Era de noche pero por desgracia no se podían apreciar las estrellas ese día debido a que estas habían sido cubiertas por enormes y deprimentes nubes grises que no avisaban otra cosa más que una segura tormenta de nieve; un escenario bastante nostálgico y doloroso para Ayato.
El joven que ya no era más un niños, se encontraba saltando entre los edificios a gran velocidad mientras que debajo de este se llevaban a cabo sangrientas peleas entre el Aogiri y la CCG, incluso había recibido el reporte desde su comunicador que Noro había muerto, un mensaje bastante impactante en verdad pero ahora su mente estaba ocupada y centrada en otra cosa más importante para él. Se preguntaran cual era ese motivo tan especial que tenía tan atrapado al menor, bueno, ese motivo era nada más y nada menos que Haise Sasaki o Kaneki Ken como alguna vez se le conoció..
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Ayato quien antiguamente mantuvo una relación amorosa con Kaneki, se había separado de el a causa del cruel destino que le destruyo la vida al menor durante 3 largos años; ¿Por qué? Fácil, era porque este creía que su amor había muerto a manos del shinigami de la CCG, en especial, porque el mismo había presenciado el horrible acto en el que su cráneo era atravesado por la Quinque de Kishou Arima y ni siquiera pudo hacer nada para vengarse ya que Noro había llegado hasta donde estaba y lo había sujetado para llevárselo de ahí antes de que cometiera alguna estupidez.
Por esos 3 años, el peliazul vivió sufriendo y lamentando la muerte de la única persona a quien realmente había querido, tanto fue su dolor que descuido físicamente hasta el punto de casi morir por la desnutrición, pero por suerte, a pesar de su depresión encontró la manera de seguir con vida a pesar de sus tristezas.
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Al pasar los años Ayato creía que jamás volvería a sentir lo mismo que le hiso sentir Kaneki, pero, este se equivocó ya que al cabo de los cuatro meses recibió una misión de investigación hacia las instalaciones especial es del CCG, ahí, descubrió algo que le hiso recuperar la esperanza y provocó que su pobre corazón volviera a la vida; si, lo que descubrió fue a su querido hibrido. Al principio no sabía si se trataba de él o de una persona que curiosamente tenía el mismo rostro de Kaneki, pero tras investigar entre documentos y espiarlo varias veces, logro descubrir al 100% de que se traba de Kaneki, eso, le había dado una nueva razón para vivir, la cual, era recuperar a su amado, aunque la cosa sería difícil ya que este estaba amnésico y además ahora era un investigador.
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Pasaron semanas, meses e incluso un año en el que este se dedicó a acercarse a Haise y reconquistarlo, quería hacerle recordar, quería estar a su lado nuevamente y que el mayor lo estrechara entre sus brazos.
Fueron innumerables las veces que se pudo acercar a él, al principio era solo un desconocido para Haise pero a pesar de eso había cierta química entre los dos a pesar de que el hibrido no tuviera recuerdos del menor, después, Ayato logro conocerlo a tal punto de que se hicieran buenos amigos, inclusive este sentía que Haise estaba nuevamente comenzando a sentir algo por el ya que en una ocasión se sorprendieron los dos al escuchar al casi albino llamarle mi querido conejito, Haise hasta se sonrojo y por alguna razón se quedó pensativo por su acción.
Ayato sentía que ya casi recuperaría a su amado, estaba seguro y no había noche en la que no pensara que hacer al siguiente día para lograr que Kaneki recordara. Pero, por desgracia sus planes y esfuerzos se vieron afectados por las acciones de Aogiri.
Hace unos meses, el peliazul escucho que uno de los integrantes de la familia de Tsukiyama se había unido a Aogiri, su nombre era Kanae y por lo que tenía entendido odiaba en sobremanera a Haise, aquello obviamente no pasaría desapercibido por Ayato y entonces, se decidió a vigilar constantemente a ese tal Kanae con tal de proteger a su amado.
Más y más días pasaron y Ayato creía que faltaba muy poco para poder recuperar a Kaneki, pero, algo inesperado ocurrió. Habia escuchado de la nueva misión que tendría el escuadrón de Haise, pero nunca se imaginó que tal vez de nuevo, podría perder a su amor.
Todo este tiempo creyó tener controlado a Kanae, pero no se esperaba que Eto se entrometiera tanto con ese sujeto. La noche en la que se inició el operático contra el CCG, Ayato residió la notificación de que Kanae le daría muerte al Ghoul investigador del CCG; al escuchar ese escalofriante aviso no lo pensó dos veces para dejar su puesto y dirigirse a toda velocidad hacia la terraza donde se encontraban su líder, su amado, Kanae y Tsukiyama.
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Ahora estamos donde empezamos, el peliazul trataba de llegar lo más rápido posible donde Haise, no le importaba si este descubría que era un Ghoul, no le importaba si le odiaba, este no se daría el lujo de que aquella trágica noche de hace 4 años se repitiera, esta vez, protegería a Kaneki.
Mientras saltaba ya estando cerca de aquella construcción, algo que cayó desde el techo le hiso quedar en shock; se trataba de un brazo, pero no cualquier brazo era el brazo de Haise, lo sabía por el brazalete de plata que este llevaba puesto, ya había tenido varias oportunidades de admirarlo.
