Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Eso que pasó por Marty

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Después de mucho tiempo el capitulo 2 :)

 

Capítulo 2
Ya han transcurrido tres días, desde "eso" que paso, simplemente dejo de venir aqui... Conmigo, quiero decir al cafe.
No entiendo. ¿Quizá esta avergonzado por lo que pasó? O tiene mucho trabajo. Quizá sea lo de su pareja.
Tampoco entiendo qué fue lo que paso en su casa, me besó, estaba ebrio, me debió confundir con alguien más, o simplemente ese era su beso de buenas noches tradicional. Muy ardiente.
¿Qué acabo de decir? No voy a seguir pensando en esto, mejor hago pan.
En la cocina estaba Charlie y parecía más feliz que de costrumbre, no mencione el tema de cuando se veía molesto. Sólo debió tener un mal día.
-¿Qué tal Charlie?
-Señor Laurens, bien, gracias. Hoy me dieron los resultados del intercambio a Inglaterra y fui aceptado, estoy realmente feliz.
-Eso es grandioso Charlie.-me acerque a él y le di un abrazo masculino, Charlie se sentía a veces como mi hijo, es de mi estatura, también era guapo y muy amigable con los clientes, me caía muy bien.-¿eso significa que te irás pronto? Te extrañaremos.
-Si, pero me seguire comunicando con ustedes señor, además me voy en tres meses. Y vuelvo en dos años. -su mirada pareció entristecerse un poco y le dedique una sonrisa de medio lado. Sé que se ha esforzado mucho en la escuela, estudiar leyes estoy seguro que no es facil.
-Habrá que hacer una fiesta de despedida. -Se acercó de nuevo a mí y me dio un abrazo agarrandome por la cintura, mis manos agarraron sus brazos y me dí cuenta de que también hacia ejercicio, vaya si que la gente se cuida en estos días.
-Señor Laurens, ¡¿Cómo está?! - llego Annie, la otra mesera. Su voz era muy sonora cuando saludaba en especial cuando estaba Charlie, me pregunto si le gusta un poco. Me separe de mi mesero y fui a saludar a Annie.
-Muy bien, adivina que mesero se irá a Londres.
-¿Charles? Uy, ahora si que vamos a llorar... De felicidad.
-Hola, Ann... -Dijo Charlie algo molesto, era por cosas como éstas por las que pensaba que tenían algo, o almenos eran muy competitivos en el trabajo. Charlie usualmente atraía a las clientas y Annie a los clientes. Ambos eran bastante atractivos, se veían bien juntos, sim embargo siempre había ataques verbales de por medio entre ellos.
-Ay que modales, hola Charles. -Le dedico una mirada algo molesta también.
-Bueno si, se va nuestro Charlie, le haremos una fiesta de despedida.
-Ah si y podemos invitar a su familia, por su puesto. -Dijo felizmente Annie.
-No. -Dijo cortante Charlie, no le gustaba hablar mucho acerca de él o su familia.
Sus miradas empezaron a lanzar chispas y sus ceños estaban más fruncidos que nunca, tenía que intervenir.
-Vamos chicos, no pueden pelear todo el tiempo. -Abrí mis brazos de par en par y ambos se acurrucaron en ellos, definitivamente estos chicos eran como mis hijos.
-Huele muy bien señor Laurens. -Dijo Annie acercando su nariz a mi cuello, haciéndome reir.
-¿No tienes trabajo que hacer Ann? - Dijo cortante Charlie.
-¿Por qué? ¿Quisieras que te ayudara en algo Charles? -el tono mordaz de Annie nos sorprendió a ambos.
-Ya basta chicos, vayan a trabajar.
-Si, señor. -Contestaron al unísono y cada uno tomo caminos separados.
Ah, estos chicos eran muy raros.
Me subí las mangas y empece a hacer pastelillos. Creo que hoy no era mi día, por qué me pase de azúcar y se me quemo un poco.
