Había sido una semana bastante agotadora, pero al fin había llegado el viernes y me alistaba junto a Lucia para viajar. No negaba que estaba nerviosa, demasiado nerviosa, pero sabía ocultarlo, por primera vez fui yo quien me desperté primero, aunque a decir verdad no pude dormir, mi mente me jugaba malas pasadas, aunque trate varias veces no fui capaz de imaginarme el rostro de mi padre biológico, lo imaginaba como un hombre alto, por qué tanto como Annie y yo lo éramos, también suponía que teníamos en común los ojos y el color de cabello, pero hasta ahí llegaba, ¿Cómo sería su personalidad?
Habíamos salido temprano para poder llegar antes que saliera de clases mi hermana menor y una vez que llegamos nos fuimos de inmediato a un hotel cercano, era de la familia de un amigo asique mi billetera no sufrió mucho, aún era temprano así que podíamos dormir un poco y recuperar sueño pero, no pude, recibí un mensaje de Annie, al parecer se le había olvidado llevar cartulina y preguntaba si yo podía comprarle una e ir a dejársela, deje a Lucia en el sitio y me fui caminando, la cuidad no era muy grande y ya la conocía, a veces solía venir con mis amigos los fines de semana, pero era en las noches. No imagine que mi madre estuviera aquí, pille un almacén que justo tenia cartulinas así que le lleve dos, me dirigí a su colegio, agradecía conocerlo de vista, menos mal me había enviado la dirección o más bien por donde quedaba.
Al llegar un guardia me detuvo, le explique más o menos lo de la cartulina olvidada, pero él se ofreció a llevarla, también me dijo que no podían entrar desconocidos al colegio, si mi colegio tuviera esa seguridad, mi padre ni a palos hubiera ingresado, para tratar de matarme. Le dije al hombre que quería ver a mi hermana menor que yo no era de aquí y que me gustaría verla, ya que nunca teníamos esa oportunidad, le conté tan buena historia que al final de tanta insistencia me dejo entrar, ya que le había mostrado una foto de mi hermana y el la reconoció. He de admitir que mi hermana tiene bastante suerte, tiene profesoras jóvenes y bastante atractivas, porque mi colegio no es así, vaya mala suerte, una de ellas se me acerca algo temerosa y me pregunta que hago aquí, sonrió y le muestro la cartulina, contándole más o menos la misma historia que el guardia, ella impresionada me lleva al salón de clases de mi hermana, pero la profesora a cargo del curso sale, ella si que tenía personalidad, me agrada eso en una mujer, me prohíbe pasar al salón diciendo que ella la entregará, trate de objetar pero no me dejo, cabe decir que me callo en menos de un segundo, como si yo fuera parte de sus alumnos. Me resigne a mirar a mi hermana por la ventana, tendría que ajustar cuentas con los mocosos más tarde. Pero como si la suerte estuviera de mi lado, llamaron a aquella profesora, quien me miro de arriba abajo, aproveche el impulso y entre, todos los mocosos me miraron asustados, bueno mi pinta de chica mala, asusta, pero de inmediato mi hermana corrió a mis brazos.
- Ten- le extendí la cartulina
- Gracias- sonrió
- ¿Quiénes te molestan?- pregunte separándola un poco de mi
- Ellos apunto a dos chicos sentados al final, me puse la mano al bolsillo y mirándolos enojada me acerque a ellos, quienes reaccionaron intimidados
- Así que… ustedes par de mocosos molestan a mi hermana- exclame amenazadoramente
- N-no…- respondió uno
- Entérense ella es mi hermanita y si le tocan un pelo, ustedes están acabados- exclame tomando uno de sus lápices y rompiéndolo solo con un dedo- espero no volver a escuchar quela molestan, le digan cosas o le pegan, porque volveré, conozco sus rostros mocosos- les dije en forma amenazadora, dicho esto me di la vuelta y abrace a mi hermana una última vez y me marche. Una vez que termine con mi hazaña me marche del colegio y me fui a descansar como merecía, Lucia estaba durmiendo cuando llegue así que me acosté a su lado, sin duda en la tarde sería un gran momento que podría ser bueno o malo.
No podía negar que estaba sumamente nerviosa, pero al menos pude dormir algo junto a Lucia, cuando ya no pudo seguir descansando se le ocurrió una idea bastante interesante, beso suavemente el cuello de su novia, provocando que ella se estremeciera levemente, de inmediato Lucia busco contacto visual al ver como los labios de Robín recorrían un camino hasta su hombro.
