Lucia fue la primera en despertarse y al abrir los ojos se encontró con Robín abrazándola, mientras dormía. De inmediato recordó todo lo que ocurrió en la noche y no pudo evitar avergonzarse, le dolía un poco el cuerpo. Pero el cuerpo desnudo de Robín le parecía bastante cómodo y cálido, pasaban los minutos y Robín no daba señales de despertar, por lo que lucia decidió despertarla, pero no sabía muy bien cómo, tal vez bastaría con llamarla por su nombre y moverla un poco.
- R-ro-ro-rob…- por qué diablos tartamudeaba, solo despiértala- ro… robín- dijo pero fue demasiado suave como para despertarla, pero recordó cuando la vio dormir aquella vez en su casa y cuando ella le dijo que la despertara con un beso, ¿sería eso una buena idea? ¿sería demasiado cursi de su parte? Cuando reacciono se dio cuenta de lo que estaba pensando y lo descarto, que le estaba pasando, por que seguía pensando en ese tipo de cosas cada vez.
- Bueno días- dijo Robín despertando
- R-ro…robín- dijo nerviosa lucia
- ¿tienes hambre?- pregunto dando un gran bostezo, lucia sonrió, siempre pensando en comida
- Un poco… pero creo que tomare una ducha primero- lucia se sentó en la cama y se tapó con la sabana
- Oh en ese caso, ahorremos agua y tomemos una ducha juntas- sonrió
- Eres una pervertida ¿sabías?- respondió lucia
- Si lo se… pero a si te gusto- se levantó y la beso en los labios- te espero en la ducha- le guiño un ojos y fue a meterse al baño
- Maldita pervertida- dijo lucia sonrojándose violentamente mientras se tapaba el rostro con las sabanas
Una vez que sintió el agua de la ducha correr, se levantó y fue a ducharse junto con Robín, la ducha era una cabina y ambas cabían perfectamente, solo Robín chocaba sus brazos de vez en cuando.
- ¿Quieres que te ayude?- pregunto Robín acercándose más a mi cuerpo, mientras me miraba fijamente
- N-no- es que acaso no se cansa, maldita ninfómana
- Vamos no seas tímida- la escuche decir, mientras sus manos tocaban mi cintura, me dio la vuelta y tuve que afirmarme del cristal, mientras una mano subía para tocar uno de mis senos y la otra se deslizaba para tocar mi entrepierna, sentí sus labios tocar mi hombro y su cuerpo apegarse a mi mientras movía sus manos con maestría, trataba de evitar gemir, no quería darle esa satisfacción, cerré los ojos y apreté los labios para evitar soltar algún sonido, pero era difícil , el cómo tocaba mi entrepierna me estaba enloqueciendo, aparte estaba sensible debido a la intensa noche que tuvimos.
- Ah…- gemí en cuando piñizco uno de mis pezones, al escucharlo sonrió
- Me encanta escuchar tu voz- luego de decir aquello mordió mi hombro, sacándome otro gemido más, debía parar aquello, si no terminarían haciéndolo de nuevo y conociéndola no se quedaría satisfecha con una vez.
- Ro…robín… ah… det…detente…- trataba de evitar gemir
- ¿Por qué? Tu cuerpo no dice que me detenga- aumento el ritmo de sus manos, yo trataba de evitar gemir demasiado alto, hasta que sentí que me venía, maldición había logrado lo que quería esa maldita- te corriste- sonrió feliz ante su hecho
- Eres una ninfómana- dicho esto avergonzada coloque la ducha en agua fría, robín dio un gran grito y se corrió para que el agua no le diera de lleno en la cabeza y en la espalda
- Que mala eres… maldición hace frio- dijo robín cambiando ha agua caliente- yo solo quería darte amor-
- Eres una pervertida, quieres hacerlo hasta en la ducha-
- Contigo en todos lados- me guiño el ojo- pensé que sería divertido hacerlo en la ducha, la casa tiene muchos lugares…- sonrió
- Ya basta, dame un respiro- dijo lucia
- No- dijo robín acercándose de nuevo una vez que el agua estaba temperada- cada vez que te veo, tengo ganas de hacer el amor contigo- lucia estaba roja como un tomate, ella era una maldita pervertida, pero era su pervertida.
- Terminemos de ducharnos y desayunemos- dijo lucia
- Está bien- dijo Robín
Luego de terminar de ducharse y vestirse robín preparo el desayuno, más bien ella solo hirvió el agua, lucia tuvo que preparar el resto, fue ahí en ese momento donde comprendió las intensas preguntas del hermano de Robín sobre si sabía cocinar o no, Robín era pésima cocinera, ahora creía cuando Brandon le dijo que Robín casi quema la casa al hacer un pan tostado, dios era un peligro en la cocina.
- ¿Quieres salir a conocer el lugar?- pregunto Robín tomando la taza de café y tomando un gran sorbo de ella
- Si- dijo entusiasmada lucia
- Genial- exclamo Robín- hay que disfrutar este día al máximo, mañana volveremos a la realidad- al decir lo último, se pudo notar una leve mueca de disgusto a Robín
- S-si- dijo lucia como si aquello le hubiera recordado algo desagradable
- En fin salgamos…- dijo Robín
Luego de un desayuno ambas salieron de la cabaña, lucia se dejó guiar por Robín, al parecer conocía bastante bien el lugar, Robín parecía feliz caminando por el lugar, saltando algunas rocas o ramas de árboles.
