¿Por qué ahora no podía quitarle la vista de encima?, es cierto que él era el único que podía hacerle frente a la habilidad del chico sombra, pero eso era solo en el juego fuera de ello todo debería ser normal o eso pensaba aquel pelinegro que no podía sacarse de la cabeza aquellos enigmáticos ojos celestes.
—Oye Shin-chan ¿Por qué no me acompañas a Seirin? —Preguntaba Takao por millonésima vez a Midorima.
—Te he dicho que no tengo tiempo para tus tonteras Takao — Explicaba arreglando sus gafas sobre el puente de su nariz —Si tanto anhelo tienes por ir hazlo tú solo.
—Pero Shin-chan los amigos se acompañan —Insistía el pelinegro colgándose del brazo del peliverde.
—No somos amigos solo compañeros, ahora necesito que me sueltes tengo cosas que hacer como te dije — Lo observo serio, indicándole que no insistiría con el asunto.
—Entonces dame el celular de Tet-chan —El chico no daría su brazo a torcer.
— ¿Qué? — Pregunto con duda Midorima.
—Lo que has oído quiero el número de Tet-chan… ¿Acaso estas sordo Shin-chan?
—Enserio… ¿Si te doy el numero me dejaras de hostigar?—Interrogo seriamente sacando el celular de su bolsillo.
— ¡Es un trato!
~*~
Se encontraban en práctica, aquel día no se pudo concentrar para nada, recibiendo regaños de todo su equipo y unos cuantos balones en la cabeza.
A pesar de que Midorima le había entregado el número del chico sombra no fue capaz de llamarlo, no podía encontrar una razón para que el joven aceptara una salida con él, a fin de cuentas no eran amigos y eso le estaba molestando.
—Takao a la banca, no podemos seguir contigo así —Ordeno Ootsubo al chico, solo eran un entrenamiento pero el azabache los estaba atrasando.
—Pero… — Quiso emitir una pequeña queja pero basto una simple mirada asesina de Miyaji para que decidiera hacer caso.
—Takao espero que el día del partido de práctica contra Seirin te encuentres en mejores condiciones — Hablo el entrenador cuando el pelinegro se sentó en el banco junto a él.
— ¿¡Qué ha dicho!? —Pregunto asombrado.
—No grites — Lo regaño notando como todos habían detenido el entrenamiento mientras los observaban — ¡Sigan en lo suyo ustedes!
— ¿Enserio tendremos un entrenamiento contra ellos? — Takao pregunto impaciente cuando se dio cuenta que todos sus compañeros habían reanudado las prácticas.
—No te lo estaría diciendo si no fuese cierto ¿No crees?
—Es cierto entrenador lo lamento, le prometo que ese día estaré en mis mejores condiciones no lo defraudare —Informo el muchacho con una enorme sonrisa en su rostro, ya que al fin podría ver al chico fantasma.
~*~
Las horas fueron infinitas para Takao quien esperaba con ansias el encuentro con Seirin, una razón era que encontraba que era uno de los mejores rivales que podrían tener, pero en esta oportunidad eso estaba en segundo plano, lo único que mantenía en su mente era a Kuroko.
Cuando los vio llegar sintió que su corazón se paralizo, él más bajo del Seirin lucia mucho más lindo que de costumbre o eso era lo que sus ojos veían, aunque sus miradas no se encontraron por alguna razón se dio cuenta de que el chico venia más callado que de costumbre y eso era demasiado.
Como era de esperar, Kagami se acercó a Midorima para pelear como solían hacerlo cada vez que se enfrentaban, Takao y Kuroko los siguieron.
— ¿Midorima estás listo para perder? — Fue la pregunta del pelirrojo cuando estuvieron cerca.
— ¿Eso debería preguntarlo yo? - El peliverde ajustó sus lentes sobre el puente de su nariz.
—Vamos, vamos no se pongan a pelear — Habló el pelinegro llegando al lado de Kuroko y pasando su mano por el cuello de este — ¿Ustedes saben que los que pelean se aman?
—No...n-o digas...es-tupideces — Kagami tenía el rostro tan rojo como su pelo, mientras que Midorima ni siquiera era capaz de mirarlo a la cara.
—Esas reacciones dicen otra cosa. ¿No es así Tet-chan? - Preguntó esta vez mirando al chico a su lado.
—¿No lo sé, pero Takao-kun... me podrías soltar por favor? — Solicitó el joven de manera educada — ¿Además que es eso de Tet-chan?
