- Eres puntual. Siéntate Kai.
- Gracias señor Oh. Eh eso de…
- No pedí explicaciones – corto rápidamente el hombre sentado en un lujoso mueble blanco de madera dorada – cuando te las pida me las das, sino ni te molestes en formularlas.
- Entendí – farfullo Jongin. “Maldito viejo de mierda” pensó con impotencia.
- Y deja de insultarme mentalmente, jovencito- Jongin abrió mucho los ojos, “¿Cómo lo supo?”- soy un hombre que ha pasado por mucho, he vivido más que tú, tengo más experiencia en esta podrida vida que tú, jovenzuelo. Pero dejémonos de mamadas y a lo que quedamos. – el señor extendió la mano – el dinero. – Jongin saco un sobre marrón de su mochila y le entrego el sobre lleno de billetes.- ¡Solo la mitad! ¡Mierda!.
- Así quedamos no?. por eso he venido. A que me dé tiempo de pagarle después. – el sr. Oh rodo los ojos.
- Tengo trabajo para ti. Si cumples cada paso que te diga y llegas hasta el final, olvidare que me debes 50 millones de wons.
- De verdad señor Oh – pregunto esperanzado. – ¿qué tengo que hacer?
- ¡Escucha atentamente mocoso! Por si me entero que la cagaste el único que se hundirá en el fango serás tú, despedazado por mis propias manos- amenazo el hombre con la mirada rabiosa. Jongin trago duro. “Que maldito plan tendrá el viejo para mi” “Mierda”
Jongin por poco y escupe sobre la cara del señor Oh. Era asqueroso y malévolo el plan que expuso el narco.
- ¿Aceptas? Si lo dejas quiero el dinero y no hace falta decirte que se dónde vive tu familia. – aunque le revuelva el estómago y erice los bellos de las piernas, Jongin acepto el trato.
El plan duraba 3 días. Un día para ubicar al objetivo y espiar todos sus movimientos. Segundo día por la noche, capturar al objetivo y llevarlo al lugar donde el señor Oh dijo. Cuando lo haga, Jongin hará llamadas para el rescate del secuestro de ese pistolero endeudado hasta los huevos con el narcotraficante. La suma era una podrida y gran cantidad de fajos verdes. Sería como 12 ceros o más, con el 9 llevando la delantera. Ni siquiera podía leer tal cifra. Ahora viene lo feo. Si no hay dinero, poco a poco el señor seria arrancado de sus extremidades, piel y órganos tortuosamente y Jongin tenía que hacerlo. Cada parte humana mutilada sería una “pequeña sorpresa” para la familia del pistolero.
Por primera vez en su vida iba a manchar sus manos de sangre… para pagar su deuda.
“Unos pagan por otros”…
Qué asco de trabajo que empezaría en dos días. Mientras tanto se quedaría en la casa antigua de sus padres.
Tantos días y meses han pasado desde que no ha puesto un pie en el pueblo que creció. Minorando la velocidad de su auto, paso por la discoteca que un día una persona tímida e ingenua estuvo ahí para el sin importarle que estuviera ebrio, sin importarle la hora y el lugar: el pequeño de ojos redondos llego a él cuándo más le necesitaba. Volteo la cabeza para mirar el parque que tuvo varios encuentros con el mismo chico.
Las veces que Kyungsoo espero por el en esa banca verde para luego subir al mercedes blanco que tiene. Todas las veces que estuvo cerca de Kyungsoo y no supo valorarlo o al menos apreciar el amor del pequeño hacia él. Un amor que espera no se haya apagado…
- Disculpe joven ¿Quién es usted? – el aludido que golpeaba la puerta voltea.
- ¿Yo?- se señala a sí mismo.
- A usted le hablo.
- Ahh – cambiando su expresión de pregunta a una sonriente responde – Hola soy Kris.
- Usted ¿es? – pregunta una vez más la mujer queriendo saber “quién es” realmente.
- Yo soy un familiar de… - el joven miro bien la ropa de la mujer. “Es una policía, pero ¿porque?” – ¿pasa algo señora policía?.
