Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amour interdit por Sweet Yukii

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Buenas~ 

Desde hace tiempo que tenía este one shot en el pc y me dieron ganas de subirlo. 

Sobre las advertencias, no creo que este tan terrible, pero las he puesto por si acaso, por si alguien sensible lo lee luego no se queje, pues ya advertí (?) No creo este muy romántico, pero lo he puesto por si acaso jajaja xD

 Este One shot me ha quedado kilométrico, creo que primera vez que escribo un one shot tan largo, pero me ha encantado como quedó, espero les guste a ustedes también

Notas del capitulo:

Mi creatividad para los títulos es asquerosa, le iba a poner "Amor prohibido" pero me di cuenta que hay un montón de fics bajo ese nombre así que lo cambie a "amour interdit" que si el traductor no me miente signigica “Amor prohibido” lo cual me recuerda a una novela que veía mi madre jajaja además que lo encuentro enfermo de cursi, pero que va, no sé me ocurre nada mejor xD

Para este one shot me inspire de unos fanarts que salieron cuando lanzaron Beautifl liar, acá hay uno y acá el otro 

Sin explicación alguna lo había conocido, aquel chico no era igual a los asquerosos demonios que había conocido con anterioridad, él era delgado, alto, con su cabello platinado y ojos grises, los cuales reflejaban todo el odio y la maldad que en él existía. Su cuerpo tembló por completo al notar como aquel demonio se acercaba a él con pasos lentos.

-Pero que tenemos aquí – Dije con voz aterciopelada mientras lo observaba de pies a cabeza – Un ángel ¿eh? Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que vi uno por estos lados – Dijo deslizando una de sus afiladas uñas por el rostro de Leo, pero sin llegar a hacerle daño.

-Quitas tus asquerosas manos de mí – Dijo enfadado.

-No te enfades, no soy yo el que ha venido a un territorio lleno de demonios, sabes – Dijo con una sonrisa burlona.

-Tsk maldito – Murmuro desviando la mirada, ese estúpido demonio tenía toda la razón, él se había perdido de su misión y había llegado a un territorio lleno de demonios - ¿No piensas matarme? – Pregunto resignado.

-¿Matarte? Vamos, eso no sería divertido – Dijo inhalando el aroma del ángel, el cual tembló al sentir la respiración del demonio en su cuello.

-Qué demonio más raro eres –

-Que ángel más suicida eres – 

-Ya cállate – Dijo desviando la mirada del demonio, quería irse de allí, pero su cuerpo estaba paralizado.

-Suicida y enojón ¿Seguro no eres un demonio? – Dijo dando una fuerte carcajada, la que hizo que él ángel apartara su mirada furioso.

-No fui creado para tener que lidiar  con seres tan despreciable como los demonios –

-Qué percepción tan mala tienen de nosotros – Dijo fingiendo dolor  - Aunque a decir verdad no es como si nosotros tuviéramos una buena impresión de ustedes – Dijo encogiendo los hombros.

-Eres un demonio bastante hablador, si no me vas a matar entonces deja largarme de aquí, tengo una misión que cumplir –

-¿Qué gano yo a cambio de dejarte partir? – Dijo el demonio y el ángel rodo los ojos

-¿Qué quieres a cambio? –

-Woo ¿De verdad harás lo que yo quiera? – Sus ojos brillaron de tal forma que él otro se extrañó.

 -Es eso o morir en tus manos –

-Bueno mi ángel suicida, primero partamos por tu nombre –

-Soy Taekwoon, mejor conocido como Leo ¿y tú eres? –

-Wonsik, aunque quizás tú me conozcas como Ravi – Leo creyó que se le había detenido el corazón al oír ese nombre.

-¿Ra..vi? – Dijo entrecortado

-Así es, ¿Ya me conocías? – Le sonrió cínico.

-Cómo no hacerlo, hay un montón de rumores tuyos sobre todos los ángeles que has matado – Su cuerpo tembló de miedo, aquel chico frente de sí, era despiadado como ningún otro, además de ser un demonio de alto rango. – No comprendo cómo es que aún no me matas -

-No he querido – Respondió simple - ¿Entonces harás lo que yo quiera? –

Pudo haberse negado, pudo haberlo atacado apenas recuperó la movilidad de su cuerpo, pudo hacer tantas cosas, no obstante no hizo nada por impedir lo que pasó.