—Bueno ya nos conocemos hace rato y me agradas así que Tet-chan es suficiente — Explicó soltando al chico, de ser por él no lo hubiese hecho pero sus compañeros los estaban llamando.
—Esta vez nosotros ganaremos — Sentenció el peliverde antes de voltear y dirigirse al lado de su equipo junto con Takao.
—Kagami-kun tienes el rostro rojo — Molesto Kuroko mientras iban al lado de su equipo.
—Deberías mirarte al espejo antes de hablar idiota.
El partido comenzó, como siempre estaba reñido desde un principio dieron todo de sí, cada uno había mejorado a su manera.
Como era de esperarse Takao era quien marcaba a la sombra de Seirin, pero había algo que el pelinegro notó a mitad de partido, sabía que el chico normalmente bajaba su rendimiento después de unos minutos, pero esto iba mucho más allá de eso.
A mitad del tercer tiempo, el peliceleste se quedó de rodillas en el piso, no podía continuar.
— ¡Detengan el partido! — Exclamó el entrenador de Shutoku.
— ¿Kuroko que te pasa? —Pregunto Kagami mientras acercaba su mano para poder levantarlo.
—Por favor no me toques — Susurro apartando la mano del tigre.
—Tet-chan… — Takao era el otro que se encontraba cerca y de una sola mirada comprendió la situación, rápidamente levantó al chico sin escuchar las protestas — Entrenador me haré cargo de llevarlo a la enfermería, ustedes sigan con el partido.
La verdad es que ni siquiera se dio tiempo de escuchar la respuesta cuando ya se encontraba en la enfermería con el muchacho, no había nadie en el lugar, aunque eso era algo común.
—Debe haber sido bastante difícil jugar de aquella forma — Comento el pelinegro mientras sentaba a Kuroko en la camilla.
—… — La sombra no sabía ni cómo responder estaba realmente avergonzado, mientras llevaba las manos hasta su entrepierna ocultando lo que ya era más que evidente para Takao.
—No te preocupes somos hombres, a mí también me pasa…aunque cuando estoy solo en casa, por suerte — Sonrío divertido.
— ¿Takao-kun me podrías dejar solo un momento?
— ¿Para qué? ¿No crees que sería más entretenido si te doy una mano? —Pregunto pícaro Takao con una enorme sonrisa en sus labios, quizás no había sonado de la mejor forma pero esta era una gran oportunidad.
—No veo razón para que me ayudes — Aunque el chico quería sonar tranquilo, había algo que no se lo estaba permitiendo.
—Vamos Tet-chan imagina que soy Kagami — Se acercó peligrosamente tomando las manos del menor apartándolas para dejar descubierto lo que ya sabía de antemano — Lo pasaremos muy bien un momento y de paso aliviare tu problema.
—No me parece correcto… — Susurro bajando su mirada.
— ¿Y a quién le importa eso? — Pregunto el azabache prácticamente tirándose sobre Kuroko logrando que este se recostara sobre la camilla — Lo digo enserio déjame ayudarte.
Susurro en su oído; provocando que la piel del fantasma se erizara por el contacto, aprovechando que el menor se encontraba paralizado de la impresión aprovecho para llevar una de sus manos hacia la entrepierna logrando que un pequeño gemido escapara de aquellos rosados labios que deseaba probar.
—Ta…kao-kun… —Gimió al sentir el contacto.
—Si te molesta cierra los ojos y piensa en “él” — Pudo sentir como su pecho se oprimía al pronunciar aquellas palabras, pero aquello no importaba, ya que al fin estaba teniendo su encuentro con el chico fantasma y eso lo valía todo.
La mano que mantenía libre la dirigió dentro de la camiseta acariciando parte del estómago del chico para luego subir a una de sus tetillas comenzando a jugar con ellas, inmediatamente otro gemido salió de aquellos labios.
Ante aquel contacto pudo sentir como el cuerpo de Kuroko se estremecía bajo él dejándose llevar por aquellas sensaciones que aquel tacto le provocaba, Takao levanto la vista para observar el rostro del menor, sus mejillas sonrojadas, sus ojos cerrados tal como él le había dicho y aquellos labios que deseaba probar se encontraban semi abiertos.
