Nappa caminaba por uno de los largos pasillos del palacio, su rostro estaba adornado por una sonrisa de orgullo y felicidad.
_ ¿Y ahora que te sucede Nappa? _Se topó con Ryuto en el camino.
_ Pues tengo una excelente descendencia._ Hablo demasiado orgulloso._ A por cierto felicidades, escuche que tienes a tu primogénita._ Le hablo con un tono interesado.
_ Estas en lo cierto, y a que te refieres con “excelente descendencia”._ Intrigado le pregunto.
_Pues yo también he tenido a mi primera hija, y es una excelente guerrera._ Seguía hablando con su tono altivo.
_Vaya, últimamente hay muchas hembras por aquí, y dime, ¿Con cuanto poder nació?_ Mas interesado interrogó.
_Ha nacido con 1000 unidades exactas._ Sonrió de lado._ ¿Y la tuya?
_ Ayano ha nacido con 900 unidades._ Término satisfecho.
_Creo que serán integrantes de la elite del Rey. _Seguía emocionado. _ ¿Sabes? Escuche que el segundo hijo de Bardock ha nacido con 2 unidades de poder._ Chistoso y burlón comento.
_Que vergonzoso, pero que se le va a hacer, son de clase baja._ Cerro los ojos sonriendo.
_Yo creo que me voy, debo ir a una misión._ Salió del pasillo dejando solo a Ryuto. _ *No cabe duda de que mi Sayashi supera a cualquier idiota._ Pensaba Nappa conservando su sonrisa.
13 LARGOS AÑOS DESPUES…
Vegeta había incrementado su poder sin tanto esfuerzo, Sayashi iba subiendo lentamente y Ayano daba todo de sí superando muy pocas veces a su compañera de entrenamiento.
Los tres habían crecido en el castillo, muchas veces Vegeta y Ayano eran espectadores de los caprichos de Sayashi hacia su padre, Ayano llorando por cualquier niñería e incluso ver a Vegeta haciendo ciertas escenas escandalosas por cualquier cosa que quería.
Esa era su vida, entrenamiento, entrenamiento y más entrenamiento…
_Vi a una mujer esconder los postres de la cena ¿Por qué no vamos a por ellos? _Propuso Sayashi mirando suplicante a sus amigos.
_Eso suena bien, creo que iremos._ Vegeta que a pesar de ser un niño sonaba muy serio.
_Pero ¿Por qué están tan relajados? En unas horas nos obligaran a ir a esa escuela de mediocres._ Ayano molesta trataba de acomodar su cabello, pues este le tapaba el ojo izquierdo.
_No seas tonta Ayano, nosotros somos muy fuertes no tendremos problemas con unos insectos como esos._ Hablo Vegeta sin prestarle mucha atención.
_Yo se eso Vegeta, es solo que lo considero una pérdida de tiempo, digo, el reglamento decía que solo ingresarían soldados con un poder mayor a 900, y eso es basura._ Volvió a hablar con el mismo enfado.
_Tranquila Ayi, tómalo como un descanso será divertido ver a esos insectos mostrar su gran poder._ Sayashi hablo bromista pues sabia que Ayano detestaba que la llamaran “Ayi.”
_Ella tiene razón Ayi tómalo con calma. _Siguió Vegeta con el juego, Ayano por su parte bufó y se cruzó de brazos.
Su conversación llego a su fin cuando vieron la enorme nevera justo frente a ellos. Por obvias razones comenzaron a devorar todo a su paso.
(…)
_Vamos Geiser, no seas tan perezosa._ Una pequeña niña de piel trigueña y cabello obscuro un poco largo con un mechón sobre su frente junto con un niño de cabellos alborotados jalaban a Geiser.
_ ¡NO! La escuela no sirve para nada._ Se sujetaba a un árbol otra niña con el cabello corto hasta los hombros y de un color café obscuro.
_Por favor, ¡quiero volverme mas fuerte! Y solo lo conseguiré yendo a la escuela._ Tiro con más fuerza que provoco que los tres salieran volando con todo y árbol.
_Ven lo que han hecho._ Enojada señalo el árbol tirado.
_Lo siento. _El de cabellos alborotados bajo la cabeza.
_ ¡Es tu culpa, si te hubieras soltado no habría pasado esto! _Una orgullosa Vegita la encaro.
_ ¡¿Que has dicho?!_ Geiser ya se había enfadado.
_ ¿Chicas? _Las llamo Kakaroto.
_ ¿¡QUE?! _Contestaron al unísono.
_Puedo decir algo.
_ ¡NO!_ Siguieron discutiendo.
Estos tres niños se habían vuelto amigos por muchas razones, la primera era que todos eran de clase baja, la segunda porque se habían llevado bien desde el inicio, y por ultimo porque entrenaban juntos a un ritmo bueno para su edad.
Después de eso los tres volaron a toda velocidad para que no los dejaran afuera, para su sorpresa todavía era muy temprano.
