Había pasado una semana completa alejado del peliceleste.
Nadie podía culparlo por querer tener a su novio para él solo todo un día.
Aparentemente Kuroko había notado lo decaído que estaba el tigre, ya que se acercó y rodeándolo con los brazos le dio un suave beso mientras le decía:
-Yo también quiero estar solo contigo, Kagami-kun. Pero es el cumpleaños de Midorima-kun, y lo prometimos-Kuroko sabía que el pelirrojo también disfrutaría de pasar un tiempo con sus amigos por mucho que se quejara- solo será esta tarde, y luego vamos a poder pasar más tiempo juntos…ya que no trabajas esta noche…puedo quedarme a dormir en tu departamento.
Para el pelirrojo, por supuesto, fue intensivo suficiente.
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-¡Shin-chan! ¡Shin-chan!-corría Takao llamando a su novio por toda la feria- ¡No debí dejarme convencer y sacarle la correa! -se quejó el pelinegro a sus superiores que lo observaban con una gotita colgando en su cabeza.
-¿Correa?-Kagami miro a Takao con la ceja arqueada.- ¿Midorima tenía una correa?
-Pues sí, Tai-chan-asintió el ojo de halcón- ¡y si se la hubiera dejado puesta no se me hubiera perdido!
-¿Midorima-san volvió a perderse?-pregunto un confundido Kouki llegando junto a ellos de la mano del capitán de Rakuzan.
Sí. Para sorpresa de todo el universo, Akashi había confesado haberse interesado en el castaño desde la Winter Cup del año pasado.
A Furihata le basto ser acosado tres semanas seguidas para aceptar una cita con el pelirrojo y dos más para terminar completamente enamorado.
Kuroko invito a la nueva pareja al Maji Burguer para celebrar su noviazgo.
Kagami compro una cierra eléctrica para amenazar a Akashi para que no se le ocurriera hacer nada a su amigo y compañero de equipo. Kuroko lo obligo a devolverla (ni siquiera se dejó convencer cuándo Kagami intento decirle que también lo llevaba como propia defensa).
Al final la reunión fue bastante tranquila, incluso, divertida. Y Kagami comprobó que Akashi realmente quería a Kouki y que nunca haría nada para lastimarlo.
De eso ya tres meses atrás.
-¡Se emociona mucho con todas las cosas de este lugar!-seguía diciendo Takao- ¡Es la cuarta vez que lo pierdo en la sección del tarot!
-¿También se te perdió Midorima?-pregunto una voz muy conocida para Kagami.
-¿Tatsuya?-pregunto sorprendido. ¿Su hermano también había sido arrastrado a este lugar?
-Oh, hola Taiga-lo saludo el pelinegro con una sonrisa- Atsushi se me perdió en la sección de golosinas…-comento a Takao.
-Estos niños…-se rió el pelinegro que ya se había tranquilizado. Al fin y al cabo…Midorima iba a aparecer tarde o temprano…se había olvidado de su lucky ítem (con eso se explica lo ansioso que lo tenía ese lugar, aunque lo negara)- ¿Quieres que te ayudemos a buscarlo?-ofreció.
-No, gracias-negó Himuro con tranquilidad.- Le puse un chip rastreador a su ropa.
-…
-Cuándo sales con Atsushi, te acostumbras a hacer este tipo de cosas…siempre hay locales de dulces cerca-termino de explicar el pelinegro como si fuera lo más normal del mundo.
-Ahhhhhh….-asintieron todos con una gotita colgando de sus cabezas.
Excepto Kuroko:
-¿Tienes otro chip rastreador Himuro-kun? Me estoy preguntando cuándo Kagami-kun se me pierda en la sección de hamburgueserías…
-¡KUROKO!-grito el pelirrojo avergonzado. Himuro solo rió, lo que hizo reaccionar a Kagami- ¡Además! ¿Tú que haces aquí? ¿Por qué acompañas a Murasakibara? ¡Pensé que te dije que no quería que salieras con ese perverti...! ¡Auch!
-Kagami-kun, cálmate por favor. Las personas nos están observando…
-¿Ha? ¿Qué hace Kaga-chin?-una voz más ligeramente aburrida se unió. Kagami volteo rápidamente al reconocerla: en frente suyo, se encontraba la tercera cosa más odiada por él: Murasakibara Atsushi.
La primera cosa eran las matemáticas, la segunda, los perros…Niguo no contaba.
