Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Dios de la Lujuria y la Venganza por RemyKen

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola! Vengo con una historia llena de fantasía y magia. Supongo que a este punto leyeron las advertencias de esta historia. Quizá no sea material para gente sensible. No al principio... pero luego será una historia un poco fuerte.

Bueno, solo espero que disfruten del fic. Tenía esta idea en mi mente desde hacía meses, pero no me animaba a escribirla ya que puede ser un poco confuso.

Este es otro punto: Está basado en un mundo alternativo, lleno de magia y seres mitológicos. Si alguien aquí es religioso recomiendo que si no les gusta, no lean, ya que habrán seres mitológicos de distintos tipos, desde ángeles hasta sirenas y hadas. También habrán distintos dioses, tanto buenos como malos, por lo que vuelvo a repetir: si eres muy religioso te recomiendo que no leas (Aunque si estás aquí es porque eres un pervertid@ xD)

Bueno, si les gusta la historia espero un comentario u opinión, ya que amo escribir y lo que quiero es mejorar, por lo que también acepto críticas constructivas, mientras no sean insultos, está todo bien :)

Notas del capitulo:

Aclaro: Actualidad- letra imprenta (normal) Pasado- Cursiva

Espero que disfruten de la lectura! Saluditos sensualones,

Remy.

El Dios de la Lujuria y la Venganza

 

Mi nombre es Abisaí. Antes, mi apellido era Ren, pero actualmente no tengo apellido. Supongo que... no tengo derecho a tener eso, entre otras cosas. No tengo derecho a mucho, y tampoco estoy en posición de exigir nada. Solo tengo que quedarme callado, esa es la única forma de salvar a mi padre y a mi pueblo.

Hace mucho tiempo, solía ser alguien. Era Abisaí Ren, príncipe heredero del trono al reino de Abista, hijo del rey Abiget, soberano de las tierras del oeste del Primer Continente. ¿Todo muy confuso, no? Ahora lo es hasta para mi... hace mucho de todo eso...

Ahora mismo ya no soy un príncipe, ni tampoco pasé a ser el gobernante de mi reino. Tengo diecisiete años y soy nada más y nada menos que el esposo de un Dios. Ese ser ahora gobierna lo que antes era mi reino, aunque a veces me deja ayudarlo, ya que de pequeño había estudiado y entrenado para eso. Las cosas, por ahora, están muy calmadas. Decidí simplemente resignarme a vivir así... aunque ya no es tan malo como antes. Quizá es porque, simplemente, lo acepto.

¿Por qué, si no soy nadie, estoy casado con un dios? Fácil: él no me quiere a mi, sino a el poder que en mí habita.

Si fuese un Dios Bondadoso, como La Diosa Uhsaí o el Dios Tayda, quizá las cosas irían un poco mejor. Pero, para desgracia mía, a uno de mis antepasados se le ocurrió robarle una gran cantidad de poder justamente al Dios de la lujuria y la venganza. Al menos es más reconocido en Genya, nuestro mundo, por eso.

¿Cómo fue que ese poder terminó dentro de mi? ¿Cómo lo descubrió el gran Dios de la Venganza, y cual fue su reacción?

¿Qué fue lo que pasó desde el momento en el que apareció ante mi, cuando tenía catorce años?

Se los puedo contar todo... solo tienen que leer.

Porque yo no tengo derechos. Yo no soy nadie. Simplemente soy Abisaí... pero quiero contar mi historia. Una que, seguramente, seguirá escribiéndose por varios años más.

¿Podrá todo esto terminar bien?

 

________.........________

 

-Padre... tengo miedo -el hombre en frente de mi, de rostro surcado de arrugas por el paso de los años, y con el semblante serio pese a la situación, tembló un poco. Lo sentí porque sus brazos estaban alrededor de mi cuerpo, protegiéndome.

-Tranquilo... todo esto se solucionará, hijo mío -Su voz era baja, pero no se notaba tranquila. Yo comencé a llorar al sentir una fría mirada sobre mi... ¿Por qué me estaba mirando a mi? -Ya verás... no dejaré que nada malo te pa...

