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Rabia... por Rk5

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Notas del capitulo:

A solo unos pocos capítulos de terminar este tan largo fics.

 

 

RK5

-Allys-

 

 

 

Había despertado con el calor del sol desde la ventana, al sentarme en la cama recordé todo lo ocurrido la noche anterior, seguía teniendo mi mente hecho un desastre, llegue a la conclusión de que Rebecca me gustaba como pareja, pero seguía teniendo dudas respecto a un noviazgo, era demasiado rápido si me lo pedía o yo se lo pedía a ella. Necesitaba relajarme y pensar bien.

 

Supuse que Rebecca seguía durmiendo en el primer piso por lo que me bañe con calma. Al salir de la ducha, me vestí y baje a saludar a aquella pelirroja, el problema ocurrió cuando vi el sofá vacío y la ropa desaparecida del piso.

 

 

 

-¿Dónde fuiste ahora Rebe?

 

 

 

Claramente era mi culpa, era probable que fuera a la playa para distraerse un poco, "por tus indecisiones, dañaste por cuarta vez a tu amiga, estupendo".

 

Resignada a no verle hasta que se le ocurriera llegar, fui a la terraza a observar el mar, a lo lejos aprecie un cabello rojo que resaltaba entre todo el color azul.

 

"Ahí estas Rebecca".

 

Salí con un indescifrable sentimiento de alegría, por lo menos ya sabía dónde estaba.

 

De pronto otra cabellera, una de color castaño muy cerca al pelirrojo.

 

"¿Quién es?", no podía ver nada con claridad ya que estaban muy lejos, se escuchaban susurros inentendibles entre ellas, estaban charlando amistosamente. "¿Se conocerán?"

 

Estaba volviéndome nerviosa, y ¿que ocurría si era una chica que trataba de ahogarla? No, o peor, algún familiar que la encontró, o quizás una ex que tuvo.

 

Con lo último que pensé...me descontrolo la paciencia, "Si es una ex, ¿que harán hablando allá tan lejos? ¿Sabrá que estoy acá mirándola o me ignorara por estar aún enojada? O ¿qué ocurre si se besan? ¿Que podría hacer, nada más que mirar?"

 

Le observe un tanto molesta a aquella cabellera desconocida, "vengan, me molesta no saber qué ocurre".

 

Cuando llegaron a la orilla, una tipa mucho más grande que Rebecca la acompañaba sonriendo, su cabello largo me asombro, tenía toda la pinta de ser una deportista en surf.

 

"¿Que hace esta tipa hablando con mi Rebecca?" trate de disimular el desagrado que me daba su aspecto y su cara triunfante.

 

Tras la pequeña charla que tuvimos, solo llegue a la conclusión de que debía dejarlas solas, se veían muy felices las dos par de desgraciadas.

 

Gruñendo llegue a la casa, "¿Acaso no puedo dudar que esta ya se busca a otra chica?", amigas de la infancia, pudieron haber sido más que eso, ¿No? Como si eso me lo creyera fácilmente, se les veía muy alegre las dos, "¿Quién soy yo para eliminar esa alegría?, nadie".

 

Busque sus cigarros, necesitaba fumar con urgencia, "esto te lo mereces Allys, no veo el porqué de tu estúpida actitud, ni si quiera estas segura de que son algo mas y ya estas así, convertida en una porquería, ¿acaso el cigarro te dará la respuesta que buscas? O quizás ¿te devolverá el valor? No, piensa, vamos, piensa, TIENES QUE CAMBIAR ESTA ACTITUD...llorar por una relación de la cual terminaste hace bastante tiempo no te la devolverá, la única que estuvo ahí contigo fue tu amiga, ¿Y te digo algo? Eres una enorme patana..."

 

Lo prendí, casi absorbí todo el cigarro con una sola probada, "Bien, muy bien, lo haces cada vez más estupendo".

 

 

 

-Flash back-

 

 

 

-No puedo dejar de quererte Allys pero tampoco estoy dispuesta a volver a ser tu segunda opción...hazme creer que esto no fue un error por el alcohol...hazme creer que no fui la primera en tocarte solamente por despecho...

