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KyuMin - Tres de Febrero. por silderella

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KYUMIN | Tres de febrero.


Era casi las once de la noche y Kyuhyun llegaba a su departamento, ese que tanto tiempo compartió con el resto de los miembros. Caminó tirando sus cosas por la sala, iba dejando rastros de su presencia por donde iba, suspiró, extrañaba el ruido que siempre había cuando llegaba hace años atrás. Ahora solo podía escuchar su respiración y el sonido que hacia el interruptor al prender las luces. Llegó a su cuarto, solo quería cerrar los ojos y dormir muchas horas, pero sabía que eso era imposible, mañana sería un día muy agitado como lo había sido hoy, hace mucho no tenía un descanso decente, los últimos años se dedicó a  trabajar sin parar, quizás unos días harían la diferencia, solo necesitaba dos días para despejarse. Se tiró en su cómoda cama, esa que había podido obtener después de tener más lugar en esa habitación y los recuerdos vinieron a su mente, recordó que hace no tanto tiempo compartía ese lugar con una persona especial. Uno a uno los momentos vividos en el pasado pasaron como si fueran una película, esas miles de mañanas que despertaba con una sonrisa en su cara por dormir al lado de él. Cuanto amaba despertar así e irse a dormir sabiendo que al otro día lo vería. Un largo y sonoro suspiro salió de su boca, no quería recordar, le hacía mal. Porque ese alguien que tanto amó ya no lo amaba o al menos no había tenido el suficiente valor para enfrentarse a sus miedos. Se removió en la cama, no podía dormir tenía hambre, en los últimos meses había hecho decenas de dietas rápidas que le daban resultado pero moría de hambre la mayor parte del tiempo. Él no podía permitirse subir de peso, eso no era bueno. Su estómago rugía y no quería bebe un yogurt o comer dos galletas de agua, él quería comer un poco de carne y arroz, pero eso lo hincharía mucho ¿Cómo podría mostrarse así al público?, no podía permitírselo. Se levantó de mal humor y se dirigió hacia la cocina, abrió la heladera y había muy pocas cosas para comer, por más que tuviera un arrebato y decidiera comer algo potente no podría, desde que vivía solo en ese lugar no había nadie que se preocupara por su alimentación. Un recuerdo llegó como un flash en su mente y fue como si lo estuviera viviendo. Hacía calor y Kyuhyun se estaba exigiendo mucho ejercitándose, hace poco su manager lo había retado, diciendo que estaba obseso, que necesitaba urgentemente bajar de peso, que la imagen del grupo iba a decaer. Al escuchar eso Kyuhyun se sintió muy mal, estaba en medio del comeback con Sexy, free and single y les urgía mantener su fama. Lloró, pero nadie lo sabía, odiaba que lo vieran vulnerable. Él seguía haciendo bicicleta y parecía no querer bajar de ahí, pronto sintió que alguien abría la puerta de ese pequeño cuarto donde todos guardaban cosas y él tenía su tan amada bicicleta para ejercitarse hasta que cayera desmayado, ya lo había hecho pero muy pocos tocaban el tema, él no quería hablar de las muchas veces que se sobre exigía.


        –Kyu, deberías descansar, estas muy colorado. –dijo una voz muy conocida por él.


-          Hyung, solo un poco más, ya casi termino. – respondió sin levantar la mirada.


-          No, Kyuhyun, bájate de una vez, te vas a desmayar como la otra v…- no termino de decir lo que quería porque noto que Kyuhyun levantaba la mirada, esos ojos mostraban dolor, era un tema delicado para él. Kyu empezó a pedalear con más fuerza como queriendo que el dolor desaparezca, pero él no se daba cuenta que el dolor nunca se iba a ir sino habla de eso.


-          Hyung, vete, quiero estar solo. – pidió como si fuera un susurro.


-          No me voy a ir. ¿Piensas que me gusta verte así? ¿tanto te importa tu imagen? ¿sabes que me duele no poderte ayudar? Te amo, somos algo más que amigos, pero no me dejas entrar totalmente a tu corazón, quiero ayudarte. – su persona especial lloraba y él no era capaz de bajar y abrazarlo, era un cobarde que se hacia el fuerte.


-          Amor, todo me cuesta el doble y lo sabes. – dijo Kyuhyun conteniendo las lágrimas y sin dejar de pedalear.


-          No, no lo sé. ¿Qué no puedes ver que todo el mundo te ama? ¿Qué los tienes a tus pies? su Hyung le dijo eso casi gritando mientras se acercaba hasta donde él estaba.


-          ¡No mientas! ¡No es así! Necesito verme bien, nadie podría quererme así gordo como estoy, la mayoría de nuestros fans nos aman pero ¿Hasta cuándo? ¿Piensas que si me veo feo me amarían igual?  No seas ingenuo, Hyung. – Kyuhyun escupió todo el veneno que tenía dentro, estaba cansado del optimismo de su casi pareja.