Ravi lo tenía acorralado contra un muro mientras que lo besaba con hambre, todo aquello era demasiado extraño, no obstante su cuerpo parecía disfrutar de todo aquello y su mente no pensaba nada coherente. Los labios expertos del contrario saboreaban su cuello mientras sus manos recorrían su cuerpo.

-Que… Que estás haciendo – Dijo entre cortado intentando apartar a Ravi.

-Tomo lo que me corresponde por no matarte – Respondió como si fuera lo más obvio del mundo

--¿Y si quisiera morir?

-No parece disgustarte mi toque, así que me hace pensar lo contrario – dijo sonriente y Leo lo odio – imaginando que pudiera sentir odio - Ravi volvió a besarlo y con cada beso que le daba Leo se sentía cada vez más agotado, hasta que se desmayó.

Al abrir los ojos se encontraba en su hogar, si es que podía llamársele así, recorrió la habitación con la mirada, buscando al demonio, hasta que lo hallo a un par de metros de distancia.

-Ravi – Le llamo

-Qué bueno despertaras, pensé te había matado – dijo rascándose la nuca- No quería matarte aún –

-¿Por qué me trajiste? – Preguntó curioso

-No quería que murieras aún – Dijo simple – Creo que me excedí, al estar en el inframundo tu cuerpo no aguanto y termine robando tus energías –

- ¿Y tú no te sientes cansado estando acá?

-Si fuera un demonio de bajo rango posiblemente estaría volviéndome loco, pero ese no es el caso-

-¿Por qué sigues aquí? –

-Tienes una deuda conmigo – Dijo acorralándolo dijo lamiéndose los labios y besándolo cortamente en los labios, Leo noto que su cuerpo no estaba paralizado frente al otro o al menos no demasiado.

-Podría negarme – Dijo Leo cerrando los mientras el demonio besaba su cuello con lentitud, mientras lo recostaba por completo en la cama.

-No parece que quisieras hacerlo – Respondió con una sonrisa burlona mientras mordía suavemente el labio de Leo, para luego besarlo apasionadamente. Ravi no entendía que era lo que pasaba con él, eso estaba mal, lo sabía y por primera vez en su vida no le importaban las graves consecuencias que podrían acarrear sus actos, su vida y la del ángel estaban en peligro, pero aquello no le importaba en lo absoluto, solo quería disfrutar lo máximo que pudiera de aquel ángel que le había hecho perder los sentidos tras solo verlo.

-Mentira – Dijo Leo con la respiración entrecortada, Ravi no perdía el tiempo, lo estaba acariciando y besando de una forma que lo estaba volviendo loco, nunca había sentido tanto placer en su vida y mucho menos espero que fuese un despreciable demonio el que le enseñaría aquellas placenteras sensaciones.

La ropa iba desapareciendo con rapidez, Leo se encontraba totalmente perdido en las acciones del demonio, lo besaba con hambre, sus manos se habían escabullido por su cuerpo ahora desnudo, deleitándose con el formado cuerpo del demonio, acariciando sus alas negras con suavidad, jugando con estas por unos instantes, antes de soltar un gemido de placer al sentir como el demonio masajeaba su miembro como si tuviera todo el tiempo del mundo, eso le desesperaba, quería más, pero no había perdido su cordura todavía como para pedir aquello, no quería que el demonio sintiera que lo tenía a sus pies, aunque no estaba muy lejos de la realidad.

-¿Te gusta eso? – Preguntó lascivo el demonio, descendiendo con besos húmedos por el torso del ángel hasta llegar a su entrepierna comenzando a dar pequeñas lamidas, lo que hacía que Leo soltara gemidos ahogados.

-No – Mintió descaradamente, cerrando los ojos con fuerza mientras apretaba las sabanas con fuerza. No le gustaba, le encantaba como se sentía aquello, pero se sentía sucio, él era un ser puro que estaba siendo corrompido por el placer, asumir que estaba disfrutando de las caricias de un demonio sería rebajarse al máximo.

-¿Y ahora? – Las lamidas eran cada vez más rápidas, hasta que Ravi engullo todo su miembro, comenzando con un vaivén demasiado suave, que lo hacía perder la poca cordura que le quedaba.

-Más – Pidió avergonzado comenzando a  moverse al mismo ritmo que el demonio. Le encantaba la sensación y el tener al demonio entremedio de sus piernas era lo más sensual que había visto en toda su vida, no se explicaba como detrás de su hermosura se hallaba tanta maldad.

