POV KYUNGSOO
Después de tomarnos el descanso, escogí una peli súper pornográfica gay… las que más me gustan. Así fue como empezamos a devorarnos la boca, despojándonos de nuestra ropa. Influenciados por las imágenes porno.
- Quiero que me la mames así amor – pidió mi esposo mirando la escena de la película.
- ¿Qué te la coma entera hasta los huevos?- Jonginsabía que tenía la boca pequeña. Antes lo había intentado y casi le destrozo la polla por la mordida – la tienes tan gorda que no creo que queda en mi boca.
- Tu sabes cómo hacerlo cariño. Estoy seguro que podrás – me miro ansioso esperando que cumpliera su petición. Me mordí el labio inferior. La verdad es que la idea me interesaba pero temía herirle – te guiaré – dijo apretando su cuerpo al mío.
Me besó fogoso, demostrando lo mucho que me ama y las ganas que tiene de mí, al igual que yo de él.
Yo también le amo, pero lo carne es débil.
Me chupo la lengua rudamente. Supe entonces que estaba esperando, sonreí en medio del beso. Él se alejó y me olfateo por el cuello hasta mis cabellos recién lavados.
- Mmm hueles a pecado, frescura y deseo – empujé su cuerpo para que quedara de espaldas sobre la cama. Le guiñé coqueto. Su mirada complacida brilló.
- No me haré responsable de posibles hemorragias – dije besando su pecho dorado.
- ¿Oh? Tu advertencia da miedo. – acaricio mis cabellos como si fuera un animalito perdido – estoy cien por ciento seguro que me complacerás.
- Eso espero amor – respondí mordiendo sus bíceps, cerca de su cadera. Me situé entre sus fuertes piernas y mirándole a los ojos baje la cabeza, dándole una lamida al eje de esa gran polla atrapada en la tela blanca. Le quedaban muy sexys los bóxer blancos y rojos, sobre todo si estaban apretando su hombría.
Esa hombría que me pertenecía. Solo a mí.
Jongintembló pero trato de ocultarlo. Divise el cambio de color en sus ojos cafés a unos muy oscuros. Sabía que le estaba impacientando. Pero me gustaba jugar, admito que soy un chico travieso como dijo Sehun…
Sehun…
- Continua mi vida – acaricio mis labios mirándolos a ellos. Está bien; también soy malo y puto por pensar en mi amante estando con mi esposo. Pero que le voy a hacer a mi mente egoísta y avariciosa.
Asentí. Saqué la lengua y me ubique en su ingle, la metí por el costado de su bóxer; tocando la base de su polla. La lamí desde ahí, con cada lamida su pene iba endureciendo.
Me acerque más hasta meter mi nariz dentro de subóxer. Con mi nariz le acaricie el grueso tronco. Ojo que aún no le había quitado el bóxer y mi esposo ya estaba gimiendo.
- Sácalo. No me tortures bebé.
- A sus órdenes señor. – respondí pegado a su polla. Le di un beso y con los dientes comencé a bajar su enloquecedorbóxer, él me ayudo levantando su pompis… tan rico y firme.
Su polla rebotó cuando la libere, apuntándome a la cara. Alce las manos y dije:
- Señor no me dispare. Soy inocente de cualquier crimen.
Mi esposo se carcajeó con gracia y aun con sus comisuras levantadas se enderezo tomando mi rostro entre sus manos, besándome la boca con la boca abierta.
- Mi amor que gracioso eres- dijo terminando de reír.
- En serio. Esta arma es altamente peligrosa – dije puchando. Jongin me tomó de la barbilla con una mano y ahora más serio dijo:
- Esta peligrosa arma te follará la boca salvajemente si no la calmas. Sabes que soy salvaje cuando mi paciencia se acaba.
- Debes saberlo ya, que me gusta lo salvaje. Pero por hoy no te haré sufrir, solo… me gusta jugar con armas peligrosas.
- Ten cuidado que puede dispararte cuando bajes la guardia.
- Oh sí señor.
Sin más preámbulos me la metí de una. Bajando hasta la base. ¡Rayos que era Grande! Con mayúscula.
Él ahogo un gemido. Yo subí absorbiéndole sin los dientes. Volví a bajar, pero la base ahora estaba cubierta por mis dedos. Esto me facilito la labor.
