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Happy valentine Kagami por Reiga

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Notas del capitulo:

Disculpen por no haberlo subido ayer pero me gano, estaba escribiendo el Nashxkagami y no salió empezare de nuevo, la historia no me convenció.

Sobre este fics, espero les guste, esta pareja es más gusto personal, a mi enserio me gusta XD, me pregunto si habrá alguien más que comparta el sentimiento, bonita lectura!

 


—Este niño no me contesta


—Kagami-san, lo más seguro es que aun siga durmiendo.


—También lo pienso pero, ni kuroko ni Kise contestan ahora, ¿qué demonios están haciendo? — decía molesto mientras seguía marcando.


El chico alto de tés clara, cabello negro y sonrisa ladina, miro a su jefe con gracia. El señor pelirrojo que tenía enfrente  era muy sobreprotector con su hijo y la verdad es que lo entendía, a sus dieciocho años, lo habían secuestrado en dos ocasiones. Y lo abrían hecho una tercera de no ser porque kagami estaba preparado. Después del segundo secuestro prácticamente lo obligaron a aprender artes marciales. Hasta clases de boxeo había tenido.


—No se preocupe. Entre a la cena con los inversionistas yo por mientras llamare y si no contestan iré directamente —El señor  asintió he ingresó al restaurante de lujo.


Imayoshi se alejó un poco y marco primero a kagami, no contesto. Luego a kuroko y tampoco contesto, bien… ahí había algo raro. No se molestaría en llamar una tercera vez, fue a su auto y condujo a toda velocidad, más le valía a kagami estar durmiendo como un angelito en su cama y a ese par de idiotas dar una buena explicación del porqué no contestaban.


Las puertas rápidamente fueron abiertas al reconocer su auto y por la actitud de los guardias se dio cuenta de que algo no andaba bien.


Los dos guardias en la puerta se hicieron a un lado cuando el apareció, la ama de llaves le hiso una pequeña venia al ingresar a la casa. Inmediatamente se topó con un asustado kuroko que lo miro como si fuera el mismísimo satanás. Antes de que preguntar  qué estaba pasando apareció Kise gritando.


—¡Kurokocchi! ya es definitivo no está por ninguna par… —quedo con la misma cara de kuroko al ver al de lentes en la entrada. Ambos tragaron seco.


 Imayoshi suspiro.


—Lo lamentamos, estaba durmiendo no pensé que se escaparía —dijeron con cara de perritos abandonados.


—No se preocupen, debí haberlo supuesto cuando pidió permiso para salir y no se lo dieron —fue al despacho del señor kagami y se sentó prendiendo la computadora.


Los demás solo lo miraban, Imayoshi era la mano derecha del jefe y para todos era bien sabido que era casi como un hijo más, el trato hacia él no se comparaba con ningún otro de los empleados.


—kuroko llama a midorima — dijo mientras seguía buscando en la computadora —“muy astuto enano” — decía para sí, viendo que cada elemento que contenía un rastreador se encontraba en la habitación del pelirrojo, el muy astuto no había salido con ningún bolso, busco si había usado alguna de las tarjetas y tampoco. Se estaba enojando y estaba tratando de no demostrarlo. Apago la computadora y   vio que venía midorima.


—Midorima quiero que vallas con el señor kagami, la reunión  durara  de una a dos horas más. Si el sale y yo no te he llamado, le dices la verdad — el peliverde asentía — la reunión es importante no vamos a preocuparlo demás solo porque este mocoso decidió salir a divertirse.


Todos asentían encontrándole la razón, por otro lado Imayoshi quería salvarle al trasero a su pelirrojo antes de que  por aquello lo enviaran derechito a una isla desierta como castigo.


—Y que vas hacer ¿a donde lo vas a ir a buscar? — pregunto kuroko


—Iré a ver a los lugares que frecuenta sino… — su celular sonó —Diga… — su rostro endureció —disculpes las molestias iré  en un minuto.


—¿Qué paso?


—Ya apareció, midorima ve con el señor kagami yo le llamare para avisarle que todo está bien y ustedes — se dirigió a Kise y kuroko — será mejor que piensen en una buena razón del porque no contestaron el teléfono sin dejar a relucir la pequeña travesura del señorito.


Sin más se fue, lo había llamado el dueño del bar al cual kagami acostumbraba ir con sus amiguitos sorprendentemente era un bar de lujo y donde solo la alta sociedad podía darse el lujo de entrar, pero tal y como decía el sr kagami era un bar al fin y al cabo, con alcohol, cigarros, música y mujeres quizá con dinero pero con las piernas bien revueltas.


