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Passenger Soul: El cristal de la sirena por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

Buenos días pequeñas criaturas del señor jajaja, les traigo el primer episodio de este fic. Esta vez, vienen con una canción de música épica muy buena para ambientarse mientras leen ;)

https://www.youtube.com/watch?v=j8tHwqvnQtQ

 

 

  1. He’s a pirate

 

 

He’s a pirate-David Garrett

 

 

 

-¡Levántense holgazanes!

Naruto abrió los ojos rápidamente, casi se cae de la cama al escuchar la voz del comandante. Rápidamente se puso de pie y se dio cuenta que todos sus compañeros lo miraban extrañados, era algo a lo que estaba empezando a acostumbrarse.

-¡Todas las mañanas es lo mismo contigo!-gritó histérico el hombre yendo hacia Naruto- tu padre fue uno de los más valientes héroes que el pueblo jamás vio, eres una vergüenza

El rubio mordió su labio inferior aguantando el regaño hasta que por fin pudo respirar aliviado. Después de haber tomado la decisión de unirse a la marina, Naruto pensó que podría ser sencillo, después de todo, ya lo tenía en la sangre, pero en cuanto logró entrar, las cosas no fueron nada fáciles en lo absoluto.

Había trabajado durante años, se suponía que llegaría a ser el capitán de su propio barco, ser grande y valeroso igual a su padre pero solo limpiaba la cubierta el día entero.

Ese día no era la excepción, sería parte de la tripulación del barco de reconocimiento, solo saldrían de patrulla durante el día, nada del otro mundo. Como siempre, permanecía en cubierta haciendo trabajos que no eran aptos para él.

-Naruto-le llamo uno de los tripulantes

-¿Si?

-El capitán te quiere de vigilante

Naruto bufó y se dirigió a su puesto, era realmente estresante estar allí arriba, pero solo obedeció sin chistar. Pero mientras iba, apretó su pecho solo para sentir el collar que su papá le había dejado contra su piel.

 

 

-_

 

 

Las gotas de agua empezaron a caerle en la cara, Naruto se despertó casi de golpe, una tormenta se avecinaba y poco a poco la lluvia caía. Eso era lo último que necesitaba, lluvia tonta que solo lograría mojarlo, así pescaría un resfriado y sería un motivo más para no dejarlo subir al barco el día siguiente.

Entonces miró bien al cielo, estaba obscureciendo de una manera terrible y eso solo quería decir una cosa: estaba  a punto de llegar una tormenta.

-Diablos…-se asomó a mirar hacia abajo- ¡viene una tormenta! ¡Hay que regresar!

Enseguida, todos los marineros pusieron manos a la obra, Naruto podía escuchar claramente las órdenes del primer oficial. Pero no era lo suficientemente rápido, la tormenta los alcanzaba y el mar empezaba a ponerse difícil.

-¡Maldición!

El barco empezaba a moverse de manera muy fuerte, de lado a lado, Naruto debía sostenerse cuidadosamente para no caer. El cielo estaba totalmente obscuro, relámpagos empezaron a verse a lo lejos,  las cosas no podían empeorarse más, o eso era lo que creía Naruto.

-Dios mío…-musitó-¡ROCAS!-gritó

Mientras tanto, el capitán trataba de virar el barco, el mar estaba poniéndose cada vez más difícil. Naruto se aferraba con uñas a la madera, pero pasó lo inevitable. El barbo colisionó contra las rocas destrozando por completo el casco, desde donde él estaba, Naruto solo sintió una sacudida y luego el barco empezaba a hundirse.

El mástil que sostenía el carajo empezó a ceder, la madera estaba mojada y las sacudidas de la embarcación solo empeoraban todo. Era inminente lo que pasaría después, Naruto abrió su uniforme y dejó que su collar saliera solo para sostenerlo fuertemente en su mano, rezando para que no muriera, tenía una misión para cumplir.

La corriente iba muy rápida, Naruto trataba de sostenerse de alguna parte desprendida del barco, incluso veía como alguno de sus compañeros luchaban para sobrevivir, pero antes de poder hacer nada, sintió un golpe en la cabeza y se desmayó.

