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Passenger Soul: El cristal de la sirena por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

Buenos días, aquí actualización. 

La canción de este capítulo:

 

Beyond the veil – Lindsey Stirling

8. Beyond the veil

 

 

Beyond the veil – Lindsey Stirling

 

 

Fiesta tras fiesta, los piratas podían acostumbrarse muy fácilmente a ese estilo de vida,  Naruto no paraba de hablar sobre los planes extraordinarios que tenía para construir viviendas para sus amigos en el bosque. La tripulación estaba mucho más animada que nunca, el hecho de poder encontrar un lugar al cual pertenecer, les era grato, incluso empezaban a comportarse de una manera más relajada, sin la presión de ser “piratas”.

Naruto era testigo de la lenta metamorfosis de ese grupo de barbaros de mar en simples hombres amantes de los barcos. Habilidosos pescadores y grandes cocineros, hábiles con las manos y la construcción, todos tenían talentos especiales que no concordaban más que con pueblerinos, esa fachada de rudos marinos no era más que una pantalla.

Había más dentro de la tripulación de lo que podía verse a simple vista, el  doctor, Neji se mostraba un poco más cariñoso con el contramaestre Shikamaru que también respondía a los afectuosos gestos. El joven Konohamaru ahora podía pasar el día entero con las narices metidas en sus viejos libros, incluso uno de los merrows se ofreció a enseñarle nuevos libros y escritos de las culturas marinas que vivían en la isla.

El hecho de que las sirenas tuvieran un nuevo rey, era menester para que toda la isla festejara. Silfides y ondinas, espíritus del bosque y del mar se acercaron para unirse a la celebración. Todos contentos de saber que había un nuevo protector del espejo, alguien que mantendría la paz de la isla, cosa que siempre había sido el trabajo predilecto de las sirenas.

-¿En dónde está Ino? –preguntó Sakura acercándose a Tenten que platicaba animadamente con una de esas ardientes mujeres Merrow

- No lo sé – respondió dándose cuenta que realmente no lo sabía – Temari – se dirigió a su acompañante – ¿Tú la has visto?

- Sí, claro – puntualizó con mucha naturalidad – ya sabes cómo es ella, siguió a la humana al bosque, creo que también iba tras ese humano – rio con sorna – si no la controlan, me temo que se volverá a repetir el incidente que ocasionó con Gaara

Las pálidas mejillas de Sakura se tornaron de un rojo intenso, era verdaderamente vergonzoso recordar aquel incidente donde Ino pretendía seducir a Lee, el siguiente gobernante de los Merrows, comenzaba a ser un problema bastante frecuente el tener que contener el libido de Ino. Rápidamente Sakura agradeció a Temari y fue en busca de alguien más, no quería interrumpirlo pues, Naruto estaba comenzando a tener un momento un poco más íntimo con Sasuke aunque los dos seguían bebiendo cerca de la fogata.

-Na… Rey Naruto – dijo ella con voz temblorina

Naruto se separó de Sasuke que puso mala cara al ver a la pelirrosa interrumpiendo su coqueteo, solo un par de besos más y podría disfrutar de los privilegios reales con el nuevo rey.   Por su parte, Naruto sintió algo extraño al escuchar su nombre después de la palabra “rey” pero tenía que acostumbrarse tarde o temprano.

-¿Si?

- Lamento muchísimo interrumpirlos – se disculpó más con Sasuke que con el mismo rey – pero hay un problema con Ino

-¿Qué sucede?

- Creo que ya quedó bien claro que ella es algo difícil – intentó tratar de suavizar un poco su explicación – siempre es un problema contenerla cuando está interesada en alguien… parece que no aprende y le gustan los hombres comprometidos

- No me digas que…

- No está en ninguna parte…

- Maldición

-¿Qué sucede? – intervino Sasuke ya desesperado por saber qué era lo que pasaba

- No creo que quieras saber lo que pasa – cortó Naruto poniéndose de pie yendo con Sakura – no me corresponde hablarte sobre ese tema, sin embargo, ahora Ino es problema mío

 

 

-_

 

 

Kiba sabía que Okami se escondería durante la fiesta, no podía culparla, después de todo seguía siendo una mujer y como tal podía ser bastante necia y rencorosa. Pero no llegó muy lejos, alcanzo a escuchar un par de voces femeninas que no estaban precisamente hablando sino más bien, una acolara discusión estaba llevándose a cabo.

