“CERCA DE TI”
CAPITULO 3: “NADA QUE DECIR”
Los rayos del sol iluminaban una lujosa mansión, en la cual los muchos vidrios que la rodeaban, reflejaban aquellos rayos anaranjados de la mañana, también se sentía un aire fresco, que hacia mover los cabellos de las habitantes que estaban fuera del lugar, recibiendo a su dueño, el cual se habia ausentado un par de días…
Las voces alegres de los chicos se escuchaban por el lugar, anunciando la felicidad que los invadía al tener con ellos nuevamente a un joven castaño que bajaba de la limosa que lo llevo a casa, luego de recogerlo del aeropuerto…
- Kithy!...-la voz de un jubiloso rubio se escucho, mientras corría hasta colgársele de cuello en un cariñoso abrazo…el joven se notaba feliz de ver a su pareja luego de unos días de ausencia…
- Bienvenido Seto…-le dijo su hermano abrazando al castaño y este les correspondía a sus dos personas favoritas…
- Como te fue mi koi…-le dijo Joey a Kaiba el cual caminaba elegantemente hasta entrar a su hogar…
- Muy bien, los negocios en Norteamérica están dando muy buenas ganancias, hable con Noa y de la posibilidad de expandirnos…-dijo Kaiba seriamente como si se tratara de alguien conocer del negocio con el que hablaba…
- Eso estaría muy bien…-dijo Joey, no entendiendo ni una palabra de lo que su castaño habia dicho…
- ¿Cuándo podré ir a visitar a Noa Seto?...-hablo el menor mientras cerraba la puerta…
- Cuando salgas de vacaciones…-dijo el mayor serio, a su hermano de 16 años todo un adolescente próximo a entrar a preparatoria, por lo mismo no podía darse el lujo de perder clases…
- Pero falta mucho…-dijo suplicante…-quiero ir el próximo mes, aunque sea pocos días…si…?...
Poniendo ojitos de perrito abandonado en la lluvia, Kaiba lo vio e hizo una mueca de fastidio…esos ojos…el odiaba esos ojos… ya que eran unos que no se podía rehusar…
- Sabes que odio que pongas esa mirada…-dijo Kaiba, serio mientras ponía su portafolio a un lado y se sentaba en uno de los sillones de la sala, Joey y Mokuba se sentaron a su lado…
- Onegai…-la suplica continuo y los ojitos se hacían cada vez mas pronunciados…
- Etto…-Kaiba comenzó a dudar…
- Arigato hermano…
Dijo Mokuba abrazando a Kaiba, y este sentía la fuerza de su hermano, sin lugar a dudas Mokuba iba hacer un chico mucho más fuerte de lo que el habia sido a su edad, aunque no dejaba de ser un chico dulce e ingenuo, de siempre…
- Eres el mejor hermano…-le dijo sonriente cambiando su mirada, ya que habia logrado conseguir lo que deseaba, a pesar que Kaiba no lo habia admitido, pero Mokuba sabia que esa táctica de los ojitos era infalible…
- Dios…-Kaiba puso una mano en su cabeza con fastidio, su hermano habia aprendido muy bien las tácticas de Joey…
- Pero si tienes exámenes, en esos días no habrá salida para ti Mokuba…-le dijo Kaiba en tono severo…
- Tenderemos exámenes a final de este mes, así que tendré libre el otro…-dijo Mokuba, triunfante, al parecer todo lo tenia muy bien planeado…-bueno los dejo tengo que irme a la escuela…
Dijo Mokuba levantándose de su lugar, y antes de salir le guiñaba el ojo a Joey, al parecer ambos habían planeado toda aquella actuación, Kaiba miro serio a su Koibito, el cual se sonrojo al tener aquellos ojos azules sobre si reclamando respuestas…
- Que paso Kithy…?...-a Joey le salio una gotita al ver a su pareja tan serio…
- Le estas enseñando a mi hermano tus trucos cierto?...-dijo Kaiba, Joey se sonrojo y reía nerviosamente al verse descubierto…- ven acá que te haré pagar ese complot…-Kaiba abrazo a Joey y luego le dio un apasionado beso en los labios, Joey le correspondió de igual manera, tantas sesiones de besos que el rubio sabia muy bien como dar uno, en el cual Kaiba quedara encantado…