 

 

-_

 

 

-¡Icen las velas, montón de ratas de agua sucia!-gritó aquella mujer recorriendo la cubierta principal- ¿qué esperan haraganes? El capitán ha fijado nuevo rumbo, levanten el ancla

-¡Si oficial!-dijeron todos al unísono

Aquel no se trataba de otro más que “The Passenger” uno de los barcos piratas más temibles que jamás surco los mares. Su capitán, un hombre igualmente imponente, Sasuke Uchiha cuyo nombre despertaba miedo y desesperación entre los  pueblos a los que había saqueado. Además de todo, tenían uno de los barcos más grandes entre los piratas, sin mencionar a su hábil tripulación que se había ganado a pulso su reputación.

-Oficial Okami…-le llamó uno de los marineros

-¿Qué sucede, Kiba?-preguntó ella acercándose

-Hay algo atorado en el ancla, no sabemos que es

-¿Y que con eso?

-Podríamos subir por accidente algo indeseado ¿qué hacemos?

-El capitán Sasuke ha decidido la nueva ruta, no lo hagas esperar, súbela

-Como usted diga

La primer oficial del barco, Okami seguía caminando por la cubierta asegurándose de que todos hicieran su trabajo. El tiempo se acababa para el capitán del barco y no había nadie más preocupada que ella misma, la misión de su hermano mayor también era la suya y haría o que fuese por llevarla a cabo.

-Es un buen día para navegar

No era otro más que el *contramaestre y mano derecha del capitán, Shikamaru Nara, que también se encargaba de revisar las rutas y trazar nuevas.

-Así es, Shikamaru… ¿a dónde nos dirigimos esta vez?

-El capitán y yo estuvimos revisando los mapas, hay un par de rutas que quiere volver a repasar

Okami bufó desesperada, ya habían recorrido miles y miles de kilómetros, habían pasado muchos años y seguían sin estar ni cerca de lo que buscaban.

-No hemos encontrado ni siquiera la piedra, Shikamaru, el reloj sigue corriendo

-Tranquila, veras que…

El contramaestre no terminó de decir nada, el grito de los marineros que estaban subiendo el ancla hizo que ambos se salieran de la conversación. La primera en acercarse fue Okami, se abrió paso entre toda esa multitud de hombres y observo lo que habían subido a bordo. Era un hombre.

-¿Cómo?-bramo ella a Kiba

-Estaba en el ancla… -intentó explicar-no podía dejarlo ahí… lo subí al barco

-¡Idiota!-le gritó- eso es mala suerte

-Igual que traer mujeres a bordo-se defendió

La oficial solo le fulminó con la mirada y se acercó al moribundo, lo primero que pudo ver fue el uniforme de la marina de algún puerto, sabía que si ese sujeto estaba ahí en medio del mar, entonces había un naufragio cerca, pero no cualquiera sino que uno de alguna autoridad. La mujer sacó un cuchillo pequeño de su cinturón y se inclinó, aquel individuo seguía vivo, debía matarlo y devolverlo al agua, pero antes de que pudiera apuñalarlo, Shikamaru detuvo su mano.

-¿Qué?-bramó ella

-No tomes estas decisiones tan a la ligera, Okami

-Está uniformado, si lo mantenemos aquí, entonces estaremos en peligro

-Que no se te olvide que yo soy tu autoridad, deja ese cuchillo

La pelinegra bajó el cuchillo y lo devolvió a su cinturón, apretó los labios hasta hacerlos una fina línea, odiaba cuando el contramaestre la rebajaba, ya era suficiente con ser la única mujer en la tripulación.

Por su parte, Shikamaru la hizo a un lado y se hincó para examinar al sujeto, aún respiraba pero estaba inconsciente. El castaño terminó de abrir el uniforme y vio que de su cuello pendía algo que estaba bajo su camisa interior, saquear al moribundo antes de que recobrara la conciencia no parecía mala idea así que solo jaló el collar hacia afuera.