- No entiendo por qué viniste a buscarme – bramó Okami con los brazos cruzados sobre su pecho, mantenía una postura firme e imponente, no dejaría que su oponente tuviera el gusto de mirarla deshecha – te has quedado con lo que querías

- No es suficiente – respondió Ino con una sonrisa altanera

- ¿Quieres burlarte? – Enarcó una ceja – pierdes tu tiempo

- Solo te haces la valiente, él me quiere…

- Él es un adulto y puede pensar por sí mismo – apretó los puños para contenerse – no me importa que decida ir con una cualquiera – sonrió

- Me llamas “cualquiera” cuando parece que tú también lo eres, pasaste la vida en un barco encerrada con una tripulación de hombres, seguramente tienes un parque de juegos entre las piernas

- Te aseguro que lo que tengo entre las piernas puede que sea más atrayente que el apestoso pozo sin fondo que tienes tú

-Bueno, no te discuto nada, tú y yo conocemos a la perfección los placeres del sexo, los hombres se pelean siempre por una de estas – señaló su entrepierna desnuda – pero al final del día, siempre buscan lo mismo – se acercó a la pelinegra que siguió sin inmutarse, acomodó un mechón color ónix detrás de su oreja, solo para hacerla enojar más – tu vientre no sirve – soltó por fin – sería una lástima que los perfectos genes de Kiba no pasen a la siguiente generación

- Estás llegando al límite, Ino – pronunció muy despacio

-¿Por qué? ¿No te gusta hablar de tu vientre seco? –Rio – bien, me parece muy bien

- Te lo advierto – gruñó con los dientes apretados – no tientes a tu suerte, podrías arrepentirte

- Es una lástima que tu lengua sea más útil que tu útero, a los hombres no les interesa que hablen, pero creo que eso ya no importa porque tu jamás tendrás…

Ya era suficiente, el grito de Ino resonó por toda la isla, Okami se lanzó sobre ella golpeándola con los nudillos en la cara, aunque la rubia trataba de defenderse con pobres resultados. Pero en un movimiento rápido de cadera, la sirena quedó sobre el cuerpo de su oponente e intentó hacer daño logrando dejar rasguños en el rostro de la azabache pero entonces, esta misma logró coger la larga coleta rubia de Ino y jaló bruscamente para poder quitársela de encima.

- Te dije que no tentaras a tu suerte

Pero Ino tampoco planeaba quedarse con las manos quietas, el ojo morado en su rostro arruinaría su perfecto estilo. Se puso de pie al par de Okami pero en el instante en que esta última se iba a lanzar contra su oponente, Kiba salió como rayo de su escondite, se interpuso entre ella y su objetivo. Los ojos de la azabache se abrieron más, sus puños se cerraron más fuerte, no podía creer que el hombre que amaba estuviera protegiendo a la sirena en lugar de a ella.

- ¡Ya basta! – gritó Kiba

- Quítate de en medio

-¡Kiba! – Chilló Ino corriendo a abrazar la espalda del castaño – ella me atacó sin razón, es una salvaje

- Okami…

- Quítate de en medio – volvió a repetir poniendo su mano sobre la espada en su cinturón

- ¡No puedo dejar que la mates! – insistió el castaño

- ¡Entonces, creo que tendré que matarte también! – bramó Okami

La espada de la Uchiha se desenvainó con un sonido limpio y cuando esta se puso en guardia para atacar, instintivamente Kiba también tomó su espada (cosa que molestó aún más a la azabache) ambos parecían listos para batirse en duelo, los pasos de Okami eran firmes y su mirada era asesina.

-¡Quietos! – se apresuró Naruto feliz de haber llegado justo a tiempo

Okami paró en seco aún con la espada en ristre pero cuando se dio cuenta de la presencia del blondo, se relajó y volvió a guardar la espada mirando con ojos húmedos a Kiba que todavía sostenía el arma dispuesto a pelear.