-¿Por qué lo proteges tanto, Rey Abiget? Solo es un simple niño... puedes tener otros hijos que hereden tu reino, pero estás dispuesto a arriesgar tu vida por este mocoso... ¿Por qué será? -Esa voz pareció cortar el aire, tan helada y afilada como sus ojos azules -¿Él guardará alguno de tus secretos? -El hombre se acercó a nosotros, y mi padre retrocedió, soltándome y dejándome solo y sin nadie que me cuidara. Seguramente le tenía mucho miedo e él, al igual que yo. Ni siquiera sabía quien era... pero si sabía que no era bueno. Esos ojos me hacían querer salir corriendo, pero yo no pude moverme. Solamente temblaba en mi lugar, mientras los pasos de ese tipo resonaban en la enorme y oscurecida sala. Me sentí totalmente indefenso... y aunque yo solía ser muy maduro, parecía que hubiera vuelto a ser un niño.

En el momento en que solo un paso nos separaba, fue cuando mi padre, desde su lugar cerca de un rincón, gritó -¡No le hagas daño, por favor! ¡Es mi único hijo!

-Hijo único, eh... -me tomó de la barbilla, alzando mi rostro y haciendo que derramara aún más lágrimas. Yo no podía articular palabra alguna, mucho menos con esos ojos tan aterradores mirándome directamente -Tú debes ser un chico de papá, mimado y llorón. Lo estás demostrando en este momento... -Aunque él lo viera de esa forma, yo estaba seguro de que era mentira. Yo nunca fui un chico mimado. Desde pequeño me había sentido como uno más de mi pueblo, ni mejor ni peor. Yo era parte de ellos, y en algún momento de mi vida iba a ser mi responsabilidad protegerlos, y lo sabía. Por eso respondí.

-Y-Yo no soy así... n-no se por qué estoy llorando -Era inútil hacerse el fuerte en esa situación, pero no pude evitar decir eso. Solía ser alguien muy independiente y que decía lo que pensaba. Solía hacerme el fuerte aunque por dentro me estuviese haciendo pedazos.

Al parecer a el hombre le causó gracia, porque comenzó a reír. Me observaba con una sonrisa burlona, pero sus ojos fríos contenían un odio profundo, que en ese momento iba dedicado solo hacia mi -Me gusta mucho la actitud de este mocoso, es muy divertido -Repentinamente, me tomó del cuello con una sola mano. Sentí como comenzaba a faltarme el aire. Él solo reía un poco mientras mi padre intentaba murmurar algunas palabras.

El tipo me levantó, podía sentir que mis pies ya no tocaban el piso. Mis manos intentaban, inútilmente, quitar la suya. Lloré aún más, sin poder evitarlo. Sintiendo que me faltaba el aire y que mi cabeza iba a explotar. Los ojos fríos ahora se encontraban más cerca, intimidándome y asustándome en lo que yo creía, era mi fin -Pero hay algo raro con él... dime, Abiget, ¿Por qué su pelo y sus ojos son de este color? Se supone que tu hijo es humano, no mitad hada o elfo para tener el cabello de un tono tan llamativo -Quizá hablaba de mi pelo de color lila... yo también creía que era muy raro. Al igual que mis ojos, que eran entre plateados y lilas... pero mi padre me había dicho que era por culpa de un hechizo.

Cuando yo nací, mi madre murió al darme a luz. Sin embargo, yo también era muy débil, por lo que todos creían que solo sobreviviría unas horas. Mi padre convocó a todos los mejores seres curanderos del reino, y con magia lograron salvarme. Pero mi pelo y mis ojos quedaron de esos raros colores, y aún de grande tenía muchos problemas de salud. Habían días en los que apenas podía levantarme de mi cama, pese a que era un chico muy enérgico.

Yo me sentía muy mareado. Ya no veía nada con claridad, los ojos de la persona que me agarraba eran solo una mancha borrosa. Sin embargo, pude escuchar las palabras de mi padre al explicarle rápidamente lo que había ocurrido... pero él solo rió, como si supiese que ninguna de esas palabras eran ciertas -¿Crees que me voy a creer eso, rata asquerosa? Mas te vale que pares de mentirme, o quien lo sufrirá... será el pequeño -Justo cuando estaba a punto de perder el conocimiento, sentí como era liberado y mi cuerpo chocaba contra el duro suelo. Comencé a toser, intentando recuperar el aire. Sentía que mi garganta ardía, pero necesitaba llenar mis pulmones. Mi cabeza dolía mucho y aún no recuperaba la vista del todo. Aún así, el intimidante hombre se arrodilló al frente mío, solo para levantar mi rostro de nuevo -Él no ha pasado por nada de eso... puedo sentirlo. Ningún hechizo ni tipo de magia fue utilizado en él, sino lo sabría -¿Cómo que no...? No estaría vivo si no fuera por eso -Sin embargo, hay algo con él... algo que me inquieta -Sonrió de una forma tan siniestra que creí que era mejor morir en ese instante -Mocoso... tú tienes algo que me pertenece, ¿No?

