Capítulo 2: ¿Te quedarás con este “conejito”?
-¡¡Tú…!! ¿¿De dónde saliste??
-Bakastass-ya soy el conejo que Killer-ya te regalo.
-… — Kid observo atentamente al pequeño moreno delante de él —… ¡¡NO IMPORTA CUANTO LO REPITAS DEFINITIVAMENTE “NO” ERES UN CONEJO!! — Gritó alterado ante la calma que mostraba el niño.
-Hehe… No importa cuánto grites, tú me aceptaste.
-¿Y, qué con eso?
-Esa es la única razón por la que mi cuerpo cambio al de un humano.
-…
-¿Eustass-ya? — Se acercó al pelirrojo pasando su manita frente a los ojos ambarinos, buscando alguna reacción por parte de Kid.
-Sabía que el trabajo extra me afectaría tarde o temprano… aaahh~ — Kid suspiró, tomo una toalla luego de sumergirla en el agua la paso por su rostro y cubrió sus ojos buscando relajarse, sin prestar atención al morenito se tranquilizó estirando los brazos pasándolos detrás de su cabeza y usándolos de almohada se decidió ignorar todo a su alrededor.
-… — El pequeño solo lo observó con una sonrisa en los labios — “Tal parece que vivir con este pelirrojo será muy divertido” — Pensó mientras jugaba con el agua jabonosa de la bañera.
-… ¿Sigues aquí?
-Sí.
-¿…No te irás mientras gritas que es “tarde”?
-No lo haré.
-… ¿De dónde saliste?
-Soy un conejo que acompaña a las personas que están solas, pero solo puedo transformarme en un humano cuando la persona que me cuida lo necesita.
-… ¿Por qué habría “yo” de necesitar algo así? ¿Y cuándo te he cuidado lo necesario? Sería más fácil que te mantuvieras como un conejo.
-Yo no controlo mi cuerpo, tú eres el que me da la forma más accesible a mi cuerpo para cuidarme.
-… Eso suena aún más perturbador que el hecho de que un conejo se convierta en humano… — Dijo levantándose saliendo de la tina y tomando una toalla para secarse y posteriormente sujetarla a su cintura dejando al descubierto su piel clara, se giró a ver al niño en la tina ya con menos nivel de agua al salir él —… Bueno y ahora ¿Qué hago contigo?
-¿EH? ¿No es obvio? Cuidarme.
-¡¡Me refiero a que tengo que salir todos los días!! ¿Cómo se supone que cuide de ti?
-¿Estás preocupado por mí, Eustass-ya?
-No es como si pudiese dejar a un niño de cinco años solo — Dijo con tono molesto mientras rebuscaba en el armario otra toalla para secar al moreno.
-¡¡No soy un niño!! ¡¡Tengo trece años!!
-¿…? ¡¡NO MIENTAS!! — Se giró hacia el moreno con la afelpada tela en las manos.
-¡¡No miento!!
-¿Cómo es posible que sigas siendo tan pequeño? ¿También usas los “años perrunos”?
-¡¡Tengo trece!! Y no soy un perro, es la edad que he vivido desde que estaba en la tienda de mascotas.
-¿Y me vas a decir que por trece años nadie te adopto? — Refutó indicándole con las manos que se levantase rodeándolo completamente con la toalla y sacarlo de la tina para sentarlo sobre el buró que guardaba los productos de limpieza y jabones, comenzó a secar con suma delicadeza la piel morena.
-… Así es, no cualquier persona nos puede comprar.
-Siendo así, ¿Por qué estabas como una mascota en adopción en control animal?
-Mi dueño me abandonó cuando no pudo hacer que me transformara en humano, pensó que había sido estafado y me dejo en medio de la carretera, ahí me encontraron los de control animal y luego… alguien más me adopto, pero no pudo seguir cuidándome — Terminó de hablar cabizbajo.
-… ¿Murió?
-Sí, por eso Killer-ya me adoptó de nuevo, pero su novio se enfermó por mi culpa por eso me trajo contigo.
-Pero, ahora eres humano ya puedes vivir con ellos ¿No?
-No.
-¿Por qué?
-Tú eres el único que ha logrado que me transforme, solo puedo estar contigo.
-Aun así, no creo ser capaz de cuidar de otra persona.
-… Me abandonaras… — Afirmó en un murmullo el moreno bajando la mirada—… Después de todo no tienes ninguna obligación conmigo.
-… — Kid observó por un breve momento al pequeño niño delante de él, ya eran trece años sin tener un hogar, sin pensarlo más terminó suspirando —… Acabo de iniciar la universidad y mi padre me envía solo el dinero necesario para vivir, además si consigo un trabajo de medio tiempo no podría dedicarte la atención necesaria y va a ser un problema el inscribirte en una escuela al no tener ni idea de dónde saliste, espero que no hayas pensado tener una vida lujosa porque yo no podré dártela.
-¡¡…!!... — Los ojitos plateados observaron atentamente al pelirrojo delante de él, aun preguntándose si no era una mala broma —… Entonces…
-Puedes quedarte conmigo… si es eso lo que quieres — Dijo Kid desviando la mirada para que el moreno no viera el rojo de sus mejillas.
-Si quiero, Eustass-ya — Pronuncio bajito, abrazándose a la cintura del pelirrojo y apretándolo con todas sus fuerzas cómo si temiera cambiara de opinión y quisiera alejarlo de él.
-… — Kid se mantuvo serio, era la primera vez que una persona le abrazaba sin miedo alguno, tal vez no le haría mal vivir con ese “conejito” y con ese pensamiento acarició suavemente los cabellos con ese misterioso reflejo azulino.
Continuará…