- Esto no vale la pena – habló una siguiente voz, era Gaara, el merrow que había acudido solo para poder presenciar el castigo de Ino – yo me haré cargo de las heridas de la humana

-¡¿Todos están locos?! – Bramó Ino – soy yo quien está herida y ella…

- Ella se retirará con Gaara – interrumpió Naruto – Kiba va a regresar a la playa, y tú, Ino, volverás con Sakura para que mañana a primera hora le ofrezcas tus disculpas a Okami

La rubia se separó de Kiba que también guardó su arma, se retiró en silencio a sabiendas que había echado a perder su oportunidad de disculparse con la Uchiha. Mientras, Ino se quedó mirando a Naruto ceñuda, era la primera vez que alguien le hablaba de esa manera, ni siquiera la reina Tsunade le había reprochado jamás sus aventuras sexuales.

- Como usted ordene, su majestad – le dijo a Naruto con los dientes apretados para después hacer una reverencia, solo que esta pareció más una mofa que una muestra de respeto

-Ha estado muy bien, su majestad – comentó Sakura apenada – ya era hora de que alguien le dijera algo

- Que no te de pena – suspiró Naruto visiblemente más relajado – mejor vamos todos a la cama, mañana ayudaremos a la tripulación a cargar provisiones para su viaje

- Su majestad… – volvió  a insistir Sakura – no quiero parecer grosera pero… ¿Usted cree que ese hombre dice la verdad?

- Confío en él

 

 

-_

 

 

La noche aún ostentaba su preciosa obscuridad, la tripulación seguía junto a la fogata y Naruto regresó enseguida a buscar a Sasuke que lo esperaba en uno de los botes cerca de la orilla. El ojizarco se acercó y se metió al bote con el azabache que ni bien habiéndole dado una sonrisa, saltó fuera a empujar el vehículo y hacerlo flotar. No dijeron absolutamente nada, pero era más que claro que Sasuke se dirigía al barco que los esperaba flotando con aquel vaivén delicioso, la luz de la luna los invitaba a quedarse más tiempo contemplándola pero para ellos había algo más importante que hacer y el tenerse el uno al otro era la mayor alegría en ese preciso instante.

Cuando hubieron llegado al barco, la tranquilidad que se respiraba era embriagadora, toda la tripulación estaba en la isla así que ese espacio era solo para ellos dos. Naruto se sonrojó al ver que el capitán Sasuke ya había preparado todo para ese momento así que podía suponer que sus demás amigos no estaban durmiendo en la isla por voluntad propia.

Naruto estaba consciente de que no podía esperar nada muy extravagante y aún así, esa cama improvisada a la mitad de la cubierta rodeada de velas encendidas era exactamente lo que estaba deseando.

- No tuve tiempo de preparar nada mejor, lo lamento – se disculpó Sasuke

- Es perfecto – se apresuró Naruto – gracias, Sasuke, esto significa mucho para mi

- Tendré que partir mañana por la noche, quería una despedida digna

- Pero no te irás por siempre – le dedicó una sonrisa histérica, preocupada

- Ya te dije que solo serán un par de días a lo mucho

- Aún así me preocupa

La mano de Sasuke se posicionó en la cadera de Naruto atrayéndolo a su cuerpo, rápidamente los labios del azabache atraparon los de su compañero en un apasionado beso. La piel desnuda de Naruto era una delicia, aquel taparrabos ceremonial estaba siendo quitado en cuestión de segundos, resbaló por las piernas del blondo y quedó en el suelo de madera. Se separaron un momento, jadeando y queriendo un poco más, Sasuke se tomó un momento para admirar esa delicada figura que resplandecía con la luz de la luna llena que parecía estarles regalando el brillo más especial y radiante.

- Sasuke… – musitó  tratando de regresar a los brazos del azabache pero este solo respondió con beso casto

- Pongamos manos a la obra, Naruto

Una vez más, la mano de Sasuke ocupó su sitio en la cadera de Naruto solo para guiarlo hasta la cama improvisada esquivando las velas encendidas. El ojizarco se sentó y comprendió que probablemente haber sido el centro de atención durante tanto tiempo había pegado en el ego del capitán, pero en ese instante estaba a punto de recuperar su protagonismo.