 

-...Necesito descansar, me duele la cabeza.

 

-Respóndeme Allys.

 

-Ya te dije, necesito descansar.

 

 

 

-Fin flash back-

 

 

 

¿Hasta cuándo tendría que esperar Rebecca por mi decisión? Ni yo misma la tenía, y estar sola en esta casa tampoco me ayudaba, mi mente me extorsionaba cada vez que podía, incluso me imagine a mí misma riéndose a mis espaldas.

 

 

 

-¿Ves? No eres más que un montón de desechos, eso agradécelo a tu ex...esa hermosa chica.

 

-Cállate.

 

-Esa Rebecca, tiene una paciencia muy grande contigo, imagínate cómo ha de sentirse porque al fin pudo hacerte suya, pero porque tenías alcohol...

 

-CALLATE.

 

-No, ahora tendrás que escucharme estúpida, he tenido que soportar tus idioteces durante mucho tiempo.

 

-Tú eres yo, así que da lo mismo.

 

-Jodete a otra con tus mentiras, dile que no la amaras jamás y que lo de anoche fue un error.

 

-No.

 

-Dilo, es la maldita verdad.

 

-No lo es.

 

-Hazte creer otra cosa.

 

-No, en serio quería hacerlo con o sin alcohol, eso no cambia el hecho en que me gusta.

 

-Sí, si lo cambia, ella se entregó a ti.

 

-Y yo a ella.

 

-Demuéstrame que lo harías sin alcohol, demuéstrame que la quieres, adelante, miénteme tanto al punto de creerlo igual que tu jajajajajja.

 

-¡AHHHHH!

 

 

 

Voló la caja de cigarros por el aire estrellándose en mi yo imaginario, ya no sabía qué hacer, me estaba volviendo loca...literalmente.

 

 

 

*************

 

 

 

Habían pasado varias horas y aquella molesta chica no volvía con Rebecca, ya había perdido la cuenta en cada vez que me paraba y observaba la playa, había dejado de fumar después de la alucinación, pero me sentía muy ansiosa en cada minuto que pasaba.

 

"¿Dónde estarás? ¿Aquella chica es en verdad tu amiga?" venían imágenes a mi mente donde solo me causaban celos.

 

"Imagínate, ella y Rebecca charlando tranquilas tomadas de la mano, besándose cada vez que se sonrojan, sus ojos topan cada cierto tiempo y una debe desviar la vista porque los ojos de la otra seduce, pararon en una tienda para comprar algún recuerdo de la playa, el siguiente lugar será un negocio donde venden jugos tropicales, Laura bebe demasiado rápido el jugo manchando su boca, la pelirroja se le acerca parándose en la punta de los pies y le lame los labios, el vendedor mira extrañado pero después le fascina la escena lésbica, se retiran del local continuando su paseo al centro del pueblo, ríen y hablan estupideces sin importancia, pero a pesar de ser insignificantes disfrutan de la charla."

 

 

 

-Claro que eso estarán haciendo, ¿Pero sabes algo? Tú la dejaste ir...

 

 

 

Trataba de sentirme cómoda en el sofá, cada minuto que pasaba necesitaba cambiar de posición a otro lado.

 

 

 

-Han pasado exactamente tres ahora, aun no vuelven...no creo que vuelva por mí.

 

 

 

Gire la última vez, trate de cerrar los ojos y me obligue a dormir, "No volverá hasta que enloquezca".

 

 

 

-Rebecca-

 

 

 

-¿Y que es de tu vida Lau?

 

-Ya era hora de que lo preguntaras, pues, nada muy importante, yo igual tuve que cambiarme de casa, claro, acá no hay escuelas para después de los 13 años, así que me cambie de colegio, llegue a una escuela en donde todo se basaba en ciencia y biología, además de tener deporte de volei, tenían futbol y hándbol. No me entusiasmo ninguno en verdad jajaja.

 

-Nunca fuiste de deportes terrestres.

