Ya había trascurrido una larga hora en que ambos chicos se encontraban convenciéndose uno al otro para que cediera e hiciera la visita correspondiente, pero ninguno daba su brazo a torcer en esa fría noche, menos siendo que cada uno llevaba un buen rato bajo las cálidas ropas de cama, mismas que se reusaban a abandonar.
—Vamos Yeol, era tu turno de venir. No puedes simplemente pedirme que lo haga. Tenemos un trato. —Chilló Baekhyun escondido bajo
las sábanas y colchas de su cama, como si se tratara de algo que hiciera a escondidas de sus padres a la media noche, pero que más bien sólo es muestra de lo mucho que le cuesta el hecho de que el aire, que de alguna manera se cuela al interior de su habitación, choque con cualquier parte expuesta de su piel.
—Lo sé Baek, pero hace demasiado frío, mejor ven a verme tú a mí, tienes muchas cosas más que yo que podrías usar para cubrirte y una vez aquí ya no será problema el frío, te lo aseguro.
-Hace mucho frío Yeol, así no puedo ir a verte como siempre, me congelaré en el camino. —Dramatizó el pequeño de ojos delineados negando con su cabeza mientras le hacía gestitos a la cámara frontal de su móvil.
—Vamos Baekkie, no es para tanto. En una videollamada no podemos hacer mucho, ya sabes...
—Tal vez podemos. —Interrumpió el de cabellos rosados pensando en algo para convencer a su gigante novio de ceder. —Si me calientas puedo ir a verte. —Sentencio para luego morder su labio inferior, justo de la manera en que siempre conseguía encender una mechita en el interior del más alto, quien ya no pudo objetar más.
—Baek~ —Casi gimió al decir aquello y relamió sus labios antes de comenzar con su juego. —Está bien, maldición... te diré qué hacer y debes obedecerme, ¿entendido? —El mayor asintió enérgicamente en respuesta, mostrando una bella y angelical sonrisa. —Bien. ¿Recuerdas qué es lo que me gusta acariciar primero de tu cuerpo?
—Hmm... —El pequeño desvió su mirada como si intentara recordar lo que sabía a la perfección. El menor sólo chasqueó la lengua formando una enorme sonrisa, sabiendo muy bien que el pequeño de cabellera rosada sólo fingía. —¡Sí!
—Bien, ¿qué esperas para tocarte, Baekkie? —Susurró el de mayor estatura acomodándose mejor en su cama, alistándose para el espectáculo. A diferencia del bajito, Chanyeol estaba usando un gorrito que cubría a la perfección sus enormes orejas del aire, así que no hacía falta meterse bajo las mantas.
—Mgh~ ¿así, Yeol? —El de mayor edad ya se encontraba con su diestra sobre uno de sus pequeños pezones, aunque debido a la pijama de Cony que estaba usando no era muy visible, menos si la improvisada carpa tapaba la luz artificial de la habitación.
—Quita las sábanas amor... no puedo verte bien... —Su voz ya comenzaba a sonar ronca tan sólo con mirar, a duras penas, el sonrojo de su novio, que apenas era visible gracias a la luz que brindaba el flash delantero.
El mayor obedeció mordiendo su labio inferior. Tan pronto como su fortaleza desapareció el frío de la habitación pegó contra su rostro sin piedad alguna, pero se resistió con todas sus fuerzas a volver bajo las sábanas y en cambio continuó con lo que hacía, pasando de uno de sus botoncitos al otro entrecerrando los ojos sin dejar caer el móvil ni bajarlo, aunque ya comenzaba a doler su brazo.
—Baek, la ropa... —El menor ya comenzaba a sentir calor pero aún continuaba igual de abrigado que antes.
El nombrado asintió y con su misma mano comenzó a desabotonar la camisa para dejar a la intemperie su pecho descubierto, causando que sus pezones se endurecieran un poco más de lo que ya estaban, esta vez a causa del frío. Sin hacerse esperar volvió a estimularse con sus dedos mirando fijamente a la cámara mordiendo su labio inferior para dejarle saber al menor lo excitado que comenzaba a estar, sin poder mirar que, por el otro lado de la pantalla, su novio ya tenía una mano contra su entrepierna por debajo de las sábanas, mientras miraba con la boca abierta a su novio.
—Quítala toda, no quiero ver nada de ropa... —Ordenó el más alto entre jadeos, provocando que el de cabellos rosados se hiciera una vaga idea de lo que ya sucedía en la habitación de su novio.