Naruto dibujó una sonrisa de medio lado al ver como el capitán Sasuke revelaba sus intenciones, sabía que el ego de un hombre era la parte más débil pero estaba dispuesto a sanar el del azabache.

Las prendas de ropa fueron deslizándose del cuerpo de Sasuke, la piel pálida como la misma luna sobresalía en esa obscuridad marina, como si ahora la luna decidiera que el azabache también merecía algo de crédito. No era para menos, cada detalle del cuerpo del capitán, incluso esas cicatrices hechas en peleas en bares clandestinos resplandecían y lucían su hombría. Cuando la ropa por fin había dejado de molestar la visión de Naruto, ese perfecto cuerpo hizo si aparición, resplandeciendo en lujuria.

- Solo tratas de provocarme – puntualizó Naruto risueño

-¿Y funciona?

- ¡Ya lo creo!

Ambos rieron muy alto pero pronto el sonido de su algarabía quedó reducido a simples susurros del viento. Sasuke se acercó y se sentó al lado de su amante para besarlo de nueva cuenta, su mano pasó por la costilla del rubio y puso la palma de la mano abierta sobre la espalda haciendo estremecer al ojizarco pero en lugar de retroceder, este rápidamente saltó sobre las piernas del pelinegro.

- Hoy te sientes muy seguro ¿Verdad, su majestad?

Naruto solo supo responder con una sonrisa tonta para después reclamar esos finos labios que moría por ver hinchados gracias a su intervención. Claro que la pasión ardía descaradamente y no pasó mucho para que la cadera del capitán cediera terminando acostado con Naruto sobre su pecho. Los labios del nuevo monarca trazaron un camino invisible de besos, delineando cuidadosamente la línea de la quijada del capitán siguiendo ese delicioso camino hasta su cuello y poniendo una especial atención en la clavícula, lamía despacio ese pequeño cuenco de piel blanca.

Un suspiro pesado salió de los labios entreabiertos de Sasuke, Naruto bajaba sin dejar de dar esos lentos besos húmedos dejando un rastro de saliva sobre su pecho, su vientre, incluso se entretuvo un rato con su ombligo.

- Naruto… hoy si que estás animado

- No te veré en días, tengo que compensar el tiempo perdido

- Entonces… ¿Qué esperas?

El aire frío de la noche rozaba ambos miembros que ya ostentaban gran ímpetu y brío. Naruto tomó el pene de Sasuke con una sola mano para empezar a masturbarle poniendo una atención especial en la punta pero él mismo también necesitaba algo de acción así que tomó su propia virilidad y la pegó a la de Sasuke empezando a masturbar ambas restregando una con la otra, los movimientos de su cadera se mezclaban con los de sus manos y pronto, más tarde que temprano el primer orgasmo se asomó para ambos llegando con febril angustia manchando el abdomen de Sasuke con ambas semillas. Claro que solo era el comienzo, el ojizarco volvió su atención al cansino miembro de Sasuke restregándolo contra el vientre de su propietario con el solo objetivo de regresarle la vitalidad.

No se necesitó de mucho, cuando el pene de Sasuke volvía a recobrar fuerzas, Naruto se inclinó y tocó con la punta de la lengua la cabeza. El capitán podía sentir con claridad su corazón bombeando con fuerza para enviar sangre a su zona afectada, no entendía cómo era que volvía a estar erecto de nuevo tan rápido.

-Naruto… – masculló suplicante

El rey no quería hacer esperar más al capitán así que de un solo bocado, tuvo toda la hombría de Sasuke dentro. El azabache se incorporó casi de golpe quedando sentado viendo su entrepierna en donde sólo era capaz de apreciar una mata de pelo rubio contra su vientre, contrastando con su propio pelo púbico tan obscuro como sus mismos ojos. Instintivamente sus caderas empezaron a moverse, golpeando un poco la garganta de su compañero, el cuello de Naruto trataba de contener las fuertes envestidas de su acompañante pero este mismo no le facilitaba el trabajo, se estaba haciendo más complicado el tener que controlar sus propios impulsos.