Al ingresar el olor lo descoloco un poco y  a pesar de lo fuerte de la música  se concentró en buscar al dueño. Llego al mesón…


—Disculpa, busco al dueño del local.


—¿Para que lo busca?  — pregunto un joven que ni se dignó a mirarlo mientras seguía sirviéndole a un cliente.


—Vengo en representación del Sr kagami  — el chico se detuvo y lo miro atento.


—Disculpe Sr. no me fije…


—Llévame donde él — el chico salió detrás del mesón  y le indico que le siguiera.


Se alejaron lo suficiente. La música ya no se escuchaba. El chico se hiso a un lado y le indicó que entrara.


Inmediatamente vio a kagami con la mirada perdida en un sofá a un lado, cuando lo miro sus ojos estaban desorbitados y rojos intento pararse pero no pudo.


—Ima…


—Cállate — el pelirrojo se mordió el labios mientras sus ojos se cerraban paulatinamente  su cuerpo caía  quedando recostado en el sillón, tuvo el impulso de correr a su lado, pero se contuvo y miro al sujeto sentado en su escritorio — ¿qué fue lo que paso?


—Lamentamos lo sucedi…


—Al grano por favor — estaba molesto y no iba a perder tiempo en rodeos.


—Claro que sí. Llego aquí con dos chicos, uno  se fue primero quedando los otros dos, sabe muy bien que no me conviene tener problemas aquí por lo que tengo cámaras y personal revisando cada área, El señorito kagami es muy conocido aquí por lo que uno de mis empleados se preocupó   al ver que su comportamiento no era normal y nos aventuramos a ir a buscarlo al baño dándonos cuenta de que estaba drogado, de ahí lo trajimos aquí y lo llamamos a usted. 


Imayoshi lo escucho atento y sonrió causando que el señor se tensara.


—¿Sabe quiénes eran los que estaba con él?


—No lo sé no los había visto por aquí — Imayoshi volvió a sonreír, conocía a  kagami como la palma de  su mano y conocía a todos los amigos de su círculo, que saliera con alguien nuevo no era posible, así como la posibilidad de que kagami consumiera drogas voluntariamente.


—Bien quiero las grabaciones del sector donde estuvo kagami y las del baño. — el señor se tensó notablemente y antes de que pudiera mentir hablo — le pido encarecidamente que no me insulte y me de esas grabaciones. Entiendo que no quiera tener problemas con la  familia del otro chico involucrado, me asegurare de que las represalias no lleguen a usted, pero yo no puedo dejarlo pasar y estoy seguro de que el Sr Kagami sabrá agradecer muy bien su ayuda.


—yo… — titubeo con la sola mención de uno de los hombres más poderosos de Japón.


—Está bien no se preocupe — fue por kagami poniendo un brazo en su espalda y el otro por debajo de sus rodillas —Puede ir despidiéndose de este lugar— antes de que se diera vuelta el viejo lo llamo.


 


~*~


 


Cuando llego a la casa kuroko y Kise se abalanzaron a su lado.


—¿Que le paso? —ambos estaban muy preocupados, pero la mirada enojada y amenazadora del de lentes los dejo callados sin ánimos de preguntar algo más.


Subió al segundo piso yendo directamente a la habitación de kagami. Al llegar lo recostó suavemente en la cama.


—Acaso eres idiota — le regaño al aire, se cruzó de brazos  mientras lo miraba dormir como un angelito. Llamar al doctor era mala idea no  podría pedirle que guardara silencio, era de los únicos que estaba bajo la orden directa del padre de kagami. —Lo que sea que te hayan dado ahora te lo aguantas.


Fue por las grabaciones…


 Quince minutos mirándolo y ya estaba colérico.


Efectivamente lo habían drogado, en primera instancia solo conversaban se reían y tomaban  pero en un  descuido del pelirrojo le echaron  un especie de polvo en su vaso. Luego de eso paso un tiempo ya, en el cual no manejaba bien su cuerpo.


Al chico al cual reconocio como Hanamiya estaba a su lado mientras lo sujetaba de la cintura y le hablaba al oído. Realmente no creía que pudiera seguir viendo. Ver a su novio siendo toqueteado por otro hombre no era lo que deseaba, pero necesitaba saber si le habían hecho algo más.