 

-Jamás, yo era feliz con una tabla solamente.

 

-¿Y en el amor?

 

-¿En serio quieres saber de eso?

 

-Por algo te pregunto tarada.

 

-Jajaja ok, tuve muchos novios, pero todos resultaron ser muy machistas, decían que yo debía ser más femenina, ¿Acaso no podía ser solo yo?, no, a ellos no les basto. En secreto anduve con algunas chicas, todas eran muy hipócritas, se hacían las inocentes, muchas veces me raptaron de clases solo para besarme en el baño -Chasqueo la lengua molesta- cuando nos encontraban decían que yo tenía la culpa, fui suspendida muchas veces siendo la hazme reír de la escuela...

 

-Que zorras eran.

 

-Así son la mayoría querida, no vi la mínima diferencia cuando me contaste de la ex de Allys, algunas suelen ser muy perras.

 

-...A pesar de eso, no puedo dejar de estar enamorada de esa chica.

 

-No te culpo, a mí tampoco me pueden dejar de gustar las chicas, aunque se su naturaleza, dejo que me destruyan, después de todo igual disfruto de la aventura.

 

-¿Juegas con ellas?

 

-No, ellas lo hacen. Ya estoy acostumbrada a sus mentiras, ya sé cuándo me ocultan algo o si me engañaron, todo, lo sé todo con el simple hecho de verle a los ojos.

 

-Eso suena muy extraño jajajaja.

 

-Si lo sé, es como un poco loco.

 

-Como tú.

 

 

 

El helado era exquisito, volvían los recuerdos de mi infancia, cuantas veces veníamos aquí solamente para probar cada helado nuevo que aparecía en la vitrina, seguían siendo tan ricos como lo recordaba.

 

 

 

-Siempre escogías el mismo cuando éramos pequeñas.

 

-Sí, me encanta la crema con frambuesas.

 

-Mmm y yo jamás cambiaría el chocolate.

 

-¿Puedo probarlo?

 

-Adelante.

 

 

 

Con mi cuchara le saque un poquito, contenía una nuez, el típico chocolate amargo con almendra y nueces. Era tan sabroso, se derretía poco a poco dentro de mi boca.

 

 

 

-Jajajajaja no pongas cara de excitada al comerlo.

 

-Cállate...es solo que me gusta, aun así no cambiaría mi helado por el tuyo.

 

-Ahhhh -suspiro- me encanta que seas la misma de siempre...

 

-......

 

-Oye, ¿Te parece que vayamos después al supermercado a comprar algo?

 

-¿Cómo qué?

 

-Algo para que comas con Allys, recuerda que ha estado sola todo el día, es probable que se esté volviendo loca en tu ausencia.

 

-Sinceramente dudo que me extrañe, es más probable que este odiándote entre sus pensamientos celosos en vez de buscar la solución a nuestra relación...

 

 

 

Sentí una mano acariciando la mía, aquellos ojos negros contenían demasiados sentimientos mezclado que no podía descifrarlos.

 

 

 

-No te preocupes, todo resultara bien Rebecca...eres muy hermosa tanto en físico como en lo psicológico, yo que tu temería en que ella se llegara a obsesionar de ti.

 

-Eso jamás pasara...

 

-Es muy probable.

 

-No.

 

-Oye pelirroja, a cualquier chica bi o lesbiana le gustarías...

 

-¿Acaso también a ti?

 

-No me coquetees, tú sabes como soy jajaja me importaría re poco si existe una Allys en tu casa.

 

-Bueno, tranquila omite eso, vamos a comprar.

 

-Vale, vamos, y respecto a tu duda, si yo también caería a tus pies hermanita, haría incesto contigo.

 

 

 

Atrajo mi mano a su boca y le beso, sentí un nudo en el estómago mezclado con frío en la espalda, luego se le escapo una carcajada.

 

 

 

-Tranquila pelirroja, serás mi mejor amiga siempre, y con ello te respetare como tal.

 

-Estúpida siempre molestándome.

 

-No lo puedo evitar.

