la próxima vendrás tu solo – cruza sus brazos y ladea el rostro –

Este niega, sabiendo que era una broma, Key siempre le acompañaría a donde quiera que fuera

Saca de la canastilla los emparedados que anoche se habían quedado hacer en casa del rubio precisamente para ese día, tendiéndole la botella de jugo de frutas que metió en la madrugada.

Ve la mueca de desagrado que le lanza su novio al sándwich que le dio

—    JongHyun este lo preparaste tú, eres el único que le pone 2 cucharadas de mayonesa a la comida – arruga el rostro, dejando la comida envuelta en una servilleta –

—    Creí que amabas la mayonesa –

Gira los ojos al ver la risa que lanza el moreno, para luego romper a carcajadas

Pone sus manos delante de su boca, evitando seguir con su descontrolada risa que empezaba a darle vergüenza.

—    Tienes algo aquí – señala la altura del pómulo –

—    ¿Dónde? – JongHyun frunce el ceño, pasando su dedo por la parte equivocada –

—    No – ríe al ver su vago intento de quitarse la mancha – aquí – toma una servilleta, pasándola por la zona manchada, quedando sus ojos conectados –

Traga saliva con dureza, escuchando la respiración acortada de su novio, pero intentando ignorarle, no dejándose llevar por su cuerpo

—    De lejos eres hermoso, pero de cerca lo eres aún más –

Deja que las mejillas se le calienten, siguiendo con su trabajo de retirar la mancha de mayonesa en su pómulo, apretando los labios y así calmar un poco sus nervios

Las manos grandes le agarran de la cintura, perdiendo el equilibrio en el acto, ahora teniendo como único punto de apoyo el pecho fuerte que se elevaba por la respiración del moreno.

—    Jong-Hyung .. ¿Qué estás haciendo? –

—    ¿No puedo abrazar a mi lindo novio? –

—    Si puedes pero.. –

Un beso le hace callar, dos le hacen recostarse en el pasto cuando JongHyun le voltea, quedando ahora abajo del cuerpo fuerte.

Una lengua traviesa en su boca le hace suspirar, dejándose acariciar por las manos expertas

Los botones de su camisa desabrochados le hacen sonrojar más de la cuenta, cerrando los ojos para no fijarse de ese detalle, dejando que JongHyun  tome control total de su cuerpo, dejándole que le desnude al igual que él, quedando los cuerpos al descubierto, sin una barrera que les separe

Solo eran ellos dos, dándose amor, fundiéndose en la pasión y el deseo carnal que se debían tener.

Gime sintiendo los dedos ajenos aferrarse a su parte intima, adentrándose a esa parte que solo JongHyun podía tocar

Grita cuando los gemidos ya no eran suficientes, rasguña cuando el placer le está sobrellevando, empuja las caderas cuando las embestidas ya no son suficientes.

Todo eso era mágico, como el mayor tomaba su cuerpo de una forma tan dulce y a la vez tan dura, en todo momento transmitiéndole amor puro entre cada embestida

—    JongHyun – gime cuando siente que va explotar, cuando su cuerpo ya no puede resistir más –

—    Hazlo.. – gime al compás de este, cerrando los ojos para sumarse a la magia del momento –

Grita, aferrándose a la espalda que parecía ser su único punto de apoyo, dejándose llevar por el placer, cayendo en una nube de sensaciones nunca antes sentidas, cayendo rendido en el pasto, testigo de su amor.

 

Mira el cuerpo del moreno arremeter una última vez, explotando en el interior ajeno, quedando estático encima suyo, respirando con dificultad, jadeando de a poco.

Acaricia los mechones cafés, besando la coronilla del mayor, sonriendo para sí por permitirse esa nueva experiencia

 

Despierta alterado, tocando su pecho y sintiendo los latidos fuertes de su corazón desbocado, aquello había sido el mejor sueño que pudo tener y el mejor recuerdo que haya conservado sobre el mayor.

Toca su cabeza, ahora el dolor ya no estaba, las lágrimas ahora estaban secas, su corazón ya no sentía dolor como aquella tarde

Una sensación de calma y paz le invadían

Sube a su habitación, recostándose en su cama, con la mínima ilusión de volver a soñar lo de hace unos minutos, pero deteniendo a su desesperación por cerrar los ojos, rebuscando aquella nota rosada debajo de su cama, tomándola entre sus dedos pero sin abrirla

Era tiempo…

Tira del pegamento, abriendo la hoja

No estoy seguro de que estés leyéndolas, contando que no has respondido a ninguna de ellas o quizá debo predecir que no están llegando, todos los días voy a nuestras casillas preguntando su has dejado algo, me llevo una desilusión muy grande cada vez que me avisan que no me han enviado nada, y cuando lo es tiro a que es tuya pero al leer que dice “Hermana” me deja mucho que pensar

No sé si estés enojado o triste por lo que está pasando he de suponer que son ambas, por eso mismo espero con esta carta poder obtener esa duda que me ha estado rondando en la cabeza desde que llegue aquí

¿ No te he demostrado el amor suficiente que te tengo? Dímelo por favor, necesito saber si estoy haciendo algo mal o si simplemente ya no sientes lo mismo que antes, porque siendo sincero.. yo todavía sigo sintiéndome de la misma forma de cuando te conocí, mi corazón no ha dejado de latir desde ese entonces.

Ki Bum, muchos no lo pueden ver pero yo te conozco, eres alguien fuerte, de ser así jamás te habrías negado a mi como en un pasado fue, porque tuviste el coraje y la voluntad necesaria de atender primero a lo que tu cerebro decía que a lo que tu corazón dictaba, al final fuiste tú quien decidió aceptarme, no sabes que tan feliz me hiciste con aquellas simples palabras que aun atesoro

No quiero que detengas tu paso si no cumplo lo que te dije, sé que debes de estarlo pensando porque no por nada no has respondido a ninguna carta, aferrándome a mi idea de que quizá no te estén llegando, fuera de eso en verdad espero no sigas deprimiéndote por mi promesa, fui un estúpido al decirlo sin pensar, estaba tan ensimismado que no pensé en el daño que te haría, tienes razón cuando dijiste que no estaba en mi controlar el tiempo, y te agradezco me hayas echo abrir los ojos, así tendré una razón más por la cual seguir luchando por no morir, por seguir viviendo para regresar a tu lado

Puede que no se cumpla lo que te dije ese día, pero se cumplirá el que jamás te dejaré de amar, así sea en vida o en muerte, porque ni la guerra y el tiempo decidirá si dejo de hacerlo, no está en los demás imponer si te amo o no, está en mí, y he decidido que te amare para toda la vida.

Te amo, Ki Bum

 

Guarda de nueva cuenta la carta, asintiendo varias veces y cerrando los ojos para sumarse en el sueño, dejando que por primera vez la fantasía le consuma, dejándose engañar por la posible esperanza de que JongHyun regresara.

—    No lo hagas Ki Bum – grita su subconsciente – No te dejes engañar, al final del día solo sufrirás, no fantasees con él, ¡abre los ojos! –

Se abraza a su almohada, ignorando los llamados de su maldita mente que de ahora en adelante se había convertido en su mayor enemigo

Apagando la luz de la mesita de noche

 

—    Despiértame cuando septiembre termine.

Notas finales:

No olviden comentarnos<3 


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