Estaba molesto y estaba seguro que estaba a punto de romper el mouse que tenía en la mano.


Los minutos pasaban y cada minuto era peor que el anterior, kagami apenas y podía sostenerse, mientras los otros dos no dejaban de tocarlo. Lo que le siguió después le hiso levantarse y tirar todo lo que se encontraba en el escritorio, adelanto un poco el video y dio las gracias a que el encargado entro impidiendo que pasara algo más.


Se levantó. Camino a la cama, lo miro y volvió a alejarse, quería que estuviera despierto para desahogarse y gritarle toda su rabia por su descuido. Presentía que a Hanamiya le atraía kagami, pero no creyó que fuera capaz de tanto.


—Kagami — le llamo. Subió a la cama y se situó encima suyo mirándolo cuidadosamente, el sentimiento de encontrarlo lindo he indefenso apaciguaba su enojo — Taiga


—Mg — se quejó, pero no despertó.


Imayoshi se sacó sus lentes y los dejó en el velador, agarro su cara con su mano y lo obligo a levantarla, metió su pulgar en su boca, sonrió al escucharlo quejarse nuevamente. Saco su dedo y se acercó a besarlo, metió su lengua con gula. No había participación del pelirrojo pero aun así lo beso a gusto.


Al soltarlo el rostro de kagami se fue a un lado exponiendo su apetitoso cuello, aquella zona se transformaría luego en su dulce venganza.


 


~*~


 


Al día siguiente, kagami se levantó con el estómago en el piso, le dolía, le gruñía. Una laguna en su mente lo tenía sentado en la cama sin nada que hacer o en que pensar, solo sentir ese dolor que le estaba matando.


—Así que despertaste — kagami miro al pelinegro de brazos cruzados que estaba apoyado al lado de puerta. Con esa maldita sonrisa que odiaba la mayoría de las veces.


—¿Que paso? — se llevó una mano a su cabeza. De pronto sintió un dolor irritante en su cuello, se llevó la mano y noto que tenía irritado  he inchado, se le hiso incómodo. Se levantó rápido y camino a su espejo, aquello era horroroso, era demasiado, se asustó por el significado, miro por el reflejo a imayoshi. Tenía sus ojos abiertos completamente, decir que había enojo en ellos era poco.


—N-no lo sé — kagami noto su camisa semi abierta, la abrió de apoco y la cerro inmediatamente, tenía marcas por todo el cuerpo. Quería morir, se dio vuelta y con temor observo a su novio.


—¿No me mientas, con quien estuviste? — su tono estaba tan lleno de frustración y dolor, que kagami se llevó las manos  a la cara y lloro.


—Con nadie… no lo recuerdo, ayer Salí con Hanamiya y haizaki, luego de eso no recuerdo nada más yo… yo— decía despacio y titubeante.


—¿y con quien lo hiciste o acaso con los dos? — le dolía que le hablara así, pero no podía decir nada, se llevó instintivamente una mano a su trasero. No le dolía y se sintió relajado —¿qué? ¿Crees que porque no te la metió todo está arreglado?


—Lo… lo lamento, ni siquiera sé que decirte, no sé lo que hice pero perdóname no estaba consiente —conocía a imayoshi y ciertamente dudaba que le aguantara algo así, por eso mismo lloraba. Lo perderia. aun así quiso pedirlo, se sentía bastante mal y estúpido por permitir que algo así pasara.


Imayoshi se acercó y toco su cabeza, le enternecía verlo así no lo podía negar, ya era suficiente el castigo.


—Ya ya… — le decía abrasándolo acariciando su cabeza — tranquilo, lo de las marcas fue para castigarte — sintió como kagami se aferraba a el — las hice yo.


Kagami se alejó lloro con aun mas intensidad y con fuerza encesto su puño en el estómago del pelinegro, quien solo sonreía. Se esperaba esa reacción, trato de volver a  acercarse.


—¡Eres un imbécil! —iba a volver a golpearlo, pero imayoshi se alejó, kagami golpeaba duro, el primero se lo merecía, un segundo no estaba seguro.


—Te lo merecías, saliste sin permiso y ya ves lo que paso, debería estar furioso contigo.


Luego de eso discutieron cosas, entre lo que pasó y kagami que ya no le creía, no le quedó otra que mostrarle los videos. El menor no lo podía creer, eran amigos, no de los mejores pero no creyó que lo pasarían a llevar de esa forma.


