Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Último Aliento por Malvary

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Mi primer oneshot ChanBaek >-<

Como cada mañana, BaekHyun se encontraba en la estación de tren, esperando al suyo para ir a trabajar.


 


Hacía un bonita mañana, consecuencia de que la primavera se estaba acercando. Los rayos de sol se asomaban por el horizonte, pero BaekHyun no podía verlos, pues estaba dentro de un edificio.


 


Tenía el móvil en la mano, jugando a juegos para matar el tiempo mientras aguardaba con todos los demás a que el tren llegara.


 


Desde hacía un mes que BaekHyun disfrutaba de aquellos pequeños viajes, a pesar de ser muy temprano en la mañana, tener sueño y tener que escuchar el horrible sonido del tren al andar.


 


Sin embargo, eso ya no le importaba, porque desde hacía un mes eso había cambiado. Y todo por culpa de un chico.


 


BaekHyun no sabía si era una gran coincidencia o obra del destino, pero cada mañana un chico se subía a su mismo tren, a su mismo vagón, y ese chico era la causa.


 


Desde que lo vio por primera vez se quedó embobado. Todo él, alto, largas piernas y pelo castaño revuelto. Pero si eso había bastando para que BaekHyun quedara asombrado, fue su sonrisa lo que volvió loco a BaekHyun.


 


No sabía como alguien podía mostrar una sonrisa tan amplia y tan brillante tan temprano por la mañana, pero nada más verla sintió como el estómago se le encogía en una sensación que le provocaba cosquillas.


 


Esa fue su rutina durante todos esos días: observar al muchacho alto desde los metros de distancia que los separaban, admirando las facciones de su rostro, como su pelo quedaba alborotado por más que intentara peinarlo, y sobre todo su sonrisa. Su hermosa sonrisa.


 


Desde aquel día, BaekHyun llegaba de mejor humor al trabajo, con la cara del chico inundando sus pensamientos. Los días en los que por algún motivo el castaño no aparecía, una sensación de desilusión atrapaba a BaekHyun y no podía deshacerse de ella en todo el día.


 


Si BaekHyun se dio cuenta de que el chico le gustaba mucho, todo se volvió a más cuando descubrió como se llamaba.


 


Había sido una mañana como otra cualquiera, pero el muchacho se había subido con un amigo y por primera vez había escuchado su voz y pensó que nunca había escuchado nada tan bonito y excitante en toda su vida.


 


Su voz era grave y profunda, e hizo estremecer a Baekhyun a pesar de estar varios metros separado de él. Y cuando escuchó su nombre en voz de su amigo... ChanYeol. Por fin lo sabía y le encantaba.


 


Ahora el chico que había conquistado sus pensamientos tenía nombre y BaekHyun no podía hacer otra cosa que sonreír.


 


Cada mañana, antes de subir se decía que tenía que hablar con él, decirle algo, pero siempre se bajaba con una sonrisa que no llegaba hasta sus ojos porque no tenía el valor suficiente.


 


Porque BaekHyun era tímido, pero además el verlo a él tan perfecto allí parado, él no sentía lo suficientemente bonito como para acercarse y hablar con él.


 


Además, que podía decirle "oye, te he estado observando cual acosador desde hace varios días y me gustas". Definitivamente no.


 


Aunque esa era una de las cosas que extrañaba a BaekHyun. ChanYeol no se daba cuenta de que lo miraba, es decir, por mucho que BaekHyun lo intentara, no podía ser discreto al observarlo y su mirada siempre caía con intensidad sobre él.


 


Sin embargo, aquel día iba a ser especial, importante y el más feliz para BaekHyun hasta el final.


 


El tren llegó, se paró y abrió sus puertas a la espera de que tanto BaekHyun como el resto de pasajeros subieran.


 


BaekHyun agradecía enormemente que su parada fuera una de las primeras del recorrido, permitiendo que siempre hubiera un lugar en el que sentarse, pues él odiaba ir de pie.


 


Como siempre, ocupó un asiento y esperó con una sonrisa. ChanYeol se subía dos paradas después de la suya y aquel día no fue la excepción.


 


El alto subió al tren, a su mismo vagón otra vez. Pero para suerte de BaekHyun este se sentó en el asiento enfrente del suyo. Nunca en su vida habían estado tan cerca. Ahora podía verlo mejor, apreciar mejor su belleza.


 


Traía el cabello alborotado como siempre y BaekHyun sintió unas ganas inmensas de enterrar sus dedos en esa cabellera. Tenía el móvil en la mano y le sonreía débilmente a la pantalla.