- Sígame necesito hablar con usted a solas.
La comandante le llevo hasta el carro patrulla. Ella al volante y Kris en el asiento copiloto. La mujer le explico lo que había pasado en el hogar Do.
El joven se descontrolo cuando escucho que Kyungsoo y Xiumin estaban en el hospital.
- ¡Joven! Si usted se pone así, no puedo continuar. Ellos necesitan un familiar de apoyo, sus padres al parecer están de viaje y aun no podemos ubicarlos.
- Oficial lléveme a donde están. Quiero verlos, quiero ver a Kyungsoo.
- Justo ese es el chico que está en gravemente herido.
- Gra-grave?
- Le llevare, mejor – la mujer prendió el motor – necesito contar contigo, yo no puedo estar todo el tiempo con los chicos y ahora necesitamos encarecidamente a alguien de confianza para que cuide de los chicos y como usted es el primo creo que nos podría ayudar. – Kris no respondió, tenía las manos a los costados de su cabeza, con los codos encima de sus rodillas, estaba en trance – ¿joven Kris?
- Yo cuidare de Kyungsoo y Xiumin – dijo con la voz quebrada. La comandante decidió dejarle llorar. Si quería llorar sería mejor ahora y aquí y no delante de los chicos.
20 minutos después la mujer estaciono el auto al frente del hospital. Kris tenía el rostro bañado en lágrimas.
- Joven Kris no puede ingresar así al hospital. Si va a ser de guardián tiene que ser fuerte – Kris respiro hondo y seco sus últimas lágrimas.
- Si lo siento. Yo… me mantendré bien, estaré con ellos. A toda hora.
- Qué bueno. Yo tengo que seguir investigando.
Al igual que la mujer, el también sospechaba que esto no es casual o un accidente. Por eso la mujer le dijo.
- Hay pruebas, las estamos examinando. Detectar las huellas digitales en el palo de madera y algunos cabellos que estaban por el piso. Ayer que vine los chicos seguían inconscientes. No sé si alguno haya despertado ya, lo más probable es que a Kyungsoo le cueste un poco de más tiempo por su condición.
Kris sin esperar más, pidió a la señora que le lleve a donde su primo y cuando Kris vio el rostro de Kyungsoo sintió un líquido agrio en sus entrañas. La bilis parecía quemar y envenenar su estómago y una furia única que jamás sintió en la vida llego a él. “¿Quién?” solo podía formular esa pregunta.
- No podemos pasar. Desde aquí lo veremos hasta que lo trasladen a cuarto. – dijo Hwang Joong Bo. Kris asintió.
Poco después la policía le llevo hasta el cuarto de Minseok. Encontrando al Dr. Jun Myeon con el pequeño con un claro problema. El chico no podía hablar o gesticular cualquier palabra y menos moverse. Estaba consiente de todo pero no reaccionaba. Kris al verlo solo le quedo abrazar el niño demostrándole el apoyo que tenía en él.
El doctor se apartó de los familiares llamando a la comandante.
- Desde hace una hora he tratado de comunicarme con Minseok, pero no hay nada. Ningún avance.
- Que podría ser Dr. Jun Myeon – pregunto Joong Bo preocupada.
- Llámame Suho por favor. Bueno tal vez sea… - se quedó pensando – podría ser, después de todo lo que ha pasado.
- ¡¿Qué cosa?! – medio grito la mujer muriéndose de la intriga por saber exactamente el porqué de la “dificultad” de Minseok.
- Cálmese si, mi diagnóstico es que… pues sería estrés-postraumático pero es solo un diagnóstico sin pruebas. Por eso he llamado a la enfermera Lee para que le tomen una tomografía en el cerebro. Esperamos los resultados y con estos veremos con claridad si tiene otra cosa o si solo es estrés-postraumático. Por ahora no debemos forzar al pequeño, si es interrogado entrara en una crisis mental y lo menos que queremos es que empeore su salud.
- Si Suho, en cuanto este estable, tomare sus declaraciones.