- Ayato: No…N-No puede ser…
Asustado un horrible grito lo saco de su impresión, ese grito le pertenecía al casi albino. Alzando la cabeza rápidamente miro hacia el techo del edificio y aunque estaba bastante alto alcanzo a notar la escena que se estaba llevando a cabo, una donde Haise agonizaba y Kanae se acercaba para matarlo mientras que Eto reía y reía.
- Ayato: No…No otra vez ¡NO!
Este, abrió sus alas y aunque estaba algo herido por tener que atravesar todo un camino de CCG y miembros furiosos de Aogiri hasta acá, dio un enorme salto y así siguió dispuesto a llegar a la cima para salvar a su amor. Mientras tanto en la pelea con Haise, este estaba apunto de morir y aunque sentía ya cerca el final en su interior algo despertó, algo que no le dejaría terminar con su vida así, no ahora, y fue entonces, cuando la hora de dormir para Haise llego…
El menor se apresuró, su corazón latía a mil por hora, su aliento se veía constantemente a causa de sus jadeos. No podía pasar de nuevo, tenía que llegar tenía que evitar que le volvieran a arrebatar a la única persona que le había enseñado que no todo en el mundo es dolor y odio.
- Ayato: No voy a perderte otra vez ¡No lo hare!
Finalmente, había llegado pero lo que vio lo dejo aún más impactado que el hecho de ver como el brazo de Haise caía por el vacío de aquel edificio. Frente a sus ojos, se encontraba Kaneki destrozando a Eto hasta el punto de partirla en dos y dejarla caer del edificio. No sabía que creer, su cabello, su mirada, todo en el habia cambiado nuevamente y lo peor es que ya no sabía si este le recordaría esta vez. Quería acercarse pero tuvo que mantenerse oculto por culpa de una de las integrantes del CCG que se acercó a Haise para saber de la situación y este, al terminar de devorar parte del Kakuja de la peliverde le aclaro su duda pero eso no fue todo, incluso se atrevió a tacar a Tsukiyama y dejarlo caer al vacío de igual manera que dejo caer a Eto, pero lo extraño fue que permitió a Kanae seguir al pelimorado.
Después de unos minutos de charla y una que otra orden la chica se adelantó para dar aviso al escuadrón mientras que Haise se quedó observando hacia el cielo, seguro pensaba en alguna manera para atrapar a Eto.
Ayato: …
El peliazul le observaba en silencio, su pecho dolía y sus manos temblaban porque este sabía que quizás había llegado el final para él y Kaneki; se había esforzado tanto para que Haise le recordara y ahora nuevamente le ocurría algo y al juzgar por su nueva actitud este creía que quizás Kaneki jamás recordaría que alguna vez le amo.
Y era suficiente de esto, estaba cansado, estaba dolido…Ayato solo deseaba….”descansar” y esperar que en otra vida el destino no fuera tan cruel con ellos dos.
Retrocediendo varios pasos hacia atrás, una caída segura le esperaba pero a este no le importaba ya que después de todo no tenía nada más que hace en ese asqueroso mundo tan deprimente. Sin más se dejó caer y se dispuso a esperar que la gravedad hiciera su trabajo teniendo como ultima vista el hermoso brillo del cielo nocturno siendo despejado por aquellas melancólicas nubes de tormenta.
- Ayato: Te amo Kaneki…
Pero, de la nada, el menor alcanzo a divisar una sombra acercarse a él desde el cielo….era Kaneki quien había saltado desde la terraza hasta donde el, sorprendido pudo ver como este le sujetaba entre sus brazos y utilizando su Kagune se impulsaba para poder caer en uno de los techos inferiores de los rascacielos vecinos.
Ya estando seguros Ayato le miro sorprendido y el azabache sin soltarle le miro a los ojos en silencio.
- Ayato: ¿P-Porque…?
- kaneki: Porque te amo Ayato-kun…
El mencionado abrió los ojos como platos y de sus enormes y azulados ojos comenzaron a brotar pequeñas lágrimas.
- Ayato: ¿Q-Que dijiste…?
Kaneki soltó una pequeña risa, pero esta no era fría como la que escucho en su batalla con Eto, no, esta era cálida…idéntica a la que solía dedicarle cuando eran compañeros en Aogiri.
- Kaneki: Cuanto tiempo Ayato…te extrañe, gracias por esperarme…
Aquellas palabras provocaron que su corazón diera un brinco, que por sus mejillas corrieran libres aquellas lagrimas que salían de sus ojos y mirándole a los ojos sin separarse de él le dijo con la voz rota.
- Ayato: ¿N-No me olvidaste…?
Acariciando su mejilla intentando secar aquellas aguas, el mayor le miro con profundo amor y le digo con una voz suave y ronca.
- Kaneki: Ya no lo volveré a hacer Ayato…
Sin más acerco su rostro al del menor y unió sus labios en un amoroso y cálido beso, habían pasado exactamente 4 años desde su último beso. Sonrojado y sollozando Ayato correspondió a su acción y se aferró a él con fuerza.
- Kaneki: Nunca más te dejare ir de nuevo Ayato…quédate conmigo para siempre…
Le suplico en sus labios mientras que el abrazaba y este, le respondió feliz.
- Ayato: Si...te lo prometo…ya nunca me separaré de ti Kaneki…