-Ahora viene lo mejor – Dijo con una sonrisa pervertida dejando de chupar su miembro y comenzar a prepararlo con delicadeza. Sabía lo que venía luego de eso y se comenzaba a sentir aterrado, pero confiaba en el demonio, confiaba en él a pesar de saber que no debía hacerlo, que los demonios eran seres despreciables y solo buscaban su propia satisfacción. Ravi había terminado de prepararlo y entraba lentamente en él, besando sus hombros, cuello, rostro y de vez en cuando lo besaba lentamente, limpiando las pocas lágrimas que caían de sus ojos debido al dolor, pero eso duro poco, todo el dolor que sentía fue rápidamente transformándose en placer.

-Wonsik… más rápido – Le pedía entre gemidos, enterrando sus uñas en la piel desnuda del demonio.

-Cómo ordenes – Respondió aumentando la velocidad de las embestidas y  penetrándolo de forma profunda, haciendo que ambos soltaran gemidos de puro placer, hasta el momento en que el tan esperado climax llegó, haciendo que Ravi se corriera en su interior y Leo entre ambos cuerpos.

-No estuvo nada mal – Dijo Leo con la respiración entrecortada, aún sintiendo los espasmos del orgasmo. Había sido la mejor experiencia de su vida, pero jamás lo admitiría, mucho menos frente al demonio.

-Siempre imagine que sería fantástico y realmente lo fue – Dijo Ravi casi en un susurro, tumbándose a un lado del ángel, el cual se había dormido enseguida, sin tomar en cuenta las palabras del demonio.

 

 

 

Ese obstinado demonio pervertido cada cierto tiempo aparecía frente a sus ojos buscando placer y por más que le hubiera gustado negarse las siguientes veces, su cuerpo aún se estremecía recordando las caricias del demonio y no tardaba mucho en caer nuevamente bajo sus encanto.

 

[*****]

 

Leo era el ángel guardián de un niño de apenas de 1 año de vida, llamado Jaebum. Un día casi se cae de espaldas al ver a su-ya-no-tan-desconocido demonio, apoyado en la cuna del niño, el cual solo le miraba curioso.

-¿No te teme? – Pregunto curioso Leo señalando a Jaebum.

-Es un bebé, no distingue entre el bien y el mal, aun no tiene prejuicios, además de que me temería si quisiera dañarlo –Dijo como si fuese lo más obvio del mundo.

-¿Qué haces aquí? – Pregunto notando como el bebé se acercaba de apoco a Ravi sin dejar de mirarlo, viéndole con sus ojos inocentes.

--Vine a molestarte un poco, te extrañaba –Dijo simple, notando como Jaebum lo tocaba con sus diminutas manitos – Hey~ - Ravi toco con uno de sus largos dedos  la nariz del bebé, el cual le sonreía feliz.

- Creo que le gustas – Murmuro Leo al notar lo bien que se llevaba el bebé con el demonio.

-Quizás nació para ser malo – Dijo Ravi y Leo rodo los ojos

Los días pasaban y cada cierto tiempo Ravi aparecía frente a ellos, ya no buscaba excusas para ir hasta él, aunque Leo pensaba que Ravi se había encariñado con el bebé y eso no dejaba de sorprenderle, jamás hubiera imaginado conocer un lado tan dulce y protector del demonio, siempre había imaginado que en un ser tan despreciable no podía existir nada más que maldad.

-¿Quién es el monstruito más feo de todos? – Le preguntaba Ravi a Jaebum mientras este jalaba suavemente la mejilla del bebe y este solo reía – Eres tan monstruoso – Ahora le revolvía el cabello

Jaebum era un pequeño torbellino, al parecer si estaba influenciado por el mal después de todo.

-¿Sabes lo peligroso que es que estés acá? –

-Lo sé – Dijo viendo como el bebé jugaba entretenido con sus juguetes – Una relación entre un ángel y un demonio está prohibida –

-Nos mataran si nos descubren. –

-No quiero que mueras, pero no puedo dejarte. Jamás había sentido algo así – Le miro sincero – Yo moriría por ti –

-Ravi… -

-Es la verdad, me importas demasiado como  para dejar que te mataran, primero pasarían sobre mí – Dijo besándolo suavemente en los labios – Te amo demasiado, mi ángel suicida.

