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MARGINADO por EXOFOREVER

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Notas del capitulo:

Holaaa!! =)

Primero disculparme por la tardanza. Seré breve: viaje para relajarme y vine mas estresada, cuando volví no había internet en casa y ahora estoy con los dolores de cabeza por la gripe (vaya vida la mia) PEROOO aquí estoy sobreviviendo… jejeje. Soy dramática, lo sé.

Bueeeno agradescer por los rewis beshitos para quienes me dejaron. Me han animado mucho!!. Gracias a Joy (a tu amiguis también) a la fiel Jared (eres tan linda) y a anónimo (sabes que estoy de acuerdo contigo)

Muchas gracias por su apreciación, sus lecturas y comentarios.

El hermanito de Kyungsoo les tendrá una sorpresa.

Lean las notas finales. 

Las posibilidades de hablar con sus padres calmadamente se vinieron abajo como una fuerte avalancha de nieve.

Al final podría ser desastroso.

 

Con el cuerpo tembloroso se obligó a caminar. Cada paso que daba parecía que iba directo a un matadero donde él sería el animal sacrificado.

Antes de empezar a bajar las escaleras, se detuvo. Agarrándose muy fuerte de la baranda, tanto que la sangre parecía no circular por sus venas… sangre? Las gotitas de sangre de sus muñecas caían por sus dedos, esparciéndose. No era una hemorragia pero las marcas profundas le ardían cada vez más con el movimiento más pequeño, ya que la sangre empezaba a secar y moverla era doloroso.

La imagen del primer piso de su casa, le dejo sin aliento.

Menos mal Xiumin no estaba aquí. No sabe o pretende no saber lo que pueda pasarle si baja.

Pero allá, afuera dejó a una persona. Le dijo las palabras más horribles que ha dicho en toda su vida. Dijo todo lo contrario de lo que sentía y quería… lo dijo solo para protegerlo y ya no ser agredido.

 

-          Baja ahora Kyungsoo – dijo el padre. Estaba apretando fuerte el palo. Al costado la madre le miraba seria e indiferente.

 

¿A dónde fueron las palabras de cariño? ¿Las miradas cálidas y protectoras?

 

-          ¡Que bajes! – vocifero impaciente el padre – ¡ahora Kyungsoo!.

 

Agarro más fuerte la baranda. Sus nudillos estaban blancos, sus piernas le fallaban; sentía que caería en cualquier momento, si no se agarraba bien.

Se repetía mentalmente que sus padres no serían capaces de herirlo.

“No pueden” “No. Papá y mamá me aman”

Al últimoescalón el padre hablo.

 

-          Quédate donde pueda verte – el hombre miro la mesita de vidrio en medio de la sala.- mueve la mesa a un lado y párate donde estaba – el hijo camino con los ojos en el piso – que mal te hemos hecho para que te burles de nosotros.

-          Padre… - Kyungsoo quiso decirle que de ninguna manera se burlaría de sus padres y si enamorarse de un amigo significaba eso para el mayor; estaría dispuesto a dejar de amar a un buen chico que espero pacientemente por él.

-          ¡Te he dicho que no me llames así! – rugió estrellando el palo que tenía en la mano derecha con un florero de vidrio. La madre pegó un grito, asustada. El florero lo compró a un precio muy alto. Ahora es solo pedazos cortantes.- no vuelvas a llamarme así. – terminó irritable.

-          Pero… ¿cómo le voy a llamar? Si…

-          ¡No lo sé! ¡Tú nos traicionaste! – el mayor se acercó a su primogénito. Levanto el palo de madera y con la punta empujó a su hijo haciendo que cayera de espaldas. Golpeándose en la zona lumbar.

 

Kyungsoo se levantó sobre sus codos, chillando de dolor.

 

-          ¡No llores! ¡Sé hombre! – el padre le miro con odio, como si Kyungsoo no fuera sangre de su sangre, como si no fuera su hijo. - ¡Levántate! – movió la boca y escupió sobre su hijo.