Kuroko lo amaba, y a veces Kagami dudaba que ese perro fuera completamente normal…
-¡Tienes suerte que haya tenido que devolver mi sierra electri…! ¡Auch!-grito mientras se abrazaba el estómago- ¿Kuroko, por qué….?
-Compórtate.
-¿Nos dividimos para buscar a Shintaro?-pregunto Miyagi, decidiendo ignorar la escena de hermano celoso y sobreprotectoramente irracional que Kagami había estado protagonizando.
-Supongo que deberíamos-asintió Akashi- No tiene mucho sentido que festejemos un cumpleaños si el que los cumple no está…
-Admitamos que el cumpleañero nos cambió por cartas del futuro… ¡Sería capaz de vender nuestra alma con tal de conseguir sus objetos de la suerte!-dramatizo el chico ojo de halcón.
-…
-¡Esta bien!-murmuro Takao- ¡Nos dividiremos!
-Bien. Kouki y yo iremos a la sección de animales exóticos. Kazunari y Mijagi pueden ir a la de baile. Atsushi y Tatsuya pueden ir a la de comida…
-¿Qué? ¡Si Murasakibara va a la de comida jamás encontraremos a Midorima!
-Personalmente, confío en que Atsushi se controlara más que Taiga si ve una hamburguesa…
-Ahhhh…
-¡Oye!
Akashi lo ignoro.
-Tetsuya y Taiga pueden ir a dónde leen el futuro. Bien…creo que eso es todo, nos encontraremos acá dentro de dos horas y si no lo encontramos, bueno, mi chofer nos vendrá a recoger a las ocho de la noche…
-¿No estás diciendo que lo abandonemos, verdad?-pregunto Kagami, incrédulo.
-Técnicamente él nos abandonó a nosotros.
-¡Pero aun así…!
-Yo creo que es un buen plan…
-¡Tú eres su novio!
-¡Que fue cambiado por una esfera de cristal!
-Ok, cálmense-Miyagi decidió tomar cartas en el asunto- Mejor empecemos ahora para poder encontrarlo antes de que Akashi lo abandone y de paso decida abandonarnos a todos acá…
-¡Esperen!-Kagami había recordado algo importante- ¡¿Dónde están Kise y Aomine?!
“¿Recién se dio cuenta?” El resto observo al pelirrojo con una mirada de lástima
-¡Oigan! ¿Por qué me miran así?
-El morenazo se llevó a Ki-chan a lo oscurito…
-… ¿Eh?
-¿Debería explicártelo gráficamente?-se preguntó Takao pensativo- ¡No hay problema! Kaga-chan, vi un par de pizarras por allá…¡Auch! ¡Kuroko-kun duele!
-No corrompas su inocencia Takao-kun…ese es mi trabajo.-le dijo el peliceleste sombríamente.
Miyagi parecía el único sorprendido de que haya pizarras en una feria local…
-No entiendo nada-intervino Kagami confundido- pero… ¿Dónde dijeron que están? Y lo más importante… ¡¿Por qué no ayudan a buscar?!
-Como era de esperarse, Ryouta empezó a ser acosado por sus fanáticas luego de cinco minutos de estar en la feria. Por lo que Daiki se molestó y decidió llevárselo hacia lo oscu…digo a los baños. Llevan ahí desde entonces. Es más que obvio que los di por perdidos a ambos…
-Sí, pobre Ki-chan-asintió Takao.
-Siempre recordaremos a Ryouta/Kise-kun como un buen amigo…-añadieron Himuro y Kuroko.
-¿Ha? No entiendo nada…-dijeron al unísono Kagami y Murasakibara.
-Deberíamos haber alquilado la silla de ruedas.
-¡KOU-CHIN/FURIHATA! ¿TÚ TAMBIÉN?
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-Al final…terminamos buscando a Midorima en la parte más extraña de la feria… ¡Es la última vez que vengo a una feria gitana!
-No quisiera ser descortés ni nada pero… ¿Por qué me está contando todo esto? ¿Al menos lo conozco?
-Ya le dije que no lo sé y…no, no me conoce…
-Kagami-kun, deja de asustar a la persona que nos vende los mapas de la feria…
-Oh, está bien-replico el hombre con una sonrisa amigable- pase por cosas más extrañas todavía…cuando quise ir al baño me encontré con que la puerta estaba cerrada y escuchaba ruidos extraños provenientes de ahí…
Kagami se asustó al escuchar eso. Pero más se asustó al ver el aura negra que se formaba alrededor de su novio.
-Discúlpeme pero… ¿Dónde queda el baño?