Cuando la amable enfermera le trajo de vuelta a su camilla, se quedó mirando el cielo atreves del gran ventanal a su izquierda admirando el cielo pacifico lleno de nubes blancas grisáceas.
- Querido Dios te pido por favor que nos protejas, a Kyungsoo hyung y a mí. – oro Xiumin con pequeñitas lagrimas brotando de sus ojos agotados. A los minutos escucho a su primo Kris volver de los servicios higiénicos.
El pequeño Xiumin quería explicaciones. ¿Por qué no podía mover nada de su cuerpo? Ni siquiera hablar. No le dolía nada pero esto se sentía tan dolorosamente mal; el no poder controlar tu cuerpo, ni una minúscula parte.
Quería con todas sus fuerzas hablar, pero no podía.
El primo mayor trato también de comunicarse con el menor, pero era imposible, así que solo le quedo contarle cuentos que sabe de memoria que siempre cuenta a su hermanita TaecYeon. Hasta que la tarde pasó a oscurecer. Y posteriormente los ojos de los dos comenzaron a pesar de cansancio y sueño natural. Y así cayó la noche. Xiumin durmiendo tranquilamente con Kris a su lado, sentado en la silla.
- Que haces hijo.
- Conectándome. Había suspendido el móvil porque… bueno ya sabes, en un ataque de dolor no quise saber nada de Kyungsoo. Que idiota – se autocritico el chico con el ceño fruncido.
- Menos mal están rectificando tu error, hijo.
- Si no fuera por tu consejo padre, yo seguiría dolido y muy lejos de casa… voy a conectar el cargador porque la batera esta baja.
- Ok. Baja para la cena. En un rato empiezo a servir.
- Si padre, me duchare y voy al rato.
Tomo un baño de 20 minutos con agua temperada para aliviar toda esta tensión en sus hombros y ese pesar contrayendo su pecho. Ya quería ver a Kyungsoo, pedirle perdón por tener siquiera la intención de abandonarlo. Quería verlo. Tenerle cerca, abrazarle y besarle.
El día de ayer Luhan no pudo ir a ver a su mejor amigo. Tenía que hacer mandados y cuidar de sus hermanos, hoy sucedió casi lo mismo, quitándole todo el tiempo del día. Todo el día pensando en Sehun y Kyungsoo.
Ahora estaba terminando de asear al menor de todos sus hermanos que tenía año seis meses. Al terminar acostando al bebe en su cuna, se dispuso a descansar en el sillón viejo -pero limpio- de su casa. Al mirar el reloj, el celular le aviso que tenía un mensaje de voz. Enseguida se puso de pie, olvidando un poco su cansancio. Pensó que era Sehun, su Sehunnie. Pero no, era Chanyeol. El mensaje le avisaba que el número de Chanyeol estaba habilitado y que podía ponerse en contacto desde ya.
Marco el número del menor.
- Luhan hyung?
- ¡¡Chanyeol!! Oye orejón no me has llamado, ni tu ni Kyung desde hace dos días. Estoy preocupado… - Luhan pudo notar el debate interno de Chanyeol por su fuerte respiración – pasa algo malo Chan?
- Hyung… - susurro apenado Chanyeol. Nunca debió abandonar a Kyungsoo. Debió mantearse fuerte para Kyung y demostrarle que su amor por él es tan inmenso como el cielo infinito. Pero actuó como un chiquillo asustadizo.
- Habla Chanyeol, no me tengas con rodeos. Son las 7 y 52 de la noche. Podemos vernos? – pidió Luhan apurado porque el niño había despertado, quien sabe porque. Pero estaba llorando haciendo que los demás también lloraran.
- Claro, yo voy para tu casa, es la más cercana a la de Mi hyung que la mía.
- Aww le dices “MI hyung” al pingüinito.
- ¿Pingüinito?
- A Soo pues… Kyung es tan parecido a ese dibujo animado que tanto ven mis hermanos que no pude evitar llamarle asi.
- Ja … tenías que ser Luhan, típico del hunhan. Ustedes siempre poniendo apodos.