 

 

 

Otra carcajada, esta vez recibió un puñetazo en su brazo.

 

Llegamos al poco tiempo al supermercado, compre queques, postres para preparar e incluso unas hamburguesas.

 

 

 

-¿Planeas juguetear con ella que llevas tantos postres?

 

-No molestes, le gusta lo dulce.

 

-Encima de ti.

 

-¡Cállate! No es así...-Otra vez la maldita logro sonrojarme, el simple hecho de imaginarme la situación aceleraba mi corazón-.

 

 

 

Al pagar todo, me di cuenta de algo, "no se si soy yo lo tengo muy mala suerte", estaba el mismo empaquetador que había tratado de seducirme ayer. Trate de ignorarlo pero me observo de pies a cabeza.

 

Laura miro extrañada y me susurro.

 

 

 

-¿Oye que ocurre con ese tipo?

 

-Demás que me mira porque solo tengo el bikini y la toalla.

 

-Si es así a mí también debería verme.

 

-No lo sé.

 

 

 

El tipo miro un tanto asqueado a Laura.

 

 

 

-Así que ella es, ¿no?, que desagradable.

 

 

 

Rompió el silencio con su molesta voz masculina.

 

 

 

-Oye, perdóname chico, pero no entiendo nada, ¿Se podría saber por qué le hablas a ella así, como si fuera algo tuyo?

 

-Nada, no es nada importante, ni si quiera debería importarte, lesbiana.

 

-Claro que si lo es, ¿Que mierda te crees?

 

 

 

Acerque el rostro de Lau para que me escuchara solo ella.

 

 

 

-¿Podrás hacerte pasar por mi novia?

 

-Dale, pero después tienes que decirme.

 

 

 

El chico solo miro hacia otro lado mientras murmuraba, tome las bolsas y trate de salir del super.

 

 

 

-Oye amor, ¡espérame!, y tu mírame.

 

-¿Qué quieres? Me dan asco verlas.

 

-No quiero que vuelvas a hablarle como si la conocieras, es probable que tu minúscula existencia no le importe ni lo más mínimo, si eres de aquellos estúpidos homofóbicos, puedes empezar a buscar otro empleo, porque hasta lo que yo sé, mi padre te dio este trabajo, a lo que a mí me respecta, vivo sin molestar a nadie y tu deberías empezar a hacer lo mismo, imbécil.

 

-Como si te creyera esa mierda idiota, tu papa no es nadie, me dan asco ustedes dos, no saben lo que es un hombre, si lo supieran dejarían de andar besándose entre ustedes.

 

-Mmm ¿Me estás diciendo que un pene me haría cambiar de parecer? Pues te digo algo, si me hizo cambiar de parecer, y la consecuencia es la que ahora ves jajajajaja, y respecto a mi padre, dijiste que era un don nadie, ¿No?

 

 

 

Desde lejos observe como Laura sacaba su celular, "¿Se conocerán?"

 

 

 

-Hola papa, sí, estoy aquí en la tienda, mira te quería pedir un favor, hay un empaquetador hostigante y discriminativo, sí, es otro caso de un homofóbico, sip, es el empaquetador numero...7, ¿lo harías por mí?...ohh gracias jejeje, lo sé, chicos jóvenes no faltan para empaquetar, habrán muchos más y mejores que este idiota...ok, gracias, chao.

 

Listo.

 

-¿Y quieres que te crea?

 

-Mira.

 

 

 

Un gerente bajo del segundo piso de oficinas hasta llegar a donde Laura estaba, miro al muchacho y le dijo algo en susurros.

 

 

 

-Le llama el director, acompáñeme a la oficina.

 

-Maldición...

 

-Jajajajaja que te vaya bien imbécil, adiós.

 

 

 

En trotes cortos llego hasta mi lado, "¿Siempre tenía que dar tantos problemas?" estaba riéndose con fuerza, tomo mi mano y nos fuimos de ahí.

 

 

 

-¿Oye que hiciste?

 

-Pues le dije a mi papa que lo despidiera, no volverá a molestare.