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-¡Kuroko no deberíamos ir! ¿Y si hay fantasma? ¡Ese tipo dijo que ese baño estaba embrujado!
-Los únicos fantasmas que hay en ese baño son los dos idiotas más grandes de todo el jodido universo.-replico el peliceleste para luego empezar a golpear la puerta del baño- ¡Abran de una vez! ¡Sé qué están ahí adentro!-grito atrayendo la atención de la mayoría de las personas que pasaban por ahí.
(diez minutos después)
-Kuroko, mi amor, me parece que no están acá…deberíamos irnos-Kagami intentaba convencerlo…a una distancia prudente.
-¿Dónde se habrán metido?-murmuraba el peliceleste mientras se recostaba en la puerta del baño. Haber estado golpeando tanto lo había agotado.
-Tal vez…
-¡Hola!-una voz conocida por ambos se escuchó en los parlantes que estaban colocados en toda la feria y que hace unos instantes, estaba pasando música- ¡Esto es una llamada para una persona una persona perdida: Midorima Shintaro! Mide 1,95; pesa 79 kg, estudia en Shutoku…
-¡A nadie le importa eso Kise!-se escuchó otra voz mucho más ronca y que parecía estar de malhumor- ¿Me escuchas Midorima? ¡Quiero que lleves tu trasero a la entrada de esta feria! Si no lo haces te abandonaremos aquí…
-¡Aominecchi no le digas eso!-se escuchó como el rubio lo regañaba.-¡No lo abandonaremos!
-Habla por ti…no puedo creer que Takao le sacara la correa…
Tanto Kagami como Kuroko, y el resto de las personas de la feria, escuchaban boquiabiertas y con una gotita colgando de la cabeza lo que estaba pasando. Muchos pensaban que se trataba de una broma…
-¡USTEDES! ¡¿QUIÉN LES DIO PERMISO PARA ENTRAR AQUÍ?!
Se escucharon varios forcejeos del tipo “¡Suéltame! ¡Solo robamos la llave! ¡FUERA DE AQUÍ!”
-…Tiene el pelo verde y usa anteojos y se la pasa repitiendo que Oha Asa es su pastor…-seguía diciendo la voz ahogada de Kise mientras un par de golpes se escuchaban de fondo.
-¡Dame el micrófono niño!
-¡No toques a Kise!
-¡Cálmense!-intento gritar Kise aunque los forcejeos seguían escuchándose-Oiga…¿Usa peluca? Puedo ver una frente calva donde antes había pelo…
Durante unos segundos solo el silencio se escuchó…
-JAJAJAJA ¡ES CALVO!-la voz divertida de Aomine se escuchó esta vez mucho más amplificada.
-¡LARGUENSE!-la voz del hombre encargado se escuchó mucho más baja ahora- váyanse de aquí…
-¡No tiene por qué llorar!-le grito Kise con tono culpable.
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-Eso fue tan…
-Perturbador-asintió Kuroko luego de que el silencio invadiera toda la feria. Ningún sonido se escuchaba de los parlantes- Akashi-kun estará furioso.
-Ya lo creo-comento Kagami- voto porque nos olvidemos de ese par y vayamos a dar una vuelta.
-Está bien.
-¿Enserio?-pregunto Kagami ilusionado, lo había dicho en broma, sabía que el peliceleste no sería capaz de dejar a sus amigos a su suerte…o eso creía.
-Así es. Furihata-kun está con Akashi…sé que intervendrá si algo se sale de control…
-En otras palabras…no quieres ser tú el que interceda por esos dos.
-Valoro mi vida, Kagami-kun.
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-Al final este lugar resulto ser interesante…-comento Kuroko mientras observaba el dije que había comprado en uno de los stands. Era una bonita piedra roja.
-Ya lo creo-sonrío Kagami mientras le sacaba una foto. Al menos estaba logrando tener a su novio para él solo.
-Kagami-kun, ¿Puedes dejar de sacarme fotos?-le pregunto el peliceleste cuándo volvió a sentir por décima vez el flash.
-Yo…-Kagami desvió la vista, avergonzado por ser descubierto…pero… ¡ERA SU CULPA POR SER TAN JODIDAMENTE LINDO!
-Kagami-kun es injusto. Yo también quiero una foto tuya…
Si antes estaba sonrojado, ahora su rostro estaba completamente rojo.
-¡No digas cosas vergonzosas tan de repente!
¡CLICK!
Kagami miro a Kuroko. El peliceleste le había sacado la cámara y ahora lo miraba sonriendo.