-Y yo a ti, mi demonio pervertido –

 

[*******]

 

Taekwoon sabía muy bien que no se debía confiar en los demonios, porque estos eran seres despiadados y mentirosos, pero él había confiado en uno y este lo había “traicionado”, sus puros sentimientos se estaban tiñendo de una gama de emociones que no debería sentir, pero lo que más sentía era dolor, un dolor agudo que se había instalado en su pecho sin querer desaparecer. 

Las lágrimas caían descontroladas por sus mejillas ¿Por qué Wonsik había hecho aquello? Por mucho que le había dicho que si alguien moría, sería él, que lo haría por el bien de ambos, este no lo había tomado en cuenta y había tomado otra decisión.

Lo había dejado, había muerto en su lugar.

-¿!Por qué rayos me hiciste matarte?! – Grito frustrado, sintiendo el ardor en sus cuerdas vocales

>> Porque te amaba demasiado como para permitir que murieras << Creyó escuchar decir a Wonsik, de estar vivo estaba seguro que eso le diría.

Su amor estaba prohibido, los ángeles no podían estar con demonios, de por sí, casi no generaban lazos emocionales, pero la relación entre ellos había sido distinta.

Ravi había manipulado sus pensamientos y lo había hecho atacarlo, matándolo.

Desde hace un tiempo las inseguridades de lo que estaban haciendo y el miedo de ser descubiertos había sido un tema realmente importante entre ellos y habían llegado a la decisión de que uno de ellos debía morir, antes de que los descubrieran y los mataran a ambos, por lo que Leo decidió tomar ese lugar, incluso aún podía recordar claramente el día en que se suponía el moriría.

“-¿Estás listo? - Pregunto con dolor el demonio acariciando el rostro del ángel

-No – Respondió este apegándose al cuerpo del demonio, el cual solo lo estrechaba más a su cuerpo.

-Te amo Leo, Te amo demasiado – Dijo Ravi besándolo cortamente

-Y yo a ti – Respondió con angustia

-Sabes que tenemos que hacer esto, si nos descubren será el fin de ambos – Dijo mirándolo a los ojos, intentando transmitirle todo su amor.

-Solo un último beso –Murmuro Leo antes de volverlo a ver, era un beso lento, sin prisas.

-No olvides que todo esto lo hago por ti – Murmuro Ravi besándolo en la frente.

-Lo sé – Respondió triste – Estoy listo – Dijo dando un hondo suspiro y viendo fijamente a los ojos del demonio que tanto amaba, que incluso moriría por él.

-Lo siento  Taekwoon – Murmuro Ravi levantando una de sus alas en señal de ataque, Leo cerro sus ojos esperando la muerte, muerte que nunca llego.

Al abrir sus ojos, vio la escena más escalofriante de toda su vida, Ravi tenía una de sus alas clavada profundamente en su corazón y de los labios del demonio salía un hilo de sangre, no obstante este formo una hermosa sonrisa en sus labios.

-Espero puedas perdonarme, recuerda lo mucho que te amo – Dijo en un hilo de voz, antes de cerrar sus ojos y caer al suelo.

Leo grito con todas sus fuerzas, aterrado, sin comprender.

No supo en que momento aparecieron los ángeles encargados de juzgarlo y algunos ángeles y demonios, sólo escucho felicitaciones por haberlo matado, pero parecía que las palabras solo daban vueltas en su cabeza, sin ser capaz de comprenderlas. Estaba consternado.

-Esto no puede ser – Murmuraba angustiado, hasta que noto un trozo de papel entre sus ropas.

“Para mi ángel suicida”

Leyó en el papel y sintió que sus fuerzas se le esfumaban. Ravi lo había planeado…

Se apresuró a leer la carta

“Para mi hermoso ángel Taekwoon.

Si estás leyendo esto, es porque mi plan dio resultados, ¿Cómo iba a permitir que murieras? He matado a muchos ángeles anteriormente, pero jamás podría haberte matado a ti, tú eras diferente a todos ellos, nunca había sentido algo tan fuerte y puro como lo que siento por ti, entonces, ¿Cómo iba a matar a lo más importante que tengo?

Tú merecías vivir, yo no tengo a nadie que me necesite, de echo los demás demonios me odian, serán felices de saber que morí en manos de un ángel, ya sabes, los rumores corren rápido, pero hay solo un demonio del cual debes tener mucho cuidado, él querrá vengar mi muerte, te buscara para matarte, Sanghyuk es al único que le dolerá mi muerte, te pido que por favor lo evites, no dejes que te mate ni tampoco lo mates tú, sería bueno si lo evitaras por el resto de tu vida, no quiero que le pase nada a ninguno de los dos, te amo demasiado y a él lo quiero mucho.