Tenía unas intensas ganas de masticarle la polla. Siempre tuve ese loco deseo de morderla como si fuera un bombón.
- Ahhh – gimió ronco. Cerro los ojos concentrándose y luego los abrió mirando su polla desaparecer en mi boca.¡ Tenia que alcanzar con todo y los testículos!. ¿Putamadre como diantres lo hago?
Mi sube y baja aumentaba de ritmo. Sin atragantarme aun. Chupando –al subir- el glande. Moviendo mi lengua en círculos y terminar succionando como un bebé hambriento el pecho materno. Jongin gruño alto. Me cogió de los mechones y me hizo bajar interrumpiéndome.
Hasta la base, la bendita punta tocaba mi campanilla. Aguanté las ganas horribles de arrojar sobre su polla, pero el muy cachondo de mi esposo no me soltó. Por no decir cabronazo.
Le palmeé la pierna. Me soltó, arrojando por sus labios un fuerte suspiro placentero.
Le mire ceñudo y con mis ojos le advertí de lo que iba a hacer.
Sabía que esto le llevaba al límite. Me importaba una mierda si le duele. Él se lo ha buscado.
Agarré con mi derecha la polla hinchada, cerca de la punta y comencé a dar chupetones a todo el tronco, desesperado.
Mi mano trabajaba masturbándole mitad de la polla hacia arriba. Me lamí los labios. Mi interior se prendía con solo verle aguantando sus gemidos. Fracasando.
Las venas de sus brazos estabas tensas, sobresalientes. Sus puños grandes cerrados.
Me tragué sus huevos duritos, separándolos y juntándolos con cuidado. Uno en cada mejilla. Parecía “Kiko” con los cachetes inflados. Los succione dentro de la boca.
Jongin dio una embestida.
Mi lengua lamia inquieta la separación de los testículos. Seguí chupando por medio minuto ya que mi mano estaba mojada por su pre-semen. Los saque de inmediato y fui a la cabeza goteante.
La chupe con ansias. Tenía sed de su leche espesa. Mi mano sujetaba la base un poco fuerte. Succione, sorbiendo de la ranura del glande. Como si fuera un sorbete.
- ¡Kyungsoo me vengo! – jadeó varonil. Volvió a coger mi cabeza con sus dos manos, pero esta vez para follarme la boca como había dicho. Con su movimiento de pelvis dándome hasta el fondo de la boca. No sentí arcadas pero lo estaba haciendo muy rápido y enérgico. Llevándome a la excitación.
Mi marido era un mar de gruñidos y gemidos graves.
¡Estaba como loco dándome por la boca!
Soltó una maldición, se apretó la base con una mano, la otra la puso detrás de mi cabeza y empujó hacia adelante.
- ¡Todo! ¡Todo Kyungsoo! ¡Las pelotas! - ¡¿eso era?! Pensé que se había olvidado. Abrí la boca sintiendo mis comisuras arder por el estiramiento. Con ayuda de mi mano, empecé a meter un testículo, luego el otro dentro de mi boca con la puta polla dentro también.
¡Qué putada! ¡Mi boca se iba a rasgar!
Estaba perdiendo las fuerzas y de a pocos empecé a cerrar la boca, hincándole los dientes en la piel sensible.
- No nono. aguanta un poco más – Jongin masajeo mis comisuras. Seguro que tenía cara de dolor porque su mirada insaciable se suavizo. Él solo empezó a sacar sus testículos.- ahhh buen chico. ¡Lo has hecho por ti solo!- grito alucinado. Ja! Mi querido esposo se estaba convirtiendo en un loco pervertido rompe bocas – estoy al límiteKyung, solo chúpala. Que tu lengua torture el agujero del glande.
Eso hice y agregué rasparle la cabeza con mis dientes, suave. Tres succiones fuertes más, mi esposo se vacío al fondo de mi garganta.
Vaya ser. Esto me había imaginado antes con Sehun. En cambio la mamada que tuve hace un par de días con Sehun pudo haber sido de Jongin; sin rudeza y con suavidad.
¿Acaso se habían puesto de acuerdo en cambiar los papeles? No lo creo.
Después Jongin me levanto sin dejar que trague toda su esencia, escurriéndose por mis labios. Me beso violento, mordiendo mis labios, chocando sus dientes con los míos y llevando la delantera en el ardiente beso.