Momentos después ambos permanecían sentados en el sofá, abrazados el uno en el otro, Kaiba noto algo raro en Joey, el rubio estaba más callado y serio que de costumbre, hasta parecía estar preocupado y triste por algo…algo que Kaiba tenía que averiguar…
- ¿Qué te ocurre Doggy?...-le dijo Kaiba, mientras jugaba con uno de los mechones de Joey…
- Es Yugi…-dijo Joey con notoria preocupación…
- ¿Y ahora que le paso?...-sabiendo muy bien las desagracias que seguían al pelirrojo, no era nada extraño que una mas trocara su vida…lo que no sabia era a que magnitud llegaría esta desgracia…
- Algo muy grabe…-dijo Joey, en verdad se sentía muy preocupado y Kaiba que lo conocía muy bien, no pudo pasar esto por alto…
- Cuéntame…-le dijo mientras tomaba de la barbilla de Joey para que lo viera a los ojos…
- Bueno…
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Un mes habia pasado luego de Yugi tuviera aquella horrible experiencia, y luego de tantos sufrimientos el chico por fin podría regresar a casa, aunque aun tenia que llegar al hospital para que le quitaran los puntos y guardar mucho reposo, al menos por un mes mas; comer alimentos ligeros, ya que su entrada no resistiría mucha presión, a pesar de los muchos cuidados que tendrían con el, lo bueno era que descansaría en su hogar…
- Me alegra que ya estés mejor…
Le dijo Yami mientras ayudaba al chico a colocarse su ropa, Yugi solo mantenía su miraba fija al frente… sin siquiera decir palabra, desde hacia días habia adoptado voto de silencio, luego de lo que le dijo a Yami el día siguiente de su ataque, el joven nunca mas volvió a pronunciar palabra…
Y eso significaba que se estaba encerrando en si mismo, necesitaría la ayuda de un psicólogo que lo hiciera salir de ese estado, por ello las sesiones comenzarían la semana siguiente, ya que entre mas pronto el chico saliera de su impresión, mas pronto podría recuperarse por completo…
- Te gustara la casa, hace poco Joey, Bakura, Marik y Malik me ayudaron a pintarla quedo muy bonita, y eso es por que quería que estuviera impecable para cuando tu llegaras…-Yami le sonreía al chico, y este ni siquiera lo veía, su vista estaba fija al frente, como si mirar la pared lo hipnotizara y embelesara…-Yugi…
Dijo Yami con tristeza, mientras rozaba su mano con una de las mejillas del chico, aunque este aparto su rostro de la mano del faraón, indicando que ese gesto le era incomodo…Yami suspiro con tristeza, el doctor le habia dicho que esa actitud era normal en una persona que acaba de pasar por un trauma de esa magnitud, pero para Yami eso no era suficiente, para hacerlo sentir mejor; ya que el dolor que le hacia ver a quien amaba en ese estado era muy fuerte…
- Bien muchachos pueden marcharse…-el doctor llego con un papel que informaba, que ese día le darían de alta al joven…Yugi se bajo de la camilla de donde estaba y camino fuera de la habitación, ayudado por Yami, aunque el no quería que el faraón lo auxiliara, no le quedo opción al notar la insistencia de su Yami…
- Le agradezco mucho su ayuda doctor…-dijo Yami haciendo reverencia, y tomando el documento y las recetas que el doctor le daba…
- Cuídense mucho…
Dijo el doctor a Yami, el cual sintió y luego se marcho junto con Yugi, en la sala de espera, estaba sentado Joey esperando que ambos chicos salieran, al verlo llegar les sonrió y saludo, le hacia unas cuantas bromas a Yugi, queriendo hacer reír al pelirrojo.