Naruto miró de reojo a Sasuke que apretaba los dientes intentando no hacer mucho ruido, estaba realmente excitado, su rostro no tenía precio, una bella y enrojecida piel ostentaba en sus mejillas. Esto llevó a Naruto a usar un poco más, hizo a su lengua participe de aquel acto, además de ambas manos, una en el pene y la otra acariciando los testículos. Irremediablemente el clímax tenía que llegar, el segundo orgasmo estaba a la vuelta de la esquina para Sasuke cosa que no pasó desapercibida por Naruto, así que apretó más hasta que finalmente el semen de Sasuke volvió a salir, salpicando su rostro.

- ¡suficiente! – Se apresuró el capitán – Ahora es mi turno

Con un movimiento rápido y certero, Sasuke jaló a Naruto hasta dejarlo acostado boca abajo en la cama. Rápidamente Naruto alzó el trasero dándole a Sasuke un perfecto panorama de lo que estaba a punto de cenar, puso ambas manos en las nalgas de Naruto y con sus dedos pulgares las separó para poder dejar el ano expuesto. Ese estrecho agujero ya estaba dilatado, solo faltaba humedecerlo un poco así que Sasuke acercó su rostro y empezó a lamer cual animal hambriento,  su lengua se introducía tratando de ganar terreno, el interior de Naruto estaba respondiendo a la perfección y las caderas de este mismo ya comenzaban a moverse pidiendo un poco más de contacto.

- Parece que ya estás listo – susurró Sasuke separándose del ano de Naruto dejando un hilo de saliva 

-  Si… ¡Claro que sí! – Chillo desesperado – hazlo para mí… Sasuke…

No podía hacerlo esperar ni un segundo más. Con su dedo pulgar acarició de nuevo el ano de Naruto introduciendo solo la punta para asegurarse de que estaba dilatándose correctamente, entonces se puso en posición y con su pene en ristre se acercó hasta que con este mismo acariciar la entrada. Podía escuchar a Naruto jadeando y moviendo sus caderas solo para apresurar el contacto y hacerlo más íntimo.

-¡Sasuke!

El momento en el que la virilidad de Sasuke llenó la cavidad anal de Naruto, este último sintió como si fuera profanado una vez más, pero el dolor inicial de siempre se esfumó en cuestión de segundos, cada centímetro del pene de su compañero era como estar un paso más cerca de la gloria. Las caderas del azabache empezaron a moverse con lentitud pero poco a poco fue subiendo la velocidad hundiendo la cubierta en jadeos y suspiros, además de ese delicioso sonido sordo que hacían sus testículos al chocar.

- Acuéstate de lado, por favor – pidió Sasuke sin dejar de moverse

En un movimiento más, Sasuke se acostó sacando la virilidad de su compañero, entonces el azabache se acostó a las espaldas de Naruto, tomó su pierna y la alzo para dejar de nueva cuenta su ano descubierto. Hizo un par de movimientos bruscos para al fin insertar su hombría nuevamente y mover sus caderas una vez más.

Era la primera vez que Naruto trataba con esa posición, no encontraba nada más que jadeos y gemidos sin sentido, estaba tocando el cielo con las manos. Los labios de Sasuke jugueteaban con la piel de su cuello y en el momento en que atrapó el lóbulo de su oreja con los dientes, fue cuando su libido se elevó hasta el cielo, contrajo los dedos de los pies tratando de aguantar lo más que pudiera.

- ¿Te quieres correr? – susurró Sasuke sobre el oído de Naruto

- S…Si…

-Hazlo, córrete para mi, Naruto

Fue una orden bien recibida, Naruto no tuvo que aguantar un poco más, su cuerpo se relajó y se dejó ir. Sus ojos se nublaron durante un tiempo que no supo medir y cuando recobró el conocimiento, descansaba boca abajo en esa cama, con Sasuke a su lado. El placer orgásmico todavía deambulaba por su cuerpo, provocándole espasmos en su vientre, cerró los ojos para poder saborear aquel último resquicio de lo que había sido el mejor orgasmo.