 

El señor Do escupió en la frente de Kyungsoo. Este sintió la primera humillación más grande en su vida.

La madre se levantó al ver la acción de su esposo. Sorprendida miro a Kyungsoo y su pequeña lagrima rodando por su mejilla.

 

-          Me das asco – le susurró cerca suyo – desde ahora no existes para mí. Pero no quiero decir que no te haré  pudrir. – el hombre se ergio sobre sus pies, retrocedió. – ¡no dejaré que vivas tranquilo!

-          Cariño… - intervino la madre.

-          No digas nada – amenazó el esposo – si quieres seguir en esta casa, mantén la boca cerrada.

 

La madre frunció el ceño. ¿Por qué esta actitud tan enfurecida de su esposo? Pensó que le iba a dar una lección a su hijo y ver si así se rectificaba de “esa locura de estar con un hombre”. La sola idea de ver a su hijo besándose con otro le daba nauseas.

Quizás su esposo odia a los chicos de esa condición?...

 

-          ¡Ahora tú! – apunto a Kyungsoo con el objeto de madera – muévete – no se movió - ¡Rápido! ¡Limpia esto! – señaló los vidrios – Kyungsoo siguió sin reaccionar. Veía a su padre mover los labios pero escuchaba las palabras. Su visión era borrosa por las lágrimas. No quería llorar. No quería verse débil ahora, pero sus ojos se mojaban involuntariamente.

 

El cuerpo de su padre se acercaba otra vez hacia él. Retrocedió, pero el dolor en su espalda le hizo quejarse y detenerse.

 

-          ¡Dije que te movieras! – grito feroz agarrando los cabellos del menor, arrastrándole brutalmente sin detenerse por los gritos de su hijo, le levanto y aventó como cualquier cosa sobre los vidrios.

 

No le importó ver la sangre esparcirse por el piso de la casa. Le dio igual si su hijo se hirió en las manos o en las rodillas. Poco le importo el puñado de cabellos negros entre sus dedos.

 

-          ¡Limpia! ¡Deja de llorar niñita! – movió el cuerpo de Kyungsoo que yacía tumbado de costado en el piso, con el palo. Empujo más fuerte por las costillas del menor. El mayor se amargó más cuando recibió respuesta. Movió el palo hacia arriba dispuesto a golpear la espalda del muchacho tendido sobre un baño de sangre. “Ding dong”. El timbre de la casa, le detuvo. Volteó a ver quién era.

 

Su otro hijo acompañado de otro niño. Maldijo en voz alta, miro a su esposa, la cual estaba con las manos tapando su boca con los ojos muy abiertos mirando a Kyungsoo.

 

-          ¡Reacciona mujer!  Xiuminestá esperando en la puerta – la esposa le miro con ojos alarmados. Camino hasta ella y un jadeo temeroso salió. Le agarró del brazo, despertándole de su estado en shock. - ¡Despierta! – le zarandeó del hombro – no dejes pasar a nadie que no pertenezca a esta casa. – la empujo hacia la puerta.- ¡Ve. Malditas mierdas!

 

La mujer camino como perdida. Abrió la puerta. Miro los ojos dulces y la sonrisa alegre de su menor hijo. La culpa le vino más rápido que un parpadeo.

¿Qué ha hecho?

Cogió la mano de Xiumin y sin decir una palabra más le adentro en la casa dejando al otro niño confundido. Cerró la puerta de golpe. La mujer temblaba y el pequeño lo sentía. Ella solo quería darle una lección a su hijo.

Por otro lado, Xiumin no sabía que pasaba con su madre. Esa mirada de horror en su rostro le hizo preguntarse qué desgracia había pasado. Su pregunta fue respondida al ver el interior de su hogar.

Su visión solo lograba ver a su padre respirando con fuerza, como si estuviera bufando como un animal. Le miro directo a sus ojos y vio la rabia impregnada en ellos, su mirada siguió hasta las manos del mayor y el palo… con sangre?.

¿Qué ha pasado durante las 2 horas que ha estado con su amiguito de infancia?