Mis pensamientos de vez en cuando volvían a ese día. Pero traté de alejarlos, era hora de abrir el bar, sin querer tenía la esperanza de que volviera Sam...
No lo hizo.
Quiero verlo y descubrir que fue lo que pasó. Estoy seguro de que no soy gay, pero aun así quiero aclarar las cosas.
Ese beso fue increíble, si, pero nunca antes había besado a un hombre. En cuanto a mis relaciones pasadas, las chicas siempre pensaban que era algo fácil o algo así, solo un acoston, pero yo quería algo serio, algun día formar una familia... Eso no pasó, simplemente deje de creer en la idea de una familia y me enfoque en mi trabajo.
De alguna forma tome un taxi y llegue a casa de Sam, sin saber aun que hacía aquí, toque la puerta.
Abrio la puerta Sam, se veía cansado, traía un celular pegado a la oreja, vestía una camisa blanca sin mangas dejando al descubierto sus bronceados brazos algo musculosos, los pantalones eran holgados y le caían por la cintura y sin zapatos, si fuera una chica quien lo viera seguramente babearía por él; me miro sorprendido e hizo un gesto para que pasara. Entre y la casa se veía diferente, estaba desorganizada, todo estaba tirado en el piso, ropa, zapatos, celulares rotos, muebles volcados, ¿acaso hubo un asalto aqui?
Me dirigió a una especie de sala con libros por todos lados, también tirados al piso.
-Toma asiento, en un momento vuelvo. -me dijo sin apartar el teléfono de su oreja.
Se fue a otro lugar y se escuchó como se quejaba, molesto.
Un ruido reboto por las paredes y ya sabía como fue que los celulares rotos terminaron así.
Volvió a donde yo estaba, abrio un cajón de una estantería y sacó otro telefono. Lo colocó en su bolsillo y se sentó junto a mi.
-Hola, James ¿Qué te trae por aquí?
-Eh, Hola, umm realmente no lo sé. Parece que estás ocupado quizás debería volver después.
-No estoy ocupado, solo era la oficina.
-Ya veo...
Pf, era difícil hablar, otra vez era el tipo serio de siempre, era obvio que estaba ocupado y por eso no volvió a la tienda. Mi mente tiene más imaginación de lo que pensé.
-En realidad no esperaba que vinieras, perdona el desastre, Martha viene mañana a limpiar.
-¿Quien es Martha?
-Mi ama de llaves.
-Oh...
-Y, ¿por qué tanto desorden? -Estaba más pregunton que de costumbre pero necesitaba algo de que hablar.
-Umm, es solo que estaba trabajando y me metí mucho en el asunto, creo que me excedí.
-Quizá un poco.
-Jeje, bueno ¿ya desayunaste?
-Si...
-Yo aun no, ¿me acompañarías a la cocina? -Su tono era apagado, como si estuviera muy cansado.
-Claro.
Fuimos a la cocina y estaba limpia, eso me dio un mal presentimiento ¿no ha comido nada en días?
Sacó un par de refractarios llenos de pasta, y simplemente la metió en el microondas.
-¿Eso vas a desayunar?
-Si... ¿no es bueno? Martha lo hizo.
-No digo que no sea bueno, es sólo que es comida muy pesada para ser el desayuno, además necesitas energía pura, no una pasta llena de calorías.
-Pero, es deliciosa. -me sonrió y me sorprendió, no lo esperaba.
-Ya lo creo, mira si quieres puedo cocinar algo para ti.
-¿Hablas en serio?
-Claro.
-Entonces, por favor toma lo que necesites. -Se sentó en un taburete frente a la mesa de madera pegada a una pared.
-Okay.
Me dispuse a cocinar y después de 20 minutos la casa olía como a mi hogar, prepare hot cakes, corte fruta y freí un par de huevos.
Lo serví todo en diferentes platos, también preparé algo de café y me serví un poco. Tal vez fue mi imaginación, pero senti una mirada muy fuerte en mi espalda.