Me aventó a la cama y de una estocada se adentró en mi agujero.
- ¡¡¡AHHHHHH!!!- grité de dolor por la repentina invasión. ¡¿Qué carajos pasó con la amabilidad que caracteriza a mi esposo?! – Jongin ¡¡duelee!! ¡¡Mierda duele como no te imaginas!!
- ¿Duele amor? – preguntó embistiendo mi anillo apretando su polla dentro. Me embestía poderosamente, sin descanso.
- SiiiJongin. ¡Duele a horrores! ¡Sácala, sácala! – pedí desesperado. No estaba lubricado ni preparado. Normalmente Jongin se tomaba su tiempo para que no me hiciera daño. ¡Pero este Jongin estaba diferente, tan de repente!
- ¿Duele amor? – repitió como disco rayado.
- ¡Qué sí mierda!
- Controla esa boca sucia – demandó mirándome directo a los ojos. Agarró mis caderas, se poyo en sus rodillas y me dio como un perro celando a una perra. – amor… duele tanto como el dolor que siento yo? – preguntó. Eso me dejó confundido. ¿Qué le duele a él? – ¿es más doloroso que la traición de ti y Sehun? – abrí los ojos muy grande – ¿piensas en él ahora, cuando te la estoy metiendo? – embistió fuerte, tanto que los huesos de su cadera con los míos chocaron dolorosamente. No sé si fue para bien pero su embestida me dio en mi punto G. justo en la próstata.
Jongin sabía que Sehun y yo…
- ¡¡Duele!! – vocifero – ¡A mí me duele también! – grito furioso. Sus caderas no paraban de embestirme y yo me estaba desasiendo en gemidos agudos. No era el momento de excitarme cuando Jongin; mi esposo, me confesaba que sabía de mi relación con su amigo.
Madre mía.
- Ahhh Jonginngg – gemí alto sin poder aguantar.
- Gime Kyungsoo. ¡Córrete! – gruño cerca a mis labios, sin tocarlos. ¡Maldito cuerpo débil! Me traicionaba cuando no debía – córrete para mi… amor – la voz se le quebró. Yo estaba cerca de correrme. – si así cariño. Exprime mi polla que se ha puesto dura otra vez – sus manos fueron a mis nalgas. Las amaso rudo, con fiereza. – acógeme en tu interior – me las apretujaba muy fuerte, seguro quedarían marcas de sus largos dedos – te gusta así de salvaje, ¿no? – me miro a los ojos. Sus bellos ojos estaban aguados, sus labios arrugados. Su mandíbula tensa apretando los dientes. Cerró los ojos y volvió a mirarme con otros ojos… ¿con amargura?- dame todo de ti, amor – susurró en mi pecho. No supe porque de mi boca no salía nada – quizás esta sea la última vez – eso me estremeció. Sus labios capturaron mi pezón derecho y los mordió, endureciéndose de placer. Así fue con el otro. Entre lamidas, chupadas y sus poderosas embestidas me corrí y él dentro mío.
Su cuerpo cayó sobre el míoasfixiándome. Quería apartarle, pero no lo hice. Mi respiración era agitada al igual que él, pero supo recuperarse rápidamente.
Le escuché tomar una bocanada de aire metido entre mi cabeza y hombro, absorbiendo mi olor.
Su rostro quedó frente al mío. Por primera vez en todo el año que llevamos de casados, nunca le había visto llorar.
Jongin no estaba llorando. Estaba inundado en lágrimas con sus ojos contraídos de dolor. Su boca abierta respirando dificultosamente, su nariz se abría y cerraba con esfuerzo. Su pecho se expandía llenándose de aire y expulsándolo.
En su rostro vi mi mundo acabarse.
Yo le amo. Le amé, y le amaré. De eso estoy seguro.
- Me duele que me engañes con el mejor de mis amigos.
Terminó saliendo de mí, con el cuerpo desnudo fue al baño. En segundos salió completamente vestido.
Sin darme una mirada, cerró la puerta de nuestro cuarto para luego escuchar de la principal. El fuerte portazo retumbó en todo el piso… y en mi corazón.
¿Me dejó? ¿Se fue?
¿Qué pasó?