-Okami…-se apresuró a llamar a la oficial

La muchacha solo se acercó de mala gana, pero en cuanto sus ojos se posaron en el collar de ese chico, se quedó muda. El cristal que ahora descansaba en la mano de Shikamaru era ni más ni menos lo que habían estado buscando por años.

-Existe…-alcanzó a decir ella

Pero entonces, el sujeto en el suelo despertó de golpe. Lo primero que hizo fue incorporarse y hacerse hacia atrás hasta que su espalda chocó con el barco, instantáneamente buscó su collar y cuando lo sintió, lo encerró en su puño.

-Pi…piratas-logró musitar Naruto

Pero fue demasiado, el rubio volvió a desmayarse enseguida dejando a los tripulantes bastante confundidos.

-Llévenlo con Neji-ordenó Shikamaru

-¿Qué?-intervino Okami- el collar sobre su cuello es…

-Consultemos con el capitán, no estamos seguros de nada

-Pero…

-Haz lo que te digo, acompaña al chico con Neji, necesitará que le expliquen que hace un miembro de la marina en un barco pirata

-Bien-se limitó a decir- ya lo escucharon, carguen al chico y tráiganlo con Neji

Fue Kiba quien llevó el cuerpo del recién llegado en el hombro, no necesitarían más que a él para llevarlo. Okami iba tras ellos, se adelantó para abrir una escotilla en el suelo que dejaba ver unas escaleras, llevaban a la segunda y tercer cubierta. Caminaron un poco, ahí abajo eran mayormente bodegas y dormitorios que consistían en una serie de hamacas que colgaban del techo.

Abrieron una puerta y encontraron un camarote especial, había una sola persona ahí que estaba leyendo un libro. Parecía una habitación cualquiera, una cama algo improvisada pegada a la pared y gabinetes cerrados.  La persona que se encontraba en ese lugar no era otro más que Neji Hyuga, el doctor que habían reclutado en uno de sus viajes.

No era raro que la tripulación se lastimara o enfermara, Neji se encargaba de mantenerlos a todos saludables, o por lo menos lo más cercano a eso.

Kiba se acercó con el cuerpo de Naruto y lo dejó en la camilla sin decir ni una sola palabra, pero el doctor solo alzó una ceja esperando una explicación del por qué habían llevado a un completo extraño.

-Shikamaru dio la orden de cuidarlo-dijo a regañadientes Okami-este idiota lo levantó junto con el ancla

No se necesitó decir más, Kiba solo salió del camarote refunfuñando y murmurando maldiciones dignas de un marinero. Neji empezó a hacer su trabajo mientras la oficial se quedaba en un rincón, entonces el medico se quedó quieto, había visto el collar que traía puesto el náufrago.

-Okami…

-Lo sé-dijo sin mirarlo

-¿Sabes lo que significa?

-Claro que lo sé, quiere decir que aún hay un chance

 

 

-_

 

 

El capitán Sasuke estaba en su camarote, había una enorme mesa y un mapa extendido en ella, tenía trazos e indicaciones por todos lados. Las paredes también estaban tapizadas de papeles y pergaminos desgastados, en la mayoría había dibujos de un cristal y bosquejos de lo que podía ser una especie de espejo pero cada dibujo tenía un marco distinto.

Un inmenso estante rebosante de libros sobresaltaba junto a la cama del capitán del navío, solo había libros históricos y mitológicos, todos los mapas que podía encontrar. Era un santuario para Sasuke, tenía todo lo que necesitaba para completar su misión.

Esa mañana se había levantado muy temprano para poder trazar la nueva ruta junto con su mano derecha, Shikamaru, discutieron sobre que la mejor decisión sería volver a navegar por una ruta conocida en busca de nuevos mapas. Entonces, miró el reloj de arena que estaba en la mesa, la arena estaba casi del otro lado, el tiempo se terminaba.

Hacía años que el reloj corría, era un artefacto especial que un pirata le había dado, debía traerle el encargo antes de que la arena estuviera toda del otro lado si quería recuperar a su hermano mayor.

Entonces la puerta se abrió sin aviso previo, eso solo sucedía en emergencias así que solo despegó la mirada del mapa para mirar a su contramaestre.