- Ummh… si pues – respondió el mayor con un deje de tristeza y agobio.
- Ehh… Luhan hyung ahora eres tú el que esta… raro, paso algo?- Luhan suspiro resignado.
- Ay Yeol, cuán difícil es estar enamorado.
- A quien le dices. El que ha esperado por años el amor de Kyungsoo, a que me vea como yo le veo… pero es que ¿de nuevo tienes problemas con Sehun?
- Aishh sí. – refunfuño el mayor- pero mejor hablamos en el camino que vamos a ver a Kyungsoo, estos niños no me dejan conversar tranquilo.
- Jeje si, los escucho. Bueno hyung, en 15 minutos estoy allá.
El padre de Chanyeol escucho la conversación de su hijo y antes de que este saliera, grito:
- No saldrás a ninguna parte no sin antes terminar tu comida. Y ¡no discutas mi orden! – Chanyeol no tuvo más remedio que obedecer. Comería en 5 minutos y corriendo llegaría hasta la casa de Luhan para ver a Su hyung. Necesitaba verle con urgencia.
Ahora junto a Luhan se puso al tanto de lo que había pasado estos dos días. A pasos apresurados llegaron a la casa de Kyungsoo que yacía con la puerta entreabierta.
Chanyeol miro precavido el interior de la casa. Llamo pero no hubo respuesta. Entonces armándose de valor se adentró a la vivienda sin encontrar nada en el interior. La casa estaba un poco empolvorada. ¿Dónde están todos? Donde esta Kyung…
Luhan le hizo señas para que se adentrara y con cuidado de sus propias pisadas, entraron a la casa vacía.
- No hay nadie Chanyeol – dijo Luhan con las mejillas empolvadas, después de una hora buscando a Kyungsoo y Xiumin o cualquier otro familiar- ¿qué hacemos, esperamos o qué?
- No se… no se… - su mente estaba en un trance interno pero tenía que sr inteligente y no actuar como un tonto idiota.
- Hey amigo reacciona. Ni Kyungsoo ni sus padres ni Xiumin están aquí. No hay nadie.
- Entonces porque la puerta está sin seguro. No podrían dejar la casa a la deriva sin protección. Algo está pasando, esta opresión – señalo su pecho izquierdo con un puño apretado – aquí… aquí me está matando cada vez más…
- No podemos hacer nada si él no está. Debemos irnos Yeol – Luhan sentía pena por su amigo, realmente Chanyeol quería a Kyungsoo, esto demostraba que sus sentimientos son puros e innatos.
- No. no puedo ir sin él.
- Te entiendo Yeol pero ya es tarde, vamos a casa. Por favor – rogo el mayor.
- NO. no voy a irme de aquí sin saber de MI Kyungsoo.
- Ya Yeol no seas testarudo. Son cerca de las 10 de la noche y nos falta media hora de camino y otros 15 minutos hasta tu casa. Vámonos ya. Mañana venimos temprano, te lo prometo.
- Pero… hyung yo quiero estar al lado de Kyung – imploro el menor desesperado.
Luhan negó. También queriendo ver desesperadamente al menor desaparecido pero no se podía, no podían y ahora ya no tenían nada que hacer aquí, en la nada. Chanyeol entendió todo lo que Luhan y comprendió resignado que era mejor ir a casa, afuera estaba muy oscuro y sería peligroso pasearse a estas horas, contando que su padre estaría furiosamente preocupado.
Todo el camino fue tortuoso para Chanyeol. Varias veces había hecho correr a Luhan deteniéndole de volver a la casa de Kyungsoo y revisar una vez más. Porque Chanyeol creía que lo encontraría si iba de nuevo. Pero no era así…
Una vez que Luhan se aseguró que el menor no regresaría como loco a la casa de Kyungsoo. Le dijo que tomaría otro camino porque tenía que comprar un biberón para su hermanito.
