Habían pasado dos semanas desde la salida que tuvieron y Robín increíblemente estaba demasiado feliz para ser ella, ni Amanda sabía por qué, pero el hecho de que había perdonado a alguien de morir era raro.
Un chico tres años menor que ella había chocado con ella y sin querer con su mano había tirados de los audífonos de ella mientras escuchaba música rompiendo uno, el chico totalmente asustado estaba a punto de ponerse a llorar y había empezado a pedir misericordia, diciéndole que le compraría sin falta unos nuevo y mejores, pero ella al verlo simplemente sonrió de lado y ayudo a pararse al pobre chico que estaba que le daba un ataque y revolviéndole el cabello exclamo.
- No te preocupes chico, ya estaban por romperse – sonrió como si fuera normal en ella
- De verdad lo siento- se inclinó levemente- mañana le traigo otros, mi torpeza hizo que se los rompiera- dijo desesperado y medio confundido
Robín se dio la vuelta y camino su rumbo con una sonrisa en la cara, algunos presentes veían sorprendidos la actitud de la chica más temida del colegio, lucia veía extrañada a Robín al igual que Amanda, en aquel momento estaban cerca de lo ocurrido.
- ¿Qué le pasara?- pregunto Amanda inclinando levemente la cabeza
- No sé- respondió lucia- tal vez le toco- dijo inconscientemente
- ¿¡QUE!?- exclamo sorprendida Amanda, tanto que lucía termino dándose cuenta de lo que dijo y entendió que su amiga entendió que ella y Robín se acostaron
- ¡NO!- exclamo avergonzada- no quise dar a entender eso , de… de hecho no me dejaste terminar… dije tal vez le toco… levantarse del lado derecho de la cama- exclamo sonrojada
- Aja… y tú ¿estabas del lado izquierdo?- me pregunto cruzada de brazos mientras me miraba con cierta molestia
- No para nada… la vez que dormí en su casa Samy estaba en medio y lo abrase a el- rio nerviosa
- Oye… eso no me lo habías contado- dijo bastante molesta- y ¿cómo es que te llevas con Sam? a mí me ladra y me gruñe, me odia- dijo dolida
- Ups… mejor me voy- exclamo juntando sus labio y emprendió retirada para que Amanda no se molestara, de paso se encontró con Robín
- Hola lucia te vez bien- sonrió ampliamente
- Que mosca te pico- exclamo sorprendida lucia- ¿Quién eres? y ¿qué hiciste con Robín?- Ella el escuchar eso rio ampliamente
- Que graciosa…- la abrazo por el cuello- veras hoy recibo a mi amor de toda la vida-
- ¿a quién?- pregunto sorprendida lucía, si decía amor de mi vida debía ser serio
- No tonta… no quien, si no que- abrazo fuerte a lucia y la levanto levemente- hoy debería llegar- dicho esto la soltó- hoy tengo ganas de ir hasta a clases-
Luego de unas clases aburridas con una muy animosa Robín, al fin terminaron y ella se fue rápidamente a casa, nada, repito nada podría amargarle el día, no siquiera la autora.
Al llegar su hermano estaba esperándola afuera, mientras fumaba un cigarro y lanzándole las llaves exclamo
- Te la mereces, ve y disfrútala- sonrió mientras veía a su hermana echarse a sus brazos como en los viejos tiempos
- De verdad… ¡GRACIAS!- lo abrazo fuertemente- iré a mostrársela a Amanda- dijo feliz
- Por qué no mejor se la muestras a tu novia- se separó un poco de su hermana menor
- Tienes razón a lucia le encantara- sonrió con cierta malicia, podría asustarla acelerando a fondo en su nueva moto soñada, valió la pena ahorrar y que su hermano le ayudase
Su hermano fue rápidamente por su casco y se lo entrego a su hermana y ella coloco la llave en la ranura y al encender la moto sonrió ampliamente, el ronroneo de la moto al acelerar le encantaba, realmente quería mostrársela a todos, quería medir su velocidad con cualquiera incluso con la policía.
En un semáforo le mando un mensaje a lucia preguntándole donde estaba, quien le respondió de inmediato que estaba en la casa de Amanda haciendo un trabajo. Robín sonrió con malicia y le dijo que la esperaba que quería mostrarle algo y a penas cambio el semáforo acelero y fue en dirección a la casa de Amanda, no se demoró mucho en llegar se sentía eufórica así que, se bajó de su moto y parándose al lado de ella llamo a lucia para que saliera, ambas tanto lucia como Amanda salieron y se encontraron con la sorpresa, Amanda sonrió de lado al ver a Robín con lo que tanto deseo y lucia se acercó aún más a Robín y observó con detenimiento la moto.