Pero el seguía, en el mismo estado de solo mirar fijo al frente y nada mas, no miraba a nadie ni parecía escuchar nada…Joey bajo la mirada, ya que a pesar que su amigo habia logrado recuperarse de sus heridas, su espíritu estaba quebrantado, y ese iba hacer el mas difícil de aliviar…
- ¿Cuidas un rato a Yugi Joey? iré por sus medicinas-dijo Yami mostrando las recetas, que le habia dado el doctor el rubio asentía…-espérame aquí Yugi volveré pronto…-con eso ultimo Yami se marcho rumbo a la farmacia del hospital, atraer lo que el doctor habia puesto en las recetas…
- Anímate viajo, la vida sigue, tu siempre haz sido muy optimista ante todo…
Yugi solo se sentó a un lado de Joey y nada mas, a pesar que parecía no estarlo escuchando en su subconsciente le estaba prestando atención, en verdad Joey se notaba preocupado Yugi quería aliviar su estado y cambiar su actitud, pero también pensaba…¿como hacerlo?...y ¿para que hacerlo? Si le habían quitado una de las cosas mas valiosas que tenia, una que le quería regalar a su pareja, a su amor verdadero…a su Yami…pero ahora…eso ya no podría ser posible… ahora el estaba sucio, marcado de por vida, y nunca nada iba hacer como antes…NADA…
- Nos duele mucho verte sufrir Yugi, sabes… yo haría lo que fuera para retroceder el tiempo y evitarte todo ese dolor…-las palabras de Joey llevaban mucho sentimiento, Yugi lo noto y sus ojitos violeta se pusieron brillosos…-pero eso no puede ser posible y lo hecho…hecho esta y no lo podamos evitar, pero si remediar y superar… nos tienes a nosotros, a tus amigos que no te dejaremos solo nunca…tienes a Yami, tu pareja que te ama tal y como eres, sin importar lo que te paso y lo que pase el, te seguirá amando…haz un esfuerzo por recuperarte, por ser el chico de antes, uno alegre, optimista, y lleno de vida…
Los ojos de Yugi fueron disminuyendo su brillo, hasta que el sentimiento en las palabras de Joey, se marcho dejando paso a su actitud regular a una en la cual parecía no escuchar, no sentir, no pensar…ser ajeno al mundo que lo rodeaba, solo mantener su vista fija y sus pensamientos en otro planeta, uno lejano inalcanzable para los que le brindaban apoyo…
- Podemos irnos…-dijo Yami llegando con una bolsa contenido muchas cajas de medicinas, las muchas que Yugi necesitaría para que sus heridas y sus malestares cesaran y su salud se restableciera por completo…
- Hai…-Joey abrazo a Yugi, como lo hacia siempre…como un hermano mayor ayudando a su hermano menor a dar sus primeros pasos…- en la noche llegaremos a cenar Seto y yo…-los ojos de Yugi se abrieron a todo lo que pudieron y luego de tantos días sin habla, unas palabras se escucharon salir de sus labios…
- Se…to…-fue tenue y casi imperceptible, pero no para Joey y Yami…
- ¡Hikari hablaste!…-Yami estaba feliz, al igual que Joey, ni siquiera prestaron atención al nombre que dijo y la expresión de terror que tenia su rostro…
- Viejo esto es fabuloso…-celebro el rubio, sin notar que su amigo estaba pálido de la impresión, sus ojos llenos de lágrimas y su respiración se aceleraba en miedo…
- Hikari?...-aunque luego Yami noto el cambio…
- Raaaa…-saliendo del hospital se escucho un desgarrador grito, que helo la sangre hasta del más valiente…
- Yugi pero que pasa…?...-Yami estaba preocupado por el cambio que estaba sufriendo su koibito…
- Quizás debamos regresar al hospital…-sugirió Joey, ya que su amigo paraba de llorar…
- Snif…-el pequeño comenzó a llorara inconsolablemente, parecía un niño pequeño el que lloraba, el sufrimiento en su rostro era evidente y la desesperación también…
- Es mejor regresar…-era mejor que en el hospital le dieran algo que lograra tranquilizarlo, así que ambos debieron regresar, entraron al hospital y en emergencias atendieron al chico…
.-.-.-.-.-.-.-.-.
