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Happy valentine Kagami por Reiga

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Notas del capitulo:

Hola aquí viene con la quinta entrega, TwT cada vez me están quedando más largo.

¡Espero les agrade!

A leer lindas!

 

—¿Por qué me haces esto Shiro? Ayer me contaste que eras gay, a las horas después me revelaste que tenías parejas y para mi absoluta sorpresa desde hace cuatro años, nos seas injusto y dame tiempo de asimilar.

El pelirrojo estaba en su escritorio ordenando sus papeles, a sus maduros treinta cuatro años, era muy jovial, se matenia muy bien y para todos era una sorpresa cuando se enteraban de la edad que poseía.

Pasaba casi desapercibido cuando salía con su hijo, al ser tan parecidos la mayoría de las veces lo confundían con su hermano mayor, solo los ojos los había sacado a su querida y difunta esposa.

—Dijiste que me aceptabas — dijo cabizbajo el menor.

—Así lo dije hijo, pero ni siquiera me das tiempo de asimilarlo y ya quieres que conozca a tu pareja  a mi supuesto consuegro— dejo sus papeles a un lado y miro a su hijo buscando un poquito de comprensión, sin embargo lo único que encontró fue una carita triste.

No tenía defensas  contra su consentido hijo, suspiro.

—Está bien, pero con una condición.

—La que quieras papá.

—La cena será aquí.

—Está bien, ¿puede ser hoy? — kagami le miro como diciendo “No pidas tanto”. Aun así suspiro y por el teléfono llamo a alguien.

—Dígame kagami-san.

—Takeshi prepara una cena para cuatro hoy en la tarde, ¿puedes dejarla lista antes de que te vayas?.

—Si quiere puedo quedarme y ayudarlo a servir señor — kagami sonrió y negó.

—Claro que no, de seguro ya tenías planes, sé muy bien que los viernes todo ustedes se van de parranda —refiriéndose a su cocinero, secretario,  cocinero hasta su abogado personal se había hecho amigos de ellos.    

~*~

 

Se acercaba la hora pactada y estaba nervioso, jamás se ha referido a los homosexuales de forma negativa, es más. Ni si quiera se ha referido a ello.

Ahora estaba a solo minutos de conocer al novio de su hijo y al padre de este. Por lo que shiro le había dicho, el señor que aún no conocía desde un principio estuvo al tanto de las orientaciones de su hijo.

¿Cómo sería?, se estaba imaginando una familia bastante liberal.

Estaba incomodo, se obligó a animarse  no podía ser tan malo, solo lo tomaría como una reunión más de trabajo.

Acomodo sus lentes, su cabello y su corbata.

—Papa, ¡porque tan formal! —le regaño su querido hijo, el cual y para su sorpresa veía aún más hermoso o quizá era ese brillito en sus ojos lo que le hacía verse más hermoso —ven sácate eso —  su hijo se acercó a él, le quito el saco, la corbata, los lentes, abrió los primeros botones y remango sus mangas, dejando ver su lujoso reloj, su camisa blanca hacia juego a la perfección con su pantalón de tela negro —ahí si… yo realmente estoy feliz papá, gracias por aceptarlo, tenía mucho miedo, por eso en todo este tiempo no me había atrevido a decirte.

Sonrió y le desordeno su cabello, el timbre sonó, y el menor salió a buscar a los invitados

—Tranquilízate kagami — se dijo a sí mismo.

Cuando sus rojos ojos se toparon con su hijo y luego con el hombrecito que tenia de la mano no evito sonreír. Se sintió infinitamente tranquilo, no había sido tan traumático como pensó sería el primer encuentro, el chico era lindo y delicado, se notaba que tenía miedo de lo que el pudiera decir así que se apresuró a hablar.

—Es un gusto conocerte Akira-kun

—El gusto es mío Kagami-san, le presento a mi padre kiyoshi Teppei — solo ahí se dio cuenta del tercer hombre en la entrada, cabello castaño, cuerpo grande, jens polera y camisa, podía notarse la diferencia entre el hombre y él mismo.

La sonrisa del hombre era encantadora, le hiso sonreír y de alguna manera sentirse en confianza. Cuando tendió su mano la tomo y dio una pequeña reverencia.