- Vaya, no soy fanática de las motos pero esta es linda-
- Por su puesto que si es mi bebe- dijo orgullosa Robín
- ¿es tuya?¿tienes licencia?- pregunto lucia
- Si, la tengo y si es mía ¿quieres dar una vuelta?-
- Am… si pero no tan fuerte- dijo lucia
- Genial- se subió a su moto y espero a que lucía hiciera lo mismo y una vez que lucía rodeo su cintura con los brazos acelero al máximo provocando que lucía la agarrara con fuerza, pero Robín no lo sintió, lo que si escucho fue los gritos de ella asustada por la velocidad.
Luego de un muy excitante paseo para Robín y un aterrador paseo para lucia, la primera la fue a dejar y muy feliz le pregunto a lucia que tal, quien en aquel momento trataba de respirar normalmente mientras miraba el suelo y colocaba sus manos en sus rodillas para sostenerse.
- Genial ¿no?- dijo robín sonriendo ampliamente
- Tu moto esta genial pero quiero que no se repita muy seguido, soy del tipo tranquilo no me gusta la velocidad pero me alegro que estés tan feliz, ahora entiendo porque esa inmensa felicidad- dijo lucia
- Si me di cuenta, pero mi hermano dijo que te la mostrara- sonriendo de lado- bueno te dejo nos vemos mañana- lucia no alcanzo a despedirse cuando vio a su falsa novia como a dos cuadras del lugar, estaría entretenida un tiempo, solo esperaba que no se matara en el proceso.
Al día siguiente robín llego a la escuela estrenando su moto roja, llamando la atención de varios compañeros y en especial de compañeras, ella sonrió complacida y camino al interior del colegio. Pensaba que nada podía arruinarle el momento, debía encontrarse con su amigo para mostrársela y que le ayudara con la mantención de su bebe.
Pero antes de hacerlo recibió un mensaje y al leer de quien se trataba, levanto una ceja, era la profesora de matemática, con quien se había peleado, desde entonces no se habían encontrado ni hablado, menos tener algún encuentro sexual . Fue a la escalera donde suele sentarse y abrió e mensaje, al verlo se sorprendió por la clase de mensaje, tuvo que colocar su mano en su nariz para evitar que sangrara, por la emoción, dios, que sexy, fue su pensamiento y no era para menos, su profesora le había enviado fotos muy calientes de ella en lencería, dios que conjuntos más sexys, debajo de la imagen decía “perdóname chiquita, prometo no meterme más en tus cosas“ “me haces mucha falta”
Robín bajo rápidamente las escaleras hecha una fiera, al carajo los rencores, no perdería una oportunidad así, toda persona merece ser perdonada, fue directo a la oficina de la profesora quien estaba sola sentada en su escritorio.
- Te estaba esperando- dijo sensualmente la profe
Robín sin hablar entro y cerró la puerta con seguro para luego abalanzarse sobre su profesora, quien estaba complacida de tenerla de nuevo entre sus brazos.
- No sabes la falta que me has hecho Robín, nadie me satisface como tú- dijo mientras
- No hables y solo disfruta, esto a mil por tu culpa- exclamo la alumna mientras se deshacía de la blusa de la profe y de su sostén y atacaba sus senos, asiendo gemir a la profesora, luego de darles las debidas atenciones a los senos de su profesora y dejarlos los más erectos posibles, su mano se deslizo por la falda de la profesora, ahí se dio cuenta que no llevaba bragas, lo que hizo que la excitación de Robín se incrementara a niveles peligrosos
- No llevas…- dijo robín mientras sus dedos tocaban la humedad de su amante
- Hace mucho calor para eso… aparte es un pequeño regalo para ti- exclamo la profesora en el oído de su alumna- hoy tendremos sexo como nunca Robín- dijo empezando a quitarle la ropa a Robín- por ese tiempo en que me abandonaste-
- Me parece excelente- dijo besando a su profesora mientras empezaba a tocar la intimidad ya muy húmeda de su profesora
Luego de una gran sesión de sexo entre robín y la sensual profesora de matemática, robín salió sonriendo como idiota del salón mientras terminaba de acomodarse su ropa, dios ella fue insaciable y sensual todo el tiempo, creo que por unos días sus hormonas estarán tranquilas. Iba tan sumida en su felicidad que nos se dio cuenta que al salir alguien la vio acomodarse la ropa y era nada más y nada menos que el ex novio de lucia, quien sonrió con cierta malicia mientras sacaba su móvil para sacar algunas fotos incriminatorias, aunque no suficiente tenia material para investigar y poder sacar fotos más comprometedoras, debía decírselo a Vanessa para que le ayudase.
- Creo que no eres tan sincera Robín- pensó mientras tomaba fotos para luego enviárselas a su cómplice, para luego llamarla y juntarse, pronto separaría a esa bestia de su amada lucia- yo te rescatare de ella- exclamo bajito