- E…estas segura… de asumir la responsabilidad de saber aquello- dije casi en un susurro acercándome a su oído
- S-si- dijo nerviosa
- No sabes… de verdad no sabes cuánto envidio el agua… solo ellas pueden deslizarse a plenitud sobre tu bello cuerpo- la mire con intensidad, para luego bajar a su clavícula y lamer la gota que osaba querer seguir bajando, Amanda suspiro, mientras cerraba los ojos y me abrazaba por el cuello, yo seguí en mi labor de lamer cada gota de agua hasta el comienzo de sus senos luego subí y la mire directos a sus ojos que acaba de abrir- tú me gustas Amanda… estoy dolorosamente enamorada de ti desde el primer día en que te conocí-
- Robín…- me dijo mirándome con una expresión que me costaba descifrar era una mezcla de muchas emociones y expresiones, ¿dolor? ¿sorpresa? ¿alegría? ¿tristeza? No estaba segura, pero si quería no cagarla debía detenerme o no habría vuelta atrás.
- L-lo siento…- me levante algo brusca y trate de incorporarme- olvida lo que dije e hice-
- ¿por qué?- me pregunto levantándose levemente y cubriéndose con la toalla- ¿Por qué nunca me dijiste nada?- pude notar confusión y dolor, maldición… ¿qué diablos hice?
- Cuando me armaba de valor… siempre… siempre venias tan feliz con tu novio… que simplemente me hacía aun lado, no iba a ser yo quien te arruinara tu felicidad- dije con cierto dolor, no debería ser sincera justo ahora- a veces sentía que… me dabas esperanzas… esos besos… esas caricias, pero… en solo unos momentos llegabas con tu nuevo pretendiente… me dolía, pero era tu amiga, ante qué otra cosa- dije mirando el suelo- yo… yo debería irme… - trate de levantarme pero Amanda me retuvo tomando mi brazo, la mire y me di cuenta que estaba llorando
- Lo siento- dijo triste- lo siento…- dijo abrazándome, yo me sorprendí y al mismo tiempo me sonroje, la toalla se había caído y había quedado entre ambas en la cama
- Amanda… t-tu toalla- dije
- No importa…- me miro directamente a los ojos- por favor… no te detengas
Al escuchar aquello sentí que tenía el permiso de ella de hacer todo lo que yo quisiera, descargar todo mis deseos reprimidos, en ella. La abrace por la cintura y en ese momento ella me beso. Me gire junto con ella y la deje bajo mío, sin romper el beso, a principio el beso fue suave y cargado de muchas emociones, pronto este se fue tornando cada vez más intenso, profundice el beso metiendo mi lengua en su cavidad bucal, la cual ella acepto gustosa, luego de degustar por completo su boca, baje hasta su cuello donde empecé a lamer, besar y succionar su cuello, ella suspiro
-n-no dejes marcas…- dijo entre suspiros, decidí bajar un poco más y morder su clavícula donde emitió un leve gemido, baje aún más hasta sus senos, los mire y empecé a tocarlos, me metí uno a la boca, mientras el otro lo tocaba con mi mano, lo mordí succiones y bese su seno, sacando cada vez más suspiros, hasta que alguien nos interrumpió.
- ¡hija!- llamo la madre de Amanda desde la cocina, se le escuchaba a lo lejos- ¡les deje comida en la cocina! ¡Con tu padre saldremos!- grito
Ambas nos habíamos quedado paralizadas, nos habíamos olvidado de su madre, ¿Qué hubiera pasado si en vez de gritar su madre hubiera entrado al cuarto? Me hubiera echado a escobazos.
- Tal vez debería detenerme- dije separándome
- No puedes echarte para atrás luego de dejarme así- exclamo abrazándome por el cuello acortando la distancia que había impuesto entre ambas
Al sentir la puerta cerrarse, decidí continuar lo que había empezado, decidí bajar aún más mientras besaba su vientre hasta su pelvis, dando un último beso baje hasta entre sus piernas para lamer su intimidad, ella emitió un fuerte gemido, lo cual me encendió aún más, estaba bastante mojada, quien diría que mi amiga heterosexual, estuviera así de caliente por una chica. Luego de lamer un buen rato su sexo decidí introducir dos dedos, que entraron con facilidad, escuchar los gemidos de Amanda eran realmente placenteros, me sentía a mil, definitivamente Amanda no dormiría en la noche, quería borrar cada rastro o huella de Nathaniel de la piel de mi amiga, quería que esta vez fuera única e insuperable. Amanda no tardó en llegar al clímax con mis atenciones, podía verla respirar pesadamente, definitivamente hoy sería una noche larga.
- Me encantas- exclame colocándome a su lado
- Tú también- dijo sonriendo
Tal como dije fue una noche larga llena de placer, ambas quedamos exhaustas, nos acostamos en su cama para descansar un rato, para luego irnos a bañar juntas en su tina, donde la abrace aun sin poder creer todo lo que habíamos hecho.