Por una milésima de segundo percibió que kiyoshi no quiso soltar su mano.

—Bueno papá iré a mostrarle mi habitación a Akira por mientras la cena esta lista — le dijo arrastrando al más joven con el.

—¡Que!, espera… — kiyoshi lo tomo de la muñeca.

—No te preocupes no harán nada que ya no hayan hecho

Kagami abrió sus ojos horrorizado ante la horrible revelación, la vida íntima de su hijo era lo último que él le interesaba saber. 

—Ese no es el problema — le miro mientras se cruzaba de brazos — es de muy mala educación lo que hizo.

Kiyoshi le sonrió, lo miro de pies a cabeza logrando que kagami se sintiera incomodo, y de alguna manera expuesto. Se sonrojo ante la penétrate mirada.

—Eres lindo — “y cada vez más hermoso” pensó mientras lo veía adquirir el mismo tono de su cabello en sus mejillas.

Kagami quedo fuera de sí, como debía responder ante eso ¿acaso también era…?

—Lo siento si te confundo, pero sí, soy gay y te encontré lindo, espero que no te incomode que lo diga.

Demasiado directo y el no estaba listo para ello, de ser otro lo había mandado a freír espárragos a áfrica. Pero el tipo era su recién conocido consuegro no podía.

—Ah — rio nervioso —gracias… supongo — susurro — ¿quieres algo de beber? — el al menos si necesitaba engullirse una botella de vodka y al natural, a su hijo lo mataría luego por hacerlo pasar por esto.

—Claro.

Kagami lo invito a pasar al living. Luego fue por una botella y sirvió los vasos.

—¿Tienes pareja kagami?

—¿Eh? — respondió aturdido bebiéndolo todo de un solo sorbo “¿acaso le estaba coqueteando?” —no después de mi esposa no he salido con nadie.

—¿Con hombres tampoco? — kagami estaba por su segundo vaso y al escucharlo lo escupió todo y empezó a toser. Kiyoshi inmediatamente se levantó y fue a su lado para sobarle la espalda.

—Lo lamento no quería incomodarte, pero si te soy sincero me gustas — kagami le miro seriamente, no podía estar hablando enserio. Ni siquiera lo conocía, sus deducciones quedaron a media, su mente sufrió un colapso mental a sentir los labios de aquel hombre sobre los suyos, cuando esa lengua quiso entrar en su cavidad, se elijo fuertemente encestando un golpe en la mejilla ajena

—¡¿Qué crees que haces?!

—Lo siento —  dijo arrepentido sobándose la mejilla, kagami tenía su mano aferrada a su boca, no podía procesar lo que estaba pasando.

—A tu hijo lo conozco desde hace cuatro años y sabes…  te ama, siempre está hablando de ti  presumiendo lo hermoso que eres, lo buen padre, esposo y persona, una vez le dije que me mostrara una foto tuya para saber si eran tan hermoso como el té hacia ver y debo decir que esas fotos no te hacían justicia eres mucho más bonito en persona, Kagami…

—Espera —kagami se levantó — sabes… no sé lo que pasa por tu cabeza y no me interesa, lo lamento pero no soy gay, y dudo que me guste serlo.

Kiyoshi se levantó y sonrió, kagami pudo jurar que le temblaron las piernas.

—Como sabes que no te gusta si no lo has probado.

—¿Probar que? — el castaño sonrió ante su ingenuidad

—Si te gusta estar con un hombre o no, puedo entender que yo no te guste pues no me conoces, pero del gustar una persona al sentirte bien con otro hombre es otra cosa.

A kagami se le encendieron todos los censores de peligro, el hombre hablaba enserio, tenía que salir corriendo, ir a buscar a su hijo y llamar a la policía para que sacaran a ese degenerado de su casa.

Paso por su lado y se fue al baño, tenía que mojarse la cara eso no podía estar pasando. No a él.

Respiro hondo para relajarse, iría a comedor y le dejaría las cosas claras, cuando iba a salir kiyoshi ingreso al baño y cerró la puerta sonriéndole.

—Kiyoshi-san le pido por favor que no se equivoque conmigo.