Chanyeol, al llegar a su casa supo todo lo que venía y así fue. Después de sermones de no ir por la noche caminando entre tanta gente malvada. Aun así su padre le abrazo y consoló toda la noche mientras él se desfogaba en lágrimas culpables hasta quedar dormido en el regazo de su padre, encogido en el estrecho mueble. Hecho bolita durmió con rastros lacrimales secos en sus mejillas.
En cambio, Luhan estaba camino a una farmacia. Ya había pasado varias que estaban cerradas, pero a lo lejos vio una abierto con luces prendidas.
Caminaba con las manos en los bolsillos pensando en el… en Sehun.
Sí. Todo el día estuvo pensando en él y ahora no sabe si ese mal presentimiento se debe a Kyungsoo que no sabe su paradero o de Sehun que igualmente no sabe nada de él.
Entro a la farmacia, compro el biberón y salió con el sonido de la campanilla en la puerta. Con una bolsita en sus manos continuo camino a casa. Pero se detuvo. Los fuertes ladridos de un perro saltando sobre sus patas dentro de un callejón oscuro, le llamo la atención. El animal parecía llamarle, como pidiendo auxilio.
Frunció el ceño, si bien estaba por cumplir los 18, era un chico muy miedoso y debilucho, debido a la falta de ejercicios y luchas de cuerpo a cuerpo. Por eso y más, entrara a averiguar que pasaba le ponía la piel de gallina. Así que siguió su camino ignorando los ladridos incesantes del perro.
En cuanto escucho el grito desgarrador de un chico paralizaron sus movimientos. Se paralizo sobre sus talones y con el corazón retumbando en su interior.
- Maldito enfermo hijo de puta. Aleja tu mierda de mi cuerpo – uggg que vocabulario tan obsceno se dijo Luhan. - Seguro serian vagos peleando – dijo finalmente para ahora sí, no detenerse. Pero una vez más sus pasos se congelaron al escuchar un nombre, un apellido muy familiares.
- Maldito hijo del gran señor Oh, hijo de la puta más buena que he tenido. Tienes buenos antecedentes niño cara de modelo. No sabes lo cachondo que me pongo al ver tu bonito rostro. Vamos dame lo que me gusta. Sé que te gusta cabalgar pollas. Ven Sehun mámamela como antes.
Los pulmones de Luhan se comprimieron hasta dejarle sin aire, tratando de aspirarlo de donde no había, agitado con los hombros temblando.
¿Que era todo eso que escuchaba? ¿Quién es esa persona hablándole a Sehun? A su Sehunnie. Es su Hunnie o ¿tal vez es otro Sehun? No, no podría ser. El tipo le había llamado “hijo del gran señor Oh”.
¿Entonces si era Sehun? Su pequeño Hunnie. Pero… ¿Por qué le decía “eso” a Sehun?
“Cabalgar pollas”. ¡Que maldito enfermo estaba acosando a SU bonito Hunnie! ¡¿Quién?!
Un fugaz pensamiento imaginándose las palabras del hombre le hizo sostenerse de la pared antes las horribles arcadas que amenazaban con explotar en el sucio piso. Pero trato de calmarse y con la boca torcida en asco y desazón, obligo a su mente a actuar sus movimientos pero la respuesta de Sehun le detuvo.
- Ya te dije estúpido carbón. ¡Déjame en paz! – le escucho gritar con rabia – busca a otras putas que mamen tu arrugada y maloliente polla. Ya deberías jubilarte maldito viejo de mierda. Por pensar por la polla y no con la cabeza, tu esposa e hijos te han dejado como el pendejo que eres – Luhan escucho pasos acercarse. ¿Seria los de Sehun? – ahora si ¡déjame en paz! – si al parecer son los pasos del menor.
Sin saber porque. Luhan exhalo fuerte. Todo esto era una revelación para él. Respuesta a grandes dudas. Respuestas agrias que deseo no haber escuchado. El sentimiento es amargo y seco.
Sehun… él tenía una vida sexual activa antes de él. Había estado con otro hombre antes de él. Y Sehun le había jurado que Luhan era el primero. Y eso es lo que más le dolía.