Camina pero su madre le detiene. Xiumin la mira y le pregunta con la mirada. Ella susurra.

 

-          Ni yo le reconozco…

 

Quiere preguntar a qué se refiere con “ni yo le reconozco”?

 

-          Xiumin – llama suavemente el padre. El aludido voltea y hace un esfuerzo en soltarse de su madre. Su sollozo y sus temblores le ponen alerta de lo que podría pasar. Es un niño aun pero se da cuenta de todo lo que pasa a su alrededor y este ambiente de temor e ira es tan palpable que le hace estremecerse.

 

Escucha un pequeño ruido, busca con sus ojitos de niño asustado la dirección del ruido y se da cuenta de la situación.

Sus ojos se ensanchan al no creer lo que ve. Su pecho se comprime de dolor. ¿Qué le ha pasado a su hyung? ¿Que hace Kyungsoo tirado sobre pintura roja?... quiere creer que es pintura roja y no lo obvio. Mira a su padre con el ceño fruncido, pidiendo explicaciones.

 

-          Mi niño… tú no me defraudarás como lo ha hecho Kyungsoo, verdad?- pregunto con el semblante tenso. – ven aquí hijo. Tú si eres mi hijo – “tú si eres mi hijo” repitió la frase de su padre hasta poder entenderla, lo logró después de escuchar lo siguiente – ese bastardo maricón no es mi hijo. – señalo a Kyungsoo con el palo.

 

Su interior se activó cuando su hermano intentó moverse. Corrió hasta él.

 

-          ¡Noo! ¡No lo toques! – escandalizo el padre - ¡no te acerques a él! – grito como un desahuciado. Xiumin se llenó de rabia e impotencia.

-          ¡Qué has hecho! – reclamó – ¡¿qué le has hecho a mi hermano?! – grito desesperado. Le importo poco la orden del padre. Se dio la vuelta para ver mejor a su hyung… había vidrios impregnados en sus brazos. Su cuerpo empezó a temblar. Su padre ha herido a Kyungsoo.

-          Xiu…Xiumin – el hilo de voz con los ojos entrecerrados de su hyung le llevó a la locura.

-          Hyung… hermanito que… papá?Él fue? Por…porque?

-          Escu…chame Xiumin

-          Hyung necesitas un… - el pequeño se horrorizó al ver el origen del gran charco de sangre. Un vidrio grande que era la base del jarrón de su madre estaba dentro del estómago de Kyungsoo la sangre todavía salía de la herida manchando el polo celeste y su pantalón negro. Supuso que el corte seria profundo ya que lo que quedaba fuera de la piel también era muy grande.

-          Hermanito – susurro muy bajo Kyungsoo, sentía los ojos pesados. El dolor en su pierna y vientre se estaba haciendo cada vez más fuerte. El vidrio de su pierna le llegaba hasta el hueso y el de su estómago ya no sabe dónde, solo que es muy profundo… lo siente hasta el corazón. El dolor es delirante, tanto que le dan ganas de dormir. – no me dejes… no te vayas.

-          No lo haré hyung –el menor toco la mejilla de Kyungsoo, muy tembloroso. Siente el dolor en su carne, como si él fuera el herido. – no te duermas hyung. No te atrevas a dejarme – lloró angustiado – hyungg… ¡¡hyung!! ¡No cierres los ojos por favor!! Te salvaré. HYUUUUNG!!! – Kyungsoocerró los ojos, soltando un suspiro cansado. Xiumin se agitó.

 

Se levantó de un salto, miró desesperado hasta encontrar el teléfono de la casa. Marcó el número de emergencias. La voz femenina llego a sus oídos pero no entendió nada de lo que dijo. Solo le importaba su hermano.