- No- dijo Lucia tajante
- Vamos… un poco- dijo Robín sonriendo mientras se acercaba para besar su labios, la tomo con cuidado y la coloco arriba suyo donde la abrazo con fuerzas para que no escapara- tienes un rico aroma- exclamo Robín acariciando la espalda de Lucia- ¿aunque sea podemos quedarnos un momento así?-
- S-si- dijo sonrojada Lucia- eres una estúpida- exclamo escondiéndose en el cuello de su novia- te quiero-
- Yo también- sonrió Robín
Aunque no quería admitirlo a Lucia le encantaba cuando Robín se ponía tan cariñosa con ella sin llegar a tener sexo, disfrutar de un momento juntas abrazadas y besándonos.
Faltaba media hora para el gran momento, Robin de verdad estaba nerviosa y no podía disimularlo, caminaba de un lado a otro mordiéndose el labio inferior.
- Creo que vomitare- dijo Robin abriendo la ventana de la habitación
- Calma- Lucia estaba preocupada ante tanto nerviosismo de su novia
- No me pidas eso-
- Vamos antes que vomites… el aire te ara bien- exclamo Lucia tomando la mano de su novia
Ambas caminaron por el lugar, Robin conocía bastante la zona y no les tomo mucho encontrar la casa, sin duda era bastante amplia. Tenía un cerco bastante grande, Robin toco el timbre y de inmediato salió la menor a recibirlas, más que nada se hecho a los brazos de Robin calmándola bastante, ambas entraron Robin cargando a la menor. La madre de ellas las recibió bastante nerviosa, pero a penas saludo a Lucia clavo su mirada en ella, Lucia se sentía algo intimidada pero no sabía descifrar muy bien la mirada de la madre de su novia.
- Señora… ella es Lucia mi novia-exclamo Robin abrazándome por el cuello- más te vale respetarla y por si lo intentas déjame decirte que soy demasiado gay para que salga con un chico- exclamo a la defensiva Robin
- Robin…- llame su atención frunciendo el ceño- no seas mala- exclame piñizcando su mejilla, creo que por el momento ella debe abstenerse de pelear, agradecía que la pequeña había ido a su cuarto en aquel momento
- Está bien hija dije que te iba a apoyar- sonrió levemente- hace unos momentos me llamo tu padre… dijo que debido a una dificultad llegara más tarde y que cenemos- exclamo
- Ok- se limitó a decir Robin, aunque le incomodo el que ella se refiriera a él como su padre, cuando ella no lo consideraba así
La cena transcurrió en su mayor parte en silencio, si no fuera por Annie el silencio se habría tornado incómodo y Robin terminaría diciendo algún comentario hiriente, pero frente a la menor se contuvo bastante, aunque cabe destacar que la comida estaba deliciosa.
- Robin ¿quieres jugar conmigo después de cenar?- exclamo la menor contenta
- Claro- sonrió
- ¿Lucia tú también quieres?-
- Si-
- Genial-exclamo alegremente Annie
Una vez que terminaron de cenar Lucia ayudo a recoger la mesa, aunque la madre de su novia trato de negarse, puesto que era una invitada, pero de todas formas termino ayudando un poco, luego de aquello la menor tomo de la mano de Robin y Lucia, se las llevó a su cuarto, sin duda su habitación era bastante femenina, sus paredes estaban pintadas de color rosado claro, poseía una cama del mismo color, pero lo que más llamaba la atención era la enorme cantidad de peluches que tenía, sin duda era muy variados tenia osos, perros, gatos, monos, hipopótamos, elefantes, sin duda a la menor le encantaban los peluches.
- Tu habitación es muy bonita-exclamo Lucia
- Gracias- sonrió la menor
- Tienes muchos peluches- acoto Robin examinando el lugar
- Sí, me encantan- sonrió, Robin al verle sonreír memorizo aquel hallazgo, era un posible regalo
Pasaron unos segundo antes de que las tres se pusieran a jugar, a Robin le costaba un poco pero hacia su esfuerzo en acompañar en todos los juegos que sugería Annie, desde siempre nunca fue muy femenina y jugar a la “casita” no era su fuerte hasta en un juego se le quemo la comida, a lo que tanto como Lucia como Annie rieron. Al final el tiempo paso más rápido de lo que esperaban y pronto la puerta del comedor se abrió, a lo que Annie se levantó del suelo y corrió hasta la puerta.