Estuvo tentado a probarlos pero se arrepintió, no deseaba que el chico fantasma lo odiara más de lo que debería estar haciendo, así que se conformó con levantar por completo la camiseta y llevar los labios hasta las tetillas del muchacho para comenzar a succionar y lamer sin consideración.
— ¡Takao-kun! … ¡Takao-kun! —Exclamaba la sombra mientras se retorcía sobre las sabanas.
El azabache no pudo más con la tentación y bajo de una vez el pantalón del menos dejando al descubierto toda la virilidad de este, inmediatamente dejo la tetilla de Kuroko que ya se encontraba enrojecida y bajo su rostro hasta el miembro que era lo que más necesitaba atención en esos momentos.
Con su lengua comenzó a lamer aquella extensión la cual le pareció deliciosa y cuando las gotas de pre semen comenzaron a salir, se deleitó probándola, solo unos minutos bastaron para que Kuroko terminara dentro de la boca del azabache quien lo trago todo como si se tratara de un manjar hecho por los mismos dioses.
La respiración del menor era agitada, se encontraba tumbado en la cama sin poder entender lo que había pasado, pero al menos el problema de su entrepierna había desaparecido gracias a la ayuda del chico de Shutoku.
—Creo que debemos ordenar un poco el lugar antes de que tus compañeros lleguen — Fue lo único que logro salir de los labios de Takao mientras observaba las ropas desordenadas del peliceleste.
Después de aquello el silencio invadió el lugar durante un largo momento, el sentimiento de culpa había invadido a Takao quien no sabía cómo enfrentar al chico fantasma.
— Lo siento… — Se disculpó finalmente — Sé que te gusta Kagami y yo aproveche eso para mí beneficio.
—Takao-kun… — Menciono la sombra cuando vio a Takao inclinando su cuerpo en una reverencia.
—La verdad es que me gustas, y puedo entender que ya no quieras hablar conmigo…yo…
El chico no pudo seguir con su disculpa puesto que justamente llegaron los integrantes de Seirin a saber qué pasaba con su compañero, conversaron un momento en la enfermería informándole a Kuroko que habían ganado el encuentro para tiempo después marcharse, dejando a Takao con una gran molestia.
~*~
Caminaba junto a Shin-chan de vuelta a casa, lo cual era extraño ya que normalmente se trasladaban en aquel extraño vehículo que su compañero peliverde lo obligaba a manejar, pero en estos momentos no tenía los ánimos suficientes y por muy extraño que pareciese Oha-Asa lo indico en las predicciones del horóscopo del día por lo cual no hubo discusión por parte del Megane.
Lo que si le parecía extraño al peliverde es que aquel chico se mantuviese tan callado durante el trayecto, pero un sonido logro sacarlo de los pensamientos, era el celular de Takao al cual al parecer había llegado un mensaje.
— ¿No piensas revisarlo? —Pregunto Midorima mirando el bolsillo del azabache.
—No veo la razón — Respondió seco.
—Oha-Asa dijo que escorpio tendría una gran noticia el día de hoy —Informo arreglando sus lentes sobre el puente de su nariz.
—Esa es una estupidez Shin-chan… —Expreso sacando el dichoso aparato de su bolsillo — La única gran noticia seria que…
Las palabras no lograron salir había un mensaje en con el nombre de “Tet-chan” como contacto en su pantalla, era el teléfono de Kuroko el cual habia registrado tiempo atrás.
— ¿Qué pasa? — Pregunto Midorima al ver la cara de asombro del chico a su lado.
— ¡Shin-chan mira! — Expreso colocando la pantalla en pleno rostro del megane.
— ¿Kuroko? La semana pasada me pidió tu teléfono, así que se lo di, aunque no me explico para que seria y tampoco me importa — Explicó como si no fuera la gran cosa.
— ¡Shin-chan!
—Basta de gritos Bakao — Hablo molesto — Primero tú después él yo no comprendo nada.
Las manos del pelinegro temblaron cuando abrió aquel mensaje en el cual solo decía “Takao-kun necesitamos conversar, pero he pensado lo que has dicho y ¿Qué te parece si lo intentamos?”
Takao llevo una mano hasta su frente golpeándola para después comenzar a reír como maniaco, aquel chico era realmente un acertijo, nunca podría entender lo que pasaba por su cabeza.
Una respuesta rápida fue escrita, mientras tanto en otro lado el chico que recibía el mensaje sonreía de una forma encantadora, cerraba su celular guardándolo en el bolsillo para luego seguir el camino rumbo a casa.