Te preguntaras como es que me mataste así de fácil, cuando estabas esperando la muerte, estabas totalmente vulnerable, pude meterme a tu mente, controlar tu mente y manipular tus pensamientos, poniéndote en pose de ataque y haciendo que tus alas se pusieran como cuchillas he hiciste una clavada en mi corazón.

La mejor forma en la que pude morir, fue en tus manos.

Quizás estés molesto en estos momentos, pero ¿No te enseñaron que en los demonios no se debe confiar? ¿Qué son malos, mentirosos y que harían cualquier cosa por lograr sus objetivos?

Te mentí, te engañe, pero fue para salvarte, mi amor por ti es lo más grande y puro que he sentido.

Tienes que seguir adelante y cuidar de ese pequeño monstruo llamado Jaebum, creo que le tengo cariño a él también, estando tanto contigo, creo que me volví mas bueno, espero mi maldad no se apoderara de ti también.

Espero que podamos ser felices juntos en otra vida.

Te amo. Wonsik”

 

Leo no podía creer lo que había terminado de leer, se sintió engañado, pero podía entender las razones del demonio, solo que él no era lo suficientemente fuerte como para superar su partida. No quería vivir sin él.

Fue felicitado por muchos ángeles, fue juzgado por otros que se enteraron había tenido algo con el demonio y luego lo felicitaron por matarlo

El único que no estaba feliz era él.

Siguió cuidando a Jaebum como su ángel guardián, incluso mirar al niño, le traía tantos recuerdos.

Cuando Jaebum cumplió 15 años, Leo sabía que su destino acabaría pronto. Fue un accidente, el auto donde el chico iba se había visto involucrado en un choque contra un camión a exceso de velocidad, el auto se volvo y el chico murió al instante.

Leo lo sabía, pero no podía hacer nada para cambiar su destino, estaba prohibido, no podía interferir y él había cumplido  en el estar con él hasta su muerte.

Leo estaba devastado, primero el demonio y ahora el humano con el que tanto se había encariñado había fallecido tan joven.

Sus ojos se llenaron de lágrimas de dolor.

Paso algún tiempo hasta que supo que su final había llegado, aquel chico, Sanghyuk lo había encontrado.

Lo supo al ver sus ojos llenos de odio y con sed de venganza.

-Al fin te encontré Taekwoon, ahora no podrás escapar de mí – Dijo con una sonrisa maligna y por primera vez, no deseo escapar de él, al contrario, deseaba su muerte, quería acabar con el dolor que sentía.

Lucho contra él, sin intenciones reales de querer matarlo, hasta que Sanghyuk enterró una de sus alas en su pecho, al igual que como él lo había hecho con Wonsik.

Taekwoon se entregó a la muerte, deseando poder ver al demonio. Cerró sus ojos murmurando un:

“Desearía llegar al lugar donde estés, Wonsik…”

Sanghyuk grito de felicidad al ver al ángel muerto, al fin había vengado la muerte de quien más había amado.

 

 

 

[******]

 

 

Caminaba desorientado por la calle, aquella ciudad se le era tan extraña, se preguntaba como rayos volvería a su casa. No debió salir solo, lo sabía, pero no había querido molestar a sus familiares y ahora se encontraba perdido en un lugar desconocido. Tenía miedo y lo único que quería era que no le pasara nada.

-¿Qué hace un chico tan guapo como tú en un lugar tan peligroso como este? – Había preguntado un chico de unos 10 años acercándose hasta él. Era un chico realmente guapo, lo que más le había gustado de él eran esos ojos oscuros que lo miraban de forma penetrante, pero sin llegar a intimidarlo.

-Me he perdido – Dijo sincero.

-Te ayudaré a llegar a tu casa, no deberías estar aquí, no es un buen lugar para alguien como tú – Dijo con una media sonrisa y Taekwoon se sintió ofendido, ese chico era un crio al igual que él.

-¿No es peligroso para ti también? –

-He aprendido a defenderme – Respondió simple encogiéndose de hombros – Por cierto, soy Wonsik, ¿Tú eres? –

-Taekwoon –

-Bueno Taekwoon, dime dónde vives para poder llevarte –

Le había dicho su dirección y tal como le había dicho Wonsik, lo había llevado sano y salvo hasta su casa. Se habían despedido con un leve movimiento de sus manos, esperando volverse a encontrar.