-Se ve delicioso...
-Gracias, es lo que suelo hacer en mi casa.
-Umm ya veo. -Le acerque su plato y un tenedor con cuchillo, no le puso nada extra a los hot cakes, corto un pedazo y desapareció en su boca.
Tomó un sorbo de café y yo también, de pronto tenía sed.
El café caliente quemo un poco mi garganta y él siguió comiendo. Mientras, lo observé.
Sus ojos verdes estaban oscuros, aunque era de día, su boca no era ni muy gruesa ni muy delgada, más bien tenía unos labios carnosos, de chico. Sus brazos morenos estaban bien definidos, supongo que si hace ejercicio. El cabello negro se veía más largo de lo usual, cayendole un poco en la cara, sin duda se veía sexy... Incluso comiendo era atractivo.
-Entonces, ¿cual es el verdadero motivo por el que veniste? -Su tono era serio.
-Yo...-me quede sin palabras. Él sabía que venía para preguntar acerca de ese día, o quizás no.
-Si...
-Vine por lo de hace unos días, no se que exactamente porque vine, solo llegue aquí.
-¿Qué paso hace unos días?
¿Qué? ¿No lo recordaba? No fue nada para él, sí fue su briaguez, sentí como mi cara se empezo a poner de color rojo, yo un hombre de 28 años avergonzado por un beso de otro hombre.
Una sonrisa lobuna paso por su cara y supe que si lo recordaba. Maldito. Quería que me sintiera así.
-¡Tu! Eres terrible. Estas jugando conmigo.
-No, solo que no creí que dijeras lo que pasó a menos que te presionara. Aun así no lo dijiste, pero tu cara lo dijo todo.
-Eres tan malo, ahora dime ¿por qué lo hiciste?
-¿Por qué te bese? Creo que es obvio, me gustas.
-Imposible, acabas de terminar con tu novia, seguramente estás confundido o algo, casi no nos conocemos, ambos somos hombres.
-Nunca dije que mi pareja fuera mujer, estás poniendo excusas sin sentido, ambos ya estamos grandes para saber lo que queremos.
-¿Quieres decir que eres gay?
Se acercó a mi y beso mis labios, lo empuje y su respiración quedó a centímetros de mi cara.
Esa era definitivamente su respuesta.
Sus ojos se encontraron con los míos y su mirada de nuevo se mostraba muy caliente y reluciente, no podía apartar mi vista de él.
Dios, en verdad era atractivo, mucho y seductor, pero no me podía dejar llevar...
-¿Los celulares rotos son solo por el trabajo?
-No...-su mirada se volvió fría y dura por un momento.-es que él llamo y...
-Te hizo enojar.
-Si.
-Umm si no quieres contestar no lo hagas, pero ¿Cómo sabías que te engañó?
-Los encontré juntos.
-Debio ser duro...
-No, como ya te había dicho estoy feliz de que haya pasado.
-Entonces recuerdas todo lo de la noche...
-Pues si, hablar contigo por primera vez fue increíble. Como suponía eres realmente amable, me acompañaste hasta mi hogar solo para asegurarte de que estuviera bien. Yo sé que no era la mejor compañía pero aun así no te fuiste.
-Era divertido como hablabas. -
Dije porque no tenía idea de que hacer, esto sonaba como una confesión.
Sentí mi cara arder cuando estaba a pocos centímetros de mí. Poco a poco se fue acercando y nuestros labios de nuevo se juntaron, esta vez no lo aleje, quería probar su sabor.
Su lengua se encontró con la mía y empezó a dar leves toques y enredarse, dando circulos...
-No podemos... -Dije interumpiendo el beso. Me faltaba aire.
-James. -Su voz seductora me hizo temblar.
-Creo que es mejor que me vaya.
-No, quédate y prometo no besarte otra vez, por hoy.
-Jaja, no lo harás de nuevo ¿hoy?
-Si prefieres puedo hacerlo de nuevo ahora...
-No, no, me quedo con el hoy.
-Bien, cuéntame acerca de tu trabajo. -su cambio de humor de nuevo me sorprendió.
-Pues nada fuera de lo comun, a esta hora ya esta abierto pero se los encargue a Charlie y Annie, son un par de niños traviesos, aunque son muy competentes siempre están peleando, yo creo que incluso hay un poco de tensión amorosa entre ellos, también esta Jessie, la chef a cargo, cocina un pan muy bueno, sin embargo creo que le buscaré un ayudante. Me gusta mucho la cafetería.
-Eso suena divertido, déjame trabajar contigo.
-Creo que ya tienes un empleo en el que ganas muy bien.
-No me gusta, es aburrido.
-Veamos, dices que no te gusta un empleo en el que ganas mucho dinero, y quieres trabajar en mi tienda, ¿Qué puesto desempeñas en tu trabajo?
-Presidente ejecutivo, pero en verdad es aburrido, James.
-¿Presidente ejecutivo? ¿En donde?
-En Golden Company.
-¿Estas jugando?- esa era la empresa más grande en nueva Jersey de ventas, vendían de todo, desde autos a joyas.
-No, pero en verdad es horrible trabajar ahí. Todos son unos amargados.
-eso no es lo importante, tu no te ves como la persona más feliz en el mundo...
-Junto a ti, así me siento.
-Eres todo un galán, a las chicas les debe gustar eso.-su rostro se hizo pensativo. -Quiero decir también a algunos chicos...
-No a todos.
Y aunque creí ya saber la respuesta pregunte:
-¿A él no le gustaban?
-No, y no quiero hablar de él, en este momento solo quiero saber de ti.
-Bueno, no hay mucho que saber, soy chef, pero me lastime la mano derecha hace algunos años jugando baloncesto y por eso casi no estoy en la cocina.
-Para eso esta Jessie, tu chef.
-Si.
-Cuéntame más, en verdad quiero trabajar contigo.
- Tu ya tienes un empleo.
-No me gusta, renunciare.
-No puedes hacer eso, mucha gente depende de ti, y de lo que haces para la empresa.
-Ummm.... -Hizo un puchero y comence a reir, un hombre de 30 años haciendo caras no se ve todos los días.
-Sam, mira voy a pensarlo. Justo ahora Jessie necesita un ayudante.
-Es perfecto, puedo ayudar.
-Tendriamos que ver los horarios, siempre y cuando no dejes tu empleo.
-umm, okay...
-Bien, entonces me voy, deje a cargo a Charlie y Annie y quizás ya esten en una batalla...
-Espera, dame tu teléfono. -dijo estirando su mano, saque mi celular de mi bolsillo y se lo di.
Tecleo algo en el y me lo devolvio.
-Puedes venir al café para hablar de los detalles.
-Claro, te veo ahi mañana.
Y me fui, el se despidió de mi con la mano y por un momento quise que hubiera sido un beso.



Continuara~

Notas finales:

Espero que les haya gustado, comenten que les parecio:D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).