-Kagami-kun…¡sonríe!
¡CLICK!
El pelirrojo lo miro sorprendido unos segundos, luego rió.
-Vamos a sacarnos una foto los dos juntos-decidió Kagami para volver a tomar la cámara y pararse junto al peliceleste, de modo que ahora la cámara los enfocaba a ambos.
Un segundo antes de que Kagami apretara el botón para sacar la foto, Kuroko había levantado el rostro y lo había besado.
¡CLICK!
Cuando ambos jugadores de Seirin se separaron, un adorable sonrojo los invadía a ambos.
-Kagami-kun…
-Kuroko, yo…
-¡Kyaa!-un grito los sobresalto a ambos- ¡Pero que tiernos son!
Una mujer alta, de cabello y piel morena, y ojos azules se acercó a ambos. Iba vestida de gitana y sonreía con dulzura.
Kuroko la miro confundido. Kagami la miro con furia. ¿Por qué las personas se empecinaban en interrumpir su tiempo con el peliceleste?
-Oiga… ¿No tiene nada mejor que hacer que espiar a las personas?-se quejó el pelirrojo.
-Kagami-kun no seas irrespetuoso.
-¡Pero que maleducado eres niño!-grito la mujer, cambiando su amable sonrisa por una mirada ofendida- ¡Y eso que yo venía a ofrecerles una lectura de su futuro!-dramatizo la mujer- ¡Es una suerte que al menos tu novio si sepa comportarse!-dijo esta vez señalando al peliceleste.
-Kuroko, vámonos, podríamos contagiarnos de demencia…¡Auch!
-¡Te escuche!-grito la mujer furiosa.
-Tal vez deberíamos ver que tiene para mostrarnos y luego irnos…-sugirió Kuroko al ver que Kagami abrió la boca, dispuesto a seguir discutiendo.
-¡Perfecto!-la mujer le regalo una hermosa sonrisa a Kuroko…y una mirada llena de desdén a Kagami- Síganme.
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-Mi nombre es Madame Dika-se presentó la morena con una sonrisa- y soy una adivina. Sé mucho acerca del pasado y el presente, pero mi especialidad es el futuro y hoy, amigos míos, les hablare del… ¡KAGAMI TAIGA POR ÚLTIMA VEZ NO TOQUES MIS COSAS!
El pelirrojo se sobresaltó al escuchar que esa mujer lo llamaba.
-¿Cómo sabe su nombre?-pregunto Kuroko sorprendido.
Ambos se encontraban en la tienda de Madame Dika. El lugar, de hecho, era mucho más espacioso de lo que parecía y estaba lleno de objetos y artefactos extraños, desordenados por todos lados.
-Sé muchas cosas, Kuroko Tetsuya-replico la misteriosa mujer mientras le guiñaba un ojo al peliceleste- Pero no te asustes, querido, no les voy a hacer nada.
-No estoy asustado.
-No te lo decía a ti, Kuroko-kun-replico la adivina mientras señalaba a Kagami, quién temblaba visiblemente.
-Bien, supongo que querrán escuchar acerca de lo que tiene el futuro para decirles-dijo la mujer mientras sacaba un mazo de cartas extrañas.
“Seguramente es una farsante” pensó Kagami mientras recorría la tienda. Nunca le había llamado la atención escuchar eso del “futuro” o demás… al fin y al cabo, llegaría solo, ¿Cierto?
Kagami encontró un baúl abierto lleno de libros extraños. Una sonrisa apareció en su rostro.
Seguramente Kuroko se emocionaba al verlos. Le encantaban los libros.
Pero cuando volteo para llamar al peliceleste, vio que este estaba muy entretenido escuchando todas las cosas que Dika le decía.
-Lo llamare después-susurro Kagami mientras se agachaba y echaba un vistazo a las portadas de los libros…
“Primeras pociones” “hechizos para principiantes” “el arte de la hipnosis”
-Esta mujer…-susurro Kagami con una gotita colgando de su cabeza- esta mujer…¡¿Acaso es una bruja y no adivina?!
El pelirrojo suspiro y se dispuso a alejarse y seguir recorriendo el lugar cuándo algo le llamo la atención.
Un libro de tapa celeste sobresalía entre todos los más viejos.
-“Recuérdame, ya que también soy parte de ti”-leyó Kagami. ¿Qué clase de libro podía titularse así?
Decidió abrirlo para averiguarlo.
Antes de que todo se volviera oscuro, escucho un grito.