 


Iba vestido de manera sencilla, con unos pantalones vaqueros, sudadera grande y roja, con unas converse blancas.


 


ChanYeol parecía de su edad, pero por la mochila que siempre llevaba, las carpetas y su ropa, le hacía pensar que aún estaba en la universidad y por tanto era más pequeño que él. Sin embargo, BaekHyun esperaba que la diferencia de edad no fuera tan grande.


 


Su mirada se posó, como se hacía costumbre, en él y no la despegó. Lo observó ahí sentado, mirando a la pantalla de su teléfono.


 


De pronto, ChanYeol levantó su vista y conectó sus ojos con los suyos. Sintió como una corriente eléctrica le recorría la espalda y no pudo evitar sonrojarse.


 


Tenía unos ojos oscuros, muy oscuros, casi negros, pero había en ellos un brillo que los iluminaba por completo.


 


El corazón comenzó a latirle desbocadamente y aumentó la fuerza de su agarre en la mochila que llevaba sobre las rodillas.


 


ChanYeol suspiró y BaekHyun cerró los ojos frente a la cantidad de sensaciones y sentimientos que lo estaban invadiendo, pero cuando los volvió a abrir el alto ya había apartado la mirada.


 


Se sintió decepcionado y la sonrisa se le borró de la cara. Sin embargo, eso no impidió que lo siguiera contemplando, fijándose en todos y cada uno de sus movimientos y expresiones.


 


Por algún motivo que BaekHyun no supo determinar cuál fue, lo llamó. Pronunció su nombre saboreando cada letra de la palabra y le gustó. Pero aquello fue un leve murmullo, un suave susurro que no esperaba que llegara a oídos de su receptor.


 


Agachó la cabeza avergonzado, sabía que no había manera de que ChanYeol lo hubiera escuchado, pero se sintió tonto, como una colegiala de 15 años. Todo él mejillas sonrojadas y nervios por todas partes.


 


Sin embargo, pronto notó una presencia delante de él y no pudo hacer otra cosa que levantar la cabeza. ChanYeol estaba ahí, dándole la sonrisa más tierna que había visto en su vida y BaekHyun se sintió derretir por dentro.


 


-Hola -saludó el castaño de cabellera revuelta.


 


BaekHyun tuvo un momento de crisis. Le estaba hablando. ¡ChanYeol le estaba hablando! El agarre en su mochila se hizo aún más fuerte y notaba que por mucho que abriera la boca para decir algo, nada salía de ellas


 


Al final un mísero "hola", que fue más parecido a un graznido que otra cosa, fue todo lo que consiguió decir. Y BaekHyun quería morir en ese mismo instante por lo patético que estaba siendo.


 


ChanYeol se rió suavemente y el bajo quiso sonreír por lo bonita que era su risa y enterrar la cabeza en el suelo porque el alto se estaba riendo de él.


 


-Sé que puede parecer un poco raro esto -comenzó a hablar otra vez ChanYeol, frotándose la nunca en un gesto de incomodidad y nerviosismo-, pero llevo observándote un tiempo y no sé, me pareces guapo y me gustas.


 


BaekHyun abrió los ojos, tanto que creyó que podía superar a los de su amigo KyungSoo. Estaba sorprendido tanto porque ChanYeol también se había fijado en él, porque le parecía guapo y porque le gustaba, le gustaba a Chanayeol. No se lo podía creer. Podía morir allí mismo y en ese mismo momento.


 


-También puedo sonar un poco acosador, pero desde aquel día que perdí mi tren habitual y subí en este y te vi, empecé a coger este todos los días.


 


BaekHyun no daba crédito a lo que estaba oyendo y su cara debía ser la definición perfecta de estupefacción. Algo que pareció incomodar al alto por como lo miró  y lo que le dijo después.


 


-No me mires así -cerró los ojos por un momento, para abrirlos nuevamente. Ojos oscuros, con ese brillo del cual BaekHyun creyó que se podía enamorar en cualquier momento-. Yo, ehm, solo quería saber como te llamas.


 


-BaekHyun. Byun BaekHyun -dijo rápidamente este, totalmente emocionado. Estaba seguro que dicha emoción había teñido por completo su voz, pero no le importó.


 


-BaekHyun -repitió el alto-. Bonito nombre.


 


-G-Gracias -tartamudeó BaekHyun con el color rojo invadiendo su cara al completo.


 


En ese momento se dio cuenta de que ChanYeol estaba de pie y él sentado, provocando que el alto tuviera que doblar el cuello hacia abajo para poderlo mirar bien a los ojos, y él lo mismo pero al contrarío, hacia arriba.