 

-          Señorita mi hermano está herido en casa. Ayúdenos por favor. Sangra mucho. Rápido se lo suplico.- la señorita pregunto si había adultos y si estaban haciendo una broma llamando a esta hora de la noche - ¡¡¡¡NOOO!!!! ¡¡¡No es ninguna broma!!! Un vidrio grande está en el estómago de hyung, no está despierto!!! Se lo suplico, no nos dejen.- rogó el niño. La mujer noto la voz suplicante y después de unos segundos pidió perdón por pensar que sería una broma esta llamada. Entonces pregunto si estaban solos. Xiumin respondió que sí; desconocía a sus padres. Estos monstruos no son sus padres, se auto convencía. Esta seguro quien es el causante y la cómplice del sufrimiento de Kyungsoo. Y espera que nada malo le pase porque Xiumin, pese a tener 8 años; recordará esta imagen toda su vida.

La mujer  preguntó por la dirección de la casa que ya estaba un carro de ambulancia preparándose para ir. Xiumin le dijo la dirección y pregunto si Kyungsoo estaría bien. – hyung estará bien. Verdad?Hyung va a estar bien. Él no puede… morir cierto? – susurró no queriendo pronunciar la palabra “morir” – aló? Señorita? ¿Está ahí? – teclo el teléfono y la pantalla no prendió. Miro el cordón y vio unos pies, unas piernas grandes y largas. Levanto su visión. Su padre había desconectado el cable del teléfono. Su rabia resucito ardiendo sus fosas nasales y sus manos crujieron en el fuerte puño que hizo sus manos de niño.

 

-          Hijo… no lames a nadie. Estaremos mejor sin él. – el comentario le dolió tanto que sin aguantarse más comenzó a golpearle con todas sus fuerzas, con toda su ira.

-          ¡Como dices eso! – rasgaba la camisa del mayor – es Kyungsoo, mi hermano. Tu hijo papá. Mira lo que le has hecho a tu hijo. ¡¡No tienes motivos de hacerle esto!!.

-          Siii!!.Kyungsoo es una vergüenza. No le llames hermano, ya no es mi hijo. Es un marica que le gustan los hombres – dijo el padre con una lágrima, que sin darse cuenta salió de sus ojos negros. Xiumin no sabía si era de odio o arrepentimiento aquella gota salada pero por todo lo que dijo, decidió por ninguna.

 

A sí que su padre hirió a su hermano porque le gusta un chico… pero que de malo tiene?Kyungsoo es un buen chico, no tiene vicios, es inteligente y responsable. Es un buen hyung, de que se queja.

 

-          ¡¿Y por eso le has hecho eso?! – le acusó indignado.

-          Kyungsoo es una vergüenza para la casa – dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

-          ¡Sigues con eso! ¡Mi hermano no es ninguna vergüenza porque le gustan los hombres! ¿Qué de padre eres tú? – empujo a su padre, este solo se tambaleo. – ¡la vergüenza eres tú! ¡Me das vergüenza! – empujo más a su padre que estaba con el rostro desencajado. Agarro el cable enchufándolo. Volvió a marcar a emergencias pero el mayor lo desconecto de nuevo.

-          No llamaras a nadie – dijo con voz muerta el padre – te quedaras quieto al igual que tu madre – Xiumin miro a la mujer que seguía en la puerta, parecía una loquita de la calle por su aspecto. Que le está pasando a su familia. Porque un rato que dejo de estar en ella todo ha cambiado tomando un rumbo diferente.

 

Porque sus padres marginan a su hermano mayor.

 

-          Suelta el cable, no dejaré que hyung muera – habló Xiumin autoritario – deja que llame a la ambulancia.

-          ¡No puedes!

-          ¡¿Cómo qué no?! Kyungsoo se está mu… - se corrigió antes de decir lo que no quería admitir – Kyungsoo necesita ser atendido – la pena y el dolor le hizo hacer lo que más odia – te lo ruego padre. Deja que Kyungsoo no nos deje, es mi hermanito, yo le quiero. No podría vivir sin él. Es mi hyung padre. ¡Entiéndelo! – grito con el rostro bañado en lágrimas. Xiumin y Kyungsoo son tan diferentes. Eran opuestos, pero como hermanos se acoplaban. El más pequeño nunca ha rogado en su corta vida, ni le ha llorado a nadie. Pero por su hyung haría eso y más. Quémás da, su padre es la segunda persona a quien ruega.