-¿Te sientes bien?

- Si…

- Naruto – suspiró – eso fue… increíble

- lo sé – rio – no puedo moverme

Una risa lánguida salió de los labios de Sasuke, estaba acostado al lado de Naruto, una fina capa de sudor enfriaba su cuerpo con ayuda de esa brisa marina tan fresca y deliciosa, la luna seguía brillando en su punto más alto. Una vez más la duda del funcionamiento de ese sitio atropelló la mente del capitán, era como si no hubiera pasado ni un solo segundo, o como si la luna hubiera querido ser testigo de ese acto de amor.

- Ella no se movió – comentó Naruto con los ojos cerrados – no pienses más en eso

- ¿Cómo es que siempre sabes lo que pienso?

- No lo sé- Rio – tal vez sea algún nuevo poder sirenesco

- ¿Es esa una palabra?

- No lo sé ni me interesa – se incorporó – quiero darte algo, Sasuke

- ¿De nuevo? Estoy exhausto    

-¡Deja de pensar con los huevos por un momento! – Se sentó con las piernas cruzadas – es importante – se quitó el collar y se lo ofreció  a Sasuke

- Naruto…

- No podré ir contigo, eso es obvio, y la única manera en que puedas regresar es con esto

- Pero solo funciona con su propietario

- Eso es lo que intento decirte – se inclinó y le puso el collar – Yo te lo estoy dando, es tuyo ahora

- Pero es un recuerdo de tus padres

- ¡Soy el rey del antiguo reino de mi madre! Eso será suficiente recuerdo por ahora – dijo con júbilo – además, te tendré de regreso aquí en una semana

- Es un tiempo calculado, sabes que podríamos salirnos de ese margen

- Confío en ti

 

 

-_

 

 

Sus rodillas estaban sobre el pulcro y blanquecino piso de la cueva, Tenten le había dado una botella con forma de prisma hecha con el mismo jade verde que era tan famoso en la isla, un cristal hueco carente de poderes. Lo metió en el agua y lo llenó hasta el tope y al sacarlo, Naruto le puso un tapón de corcho para asegurarlo.

- Listo – dijo en un susurro que no se salvó del eco

Se puso de pie y caminó de regreso hasta salir de la cueva, Okami le esperaba sentada junto a la cascada, al verlo, ella se puso de pie en un salto. A petición de su hermano mayor, ella se quedaría en la isla y ella obedeció sin chistar, más que nada porque le parecía que el barco sería demasiado pequeño para ella y Kiba, al menos en la isla podría estar en la laguna de los merrows junto con sus nuevas amistades.

- Ellos esperan en la playa – le anunció Okami

- Gracias… ¿No irás a despedir a Sasuke?

- Ya me despedí de él más temprano, igual que de los demás – suspiró cruzando los brazos – intenté que Konohamaru se quedara conmigo, pero él es tan terco como Sasuke

- Sé que quieres mucho a ese chico

- No sirve de nada negarlo, lo crié desde que llegó al barco cuando era un niño

-Tranquila – le dijo despacio poniendo una mano en el hombro de la azabache – estoy segura de que los merrows sabrán curar tu cuerpo

Ella no dijo nada, no era necesario, Naruto pasó a su lado en dirección a la playa en donde había parte de su pueblo junto con demás tribus de la isla. Los tripulantes estaban yendo en los botes hacia el barco, el capitán estaba hablando con su contramaestre sobre tecnicismos pero al ver al rubio acercarse, Shikamaru se retiró.

- Aquí está – dijo Naruto tendiéndole la botella

- Gracias – la tomó con sumo cuidado, en esa botella estaba el boleto a la libertad de Itachi

- Ve con cuidado, por favor

- Lo haré… y Naruto

- ¿Si?

-Te amo

- Sasuke – suavizó el semblante – también te amo…

Y entonces, se despidieron con un beso. El sol irradiaba luz en su punto más alto, lo que quería decir que sería noche de luna llena fuera de la isla.

 

 

 

 

 

Notas finales:

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