Las fuertes carcajadas del hombre interrumpieron sus pensamientos.
- Si piensas que tu discurso de “arrepiéntete” me ha conmovido estas muy equivocado rico culito. – de nuevo se oyeron más pasos y después el grito de dolor de Sehun en sus oídos le altero. – escúchame bien hijo de puta. Porque eso es lo que eres. Un hijo de una puta.
- ¡Suéltame! ¡Suéltame maldito cabrón! – grito Sehun. Luhan se mordió los labios, ha sido duro escuchar todo esto pero por eso su amor hacia el menor NO ha cambiado nada.
- ¡NO! ¡no te voy a soltar y tú vas a hacer lo que te pida! Primero chúpame la polla y te vas. ¡Chúpala!
- ¡NO! ¡JAMAS LO HARE! ¡NUNCA!
- ¿¡ME DESAFIAS!? Ya verás – Luhan escucho que un cuerpo se estrelló con algo, algún objeto de metal y el quejido agonizante de Sehun se escuchó como agujas en sus oídos, hiriéndole a él también. De pronto golpes se escucharon. El hombre estaba pateando brutalmente el cuerpo de Sehun a la vez que el sonido de las hebillas de una correa y el bajar de un cierre le puso alarmado.
Cualquier clase de miedo y debilidad se esfumaron cuando Sehun grito lloroso.
- No no por favor, no me haga nada. Se lo suplico. Yo no quiero esto. Por favor. ¡¡NO ME TOQUE!! – el hombre comenzó a despojarlo de su pantalón – ¡ahora lloriqueas puto llorón! – el atacante callo unos segundos – ¡pues déjame decirte que no tendré piedad de ti cuando te viole hasta cansarme!
Luhan corrió. Corrió con pasos pesados, sintiendo que el callejón se hacía cada vez más grande cuando necesitaba llegar rápido a Sehun. En el camino recogió un tubo de fierro grueso oxidado a lado de un basurero y con todas sus fuerzas golpeo al hombre por la parte posterior de la cabeza gritando:
- ¡Maldito abusador! ¡YO NO TENDRE PIEDAD DE TI! – otro golpe aún más fuerte en la nuca – NO TENDRE PIEDAD DE TI ¡TOCASTE A MI HUNNIE! ¡MI HUNNIE! – un golpe tras otro a un cuerpo inmóvil a un lado de un Sehun con los ojos desorbitados y asustados que contemplaba la furia de su hyung. - ¡maldito maldito maldito! – gritaba Luhan entre el fuerte llano de impotencia - ¡no vuelvas a tocarlo! ¡Nunca más! – iba a dar otro golpe al cuerpo ensangrentado y claramente desfigurado, pero unas suaves manos le detuvieron en el proceso, deteniendo su acto. Luhan encontró los ojos marrones claros de Sehun, su mirada arrepentida y acuosa.
Con la respiración agitada, pestañeo para alejar también su visión borrosa y el sollozo de Sehun le partió el corazón.
- Luhan… hyung – gimió adolorido el menor – perdóname – Sehun no pudo sostener más su débil cuerpo y callo a los pies del mayor y suplico una vez más su perdón. Luhan limpio sus lágrimas en la manga de su polera y bajando a la altura del menor, susurró.
- ¿Estás bien? ¿Te ha hecho daño ese viejo depravado?- Sehun sabía que Luhan había escuchado todo y ver la preocupación en su rostro le hizo sentir peor. Desgraciado.- shuuu calma Hunnie. Ya paso todo – musitó el mayor abrazando a Sehun, soltando su llanto. Juntos.
- Perdón perdón – siguió el menor.
- Ya ya paso. Está bien, todo está bien.- Luhan froto la espalda temblorosa de Sehun y besándole en la frente, pregunto – vamos a casa. Necesitas ropa limpia y una taza de chocolate caliente. – Sehun se quedó mirando a los ojos y sorbiendo los mocos, soltó una risita.
- Hyung… no me gusta el chocolate caliente
- No te gusta, pero lo necesitas.