 

Su padre le miró estudiándole el rostro.

 

-          Te lo ruego padre. Hare lo que quieras que haga. No permitas que Kyungsoo se vaya. – el padre no respondió. Xiumin doblo una rodilla y después la otra. Se arrodilló  a los pies de su padre y besándole los zapatos, suplico por su hermano. – por favor… por favor

-          Xiumin – nombró el padre sin creer lo que acaba de hacer el menor – hijo… no hagas eso.

-          Lo haré. Si así puedes aceptar mi petición. Por favor no dejes que tu propio hijo muera por tus manos y en tu casa.

-          ¿Tanto quieres a Kyungsoo?

-          ¿Tú no? tanto es tu fobia a los homosexuales para olvidarte que uno de ellos es tu propio hijo? ¿Tanto los aborreces? Ellos son tan normales como tú.

-          Ellos no son iguales a mí. ¡Yo no soy como ellos!

-          ¡Claro que no! ¡ellos son mejores! ¡Tú no tienes corazón ni piedad! ¡Es tu hijo! No te reconozco padre.

-          ¡Xiumin me ofendes!

-          El que ofende eres ¡TÚ! Déjate de estúpidas ideas homofóbicas!! ¡No puedes actuar así! – Xiumin  se abrazó a las piernas del mayor – por favor, deja que marque a la ambulancia… por favor – suplico cansado.

-          Que harás si te dejo hacerlo

-          Lo que se. Solo deja que atiendan a Kyungsoo, está muy mal.

-          Bien. Apártate. Nunca me  gusto que tu hermano sea débil y ahora tú lo estás siendo. No permitiré que te veas igual que él. Marca el teléfono. Diles que fue un accidente y que tus padres están de viaje.- Xiuminretrocedió. Acaso su padre no iba a afrontar lo que hizo?- llevaré a tu madre a un lugar seguro, vendré dentro de dos días. – el padre fue hasta la puerta, levanto a la mujer que parecía una muerta viviente – lo que si te digo, yo no pagaré las cuentas del hospital – cogió su saco. Guardo todo el dinero guardado en la caja fuerte, en su billetera. Y salió sin decir nada más.

 

Xiumincayó al piso. Lloró sin contenerse al llanto. Que difícil esta todo. Que trastorno tiene su padre con los gays… pensó que su padre los amaba, por igual sin distinción.

Con dedos temblorosos enchufo otra vez el cable. Marco y dijo por fin la dirección.

En media hora estarían en casa.

Se acercó con temor al cuerpo tendido lleno de sangre. Los labios de su hermano estaban perdiendo color. La sangre se estaba coagulando. Tomo sus manos y las sintió frias, gimio de dolor. Su hermano no podía dejarle. No ahora, cuando el pequeño de la casa iba a declararse a sus padres como un chico homosexual.

Xiuminvenía con Jondae muy alegre de por primera vez entregarse en cuerpo y alma al amor de su vida. Después de quererse todos los años a escondidas. Puede sonar estúpido, pero era un amor que no se comparaba a nada. Un amor que tenía que seguir escondiendo.

Froto las manos de Kyungsoo para dar calor y su hermano tosió, escupiendo un coagulo grande de sangre. Xiumin se acercó más.

 

-          Hyung… hyung ya viene la ambulancia. Tienes que aguantar un poco más, no puedes dejarme hyung. No me dejes solo.

-          Xiumin…

-          No hables, cuando estés mejor conversaremos de lo que tengo que decirte. No sufras hyung, porque yo también sufro… - las lágrimas volvieron a mojar su mejilla húmeda – no pensé que padre seria así… que hubiera sido si yo… - abrazo el cuerpo de Kyungsoo con cuidado de no aplastarle- yo estaré contigo hyung. No te dejaré. No me dejes…

 

Kyungsoo cerró los ojos para no abrirlos más…

 

 

 

 

La ambulancia llego pero Xiumin no les abrió la puerta. Se quedó helado cuando tomo el pulso de Kyungsoo y no le sintió. Ya no pudo visualizar correctamente después de esto. Sintió que todo lo que pasó le sobrepuso, dejándose caer en la oscuridad.