- ¿ahora que pasara?- me pregunto algo temerosa
- Todavía no es momento de pensar en eso- me acerque a su rostro y la bese de nuevo, pero Amanda se separó de mí, algo espantada , como si recién se hubiera acordado de algo
- ¿Qué pasa?- pregunte confusa
- Lucia…- dijo pálida
- ¿Qué con ella?- dije sintiéndome incomoda
- Ella iba a venir hoy temprano…- dijo saliendo de la ducha y colocándose una toalla
- Que sexy te ves así con solo una toalla… me dan ganas de hacerlo contigo de nuevo, pero esta vez frente a tu espejo- Salí de la bañera y la abrace por detrás
- Teníamos que terminar un trabajo y como estaba ocupada en la tarde dijo que vendría como a las 11… y no sé qué hora es- dijo asustada
- Pues… son como las 10:26- dije calculando más o menos desde la última vez que vi la hora en mi celular
- Vamos a vestirnos y a comer algo- dijo saliendo del baño
- Ok- exclame
Le hice caso y al momento de terminar de comer decidí ir a acostarme a su cama, estaba cansada y aun no se me apetecía irme, ella acepto, con la condición de que no dijera nada y fuera amable.
Fui a tenderme y a descansar luego de la larga noche que tuve, mientras Amanda esperaba impaciente a lucia, temía que ella la descubriese, era intuitiva sin decir que no sabía disimular y sus escusas eran patéticas. Tal y como dijo lucia llego a las 11 en punto a su casa, al entrar la saludo con un beso en su mejilla, luego de un corta platica y un café, se pusieron en marcha para terminar lo más rápido posible el trabajo que debían entregar mañana.
- ¿Trajiste tu computador?- pregunto Amanda
- Sí, pero necesito cargador-
- Ok, en mi pieza tengo mi computador y el cargador- dijo algo nerviosa- espérame iré a buscarlos- se levanto
- ¿pasa algo?- pregunto lucia, ante el evidente nerviosismo de su amiga
- He… no… para nada- sonrió nerviosa- ¿Por qué debería pasar algo?
- ¿tienes a alguien en tu cuarto?- pregunto directamente lucia
- ¿qué?- pregunto Amanda roja
- Porque cada vez que necesito algo, siempre me mandas a mí a buscarlo, es extraño que ahora vayas tu-
Amanda respiro profundo para tranquilizarse, Robín era su amiga después de todo es normal que pase una noche en su casa no es nada raro.
- De hecho sí, hay alguien-admitió Amanda
- Woow, ¿Quién?- dijo lucia sorprendida
- No creo que te agrade- dijo incomoda- es Robín-
Lucia quedo en silencio, no era raro que Robín estuviera en su casa, eran amigas después de todo, ella estaba en el cuarto de Amanda durmiendo, como si nada, ¿habrá hecho o dicho algo que no debería? Se preguntó.
- Entiendo- dijo lucia rompiendo el incómodo silencio
- Para no molestarte o molestarla, prefiero ir yo y no hacer ruido esta algo cansada- dijo Amanda
- ¿cansada?- pregunto lucia extrañada, conociendo a esa pervertida quizás que hubiera hecho
- He… bueno… es que… su… su… su hermano… si su hermano… llevo a alguien anoche a su casa y hubo acción creo- rio nerviosa al decir aquello- llego algo tarde y nos quedamos hablando hasta tarde-
- Oh… que incomodo- dijo lucia
- Si- dijo Amanda fue rápidamente a buscar lo que necesitaba para ir donde su lucia, vio a robín durmiendo plácidamente y no pudo evitar sonreír tontamente al recordar lo que hicieron en la noche
Luego de trabajar y lograr terminar lo que les faltaba, se dividieron las partes, ya que la profesora les encargo un tema del cual luego les aria preguntas, su trabajo tenía 27 páginas y era algo confuso. Pero antes de que lucía se fuera, robín apareció media somnolienta, pero despertó rápidamente al ver a lucia a un metro de ella.
- ¿He?...mm… hola- dijo para luego bostezar
- Hola Robín ¿Qué tal?- dijo cruzándose de brazos, pero esta la ignoro y fue a la cocina donde fue por un vaso con agua, para luego ir de nuevo a la pieza de Amanda. Lucia sintió un extraño malestar a ver a Robín, sentía que aun asuntos pendientes con ella, por lo que era incómodo, se dijeron muchas cosas en esa discusión y quería disculparse por haber sido una idiota, aunque Robín también lo fue, pero ya no podía acercarse a ella.
Cuando Amanda quedo sola fue donde Robín y se acostó con ella, donde la abrazo fuertemente, era momento de hablar de lo que harían de ahora en adelante y aceptar las consecuencias de sus actos, más que mal, ella tenía un novio el cual le había faltado el respeto engañándolo con su amiga, ella decía amarlo, pero ya no estaba tan segura después de lo sucedido.
- ¿Qué deberíamos hacer?- pregunto algo temerosa Amanda
- No se- respondió Robín- ¿Qué quieres hacer? Por qué si hacemos algo hay que hacerlo bien-
- ¿Crees que debería terminar con el?- pregunto
- ¿lo amas?- pregunto robín
- No lo sé, ahora me siento dudosa, pero no quiero apartarme de ti- exclamo
- Entonces deberías terminar con él y ser mi novia- dije mirándola directo a sus ojos azules
- No quiero hacerle daño-
- Yo tampoco…- dije aunque ya lo había hecho, me había acostado con su novia- a pesar de todo se ganó mi respeto- sin duda el la amaba con ella lo hacía, era algo complejo
- Dame tiempo- dijo Amanda- necesitamos tiempo para arreglar todo y poder estar juntas-
- Está bien- dije acercándome a ella y besándola de nuevo