- Hyung – farfulló Sehun con el corazón a mil. Apretó su abrazo en el cuerpo de Luhan. Deslizo su rostro en el cuello del mayor y suplico en su oído – no me dejes. Nunca me dejes. Llévame contigo. Dile a tu madre que me adopte. Dile que me quiera como un hijo más, por favor.
- ¿Hunnie?- Luhan no entendió por completo la petición de Sehun.
- Quiero estar junto a ti hyung. Solo contigo. – Luhan miro con adoración al menor asustadizo y temblando entre sus brazos. Jamás lo dejaría.
- Te quedaras en mi casa Hunnie. Estaré aquí para ti – Sehun mucho más tranquilo beso los labios de Luhan susurrando “te amo”
- Yo te amo mucho más – y era cierto. A Luhan no le importó las palabras de ese hombre ahora muerto ardiendo en el fuego y azufre del infierno. Trataría de olvidarlo y cuando Sehun se sienta preparado para hablarlo, lo escucharía.
Al siguiente día Chanyeol se levantó entumecido por la incómoda posición en el mueble pequeño. Se quejó, estirando su cuerpo despacio.
- Ten un jugo de naranja fresco – su padre apareció muy sonriente. Chanyeol entrecerró los ojos por la luz de las grandes ventanas y con la voz ronca de recién despierto dijo – gracias padre.
El jugo le refresco la garganta y el malestar en su estómago pero no sus recuerdos del ayer.
Kyungsoo…
Esta vez sin Luhan, tomo su chalina de algodón azul y sin avisar a su padre salió en busca del mayor. En busca del chico que abundo en sus sueños toda la noche.
A 3 metros de la casa Do, una patrulla policial estaba detenida en una esquina, casi como camuflándose entre los árboles.
Intrigado avanzo ignorando a la mujer que bajaba del carro. Y antes de tocar la puerta una mujer policía le detuvo.
…
Hwang Joong Bo le dijo todo lo que pasaba con los chicos. Y al igual que el primo Kris, Chanyeol se desastroso ante la mala noticia. Llorando amargamente, con molestia y arrepentimiento junto a susurros furiosos culpándose. La mujer le llevo hasta la habitación de Kyungsoo.
Su adorado hyung se veía mucho más delgado, apagado y muy pálido. Se veía realmente mal y le dolía terriblemente. Le dolía y crujía su corazón en agonía. Aun así, Chanyeol seguía viéndolo como el maravilloso chico de ojos grandes de cuerpo pequeño pero corazón gigante.
- ¿Quién hizo esto? – gruño enfadado.
- No lo sé Chanyeol. Aun no se sabe. Como dije, en las investigaciones que hicimos… los objetos de evidencia no muestran las huellas dactilares o al menos no están bien definidas. Por tanto no podemos saber a ciencia cierta quien es el culpable. – “el culpable” rondo por la mente del menor.
- El culpable… el culpable soy yo. Es mi culpa… yo...
- ¡Tú! ¡¿Tú fuiste quien hirió así a Kyungsoo?! – la mujer no lo podía creer. El culpable venía a declarar sus actos para pagar con la máxima pena.
- Es mi culpa señora policía – lloró Chanyeol agarrando fuerte las manos de la mujer – si hubiera estado con Kyungsoo todo el tiempo, ahora no estaría en el hospital. Todo es mi culpa. – se auto culpó entre suspiros.
- No entiendo nada joven Park. Explíquese.
- El amor de mi vida, lo deje en manos de sus padres cuando se enteraron que nos amamos profundamente. Ellos nos vieron y ellos me lo arrebataron. Pero yo soy el culpable por cobarde e inútil. ¡Soy el culpable! – la mujer respiro. Pensó que verdaderamente el chico había herido a Kyungsoo.
- Ya Chanyeol, no te culpes más.
- ¡NO! ¿no lo entiende? De-je- a- Kyung-soo - con - sus – padres – dijo mirando a Kyungsoo a través del vidrio, con el alma desgarrada y eternamente culpable.