-          ¿Te estas escuchando? ¿no ves que yo te amo? Así como eres, eres hermoso, no estas gordo, eres todo lo mejor que yo podría tener. – su chico rompió en llanto mientras se paraba frente a él. Kyuhyun paró de pedalear un momento, miro esos ojos marrones que tanto amaba, ahora estaban rojos, irritados por tantas lágrimas derramadas. Pero su mente muchas veces le ganaba a su corazón y volvió a pedalear bajando su cabeza para no verlo. – Kyuhyun… basta, hazlo por mí. – volvió a hablar su Hyung, pero él no tenía planeado parar. – Esta bien, me voy. – Dijo ese rubio de hermosa cara. Kyuhyun no podía levantar la mirada o lloraría y él no quería eso, nadie lo comprendía. Ese lindo rubio dio media vuelta para ir a la puerta, Kyuhyun estaba de espaldas, ya no podía ver los movimientos de este. De repente el castaño sintió como unos brazos rodeaban su cintura, no lo dudo, dejo de hacer todo movimiento. Sintió como unas suaves manos frotaban su estómago, era su chico, ese que tanto quería, ese que siempre estaba con él. –No es mi intensión presionarte, tú sabes que te amo, pero quiero ayudarte. Eres tan lindo y tan bueno que me duele verte así, no hace falta que hagas tanto esfuerzo el mundo te ama. Ahora quisiera que tomaras mi ayuda, quiero que vengas conmigo y comamos comida chatarra y veamos una película y si mañana quieres y te sientes bien los dos podríamos hacer ejercicio para sentirnos mejor. ¿Qué dices? ¿vienes conmigo?- el rubio hablo tan rápido pero Kyuhyun entendió todo, sabia a lo que se refería, comprendía que solo se necesitaban ellos para ser felices. Su chico seguía acariciando su panza y con la cabeza apoyada en su hombro.


-          Gracias. – dijo en un susurro sin girar donde estaba su chico. – y acepto tu invitación- sonrió para darse vuelta y ver a su persona especial con una sonrisa de par en par, pequeñas lagrimas seguía cayendo sobre sus mejillas, él beso un par de ellas antes de tocar sus labios para fundirse en un largo y profundo beso.


Desde ese día Kyuhyun siempre lo tuvo a él para calmar su ansiedad, para repetirle lo hermoso que era y que no necesitaba la aprobación de todos. Pero eso ahora él ya no lo tenía, por eso seguía matándose por ser perfecto, por esa absurda razón de no tener a su rubio había vuelto a lo de antes, a la infinita inseguridad, ahora él estaba en su cocina tomando un vaso de agua para engañar el apetito inmenso que sentía. Caminó otra vez hacia a su habitación y se sentó en su cama. Miro su celular, eran las once y media de la noche del día dos de febrero del 2016. Media hora y seria su cumpleaños, uno muy solitario, en realidad ahora se sentía inquietantemente solo, Changmin estaba en el ejército, Minho en Japón, Ryewook con promociones por su álbum solista y ni hablar de los demás miembros del grupo, todos girando por el mundo y otros también en el ejército, el hiatus provocaba estas cosas. Recordó que aquel chico que tanto amaba nunca lo dejaba solo, no importaba lo tapado de trabajo que estuviera, ese chico siempre lo hacía sentir especial y único en el mundo.


-          Vamos Kyuhyun ya va a ser tu cumpleaños. ¿Cómo puedes estar cansado? ¡Hay que celebrarlo! – dijo el que en aquel tiempo era castaño.


-          Hyung mañana tenemos actividades.


-          ¿y? podemos hacer un festejo express, nada me va a detener. – lo arrastraba hasta el departamento de los otros miembros que no vivían con ellos.


-          Hyung, vamos a molestar a todos, vamos a casa, ya casi es media noche. – dijo molesto, solo quería estar unas cuantas horas con él tirados en la cama.


-          ¡No! toca la puerta, no creo que estén durmiendo. – dijo sonriente mientras tomaba el brazo del castaño.


-          Ok, pero después nos vamos a dormir juntos un rato, ese sería un buen comiendo de cumpleaños para mí. – dijo Kyuhyun acercándose a su chico.


-          Ya habrá tiempo para eso, te lo prometo. – susurro sobre sus labios, dándole después un pequeño beso.


Kyuhyun abrió la puerta y lo que encontró no se lo esperaba, todos sus amigos apretados en ese departamento le gritaban al unísono ¡SORPRESA!, el castaño sin salir de su asombro solo atino a reír y a mirar a su chico.