-Espero que no sean malas noticias-se apresuró Sasuke-¿por qué no hemos zarpado todavía?

-Los muchachos rescataron a un hombre que había quedado enredado en el ancla

-Sabes lo que pienso al respecto, espero que lo hayan devuelto al mar

-No lo hicimos

Esto alarmó al capitán, él más que nadie se tomaba muy en serio las supersticiones con las que había crecido.

-Explícate

-Este sujeto traía un collar… se parecía mucho al cristal de la sirena 

Una vez más, el capitán se quedó callado como si ese día fuera alguna fecha especial para gastarle bromas sin gracia.

-Muéstrame el collar

-Aún lo tiene el sujeto, puedo ir ahora y…

-No, espera a que despierte, no quiero que tenga más sorpresas además de aparecer en un barco pirata

-Capitán…

-¿Qué se te ofrece, contramaestre?

-No quiero parecer insolente, capitán, pero parece estar tomando esto con calma

-¿Eso es todo?-dijo tajante

El contramaestre tragó gordo arrepintiéndose de haber dicho esas palabras, solo retrocedió sobre sus pasos y salió del camarote del capitán.

Cuando Sasuke estuvo solo, pudo sentir como una especie de corriente le recorría el cuerpo entero, se había agitado de sobremanera de tan solo acariciar la idea de haber encontrado el primer paso para llegar a donde quería estar. Pasó su mano por su pelo, quería salir de ahí e ir directo con el sujeto que acababan de recoger, pero tenía que mantener la compostura.

Habían pasado ya quince años desde que había empezado a buscar ese objeto tan extraño, la libertad de su hermano mayor dependía de él al cien por ciento y el tiempo se estaba agotando cada vez más.

Se arrepentía cada mañana de la decisión tan estúpida que había tomado hacía quince años, simplemente quería con todas sus fuerzas regresar en el tiempo y hacer las cosas bien, pero no podía y su situación era verdadera y tangible. Su hermano Itachi había sido tomado como prisionero de un despiadado pirata y la única manera de regresarlo a salvo era consiguiendo El espejo de la sirena.

Miles de leyendas y mitos se habían escrito acerca de ese maravilloso espejo, decían que era un portal hacia las riquezas más grandes del planeta, todo el que llegara encontrar su paradero sería recompensado con miles y miles de tesoros tan inmensos que no podrían caber en un solo barco.

Solo había un mínimo inconveniente y ese era, que todo era una leyenda, cuentos inventados por marinos que aburridos en altamar decidían hacer mapas falsos acompañados de historias de criaturas mágicas como sirenas y monstruos marinos. Pero claro que el capitán del barco The Passenger estaba completamente convencido de que todas esas cosas eran reales, o más bien él quería que lo fueran.

“La condición para que recuperes a tu hermano, será que traigas ante mí, El espejo de la sirena” habían sido las palabras de aquel pirata que por su culpa, tenía prisionero a Itachi. Podía escucharlo como si se lo acabara de decir, esa voz rasposa y llena de malicia, simplemente podía transportarlo de nueva cuenta a esa época.

La leyenda era clara, existía un cristal mágico que era la llave para poder encontrar El espejo, sin él, entonces no importaba nada más. El escuchar que lo habían encontrado, era solo el comienzo de todo, aún así no quería hacerse ilusiones, muchas veces antes creyó haber encontrado el cristal mágico cuando solo habían sido timados.

La tripulación del barco creían ciegamente en lo que su capitán les decía, claro que los demás piratas pensaban que estaban locos y que desperdiciaban su vida siguiendo un sueño, pero Sasuke era necio, creía en lo que debía hacer, todo siempre pensando en volver a tener a su familia junta.

Miró el reloj de arena una vez más, un curioso artilugio  que le había dado el pirata, debía regresar con El espejo de la sirena antes de que toda la arena se terminara. Quince años había estado corriendo, era demasiado tiempo para una búsqueda del tesoro. Muchos le dijeron que debía rendirse, que era solo una pérdida de tiempo y una distracción que lo alejaría de su hermano, y aún así, él seguía buscando e iría hasta el último rincón de la tierra si así debía hacerlo, pero definitivamente llegaría a encontrar lo que buscaba.