Con un pequeño y bajito quejido detuvo su mano para en cambio comenzar a desnudarse por completo, tardando un poco más de lo que hubiera deseado a causa de tener sólo una mano disponible para no dejar fuera ni un segundo a su gigante novio.
Cuando finalmente estuvo sin una sola prenda cubriendo su cuerpo ya ni siquiera recordó el frío de aquella noche, más bien quedó encima de las sábanas y cobijas y se encargó de pasear la cámara lentamente sobre todo su cuerpo para deleite del menor, quien le dio como recompensa un ronco gemido que dejó bastante satisfecho al bajito.
Sin esperar alguna otra orden, su diestra tomó el celular, enfocándolo principalmente en su entrepierna y la zurda fue hasta esta para tomar su miembro que comenzaba a despertar y, ante la atenta mirada de su novio, comenzó a mover ágil y diestramente su mano sobre su ahora necesitada longitud.
Sus ojos comenzaban a cerrarse mientras su mano se paseaba sobre su erección, dejando el glande al descubierto tras retirar el prepucio para volver a cubrirlo segundos después y comenzar a acelerar el ritmo de su actuar provocando que a cada momento que pasaba sus gemidos se incrementaran y mezclaran con los de su novio.
Del otro lado de la pantalla, la situación era bastante similar. Luego de ver el cuerpo desnudo de su novio, Chanyeol definitivamente comenzó a acalorarse y sudar, sin embargo, no estaba dispuesto a distraerse más de lo muy estrictamente necesario. No todos los días tenía un encuentro sexual de ese tipo con Baekhyun, algo inusual. A decir verdad, gustaban de experimentar y esa era una de las cosas que lo tenían totalmente enamorado del bajito, su versatilidad era definitivamente sorprendente.
El más alto tan sólo había bajado hasta medio muslo la ropa interior y el pantalón de su pijama que, por cierto, hacía juego con la de su pareja al ser de Brown, regalo que Baek le había hecho aceptar junto con el gorro que usaba, también de Brown, tras unas cuantas pataletas y una muy buena sesión de sexo oral en el baño del lujoso restaurante donde habían ido a celebrar su aniversario de 100 días.
Las cobijas del más joven habían quedado cubriendo únicamente hasta un poco más arriba de sus rodillas, pero a diferencia del mayor Chanyeol no le daba una vista muy amplia con su cámara, cosa que a Baek no lo dejaría muy contento de no ser porque los gestos del menor al masturbarse eran dignos de admirar, claro que sólo podía admirarlos él y nadie más. Nunca.
Pronto su conversación se vio reducida a gemidos y jadeos que llevaban el nombre ajeno atropellado entre ellos, sin que sus manos detuvieran ni un solo instante la constante oscilación sobre sus duros miembros, que a cada segundo aclamaban por llegar a la prometida cúspide del momento.
Baekhyun tan sólo mantenía los ojos cerrados imaginando que en realidad era su novio quien se encontraba acariciando de forma tan íntima a su erección, lo cual no le costaba demasiado debido a los gemidos que lograban llegar, fuertes y claros, hasta sus oídos gracias al alto parlante de su celular.
Chanyeol solamente mantenía su mirada fija en el delgado y frágil cuerpo que poseía su novio, recorriendo lo poco y mucho que la cámara le permitía contemplar desde ese ángulo que la mano acalambrada del más bajo mantenía, deseando fervientemente que en lugar de su enorme mano fueran las estrechas paredes del mayor las que abrazaran a su urgido miembro.
No pasó mucho tiempo hasta que la imaginación de ambos chicos los ayudó a derramar sus semillas, ambos gimiendo el nombre del dueño de sus fantasías.
El primero en alcanzar el orgasmo fue Baekhyun, manchando su mano y gran parte de su pelvis con aquella sustancia espesa y blanquecina; por otro lado, Chanyeol le siguió segundos más tarde, dejando una visible mancha sobre su camisa café, la cual no había tenido la delicadeza de levantar antes, pero tampoco era que se sintiera culpable de haberla sacrificado.
Un par de minutos más tarde la risa de Baekhyun fue lo que rompió el silencio.
Chanyeol únicamente había limpiado su mano en su ya sucia camisa, subió su ropa inferior como pudo y se había dirigido hasta donde se encontraba su novio, aún desnudo e intentando calmar su acelerado corazón.
—Terminaste viniendo. —Se burló el pequeño al ver a su novio cerrar la puerta de su habitación. —Tuve que calentarte yo mismo para que te dignaras a cruzar el maldito pasillo Park Chanye~ —Sus risas, burlas y palabras se vieron interrumpidas por la boca del menor, que ya se encontraba apoderándose de la ajena en un demandante beso.