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Happy Valentine Kuroko por Ellie Blanch

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Notas del capitulo:

Segundo capitulo dedicado a las amantes del AkaKuro

Con dedicacion especial a Camimi quien me dio la recomendacion de esta pareja.

Un saludo y a leer!!

Los sirvientes de la mansión al ver el estado de su joven amo se alejaban rápidamente de su perímetro de visión, todos sabían que el joven Akashi Seijurou era normalmente calmado, pero cuando lo hacían enfadar era otra cosa, había heredado por desgracia en este caso el temperamento de su señor.

 

Nadie podía entender a que se debía su enojo en esta oportunidad y al menos por el momento tampoco deseaban averiguarlo. Solo veian desde la distancia a su amo de mal humor atravesando el gran pasillo alfombrado hasta las afueras de la mansión.

 

 

 ~Flashback~

 

— ¿Por qué lo has contratado sin mi autorización? —Pregunto el muchacho de brazos cruzados sentado en la silla frente al escritorio de su progenitor.

 

—Solo serán unos días, además Kenzo ha sufrido un accidente y él fue quien lo recomendó —Explico tranquilamente mientras ojeaba unos documentos.

 

—Aunque sea así, soy yo quien debe dar la aprobación — Estaba molesto pero intentaba mantener la calma.

 

—Lo que digas, pensé que confiabas en él, por ello lo acepte — Explico por primera vez mirando a su hijo.

 

—Claro que lo hago, pero eso no significa que deba confiar en el resto ¿Sabes lo que significa Yukimaru para mí? — Se levantó dando a entender que no se quedaría de brazos cruzados ante la situación.

 

—Por supuesto que lo sé, anda a ver al muchacho y después me avisas si sirve ¿Qué te parece? — Volvió la vista a sus papeles — Ahora por favor necesito revisar esto.

 

~Fin del Flashback~

 

 

Caminaba con paso decidido a enfrentarse con aquel joven, necesitaba saber si tenía el conocimiento necesario para quedar a cargo de su querido corcel, el cual había sido un regalo de su fallecida madre, el vínculo que había logrado desarrollar con el animal era digno de admirar y el señor Kenzo había gastado meses de su vida para lograr que el caballo pudiese aceptarlo,  no quería ni pensar lo asustado que estaría en manos de una nueva persona.

 

Lo que vio al llegar a la caballeriza lo dejo literalmente con la boca abierta, su amado corcel estaba realmente relajado, mientras un muchacho de no más de quince años cepillaba su hermosa crin, el joven tenía un color de cabello bastante peculiar y podría jurar que su pálida piel contrastaba a la perfección con la de su hermoso corcel blanco.

 

—Eres realmente un hermoso corcel  escucho decir al chico mientras llevaba una mano hacia el hocico acariciándolo con mucho cariño.

 

—Si no tienes cuidado podría morderte — Hablo Akashi haciendo notar su presencia.

 

—Lo siento mucho — Se disculpó el joven con una leve reverencia, ya que con solo mirar a aquella persona se había dado cuenta de que se trataba del dueño del animal — Pero no creo que este pequeño sea capaz de hacer algo como eso.

 

—No deberías estar tan seguro ¿Cómo te llamas muchacho? —Pregunto con arrogancia, a pesar de que en un principio había caído frente al encanto del peliceleste no se dejaría convencer tan fácilmente.

 

—Mi nombre es Kuroko Tetsuya, joven amo — Contesto con una cortésmente.

 

—Nada de joven amo solo llámame Akashi — Hablo sin pensar, había algo en ese muchacho que le había llamado la atención de sobremanera, quizás la cercanía que tenía con su corcel.

 

—Lo siento pero no puedo, en ese caso sería Akashi-sama — Levanto su cabeza para recibir la aprobación, y sus miradas se cruzaron.

 

El muchacho tenía una mirada tan hermosa como el cielo, y el joven se dio cuenta que era cierto aquel dicho que los ojos son el reflejo del alma, quizás su amado corcel lo noto desde un principio y por ello tuvo la confianza de dejarse acariciar…Ese muchacho frente a él debería tener una alma realmente hermosa.

 

Por otro lado Kuroko pudo sentir que a pesar de que el pelirrojo quería aparentar ser un joven fuerte por el cargo que conllevaba ser el próximo al mando de la familia, había mucho más oculto, era un joven sensible y de gran corazón, pero esa debilidad no se la mostraría a cualquier persona, por algún motivo el joven quiso ser uno de aquellos elegidos.

 

—Solo hare la pregunta una sola vez — Comento Akashi cortando el silencio — ¿Crees que seas capaz de cuidar a mi amigo?