 


Pensó que sería más cómodo si él también se ponía de pie, y eso hizo, se levantó y pudo comprobar que, en efecto, ChanYeol era muy alto, apenas le llegaba a la altura de la nariz.


 


Se quedaron ahí, de pie, en mitad del vagón, mirándose a los ojos, sin saber que decir, pero al menos BaekHyun notaba que sus miradas hablaban por sí solas.


 


-¿Te apetecería tomar un café conmigo algún día? -le preguntó ChanYeol y a BaekHyun se le formó una enorme sonrisa que provocaba que sus ojos se cerraran en pequeñas medias lunas. Aquello debería bastarle al alto como respuesta, pero por si acaso le dio una verbal.


 


-Me encantaría.


 


Quedaban solamente unas cuantas paradas para llegar al destino de BaekHyun. Él subía antes que ChanYeol y también se bajaba antes.


 


Se intercambiaron números de teléfono, con la promesa de un café y una pequeña conversación empezó a surgir.


 


BaekHyun se sentía flotar en el aire. ChanYeol era perfecto y le encantaba aquel tic que acababa de descubrir en su ojo derecho cuando este sonreía demasiado.


 


Pero de pronto se oyó un estruendo y todo se volvió negro. Notó un intensa sacudida que lo lanzó por el lugar, seguido de un calor abrasador que le quemaba el cuerpo.


 


No supo muy bien que había pasado, pero consiguió abrir los ojos. Estaba tirado en el suelo, eso es lo primero que pudo percibir, pues solo veía manchas negras por todos lados. Poco a poco, empezó a recuperar sus sentidos. Primero la vista, luego el oído y gritos de pánico y agonía lo llenaron y casi prefirió quedarse como antes. Luego vino el dolor, un dolor que lo goleó por todas partes que provocó que lanzara un gemido agonizante.


 


Como pudo, giró la cabeza y observó que a su lado estaba ChanYeol. Su cuerpo tendido en el suelo igual que el suyo y BaekHyun tardó en darse cuenta de aquella enorme mancha de sangre que se iba haciendo más grande debajo de él.


 


Se arrastró, a pesar del inmenso dolor que lo recorría, hasta situarse en frente de él, de modo que pudiera verle la cara.


 


ChanYeol aún estaba vivo, respiraba y lo miró a los ojos. A BaekHyun se le llenaron estos de lágrimas, porque a pesar de que estaba muy confuso, sabía ChanYeol estaba mal, muy mal y él también.


 


Tenía miedo, pero ChanYeol lo estaba mirando con unos ojos cargados de un amor inmenso y absoluto y a pesar de la situación su corazón se encogió y empezó a latir más rápido.


 


Estaba abrumado por esa mirada, pero sabía que él le estaba dando una igual al más alto y así se lo hizo ver él, cuando llevó con cuidado una mano hasta su mejilla y la acarició.


 


Sintió que el tiempo se paraba. Ya no había gritos, no había dolor. Solo estaban él y ChanYeol, transmitiéndose todo ese amor silencioso que se profirieron durante semanas y semanas, sin valor a acercarse primero.


 


Sin embargo, notó como su corazón latía cada vez más lento y más lento. Y justo antes de dar su último soplido, las palabras más hermosas que se podían decir llegaron a sus oídos.


 


"Te quiero"


 


Y sus ojos se cerraron, pero antes de que la oscuridad lo abrazara, entrelazó sus dedos con los de ChanYeol y supo que ambos se marchaban juntos y que puede que en ese otro lugar pudieran tomar ese café que se prometieron.


 


Aquel día, aquel 11 de Marzo, había sido el día más feliz de BaekHyun. Su amor fue correspondido y estuvieron juntos hasta el final.

Notas finales:

Supongo que las españolas y españoles sabrán perfectamente en que está basado el fic. Se me ocurrió mientras escuchaba Jueves de La Oreja de Van Gogh. Me parece una canción muy bonita, muy romántica y con mucho sentimiento.

Creo que soy algo hipócrita porque yo soy siempre la primera en quejarme de que Chan o Baek mueren en unnfic y voy yo ahora y me los cargo, pero soy masoquista y me gusta sufrir leyendo historia triste del ChanBaek (en realidad no). Lloré escribiendo la última parte...

Este año se hace 12 años desde el atentado y bueno, es un acontecimiento que pesa en nuestros corazones.

Espero que os haya gustado a pesar de todo (•w•)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).