_Lo sabía, era muy temprano, por su culpa tengo que estar despierta a esta hora._ Geiser se cruzó de brazos.
_Lo siento, además yo… _Vegita detuvo su oración pues vio que todos los niños bajaron volumen a su escándalo y uno que otro se agachaba o fingía que no miraba nada.
En medio del patio habían aterrizado 3 personitas que con solo verlas causaban el terror.
El primero tenía su cabello en forma de flama con un leve fleco cayéndole sobre la frente, su piel era trigueña, tenía un ceño fruncido bien marcado, tenía su armadura con hombreras y de ellas caía una elegante capa roja y en el pecho derecho portaba el sello real.
A su izquierda estaba una niña de piel blanca con el cabello largo un poco mas debajo de la cintura con un fleco que le tapaba un poco los ojos, su cabello estaba atado en dos coletas altas. Su rostro era adornado por una sonrisa altiva.
La tercera era bastante pálida de piel, su obscuro cabello negro hacia juego con su piel, y por ultimo estaban sus ojos estos eran grandes y grisáceos, estos llamaban la atención de algunos. Su mirada era seria pero arrogante
Vegeta observo a todos los que estaban en el patio, y desgraciadamente ninguno era digno para pelear con él. _ ¡Háganse a un lado insectos!_ Ordeno Vegeta.
Todos los que estaban cerca asustados se quitaron del camino permitiéndoles el paso a aquellos Sayajin caprichosos.
_No lo entiendo, porque el príncipe y su equipo vendrían a una escuela de Sayajin de clase baja._ Geiser se ponía en pose pensativa.
_No lo sé, pero se creen demasiado solo porque son de clase alta._ Vegita bufo y se cruzó de brazos.
_Yo he visto su rutina de entrenamiento, y es monstruosa._ Expreso Kakaroto tragando grueso.
_ ¿Qué quieres decir con “monstruosa”_ Interrogo interesada Vegita.
_ Quiero decir que se entrenan de una manera muy superior a la de cualquiera… calculando sus poderes varían entre los 10 000, 8 500 y 8 350. _Volvió a hablar Kakaroto esta vez con una cara de preocupación.
_Si eso es cierto, no tendremos posibilidad de ganar._ Desanimada Geiser dejo caer sus brazos.
…
Los tres compañeros de equipo de clase alta estaban sentados bajo un árbol alejados de los demás.
_ ¿Lo vieron? _De mala gana pregunto Ayano mientras jugaba con su cola lo cual eran actos involuntarios.
_ ¿Que?_ Respondió Sayashi mientras observaba a Ayano con su ceño fruncido.
_El hijo de Bardock se encontraba entre la multitud de clase baja._ Ayano respondió sin mirarla.
_Ese insecto, debería estar aquí con nosotros, no con esas sabandijas._ Vegeta profundizo su ceño fruncido._
_ ¿Y quién es ese?_ Interrogo Sayashi con una ceja levantada.
_Es hermano de Raditz._ Respondió Vegeta sin darle importancia.
_Ahhhhhh… Y por cierto ¿Dónde está Raditz? _Volvió a preguntar.
_Se marchó del planeta para ir a cuidar al débil de Tarble, una estúpida misión que le dio mi padre._ Vegeta abrió los ojos y se puso de pie.
Sus compañeras copiaron su acción.
_ ¿A dónde vamos ahora? _Sayashi cuestiono mirándolo con enfado.
_Vamos a ir con… _Se detuvo porque fue interrumpido por un grito que se escuchó desde atrás.
_ ¡HEY! ¡Ojitos raros! ¡Pelea con nosotros! _Un Sayajin de su edad con una cicatriz en la cara hablo muy confiado junto a sus amigos.
Ante el término “ojitos raros” Ayano simplemente perdió la razón, estaba a punto de contestar de una forma no muy civilizada pero Vegeta sostuvo con firmeza su mano la cual preparaba una esfera de energía. Ante esto ambas lo miraron confusas y enojadas.
_ ¿¡Que te sucede Vegeta!? Déjala que los ponga en su lugar._ Sayashi intervino frunciendo mas el ceño.
_Tranquilízate, no podemos causarles daño, no aquí._ Le hablo firmemente.
Ayano bastante cabreada zafó su mano de un tirón y adelanto su caminar acompañada de Sayashi. Vegeta suspiro cansado y fulminó con la mirada al crio que se les había enfrentado, este solo salió corriendo. Vegeta se giró para alcanzarlas pero se chocó con alguien provocando que cayeran uno encima del otro en una posición muy incómoda.
_ ¡Waaa! P-príncipe._ Tembloroso y nervioso hablo la figura que estaba sobre el.
_Maldita sea Kakaroto, ¿Por qué eres tan tonto? _ Iba a seguir con sus insultos hasta que se dio cuenta en la situación bastante incoada y atrevida.
_Y-yo yo… _El gran sonrojo de Kaka no ayudaba.
CONTINUARA