 

 

-_

 

 

Las luces iban haciéndose más claras cada vez, lo último que recordaba eran olas y la desesperación de no poder hacer nada. Entonces lo recordó todo, pudo sentir claramente ese dolor punzante en su cabeza y se trató de incorporar de golpe, pero una mano suave le tomó el pecho y lo regresó a la cama.

-¿Estoy muerto?-balbuceó

Lo que sus ojos vieron fue una mujer con cabello azabache y ojos brillantes como piedras de obsidiana.

-Por poco y lo estás-dijo ella

-¿Eres un ángel?

Inevitablemente una carcajada salió de los finos labios de esa azabache, fue cuando Naruto se despertó completamente y fue capaz de ver la situación en la que se encontraba. No conocía a las personas ahí con él, después de haber tenido el accidente probablemente se desmayara.

-¿Escuchaste eso, Neji?-seguía riendo Okami-él dice que soy un ángel

-Yo diría todo lo contrario-respondió Neji divertido

La imagen se hizo más clara, Naruto se incorporó de golpe sentándose y mirando a su alrededor nervioso, seguía vivo pero no estaba seguro de en dónde estaba.

-Toma esto

El hombre que estaba en la habitación junto con esa mujer que seguía riendo le dio un vaso de agua que tomó sin chistar, tenía la garganta seca y un dolor de cabeza indescriptible.

-¿En dónde estoy?-logró decir cuando el vaso estuvo vacío

La mujer sonrió de medio lado mientras su compañero se hizo a un lado cruzado de brazos, poco a poco la escena tomaba un poco más de sentido para Naruto.

-Estás a bordo de The Passenger, mi amigo

-¿Pa... Passenger?-balbuceó tomándole un nuevo sentido a las cosas- ¡piratas!-gritó

Naruto se hizo hacia atrás hasta chocar con la pared mientras buscaba en su cinturón su arma pero antes de que pudiera siquiera rozarla, la hoja de la espada de Okami ya estaba en su cuello haciendo presión levemente.

-Quédate quieto

Lentamente, Naruto tragó saliva y se trató de calmar aunque no le era muy sencillo tomando en cuenta que estaba siendo amenazado.

-Sí, somos piratas-siguió Okami sin bajar el arma

-¿Van… van a matarme?

-Créeme, me encantaría hacerlo-bajó su espada-pero el capitán te quiere con vida

-¿Qué…?

-Como lo escuchaste, muchacho, el capitán ha decidido que te perdonará la vida

-No pienso permanecer al lado de piratas, yo…

-¿Qué harás entonces?-intervino Neji-estamos a mitad del mar, irte nadando es suicidio

Un argumento más para destruir los de Naruto limpiamente, esas personas le habían salvado la vida aún siendo despiadados piratas. Buscó en su pecho el collar y cuando pudo sentirlo bajo sus ropas, se quedó más calmado. Había burlado a la muerte  y por poco termina hundido, no podía darse el lujo de morir tan descuidadamente, así solo lograría deshonrar  la memoria de su padre.

-Yo soy Okami Uchiha, la primer oficial y él es Neji Hyuga

-Soy el que salvó tu trasero de morir-dijo Neji un poco molesto por no recibir crédito

-Na…Naruto Uzumaki

-Bueno, Naruto Uzumaki, levanta tu trasero-dijo risueña la primer oficial-es hora de trabajar

-Espera… ¿qué?

-Nuestro capitán ha fijado un curso

-¡No pueden hacer esto! ¡Exijo bajarme en el próximo puerto!

Una vez más, lo que obtuvo como respuesta fue una carcajada por parte de los presentes, eso solo logró ponerlo más nervioso. Jamás había estado en la presencia de verdaderos piratas, nunca había tratado con ninguno así que solo tragó gordo y se calmó, tenía que actuar con cautela si quería mantenerse con vida.

-Una vez en el barco, eres parte de la tripulación-se acercó Okami-y no queremos holgazanes a bordo

La mujer no espero a que Naruto se pusiera de pie por sí solo, lo tomó de la camisa y prácticamente lo arrastró hasta que el rubio logró caminar casi con normalidad pues de alguna manera aún seguía débil.