Lo miré e intenté responderle, con la voz rasposa -N-Ni siquiera se quien e-eres... -Un fuerte ruido resonó y subió por las paredes de la habitación. Él había estampado su mano en mi rostro, haciendo que mi labio se partiera y sangrara. Volví a enfrentarlo con la mirada, pese a mi miedo. Él no parecía ni un poco arrepentido. Es más, parecía que lo disfrutaba.

-Eso no fue lo que te pregunté, ratita. Te acabo de decir... -Volvió a golpearme, esta vez en la otra mejilla, haciendo que derramara algunas lágrimas. Luego me tomó del cuello de mi camisa, levantándome hasta quedar a solo unos centímetros de su rostro -¿Tú tienes mi poder? ¿El poder que era mío, y que tu estúpida familia me robó? Porque si lo tienes, te arrepentirás, mocoso...

-T-Te juro Qu-Que no... -Todo en mi dolía. Sentía que no iba a aguantar mucho tiempo más despierto.

-¿Lo juras?... Por alguna razón, a ti si te creo. -me dejó en el piso, alejándose de mi. Intenté tranquilizarme. "Supongo que ya todo habrá terminado", pensé.

No sabía cuanto me equivocaba.

-Pero a ti no -Comenzó a acercarse a mi padre, mientras este daba pasos hacia atrás. En un momento se tropezó, cayendo al suelo. Las lágrimas salían de sus ojos rojos e hinchados... nunca lo había visto así. Siempre había sido un hombre derecho, serio y fuerte. Yo deseaba ser como él, pero en este momento...

-Y-Y-Yo ¡Juro que no se nada! No tengo idea de donde está el poder, lo juro -Su cuerpo entero temblaba, y se podía ver el terror en su mirada. Por otra parte, el hombre de apariencia más joven lo observaba desde arriba, con una mano en la barbilla, como pensándolo.

-Mmm... sigo sin creerte. Creo que deberé comprobarlo, ¿No?

-No... no... ¡No! No le hagas daño... por favor, no lo hagas...

-Sigues repitiendo eso... ya me estas cansando. Pero tengo que ver si mi sospecha es en realidad la verdad. Abisaí, ven aquí. -Habló con voz tranquila y baja, como si todo esto fuera lo más normal del mundo. No se movió de al lado de mi padre, que se tapaba la boca con ambas manos. Supongo que para no gritar. Yo apenas podía mantenerme consciente -Ahora.

Intenté levantarme, pero mi cuerpo cedía. Sentía que no podía moverme. Aún así algo en su mirada me decía que fuera... que pasaría algo malo si no le hacía caso. Su voz calmada me asustó aún más, así que junté las pocas fuerzas que me quedaban e intenté levantarme. Pude mantenerme en pie unos segundos y dar un par de pasos, pero volví a caer, ya sin fuerzas.

Él solo se acercó a mi, sin prisa. Me agarró del brazo y me arrastró hasta donde se encontraba mi padre -Vamos, no serás capaz de mentirle aún más. Dile la verdad a tu pequeño.

-P-Pero... no...

-¡Dilo! -gritó. Ya no se notaba calmado. Ahora, toda la furia que parecía estar contenida en sus ojos, salió hacia afuera. El lugar pareció temblar, la oscuridad se hizo más pesada... más espesa -Dilo... te lo está ordenando el Dios Willar.

-Dios... Willar... -Apenas pude murmurar. Miré a mi padre, que me observaba con un gran arrepentimiento y miedo.

-Abi... Hijo... Lo siento mucho... -En ese momento, todo pareció tener sentido. El mundo se detuvo por un instante, mientras mis pupilas se dilataban y las lágrimas surcaban mi rostro... ¿Esto me estaba pasando a mí?

-N-No... no puede ser... -dije aún contra el suelo. Ni siquiera levanté la mirada cuando, triunfante, el Dios de la Lujuria y la Venganza dijo:

-Aaaah, así que tenía razón. Que rápido cediste, maldita rata. -Volvió a mirarme, pude sentirlo -Príncipe Abisaí, desde ahora en más eres mío. Tú no te opondrás si quieres que tu padre y tu reino se salven.

 

______------_____-----______

 

Así fue como todo comenzó, allí fue cuando mi vida cambió para siempre... ¿Quieren saber cómo sigue mi historia?

Notas finales:

Espero que les haya gustado. Muchas gracias por leer y espero sus reviews, saluditos!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).