Al cerrar los ojos sintió que su cuerpo era sostenido por unas manos. Escucho a personas hablar. Se escuchaba lejano de todo. Dejo de sentir la mano fría de su hyung y en sus pensamientos suplicó por su vida.

 

-          Hyung – susurró antes de la inconsciencia.

 

 

 

 

 

Susy ya le tenía arto. Este sería el último encuentro.

Después de vaciarse en el condón, salió del interior de la mujer jadeante en esa cama de hotel de quinta. Se lo quito y no le importó tirarlo en el basurero sin amarrarlo.

Guardo su pene flácido en sus pantalones.

 

-          Ah Susy. Esta será la última vez que nos veamos. – la mujer la miro ceñuda – ya me aburrí de ti.

-          ¡Kim JonIn! – grito llamándole.- ni se te ocurra dejarme.

-          Me estas amenazando, mujerzuela?

-          Llámame como quieras. No me importa. Solo te advierto que si pasas esa puerta seráscapaz de ver cuán mala puede ser una mujer despechada.

-          Ja j aja. ¿Despechada? O desechada dirás.

-          Ya te dije que me vale como me llames. No dejare que te vayas de mi lado – Susy se levantó y desnuda se acercó al moreno. – cógeme otra vez… solo lo hemos hecho una vez.

-          Gran puta. Suéltame zorra.

-          Si papi… dime más. Me pone tu boca sucia.-  gimió en los labios de este. Jongin tiro a la mujer en el piso, chocando con el pequeño mueble.

-          ¡Ah mierda! Que bruto eres Jongin. Ahora me saldrá un moretón.

-          Me vale verga lo que te salga.

-          Bueno dejémonos de estupideces y penétrame de una buena vez.

-          Ya te dije. Ya no te quiero. Este es el último encuentro contigo.

-          ¡¿Estás loco?!

-          Lo estaba; todo el tiempo que estuvo contigo. Nunca te quise, si quieres saberlo. Solo me desestresaba contigo. Eras un buen polvo, pero dejaste de serlo hace mucho. Ya no quiero estar junto a ti nunca más.

 

Susy no creía lo que Jongin decía. Escudriñaba en sus pensamientos que sería el causante del cambio y a la mente le vino un chico de cabellos negros y ojos redondos. “Seria por ese mocoso”… a Jongin ahora le va los culitos? Ella también lo tiene y aunque le de asco se lo dará si así lo mantiene a su lado.

 

-          Y no digas nada más. Ya lo dije. Sea lo que estés pensando, no pasará.

-          No te dejaré tan fácil – dijo amenazante.

-          Lo sabía. Pero tú a mí que me puedes hacer?

-          No eres solo tú. Conozco a tu familia, tus amigos, tus otras amantes. Conozco a ese niñato del pueblo que esta perdidamente enamorado de ti.

“Kyungsoo” susurró mentalmente Jongin.

Desde que el menor se fue sus noches son eternas y sus días más largos. Ya no podía ocultar más los sentimientos que sentía por el menor. Aun después de medio año no podía borrarle de su memoria. Trato de olvidarse saliendo con un sinfín de mujeres y no pudo. Incluso con un chico que encontró un parecido al menor, pero justo antes del acto se detuvo. El chico no era Kyungsoo, no era el cuerpo del pequeño donsaeng. Jongin quería tener a Kyungsoo, no a un parecido. Ese día se dio cuenta que no deseaba a nadie más que al menor. Y se maldijo por darse cuenta muy tarde.

Sus encuentros con Susy carecían de emoción. Lo hacía con brusquedad y sin ganas. Trato de pensar que era a Kyungsoo quien le hacía suyo pero no. no se comparaba lo puta que es Susy al inocente de Kyungsoo.

Tomo su chaqueta y le tiro un par de billetes a la mujer. Ignoró el comentario de Susy.

 

-          Para el taxi. Olvídate de mí Susy y no me llames más por dios que me tienes arto hasta los huesos.