Algunos de los tripulantes volteaban a ver a Naruto, se reían y se quitaban del camino de esa imponente mujer. “The Passenger” era un barco pirata con cierta fama entre los puertos aunque Puerto Marion jamás fue del interés de esta banda de desalmados criminales. Entonces el muchacho se percató de que aún tenía el uniforme de la marina de su pueblo natal y era obvio que un marinero de bajo rango no representaba amenaza alguna, seguramente se estarían burlando de él.

-¿Iremos a cubierta?-preguntó temeroso

-No-contestó la mujer sin dejar de caminar-te llevaré a la cocina, nuestro cocinero siempre está deseoso de manos extras

-Tú… tú mencionaste al capitán de este barco-dijo de un golpe- llévame con él ahora

-No estás en posición de exigir nada

Los labios de Naruto se hicieron una fina línea conteniendo un par de cosas poco amables para decirle a Okami.

-El capitán Sasuke es un hombre ocupado, él te verá cuando pueda-explicó ella

-Eso no es justo-musitó por lo bajo

Siguieron caminando hasta por fin llegar a la cocina. Era un cuarto relativamente amplio pero muy poco cómodo pues las provisiones estaban apiladas en sacos y barriles además de que se sentía un calor algo insoportable.

-Chouji-llamó Okami

Entonces Naruto vio a un hombre enorme y robusto que usaba ropa manchada de tantas cosas que no podían nombrarse, sosteniendo un cuchillo de carnicero. En primera instancia, Naruto temió que pudiera estar en peligro pero enseguida este sujeto sonrió ampliamente.

-¿Necesitas una mano?

-Aquí siempre se necesita ayuda extra-respondió Chouji señalando la pila de papas del rincón

-Perfecto-se giró hacia Naruto-te quedarás aquí a ayudar hasta que el capitán esté libre para verte

Sin más que decir, la primer oficial salió de la cocina dejando a Naruto solo con el cocinero, este último le lanzó algo que atrapó a tientas, era un cuchillo pequeño.

-No te quedes ahí parado, las papas no se van a pelar solas

-¿Por qué tengo que hacer esto? Ni siquiera debería estar en este barco

-Muchos como tú amanecen en barcos como este sin recordar que la noche anterior se embriagaron y se unieron a la tripulación de un pirata

-Pero yo…

-La oficial Okami pretendía matarte, tienes suerte de estar con vida

Como acto reflejo, Naruto se mordió el labio inferior, las cosas habían pasado ridículamente rápido y ahora se encontraba en el último lugar en donde pretendía estar. Sin más, comenzó con su nuevo trabajo asignado por esa mujer tan molesta.

-Se supone que traer mujeres a bordo es de mala suerte

-Créeme cuando te digo, niño, que una vez que conozcas bien a la primer oficial, te darás cuenta que es de peor suerte no traerla

 

 

-_

 

 

-Hermano mayor, está obscureciendo

Okami había entrado al camarote del capitán, en donde Sasuke seguía estudiando esos mapas que según las personas, eran solo baratijas de cuentos. El azabache alzó la vista para mirar a su primer oficial, ella traía su sombrero en las manos y el corsé flojo, así que se acercó lentamente y se puso a su espalda para jalar los listones y volver a acomodar la ropa.

-Espero que esto se haya aflojado por el trabajo de hoy

Ella no respondió, solo apretó los labios e hizo caso omiso por el comentario tan atinado de su hermano mayor.

-Ya hemos anclado

-Bien

-La cena estará lista, haré que la traigan aquí para ti

-Quiero al chico

-Sasuke…

-Quiero hablar con él seriamente

-Como quieras

Ella apretó su sombrero y pretendió regresar por donde había llegado, ella también estaba nerviosa y temerosa por el asunto del collar de Naruto, todo por lo que habían trabajado se resumía en eso, la arena pronto se acabaría y sería el final de su misión.

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado mucho y no se olviden de comentar. Nos leemos la semana que viene ;)


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