—Lo voy a matar…


—No. Tu no harás nada yo me voy a encargar. Ahora vístete, no te perderás las clases


Su tono era tan serio que no se atrevió a contradecirlo, no era  alguien mansito, pero esta vez reconocía que esto había sido su culpa por descuidado. El viaje en auto fue tortuosamente silencioso.


Imayoshi le dijo a kagami que citara al atrevido detrás de la universidad que tenía que hablar con él y el muy descarado había aceptado sin siquiera rechistar.


Cuando lo divisaron, Imayoshi espero pacientemente, a que estuviera  lo bastante cercan... cuando lo considero así, le dio un golpe con tanta fuerza que juraba haberle roto la nariz.


Lo tomo de la camisa y lo obligó a mirarlo. Luego tomo del cuello a kagami y lo beso profundamente.


—¿Lo viste?... ¿has escuchado el dicho “en lo ajeno reina la desgracia”? no llames a la tuya. La indulgencia no va conmigo y está esta será la única oportunidad que te doy. — lo empujo y tiro al suelo — solo por si acaso… te digo que si quieres abrir la boca, la grabación en donde drogas a kagami saldrá a la luz, tú y tus padres no quieren eso — Tomo del brazo a kagami y lo arrastro lejos de ahí.


Estaba ofuscado, enojado y dudaba que pudiera seguir controlándose, kagami tomo su mano y se disculpó, realmente lo sentía.


Imayoshi sonrió y apretó esa mano, no estaba enojado con él, su salida solo había sido una travesura para despejarse, sabía que estaba hastiado de la presión que ejercía su padre.  Cuando  él no estaba el no dudaba en darle permiso. Claro ahora estaría más atento.


Se volteo, llevo una mano a su cuello y la otra a su cintura camino con él hasta que chocaron con una pared, quedaron en una especie de callejón, dos edificios a sus lados le daba la sombra que necesitaba.


Al darlo vuelta el pelirrojo  se tensó. Imaginar lo que estaba planeando lo lleno de placer y miedo a la vez, aquello era imposible.


—¿Acaso te volviste loco?, aquí no —  se quejo     


  Imayoshi ignoro la queja mientras comenzaba a besar su cuello, y todo lo que tenía a su alcance, tomo su quijada y lo beso con gula mientras su otra mano trabajaba en su pecho. Su pelvis simulaba quedas penetraciones que en ambos ya estaba causando estragos.


—Tienes que ir a clases así que hoy no habrá preparación —susurro en su oído, mientras sus manos desabrochaban sus pantalones y los bajaban con sensualismo.


Kagami expectante a lo que venía, se apoyó en la pared, un espasmo recorrió todo su cuerpo al sentir las firmes manos de su pareja en su trasero. Su entrada se contrajo al sentirla expuesta y con la punta de su pene tanteándola.


Dios~ lo quería ahora y lo quería ya. Como si le hubiese escuchado se vio penetrado duramente.


El dolor era grande pero era parte de placer y este era mayor. Escuchar a su pelinegro jadear conteniéndose para no arremeter contra el aún le encendió aún más. El mismo comenzó a moverse sintiendo en el alma como sus paredes parecían rasgarse.


Una penetración y luego otra le dieron paso a mas, los jadeos y gemidos sonoros eran tapados por la boca del otro.


—Dios — gimió sonoramente, iba a correrse, kagami lo había hecho recién y lo había apresado tan hermosamente que ya no podía reprimirlo más, se salió y lo expulso todo en la pared.


Ambos respiraban agitadamente, imayoshi saco un pañuelo de su camisa y se limpió arreglando su ropa, vio el rostro enfurruñado su amor y sonrió.


—No podía correrme dentro de ti, tienes clases ahora — kagami lo sabía, la sensación era diferente y había quedado con ganas de ella. Le gustaba cuando ese líquido ingresaba en sus entrañas quemándole por dentro, la sensación era  gratificante. Sobre todo cuando imayoshi hacia “eso” luego para ayudarlo a limpiar cierta zona, sin duda un secreto que se llevaría a la tumba.


 


~*~


 


—Señorito kagami, cuídese por favor, lo estaré esperando a la salida no se demore — le dijo con un reverencia cuándo lo dejo en la entrada del edificio principal con esa sonrisa que tanto amaba, ya que solo para él, era verdadera.


Fin 

Notas finales:

Díganme que tal ¿sí? muy Crack? XD

Nos estamos leyendo!

Buenas noches! 


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