- Oye… que te parece si…- empezó a decir Robín yo puse mi mano en su boca
- No- dije- dame un respiro-
- Ok- dijo resignada una vez que lucía retiro la mano de su boca
- Robín…¿ahora qué?- pregunto lucia
- ¿qué?- pregunto
- Que pasara de ahora en adelante- insistió lucia
- No lo sé…- encogió los hombros
- Me trajiste acá ¿sin saber que iba a pasar después?-
- Es que no sé qué hacer… solo vivo el presente, las cosas están complejas- respondió Robín deteniéndose
- Ósea que ahora seré tu amante, porque tu novia es Amanda
- No es mi novia, es algo raro… -
- ¿Somos lo mismo?-
- No… es complicado, Amanda a pesar de todo es mi amiga y no quiero lastimarla, odio verla llorar, desde que la conozco siempre llora por gente estúpida… como yo, no quiero que llore, pero tampoco quiero renunciar a lo que yo siento, son cosas distintas, lo único que puedo hacer es esperar a que Nathaniel se la gane de nuevo, pero seguiría siendo una mierda-
- Seguirás dando un paso al costado, un día eso te va a quedarte sola, Robín yo no soy segunda opción de nadie-
- Lo sé, solo quiero disfrutar lo último que me queda de vida- sonrió con cierta melancolía, pero aquello dejó perpleja a lucia ¿lo último que le queda de vida?
- ¿A que te refieres con eso?- pregunto temerosa lucia, la conversación había dado un vuelco inesperado
- Es mi padre, no se dé lo es que capaz de hacer, él se va a vengar por haberlo metido preso y precisamente va a ser a mí no a mi hermano-
- ¿Pero él no saldrá hoy?-
- No lo sé, pero saldrá libre pronto-
- Escucha… no te des por muerta aun, primero solucionemos este tema, entonces ¿que soy para ti?- trato de desviar
- Mm… digamos que mi favorita- sonrió de lado- la primera en mi lista
- Ibas tan bien…- negó con la cabeza lucia- tú y tu extensa lista-
- ¿he?- no funciono con ella, supongo que es de las que son únicas- entonces… eres la única ahora-
- Ya vamos de vuelta a la cabaña- se dio vuelta y camino en dirección a la cabaña
- Ashh mujeres son mi perdición- la siguió de regreso a la cabaña
Luego de un rato ambas decidieron ir de regreso a sus casas, el padre de lucia casi sale a recibir a Robín con una escopeta, si no es porque su esposa no se lo permitió. La madre de lucia la invito a pasar pero ella se negó amablemente y acelerando al máximo se fue rumbo a su casa, al llegar y como supuso nadie estaba, Sam estaba durmiendo en el sillón pero a penas la vio salió a recibirla.
- Que paso amiguito, me extrañaste mucho- le hice cariño para luego abrazarlo- ven salgamos a pasear- al escuchar “pasear” empezó a ladrar de emoción, Robín fue a buscar su correa y la engancho al collar para salir, pasearon un largo rato, hasta que Sam empezó a gruñir, se dio cuenta que pasaba Amanda, al verla fue a abrazarla, pero Sam no se lo permitió.
- ¿Dónde estabas? ¿Por qué no contestaste mis llamadas?- le pregunto molesta
- Estaba ocupada, resolviendo asuntos- se limitó a decir robín
- Estabas con alguien ¿verdad?- me dijo enojada
- Si, estaba con Aarón ¿contenta?- le dije algo molesta, odiaba que me controlaran yo era un alma libre
- Mentirosa- me empujo ante eso Sam reacción colocándose delante de las dos y le gruño, nunca entendí por qué le odiaba, pero no sería bueno que el mostrara su odio mordiéndola, como pude lo agarre firmemente de la correa
- ¡BASTA! Que quieres que diga, tengo mis asuntos y eso no te compete- le dije enojada
- ¡soy tu novia!- me grito enojada
- Espera… para ahí… tú no eres mi novia, nunca te lo propuse- dije negando con la cabeza confundida
- ¿Entonces que somos?- me pregunto
- Amigas…- dije
- ¿qué?- dijo dolida- Robín después de lo que hicimos no me puedes decir que somos solo amigas
- Lo siento… escucha… mi vida se está tornando compleja… por favor no lo hagas más difícil… Amanda un paso a la vez- dije tratando de excusarme, recordé lo que le dije a lucia temprano ese día y recordé a los idiotas que le rompieron el corazón, yo también lo estaba haciendo, lastimándola porque empezó a gustarme lucia.
- Entonces qué quieres… me dices que me quieres, tenemos sexo y luego eres fría… acaso ¿solo querías tener sexo conmigo?-
- No… no nunca querría solo tu cuerpo… es solo…- dije al ver como empezaba a llorar
- ¡¿es solo que?! No te entiendo Robín ¿Qué quieres?- lloraba demasiado, yo simplemente no sabía que decir o hacer, sentía que la había jodido otra vez, ¿ahora que aria?- porque no me dejas apoyarte… ¿acaso te gusta alguien más?
- He…n-no es eso, es solo…- dije nerviosa
- No quiero excusas… se sincera ¿quieres ser mi novia? ¿sí o no?- sentencio Amanda
- ¿qué?- o diablos…. Ahora que digo