-          Sorpresa amor, espero que este año sea mucho más hermoso que el anterior. – el más bajo le dijo al oído a su novio, luego le dio un casto beso en la mejilla.


-          Este 2013 no pudo empezar de mejor manera. – Kyuhyun encaro a su hyung y lo besó frente a todos, los demás no hicieron más que sonreír, todos amaban aquella pareja, eran perfectos el uno para el otro.


Kyu, también recordó aquel 3 de febrero del 2014, su ultimo cumpleaños juntos, su chico ya no sonreía, pero estaba con él, unas lágrimas salieron sin control cuando se acordó lo que habían hablado aquel día.


-          No tengo mucho tiempo hoy, Kyu. – dijo el novio.


-          Pero Hyung, es mi cumpleaños, quiero pasarlo contigo. – molesto por la indiferencia de su chico, Kyuhyun quería gritarle pero se contuvo.


-          Siempre pase este día contigo, no hace falta quesiempre estemos juntos, a veces me asfixia. ¿sabes?- dijo el pelinegro sin expresión alguna.


-          ¿Qué me estás diciendo, amor? ¿Qué pasa? – dolido por escuchar esas palabras lo único que podía hacer era preguntar.


-          Perdón, te amo, solo estoy muy cansado pero necesitamos espacio, ¿no crees? – susurró acercándose al castaño, tomo su rostro entre sus manos. – escúchame muy bien Kyuhyun, yo te amo más de lo que imaginas y pase lo que pase nunca dejare de hacerlo, eres lo mejor que me pasó, y pueden suceder mil cosas, pero quiero que sepas que mi corazón siempre te va a pertenecer- confeso el pelinegro con lágrimas en sus ojos, Kyuhyun no entendía a que venía eso, así que solo asintió, si solo hubiese sabido lo que estaba por venir, si tan solo su persona especial hubiese confiado en él.


Ese 2014 fue el peor año de su vida, no importó su gran éxito como solista, no importó que fuera su sueño hace más de diez año, no importó nada porque no lo tenía más a él. Una imagen paso por su cabeza, esa cuando ganó su primer premio y lloró, lloró porque sabía que del otro lado no había nadie que lo esperaba, ese día tenía muchas ganas de decir su nombre frente a todos, agradecerle por haber sido parte de su vida y que sepan que su persona especial lo había ayudado a crecer, a nunca rendirse, y ahora él era quien le daba la espalda, no hay dolor más grande que ese.


Tiró su celular a un lado de la cama y se acostó para intentar dormir, Kyuhyun sabía que inconscientemente esperaba un llamado, ya casi eran las doce, aunque sabía que sería imposible, el año anterior no había recibido ni un saludo de su parte.


Las doce marcaba el reloj y su celular empezaba a vibrar, miles de felicitaciones de sus fans por twitter y weibo. Muchos mensajes de colegas y algunas llamadas de familiares, amigos y miembros, al principio no quería responder nada pero no pudo evitar hacerlo, todavía había gente que se preocupaba por él. Ya eran las dos de la mañana y no había señales de ese llamado que trataba de no esperar, pero era inevitable. Sabía que por más que quisiera capaz y su persona especial no podría comunicarse con él. O tal vez solo pensaba eso para engañar su corazón y que este no sufra tanto. Tres de la mañana y no podía dormir, cerró sus redes sociales del celular para que no le llegará nada y poder dormir, pero no había apago su teléfono con la esperanza de que una llamada llegue. Tres y media de la mañana y seguía sin dormir, a las seis tendría que levantarse y empezar su día, tan comúnmente como siempre, nada cambiaria, tenía que trabajar y mostrar su mejor sonrisa. Se removió en su cama, hacia frio y las frazadas lo tapaban casi por completo, solo tenía la cabeza afuera y miraba el techo.


De pronto a las tres y treinta cinco minutos su teléfono empezó a sonar, era una llamada, conocía ese tono, él lo usaba solo para las llamadas. Agarró su celular de la mesa de luz y sus manos temblaban, su corazón latía a mil por otra y cientos de pensamientos de que podría ser él le pasaron por la cabeza. Una vez que tuvo su celular en sus manos y vió la pantalla pudo visualizar que se trataba de un número desconocido, su alma cayó al piso, seguramente no era él. Decepcionado no quería responder, no solía responder números desconocidos. Pero decidió hacerlo igual. Sostuvo el teléfono en sus manos y apretó el botón para atender.


-          Hola. ¿Quién habla? – preguntó Kyuhyun nervioso


-          Hola, Kyu, soy yo.- dijeron del otro lado, esa voz la conocía, la conocía tan bien que dolía, era él.


-          Sungmin…- Dijo Kyuhyun y solo pudo sonreír, cada vez que lo escuchaba siempre era lo mismo, nunca podía dejar de sonreír. 

Notas finales:

Espero les haya gustado :) 


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