Tiempo después el doctor a cargo, habia decidido darle un calmante a Yugi, en verdad su estado no era nada favorable, algo realmente grabe paso para que el reaccionara de esa forma, algo que a pesar que era evidente Yami y Joey no lo veían…
El doctor sugirió que el pequeño descansara en su hogar, como su colega que se habia hecho cargo del pequeño, todos aquellos días habia sugerido. Tomando la limosina que tenia las letras KC a un lado, y trasportaba a Joey, la abordaron y se dirigieron a la casa tienda…
Ya en el lugar, Yami llevaba cargado el cuerpo inconsciente de Yugi, le habían dado un calmante tan fuerte que el pequeño no despertaría en bastante tiempo, luego de despedirse de Joey, Yami entro a la casa, coloco las medicinas en una mesa y luego subió a la habitación del pequeño…
Al llegar coloco al pequeño en su cama, aquella que habia dejado abandonada tanto tiempo…le quito sus zapatos y luego lo desvistió y le coloco su pijama, tantas veces lo habia ayudado, a vestirse que eso ya era común en el faraón y Yugi confiaba tanto en el, que no le importaba estar desnudo ante Yami y el faraón ni le pasaba por la mente, algún pensamiento morboso, ya que el pequeño era como un ángel frágil para Yami y lo respetaba tanto que ninguno de esos pensamiento llevan a su mente…
Momentos después, el pequeño ya estaba cambiado y listo para descansar, Yami coloco al pequeño en su cama y lo cubrió con la manta, el chico se notaba tan apacible, la inocencia sobre salía en el aun estando dormido, el faraón se sentó en una silla aun lado del chico, aparto uno de sus mechones dorados mientras lo observaba dormir…el chico era tan hermoso y bello, que aun Yami se preguntaba, por que alguien tan inhumano se atrevió hacer algo tan atroz en aquel frágil cuerpo…por que?...por que?...
Una pregunta que jamás podría ser contestada, al menos no por el momento, ya que a pesar que el villano estaba mas cerca de lo que Yami pensaba, a la vez estaba tan lejos, oculto entre las sombras del miedo y el terror que Yugi sentía, y por eso mismo estaba seguro…seguro de que nunca su nombre seria mencionado por el pequeño…
- Yugi…
Yami jugaba un poco con los mechones de Yugi, aquellos eran tan suaves, en verdad todo en el pequeño lo era y eso lo hacia aun mas hermoso para Yami…una lagrima bajo por las mejillas del faraón y choco contra el rostro relajado de Yugi, al faraón le dolía en lo mas profundo, ver a quien amaba en ese estado y no poder hacer nada para ayudarlo…
Se sentía tan inútil y en cada instante se convencía mas que había fracasado como guardián y como pareja…habia fracasado, ya que no fue capaz de proteger al pequeño, para que no pasara lo que le paso…aunque era muy tarde para lamentaciones y lo hecho…hecho esta…lo único que quedaba era ser fuerte, para ayudarlo a salir de ese estado en el cual el mismo Yugi se estaba condenando a no salir…
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Varias horas habían pasado, el cansancio fue venciendo a Yami hasta que se quedo dormido sentado en la silla, aun lado de la cama del chico, Yugi también dormía, aunque ni en sus sueños podía estar tranquilo, ya que la pasilla de su abuso se reflejaba también en sus sueños, ni en ellos podía encontrar paz…
Los rayos del sol se hicieron aparecer en el horizonte y la tibia brisa de la mañana comenzó a soplar, haciendo sonar la campanita de un adorno puesto en la lamparita de noche, en el escritorio de la habitación, este habia sido un reglado que le habia dado el abuelo Moto al pequeño cuando fue a una feria…su primera feria, aun recordaba aquella experiencia y por ello amaba ese adornito en forma de Kuriboh sosteniendo con sus manitas una campanilla que ahora se hacia escuchar…