 

—Por supuesto — Acepto con convicción en sus palabras.

 

—Muy bien puedes ser quien lo cuide, pero has algo mal y te arrepentirás.

 

—Como usted ordene Akashi-sama.

 

 

~*~

 

A contar de ese momento un hermoso lazo entre ambos se creó, Yukimaru era la conexión pero mientras más compartía uno con el otro se daban cuenta que no eran tan diferentes de como creían, descubrieron que a ambos les gustaban los lugares silenciosos en compañía de un buen libro, a raíz de eso en ocasiones se escabullían a la biblioteca de la familia tomaban unos cuantos libros y los leían en completo silencio en el lugar más alejado de la mansión, donde el blanco corcel podía hacer de las suyas, aquellos momentos se habían vuelto realmente valiosos.

 

También estaban aquellos momentos en los cuales Akashi le demostraba las partituras que había aprendido en sus clases de violín, eso le servía para relajarse o los momentos que el pelirrojo intentaba en vano que Kuroko aprendiera a jugar shogi.

 

Otra de las cosas que había descubierto es que el muchacho tenía 18 años al igual que él, que a parte de los libros era amante de los batidos de vainilla.

 

Cada día juntos era algo especial, pero todo lo bueno tiene su fin y Kuroko lo sabía mejor que nadie, puesto que hace unos días se había enterado que su tío Kenzo ya se encontraba mejor de salud y volvería a su trabajo.

 

— ¿Qué sucede Kuroko? —Pregunto Akashi preocupado al verlo suspirar por onceaba vez.

 

—No es nada Akashi-sama…solo…— Las palabras quedaron a medias, mientras observaba al corcel comer su alfalfa.

 

— ¿Solo? — Pregunto alzando una ceja, ya que esperaba una respuesta.

 

—Solo cansancio.

 

—Ya veo, vamos a dar una vuelta con Yukimaru, quiere salir ¿No es así? — Fue una pregunta dirigida al caballo quien al escuchar su nombre levanto su vista inmediatamente.

 

El joven peliceleste sonrió con cariño, ese pequeño gesto hizo a Akashi sonreír enternecido, definitivamente ese chico desde que lo vio se había transformado en su perdición.

 

Normalmente cuando salían a caminar para hacer el paseo más ameno, caminaban tranquilamente al lado del caballo mientras conversaban de las cosas del día a día, pero en esta oportunidad las cosas serían diferentes, Akashi le pidió a Kuroko que le ayudara a colocar la montura, una vez que finalizaron el joven pensó que se iría a cabalgar.

 

—Bueno ahora sube— Le ordeno al peliceleste.

 

—No puedo hacer eso.

 

—Por supuesto que puedes ¿O quieres que te obligue? — Pregunto seriamente.

 

Kuroko tenía por orden no desobedecer lo que el joven maestro le pedía, por lo cual no tuvo más remedio que hacerlo, por suerte sabia donde irían, siempre que salían iban al mismo lugar el cual no era lejos, Akashi llevaba las riendas mientras caminaba a su lado, se sentía como si él fuese el amo en ese momento.

 

Al llegar Akashi lo ayudo a bajar, pero cuando intento alejarse sintió que un agarre en su cintura se hizo más fuerte.

 

— ¿Akashi-sama? — Lo miro confuso ante la acción del pelirrojo.

 

— ¿En serio creías que no me enteraría? —Observo molesto al chico que trataba en vano de escaparse.

 

—No sé de qué habla…yo…

 

—Solo te diré una cosa — Acerco sus labios a los del otro para fundirlos en un beso lleno de pasión, en un comienzo Kuroko intento zafarse, pero a medida de que el tiempo pasaba las defensa se quebró dándole paso al pelirrojo a introducir su lengua en aquella cavidad, sus lenguas danzaban juntas, solo la falta de aire logro separarlos — Tú me perteneces ¿Te queda claro? Aunque Kenzo vuelva, tú permanecerás a mi lado por siempre.

 

— ¿Cómo...? — Las palabras no salían, el pequeño no podía entender que estaba sucediendo.

— ¿Qué cómo lo sé? — Pregunto arrogante — Eso es porque soy absoluto ¿Queda claro?

 —Si, Akashi-sama.

 

Fueron las palabras del joven, tampoco era como si no lo quisiera, ya que desde que había visto aquellos ojos llenos de dolor quiso permanecer a su lado por siempre, él sería la cura que necesitaba para sanar el dolor de su corazón.

Notas finales:

Muchas gracias por leer! Espero haya sido de su agrado.

Y bueno esta demas decir que se animen con los review con la peticion de su pareja.

 

Un saludo gigante y nos leemos en el proximo cap n.n


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