-          Acepto que no puedes dejarme. Que te preocupo.

-          Que me preocupo por ti? Ajá. Eres tan arrastrada que preocupas, pero a mí no. adiós. – sin mássalió dejando a Susy gritando su nombre entre maldiciones.

 

Le dio igual las amenazas de esa loca.

Salió de ese pestoso lugar. Cruzo la calle para el paradero y dirigirse al hotel donde vivía. Saco un cigarro, lo prendió e inhalo fuerte. Suspiró. Que estaría haciendo el menor en estos momentos…

Cuantas veces se lo preguntaría?

No podía regresar al pueblo por más que quiera. La deuda que tiene con el narco que le presto el dinero aún no ha pagado y ya le tiene una fecha límite. Jongin solo tiene la mitad del dinero.

Maldita sea la hora que hizo tratos con ese millonario con cara de póker.

Cruzo una pisto doble. Las rizas de dos chicos abrazados le distrajeron mientras cruzaba y al voltear la luz de los faroles del auto le cegó la visión.

Cerró los ojos tan fuerte que dolió. Pero no llego a sentir nada más que la bocina del auto taladrando sus sienes.

Abrió los ojos. Escucho los gritos molestos del conductor… insultos de la “A” hasta la “Z”.

AhhhJongin sintió un susto tremendo. Pero continúo caminando.  Llego al paradero y miro la hora: 9 y 15 de la noche. Se sentó en la banco. De repente exhausto, debió ser por el accidente.

La molestia incremento cuando sintió punzadas de dolor en su pecho, igual cuando Kyungsoo estuvo en el hospital enfermo. Miro el cigarro entre sus labios y lo piso como una cucaracha. Seguro que es el cigarro… lo mismo había dicho antes.

¿Será que Kyungsoo la esté pasando mal?

 

 

 

 

 

 

Con el corazón roto camino hasta su casa. Trato de ordenar los sucesos recientes.

Kyungsoo le grito diciendo que ya no le quería. Que no quería verlo. No entiende, hace poco con ansias le pedía besos suyos delante del hunhan.

Chanyeol decide parar en un parque cercano, tal vez se distraiga mirando los niños jugando pero no!.Lo que Kyungsoo le dijo fueron agujas llenas de espinas directas en su corazón.

No quiere llorar. Y no lo va a hacer. Con todas sus fuerzas retendrá el dolor en su corazón.

Su celular comenzó a sonar. Era Luhan.

La canción que sonaba era la favorita de Kyungsoo. La deja sonar porque la música es agradable y le transporta al pasado, donde el mayor canto en el patio trasero de su casa junto a Xiumin cuando sus padres no estaban. Los padres? Realmente no esperaba la actitud tan brusca de la Sra. Do.

Iba a luchar por Kyungsoo, si es posible pelear por él. Pero Kyungsoo le quito las fuerzas y la valentía de hacer frente su relación apagándola como agua sobre el fuego. Quedando en cenizas, que espera volver a prenderse.

Es un sufrimiento innato sentirse aborrecido por el chico de tus sueños.

Aprieta con fuerza el celular. Deseando que se rompa con solo esto. Ahoga un sollozo cuando las notas altas llegan a sus oídos escuchando a Kyungsoo en ellos y no al cantante. Se tapa la boca callando lo que no puede evitar.

Y aun cuando la música acaba por que la llamada termina, no puede detener el impulso de desahogarse en lágrimas de sangre que lloran sus ojos cristalinos.

Así la pasa un buen rato. Parecen horas los minutos que lloró nombrando a Kyungsoo entre sollozos.

Seca sus lágrimas, guarda el celular y se levanta dispuesto a dejarse llevar por el abatimiento, en casa. Resguardado entre sus sábanas blancas entre la oscuridad de cuatro paredes.

Camina arrastrando los pies, pero se detiene al escuchar el nombre de Kyungsoo.

Se esconde detrás de la columna de piedra para escuchar mejor a las personas que hablan de su hyung.