- ¡Papá llegaste!- exclamo alegre la menor subiéndose a sus brazos
- Llegue- dijo aquel hombre
Al escuchar aquello Robin se tensó un poco, se levantó del suelo puesto que estaba sentada y respiro profundo una vez y salió de la habitación de la menor seguida por Lucia, aunque su paso era firme Robin temblaba internamente, era el momento de la verdad lo iba a conocer, dio unos cuantos pasos más y llego al comedor, en aquel momento tonto Robin como aquel hombre cruzaron miradas, se miraron en silencio algunos segundos, Robin quedo sorprendida realmente ese hombre se le parecía, la tonalidad de su cabello era lo único que se diferenciaban, él lo tenía de color rubio mientras que ella era algo parecido a un castaño claro la piel, los ojos, la altura, era como su versión masculina y ahora ¿qué? Se preguntó ya lo había conocido, sacio su curiosidad de saber cómo era su aspecto físico pero ¿ahora qué sigue?
Lucia casi deja escapar un grito de la impresión, sin duda ambos se parecían demasiado, aquel hombre era bastante alto, como Robin, sus ojos poseían el mismo verde intenso de su novia, su piel no era tan pálida como la Robin poseía un poco más de color, sus rasgos eran bastante masculinos, un poco de barba se asomaba en su rostro, miro a su novia y luego de inmediato a él, ambos se estaban mirando en silencio.
Aquel hombre miro a su esposa bajando a la niña de sus brazos, al ver que la mujer asentía como diciendo ella es, aquel hombre suavizó un poco su mirada y sonriendo de lado se acercó a las dos chicas.
- Ya veo… así que tú eres Robin- la miro directamente a los ojos sin dejarse intimidad por la mirada seria y directa de la menor- es un placer conocerte- dijo tranquilamente estirando la mano, Robin al fin bajo la mirada hacia la mano y algo desconcertada la estiro y la estrecho con aquel hombre, “su mano es cálida” pensó al estrechar la mano y eso que vino de afuera, luego aquel saludo el hombre dirigió su mirada a la chica que estaba tras Robin se acercó a ella y la saludo amablemente.
- Querido ella es Robin- miro a su esposo y luego a Robin- él es George es tu padre biológico-
Ante la leve presentación por parte de su madre, Robin no sabía muy bien que decir o hacer solo asintió un poco.
- Supongo que tienes preguntas y reclamos… - sonrió levemente mirándola a sus ojos- las responderé todas, pero… no aquí, en frente de Annie y de mi esposa, ven conversemos afuera, hay cosas que quiero hablar contigo- exclamo haciendo una señal para irse a la puerta, Robin vacilo un poco pero decidió seguirlo, mientras que Lucia se quedó en casa con Annie y la madre de Robin, ahora era ella quien no sabía qué hacer.
- Lucia tienes un momento, me gustaría hablar contigo- exclamo la madre de Robin colocándose seria, miro a Annie- hija puedes ir a tu cuarto, voy a habar cosas de adulto con Lucia-
- Bueno- dijo la menor encaminándose a su cuarto
- Podrías hablarme un poco más de Robin y contarme como se conocieron tú y ella y ¿cómo llegaron a ser novias? Admito que me choco un poco aquello, pero si quiero recuperar algo de nuestra relación tengo que poner de mi parte, no me opondré a su relación, aunque no tenga derecho a cuestionarle nada, por eso quiero conocerte un poco, saber de ustedes y por supuesto a mi hija- dicho esto Lucia la miro sorprendida, realmente no sabía que decir primero
- Bueno… no sabría muy bien cómo empezar…-
- Podrías decirme como era ella, como se llegaron a conocer y enamorar- dijo la madre de Robin, mientras se iba a sentar en el sofá e invito a Lucia a sentarse en el sofá frente a ella
- Bueno… vera… Robin era sin duda la chica mala del colegio…- empezó a relatar un poco dudosa- ella tiene un amigo llamado Aarón y a otros dos chicos más, ellos sin duda son las personas más temidas ahí, Robin los lidera, ella es muy fuerte físicamente, también tiene una fuerte personalidad, molestan a todos, roban dinero para comer, incluso han pelado dentro y fuera del colegio… aunque ahora tanto Robin como Aarón están más calmados, de hecho a ella la conocí por una amiga, si no me equivoco, Robin le salvo de un novio violento, fue ahí donde se conocieron, aunque ambas son muy opuestas Robin le demostraba mucho cariño y respeto, no era para nada la chica a la que todos temen, al principio cuando nos presentaron me mostré de una forma un tanto pesada por miedo a que se burlara de mí y fuera su blanco, así que como no tuvimos un buen comienzo con suerte nos mirábamos…- Lucia miro a la mujer que estaba en frente