Taekwoon no pudo contener su felicidad al momento en que vio a Wonsik entrar en su nuevo salón, desde ese momento se habían hecho inseparables.

Se conocían desde hace años, pero cada vez Wonsik estaba más cariñoso con él y este temía cometer una locura, porque el revoloteo de mariposas en su estómago no parecía querer cesar con nada, ya hasta lo tenía un poco atontado mientras que su corazón latía desenfrenado.

Las caricias del menor en sus cabellos de apoco comenzar a adormecerlo, eran tan suaves, que le relajaban. Wonsik siempre era tan dulce  con él, era tan protector, su corazón latía como loco cuando el menor actuaba así, ante los ojos de todos, era como un maldito demonio, era sádico, cruel, busca pelitos, su corazón parecía estar lleno de odio, pero con él… con él era todo distinto.

-Parecen novios – Ken Hongbin acercándose

-Hacen una bonita pareja – Dijo N y el sonrojo de ambos chicos era evidente.

 

[*****]

 

-Has estado actuando extraño últimamente ¿Pasa algo? ¿Estas molesto conmigo? –Pregunto Wonsik viéndole expectante.

-No pasa nada – respondió tranquilo, ¿Cómo explicarle todo lo que estaba sintiendo sin que Wonsik saliera huyendo? Le gustaba tanto que se sentía idiota y para que hablar de los celos, los celos lo estaban matando y no quería montar un escándalo.

-Taekwoon…. – Le llamo a modo de regaño.

-Que no pasa nada, en verdad –

-mmm… - Ravi no podía creerle, el chico estaba más distante y actuaba de forma extraña - ¿Te llegaron rumores feos de mí? ¿Me tiene miedo? –Preguntaba angustiado y Leo soltó una carcajada

-Que no es nada de eso, sé que a mí no me harías nada malo – Dijo con una sonrisa y Ravi suspiro aliviado. Taekwoon era su cable a tierra.

- Me tranquiliza oír eso – Ravi lo abrazo con ternura y Leo sentía que le faltaba el aliento.

Luego de eso Wonsik había vuelto a ser demasiado empalagoso y el término por perder la poca cordura que le quedaba y lo beso.

Había sido solo un roce de labios, el beso solo había durado un par de segundos, Leo se apartó solo unos milímetros de Wonsik, lo suficiente para ver como el rostro de este estaba totalmente sonrojado y mantenía sus ojos cerrados.

-Wonsik yo… - No pudo decir más porque el menor lo había atraído más hacia su cuerpo, besándolo tímidamente. Se estuvieron besando por varios minutos hasta que se apartaron sonrojados.

-Me gustas mucho Taekwoon, demasiado diría yo – Dijo el rubio viéndole directamente a los ojos y Taekwoon creyó que ahora si moriría, si cuando se besaron se sentía desfallecer, ahora creía estar en el paraíso

-Tú también me gustas  demasiado – El menor sonrió amplio

-¿Entonces te gustaría ser mi novio? –

-Claro que sí – Respondió volviéndolo a besar.

 

[*****]

Desde el cielo dos chicos los observaban fijamente

-No puedo creer que los altos mandos los dejaran revivir como humanos – Dijo Sanhyuk viendo a la pareja.

-Los dejaron amarse – Respondió Hongbin

-Son tan dulces, creo que vomitaré –

-Deberías alegrarte porque los dejaron ser felices, ya sabes, Ravi dio su vida por él – Dijo Hongbin con una media sonrisa.

-Lo sé, me alegra sea feliz, al menos pudo quedarse con quien él amaba, aunque aún así siento una extraña sensación al verlos-

-Regresemos al infierno – Sugirió Hongbin

-Es lo mejor – Dijo Sanyuk y ambos chicos desaparecieron.

 

 

Notas finales:

Se supone el fic se quedaría cuando Hyuk mata a Leo, pero no quisé ser tan mala, así que le agregue lo otro c: 

Espero les haya gustado, yo me diverti mucho, aunque el lemon -A mi parecer - quedo feo, no soy buena para escribir lemon. 

Alguna duda, sugerencia, critica, todo es bien recibido en un review. 

Creo que no se me olvida decir nada . 

Besitos~ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).