- Espera… como que con sus padres? ¿sus padres estaban ahí, cuando lo dejaste? – pregunto Joong Bo atónita.
- Si… su madre lo llevo lejos de mis brazos, aruñando sus delicadas muñecas. ¡Lo deje solo! ¡Sin mi apoyo! ¡Solo!
- Chanyeol tranquilo. Dime todo lo que paso con detenimiento, la última vez que viste a Kyungsoo.
La comandante escucho atenta cada palabra del menor. Y todas llegaron a la conclusión de que los padres “desaparecidos” serían los sospechosos número 1.
- Cuando el señor Do nos vio, Kyungsoo tembló al ver la amargura y asco en el rostro de su padre… - había dicho Chanyeol. Pero lo ilógico era que el pequeño Minseok había dicho en la llamada de emergencia que sus padres estaban de viaje…
Por supuesto ahora necesita más que nunca la parte de Minseok en el caso. Ya que es un testigo, pero su condición le impedía brindar cualquier dato. Si Minseok daba a conocer al culpable, ella se haría cargo de que el hombre pague hasta el último día de su vida. Pero si no… solo lo detendría como sospechoso sin nada por hacer.
Media hora más tarde. La mujer le comunico al menor que un primo de los chicos estaba aquí. Este siendo amigo de Kyungsoo desde pequeños, conocía al primo Kris. Por lo que mutuamente se apoyarían en el cuidado de Xiumin y Kyung.
También le dije del problema actual del pequeño. Agregando que con el tiempo mejorará siempre y cuando cuide y aumente su estado emocional.
Entrando a la habitación del hermanito de Kyungsoo, despertaron a un Kris doblado en la silla a lado de un Xiumin despierto, solo con los ojos abiertos sin moverse o hablar.
El niño al instante vio a Chanyeol sorprendido por su visita pero enseguida los cerro, evitando ver el delirio en los ojos del chico de orejas grandes, un chico muy alegre, el más alegre que ha conocido antes pero ahora su rostro entristecido le hacía recordar la imagen de Kyungsoo tirado en el piso de su sala, junto a los vidrios.
Pero después de todo tuvieron un pequeño intercambio. Chanyeol le beso la frente demostrando su apoyo incondicional. Para Kyungsoo y el mismo.
Esta ves Chanyeol no les dejaría así le obligasen. No iba permitirse hacerlo. Ya fue suficiente de ser un chico sin retos con miedos a todo y todos.
NO YA NO. porque por culpa de su tontedad e inutilidad casi, casi pierde al chico de su vida. El chico con la mirada más pura e inigualable. Todo por ser un cobarde y eso desde ahora se ACABO.
Se enfrentaría a quienes sea posible con tal de mantenerse cerca de Kyungsoo.
Pocos minutos después, Kris y Chanyeol se saludaban, viendo entre los dos el único apoyo para los chicos.
Hwang Joong Bo recibió una llamada. Dejo a los chicos en la habitación no sin antes despedirse de Minseok con un tierno beso en su mejilla.
Era Yixing, el compañero novato. Le había informado que había un par de sospechosos dentro de un auto estacionados muy cerca de la casa de las víctimas.
- ¿Puedes ver como son Yixing?
- Es un hombre al volante y una mujer a su costado. Su actitud es extraña y misteriosa… la mujer no para de morder sus uñas como ida y el hombre parece estar como león atento a cualquier ataque. Mi señora ¿qué debo hacer?
- Voy para allá enseguida.
- ¡Señora! El hombre ha salido del carro y ha entrado a la casa con una llave personal.
- ¡Yixing! – grito aterrorizada, sobresaltando al joven - ¡no los dejes escapar! Arréstalos y dile todo el rollo que tiene por derechos.
- ¿por…porque? ¿Quiénes son?
- ¡Son los sospechosos del caso! ¡Maldita sea no los dejes libres!
- ¡¿Pero quienes son esas personas?! – grito el novato bajando del carro, guardando su arma y otras cosas.
- Esos son los padres de Kyungsoo y Minseok. ¡Atrápalos!
- ¡Quéééé!!