Iba a pasar por su lado nuevamente  pero kiyoshi tomo su muñeca y lo hiso quedar con la espalda pegada a la puerta una de sus manos sobre su cabeza, y la otra era apresada a su costado.

—!Esto está yendo demasiado lejos!

—Déjame hacer, si no te gusta, me rendiré contigo.

—¿eh? —¿a qué se refería?, de nuevo sus pensamiento fueron detenidos por su boca asaltada, aquello era más brusco, su lengua entro por completo en su boca, y se asustó, quiso apartarse pero no lo conseguía, no se consideraba débil pero reconocía que el hombre le ganaba en fuerza.

Podía sentir  lo resbalosa de su lengua, un hilo se la saliva escurriendo de su boca, el cuerpo entero ajeno cubierto el suyo, abrió los ojos sorprendido al sentir la dureza en su vientre, el tipo estaba duro y eso lo aterro, más aun al sentir que su propio cuerpo lo estaba traicionando.

—Ah~ — gimió en medio del beso, sus manos cayeron a su constados. Kiyoshi ahora  tenía sus grandes manos en su cintura, podía sentir como si le quemaran y su tacto traspasara la camisa.

—Ves que no te soy del todo indiferente, si no te gustara, abría mas negación de tu parte y no te excitarías

Volvió a besarlo. Kagami ya no razonaba, ¿cuándo fue la última vez que había besado a alguien?,

Era alguien de buena familia, criado a la manera más antigua que se puedan imaginar, cuando besaba a su esposa, eran casi castos sin signos de lujuria, sí ella había sido lo último y eso ya es de hace diez años.

Ahora esto era muy diferente, sentía que se le iba el aliento a medida que su cuerpo se sentía más inquieto. Abrió los ojos de golpe al sentir la mano ajena en su miembro. Saco sus fuerzas reprimidas y lo alejo.

—¡Ya basta!  —lo golpeo — ¡demonios!  —gritó, mirando con dolor su mano.

Kiyoshi se preocupó más por su mano que por su labio herido, la tomo  y  se dio cuenta de que su ceño se fruncía.

—¿Te duele? — Asintió — maldición esto es tu culpa, por hacer cosas raras o dios —kagami le miro el labio roto — ¡mi hijo va a matarme! —tomo sus mejillas con ambas manos, luego fue por algo de algodón y alcohol.

Kiyoshi lo miraba con ternura y tranquilidad, el hombre era demasiado ingenuo o puro, al ser otro lo estaría moliendo a golpes o llamando a seguridad, pero estaba preocupado porque le rompió el labio, se dejó hacer mientras disfrutaba de su atención.

 —Eres bueno… ya veo porque me gustas.

—Deja de hablar así, ni siquiera me conoces.

—Pero eso quiero.

—Olvídalo, como amigos tal vez, pero nada más.

—Dejaste que te besara — insistía

—No lo hice

—Me respondiste —volvió a insistir divertido.

—N-no recuerdo eso — se ruborizo, kiyoshi puso nuevamente sus manos en su cintura y su cuerpo tembló.

—Yo si, tu lengua en mi boca se sintió bien

—Quería apartarte, no fue por gusto — desvió la mirada

—¿Así? Yo te sentí muy a gusto, no parecías querer apartarme

—¡Claro que no! — se alejó chocando con la puerta del baño.

—Claro que sí, estabas duro, tu cuerpo reacciono al mío ahora será imposible que me aleje de ti

—¿Qué? — su rostro mostraba estupefacción ¿Qué rayos estaba diciendo? — Definitivamente tienes problemas — le dijo saliendo lo más rápido del baño.

 

Luego de eso la cena transcurrió sin contratiempos, la herida de kiyoshi la cubrieron con una simple mentira.

Con cada conversación se dio cuenta de Akira era un encanto, ya se daba cuanta por sus gestos que era lo que tanto le gustaba a su hijo de él. Era alegre, cariñoso, delicado, pero lo que más le había gustado era la mirada sincera que poseía, y que para  mal suyo había encontrado que lo había heredado de su padre, la única diferencia era que el menor no tenía ese lado pervertido y acosador que había conocido del mayor.