El pequeño comenzó a despertar, intrigado por el sonido provocado por aquel adorno…abrió sus ojos y se levanto un poco de la cama, miro hacia un lado suyo, en dirección a su escritorio a donde estaba seguro que el adorno estaba, y a pesar de su inconciencia aun por el sueño, lo vio tan claramente que aquel parecía llamarlo…
Apretó sus ojos y se los tallo con las manos, no podía ser cierto lo que viera, ya que su vista tenia que estar borrosa, tanto por que acaba de despertar como por como se sentía, la debilidad que lo invadía y el dolor en su cabeza, eran muy fuertes y por lo mismo, no podía dejarlo ver con claridad el ambiente…al tallarse los ojos y ver en dirección del adorno ya no vio nada, solo manchas que no tenían forma propia…aunque hubo algo que le llamo la atención…
Un sonido, el sonido de la respiración de alguien que estaba su lado…se tallo la vista y se concentro lo mas que pudo, por saber quien era aquel que estaba a su lado…y logro verlo, aun en medio de aquella mezcla de colores que se habia convertido su vista…
Se trataba de Yami…como no recocerlo si aun en medio de la penumbra habia aprendido a reconocer su imagen…su mirada se suavizo un poco, ya que vio el estado en el estaba el faraón, con ojeras bajo sus ojos, su piel pálida y su rostro un poco mas estirado, indicaba que habia bajado de peso…y no se equivoca; la preocupación que sentía Yami, por Yugi habia hecho al faraón también caer en depresión, aunque el…por ser el guardián el protector, no podía mostrarse débil, a pesar que así se sentía…
Yugi lo supo al verlo, ya que para el no necesita explicaciones, conocía demasiado bien a su Yami como para ignorar algo así…hubiera deseado decírselo, pero no podía, las palabras no salían de su boca…bajo la mirada mirando sus manos, y luego la levanto nuevamente, mirando al faraón…Yami se habia quedado toda la noche cuidándolo, y a pesar de la posición que estaba (Ya que se encontraba con la cabeza recostada en la pared, los brazos cruzados y sentado en la silla) aun así el estaba ahí para cuidarlo, como siempre lo habia hecho…
Aunque para Yugi las cosas ahora eran muy diferentes, algo en el habia muerto para siempre, llevándose toda la aquella alegría, el entusiasmo el optimismo que antes lo invadía, ahora no era mas que un recuerdo, un recuerdo que jamás iba a volver…¿como habia sucedido?...simple en aquel incidente le robo algo mas que su virginidad…
Le habían robado, todo lo bueno que en el aun existía, le habían robado las ganas de vivir, las ganas de sonreír, las ganas de amar…alguien así no merecía ser feliz nunca…nunca…estaba marcado de por vida, y nunca nada iba a volver hacer como antes…nada…por mucho que el deseara, tomar otra actitud, no podía, ya que aquello que se le habia arrebatado se habia llevado todo lo bueno que en el existía…
Y lo único que quedaba para Yugi, o al menos en su pensamiento…era la muerte… para algunos la salida fácil, pero para Yugi la única que le quedaba…ya que no tenia las fuerzas para seguir luchando…no tenia las fuerzas para reponerse y olvidar lo ocurrido…eso nunca…olvidar…como olvidar algo que estaba tan presente y lo estaría toda su vida?…
Buscaría la solución para dar fin a sus males, a pesar que eso significaba separarse de Yami para siempre…ya que según Yugi pensaba y se convencía el faraón se merecía alguien mucho mejor que el…alguien que no estuviera sucio como el lo estaba…alguien que no fuera un cadáver viviente cómo el se estaba convirtiendo…por lo mismo…tomaría la única alternativa…a pesar que eso significa no ver nunca mas a la persona que tanto amo y amaría siempre…su guardián…su protector…su Atemu…
CONTINUARA…………………