- Entiendo… así que tomo ese camino… por cierto sabes ¿cómo llego a ser fuerte?- preguntó la mujer
- Por lo que me dijo luego del incidente con su padre- exclamo incomoda al verla mirada triste de la mujer al escuchar las últimas palabras- junto a Aarón decidieron volverse fuertes para que nadie los molestara, los humillara o los volviera a lastimar- respondió Lucia- me comento que tuvo un maestro un militar retirado-
- Entiendo prosigue…-
- … si- exclamo dudosa, no sabía si contarle lo del plan para separar a su amiga de Nathaniel- a ella le gustaba su amiga… y a mí me gustaba un chico que casualmente ambos eran pareja, yo note que Robin se desvivía por Amanda nuestra amiga en común… y fue por esa razón que nos empezamos a llevar mejor, le propuse que nos juntáramos para sacarle celos a Amanda y a aquel chico, había notado que Amanda igual miraba a Robin pero nunca se atrevió a mas, aunque al principio peleábamos más de lo que aparentábamos con el tiempo nos empezamos a llevar mejor, empezamos a compartir más y más cosas en común, conocí el lado amable, ingenuo, torpe y lindo de ella- al decir esto Lucia no pudo evitar sonrojarse- admito que al principio lo negué pero Robin en un momento parecía más interesada en mí que en Amanda, por un momento olvidamos por qué estábamos juntas… en el transcurso del tiempo conocí a su familia a su hermano y a su perro Sam, pero al conocerla tanto también surgieron algunas preguntas, ella parecía ocultar algo, tenía cierto toque de melancolía y dolor, cuando comentaba algo de sus padres, sin decir que nunca los nombraba… pero…un día un chico con el que entreno le dijo que su padre estaba por salir de la cárcel y que los buscaría, Robin estaba desesperada y asustada, me mostro aquella cicatriz y me y no fue varias semanas después que el apareció, él es sin duda un hombre terrorífico-
- Lo sé- exclamo la madre de Robin
- Él fue a nuestro colegio buscando a Robin solo para lastimarla tenía intenciones de matarla pero también quería divertirse a costa de ella hasta el último momento, le fue muy difícil pero logro salir viva de aquello aunque los cosos emocionales y físicos fueron bastantes…-
- Entiendo…- la madre de su novia apretó los puños con fuerza- ese miserable…-
- Después…las cosas se calmaron un poco, hasta la aparición de Annie- finalice creí que no sería prudente de mi parte comentarle que está viviendo en mi casa debido a una pelea con su hermano
- S-si… Annie es algo impulsiva y desde que descubrió que tenía hermano no hacía más que hacerme preguntas… como no pude saciar su curiosidad decidió conocerlos ella misma
Mientras tanto en un sitia bastante alejado Robin caminaba con cierta desconfianza tras su padre biológico, tenía las manos en los bolsillos mientras lo observaba caminar, porque ir tan lejos ni que Annie fuera a escuchar a esta distancia, luego de algunos minutos el se detuvo en un barandal de un mirador.
- Podemos conversar tranquilamente aquí- me dijo mirando aquella vista
- …- me puse a su lado e imite su acción
- Como lo prometí responderé todo lo que preguntes- exclamo
- ¿tus sabias de mí? ¿desde hace cuánto?- fueron las primeras preguntas que tenía en mente
- No te vas con rodeos- miro a un costado- si sabía de tu existencia… desde hace bastante… no había que ser muy listo para darse cuenta, tu madre no me dejaba verte, al principio no quise preguntar, pensaba que eras hija de ese hombre, pero cuando te vi desde lejos y vi esa cabellera rubia lo supe… supe que eras mi hija… pude observarte por un tiempo a lo lejos, note que tenías ciertos gesto parecidos a los míos bajo ciertas presiones- me miro directamente
- ¿qué? Acaso tú… ¿estuviste pendiente de mí? Eso es imposible tengo buena guardia y nunca recuerdo haberte visto en mi vida- exclame fuera de transe
- Lo se posees buenos instintos pero eso lo heredaste de mí, yo también los poseo… - exclamo con cierto orgullo algo que me molesto levemente
- No quiero escuchar eso de ti…- exclame algo disgustada me cruce de brazos y evite su mirada penetrante
- Lo se… ¿tienes alguna pregunta más?-
- Si sabias de mi… ¿Por qué tú y mi madre se fueron dejándonos a costa del? ¿tienes algo en contra de mi hermano?-
- Escucha… quiero contarte todo bien, sé que tu madre no lo va a decir, pero quiero que la entiendas de alguna forma por qué se fue, tal vez pienses que fue una cobarde y estas en todo tu derecho, después de todo el té hizo cosas horribles cuando ella no estaba para cuidarte-
- Pues entonces te escucho- exclame mirándolo fijamente