Algo le dijo mientras miraba a la joven pareja, que su hijo era el hombre por así decirlo en la relación, eso en si lo dejo más tranquilo, luego se puso a pensar entre él y kiyoshi, ellos parecían ser una versión más adulta de la pareja joven y mucho más atractiva, pensó quien sería el dominante.

Miro al castaño y este le guiño el ojo. Sonrojándose al acto, algo le dijo que quizá en su caso las cosas no se dieran igual.

“¿En qué rayos estoy pensando?” se preguntó mentalmente con aura depresiva.

—¿Papa que te pasa? — Shiro se acercó a él y sobo su espalda — ¿te encuentras bien?

—Si hijo tranquilo, lo siento, fue un gusto conocerlos, espero lo repitamos pronto — dijo no porque lo sintiera si no por educación y costumbre, algo que siempre decía en sus reuniones de trabajo.

—Claro que si, kagami-san — dijo alegre el pequeño — ¿verdad papá?  

—Si,  me gustaría seguir viéndonos, a ver si un día podemos quedar.

“¿Que estaba diciendo?” kagami se alarmo.

—Claro que si, kiyoshi-san, mañana mismo papa tiene libre, estaría muy feliz si lo saca de estas cuatro paredes — kagami abrió sus ojos a mas no poder — se lo pasa aquí o en la oficina

—Por mi estaría bien — le sonrió el castaño  —¿qué dices?

Esto era un complot, miro significativamente a su retoño, ¿él no podía estar de lado de semejante hombre verdad?

—Supongo — se limitó a contestar

Al salir lo estaba despidiendo en la puerta y los menores avanzaron primero, kiyoshi se dio vuelta y miro con una sonrisa resplandeciente. Estaba feliz había conseguido una cita o algo parecido, su pequeño nuero inconscientemente lo estaba ayudado.

 —Kagami — hablo serio el castaño y eso le extraño, ya estaba cansado así que solo lo escucho — ¿le dirás lo que paso hoy a tu hijo?

—No tengo secretos con el —kiyoshi sonrió

—Eso es otra cosa que me gusta de ti — levanto su mano y acaricio su mejilla, kagami se vio a si mismo disfrutando del contacto, las manos del castaño eran grandes y se sintió acunado en ellas —pero ese ha sido tu problema y por el cual no estado con nadie por tanto tiempo, Shiro es perverso, te ha espantado a cada pretendiente  diciendo siempre “que nadie se merece a papá” lo más probable es que intente apartarme así que te pido que por favor no lo hagas… al menos no todavía, dame un oportunidad.

Kagami se quedó sorprendido, por sus palabras y la seriedad con la que las decía, realmente se planteó que de verdad le gustaba al hombre enfrente de él. No contesto no fue capaz, no sabía que decirle.

Sin embargo eso fue esperanza para el más grande que volvió a sonreír, se acercó dándole un beso en la mejilla.

—Nos vemos mañana

Le vio irse tranquilo, pero dejándolo a él con un nudo en el corazón, entro a su casa y se vio en el gran espejo que tenía en la entrada, vio su rostro sonrojado, y en sus propios ojos algo de brillo, su labios... llevo sus dedos y los tanteo, aún estaban calientes.

Su hijo entro feliz de la vida y recordó lo que le había mencionado el castaño, ahora comprendía  cuando algunas chicas, se le declaraban un día y al otro día le pedían disculpas, se retractaban o bien se enojaban y le ignoraban… quizás que cosas les había inventado su “angelical tesoro”

—¿Te gradaron? — preguntó  esperanzado

—Sí, tu novio en un encanto ya veo por qué te gusta.

—Si es hermoso lo amo — respondió soñador  — ¿y su papá? Me gustaría que fueran amigos, el señor kiyoshi es muy amable.

“¿Amigos eh?”

—Puede ser… el tiempo lo dirá  —susurro lo último.

Su hijo se retiró y el volvió a mirarse al espejo.

—El tiempo lo dirá — dijo nuevamente con un sonrisa en el rosto.

Fin  

Notas finales:

Y… ¿Qué tal?, seguramente me mataran.

Espero no me haya quedado muy Ooc  >.<

Muchas gracias por leer y comentar.

Nos estamos leyendo :3 

PD: la mento los errores.


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