Capta a dos pequeños sentados, uno detrás del otro, abrazados. Parece que se esconden, ya que los arbustos a su alrededor lo esconden de cualquier transeúnte.

 

-          Minieeestás seguro?

-          Si Chenchen. Kyungsoohyung nos entenderá.

-          Como estas tan seguro?

-          A hyung también le gusta un chico.

-          También?

-          Sip.

-          Ohh no sabía. quien será. Umh déjame adivinar…- piensa el chico de labios gatunos con las comisuras hacia arriba – un chico alto con orejas grandes?

-          Chanyeol? Como le conoces?

-          Un día los vi junto a otros dos chicos. Este chico que era el más alto de los 4, miraba a Kyungsoo como si fuera lo único que existe en el planeta. Sus ojos brillaban de amor.

-          En serio? Tengo entendido que Kyungsooestá enamorado de Jonginhyung.

-          Quien es Jongin?

-          Un chico que Kyungsoo sueña con él desde aaaantes. Pero de Chanyeol? No lo creo. Debes estar mal Chenchen. Kyungsoohyung siempre miró a Chanyeol como un hermano más. Mi hermano le gusta Jongin.

-          Ahh bueno no lo sé, solo pensé…

-          Si bueno vámonos ya… se está haciendo tarde.

-          Sí. Vámonos. Todo saldrá como lo planeamos.

-          Eso espero Mininie.

-          Si ya verás. Mis padres te aceptaran… tienen que hacerlo, ya te pertenezco… - los pequeños siguieron hablando de más cosas. Profesando lo mucho que se amaban. Chanyeol se alejó.

 

Así que esta era toda la verdad. Kyungsoo nunca le amo. Solo le utilizó para olvidarse de ese tal Jongin. Que recuerda que es el mismo chico del “trato” estúpido que Kyungsoo acepto. Primera Kai y ahora Jongin. Cuantos más estarán detrás de su Kyungsoo. ¿“Su Kyungsoo”? ya no tiene derecho a llamarle así. O ya no merece que le llame así.

Ahora su corazón estaba destrozado. Intoxicado de dolor y decepción.

Esto le decía que debía olvidarse del mayor.

Hoy se embriagaría en las penas junto a su compañera, la mejor de todas, la soledad. Y su aliado, el dolor.

Esto sería definitivo. Haría sus maletas y olvidar este suceso que pensó por un momento que iba a ser feliz con quien más ama. Pero su destino era sufrir y no amar. Secando su corazón con cualquier emoción.

Chanyeol se dedicaría a trabajar y estudiar. Día, tarde y noche. Sin descanso hasta los domingos. No debía guardar si quiera un mínimo sentimiento por Kyungsoo. Ya ni siquiera mencionarle.

Esperaría a la mañana siguiente. Aceptar la propuesta de su padre de viajar a la capital de Corea. Y vivir ahí.

 

 

Sus maletas ya estaban listas. Arranco en pedacitos las miles de fotos de Kyungsoo. Gruñendo su nombre por usarlo de esa forma tan baja.

Se desahogó llorando toda la noche. Tirando todo a su alrededor. Rasgando sabanas y almohadas. Cayendo en la inconsciencia después de poner de cabeza su cuarto.

Durmió hasta que el sol le dio en los ojos; hinchado y adoloridos.

 

 

Desde hoy comienza una nueva vida. Se olvidaría del pequeño de ojos grandes que estuvo enamorado toda su vida y esos labios tan suaves que probó. Ya! No más recuerdos.

 

-          El ya no significa nada para ti – se dijo en voz alta.

 

 

Notas finales:

Tengo muchas cosas que decirles, con todo el dolor de mi kokoro un capítulo más de MARGINADO. El mismo título del fanfic demuestra que la historia no es la típica de color rosa y maripositas en el estómago.

Espero sus rewis. Saben que pueden opinar lo que quieran. Si quieren maldecir a los padres de Kyungsoo, yo no les impido.

Agradezco a todos que le dan una oportunidad al fanfic.

Hasta la próxima. Bye bye.


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