 

-Esperemos que no.

 

-¿Que había pasado antes? Cuéntame todo.

 

-Pues, ayer vine a comprar, cuando tome mis bolsas para irme el comenzó a coquetearme, decía que podía ayudarme hasta mi casa, le dije que era lesbiana y que tenía una novia, me cuestiono por qué no estaba ella aquí, dije que tuve sexo con ella jajajajaja, ahí fue cuando me dijo que era un desperdicio como mujer.

 

-Vaya idiota ese, ahora obtendrá lo que merece, mi papa sabe cómo tratar a esos tipos.

 

-Gracias.

 

-No te preocupes, me molestan los tipos que son así, creyéndose ser dueños de la mujer que les gusta, infelices...

 

-Entonces, ¿te dejo a tu casa y luego me voy a la mía?

 

-No hermosa, yo tengo que ir a dejarte sana y salva, y luego iré a mi casa, tú tienes una reconciliación que hacer...

 

-Gracias de nuevo Laura, te extrañe.

 

-Yo igual te extrañe, ahora vamos.

 

 

 

**********

 

-Allys-

 

 

 

Un beso en la mejilla me despertó de imprevisto, me senté en el sofá rápidamente mientras frotaba los ojos, ya estaba atardeciendo.

 

 

 

-Cómo te prometí Allys, sana y salva, aunque diría más sana que salva jajaja.

 

-¡Idiota!

 

-¿Que? Es que después de esa estupidez del supermercado, cualquiera diría que no estabas a salvo jajajaja.

 

-Cállate, ahora vete.

 

-¿Nos veremos mañana?

 

-No sé, te doy la respuesta después, tienes el mismo número, ¿No?

 

-Sí, nunca cambie el celular, espere a que me llamaras todo el año, pero nunca lo hiciste.

 

-Tenía colegio, lo recuerdas.

 

-Excusas, ya me voy, no quiero seguir molestando aquí.

 

-Adiós Lau.

 

-Chau Rebe.

 

 

 

Un beso en la mejilla y desapareció esa enorme molestia, su charla me tenía estresada, solo me provocaba irritación su coqueteo hacia Rebecca, "Lo hacen a propósito, es obvio".

 

 

 

-Traje unas cosas para comer All.

 

-Supongo que son las sobras de lo que comieron ustedes dos.

 

-No digas estupideces, son cosas que compre en el supermercado.

 

-Hablando de super, ¿Que paso?

 

-Mira pues...

 

 

 

Al contarme lo ocurrido no dejaba de tener rabia, era frustrante que esas estupideces aun existieran, ya era el colmo, más encima la otra chica tuvo que pasarse por su novia para que las dejara tranquila.

 

 

 

-Sí, el papa de Laura es el dueño del supermercado, así que él se encargó de todo.

 

-Te juro Rebecca que si ese imbécil lo veo, le partiré la cara...nadie te molestara delante de mi presencia, o sino tendrá que vérselas conmigo.

 

-Lo se Allys, pero también se defenderme.

 

-...Aun así no me agrada imaginarme nada de lo anterior, me da rabia.

 

-Tranquila, ya estoy aquí contigo.

 

-¿Por qué me dejaste tanto tiempo sola?

 

-¿Necesitabas pensar o no? Además cuando me ofrecí a quedarme tu solo dijiste que me fuera con Laura, eso hice.

 

-Nunca en la maldita vida me sentí tan sola como ahora, incluso te saque cigarros.

 

-Mmm, bueno, comprare más después, no te preocupes, estoy aquí ahora contigo.

 

 

 

Sin siquiera pensarlo, tome con fuerza el rostro de Rebecca y la bese, la bese con la pasión que tenía contenida desde hace mucho tiempo, abrace aquel cuerpo que tanto extrañe, acaricie su espalda y le rasguñe cada vez que mi lengua se entrelazaba con la suya.

 

 

 

-Maldición...no sabes cuánto te extrañe, y mucho menos sabes cómo me siento.

 

 

 

Susurre en sus labios, mis suspiros impactaron en su piel, sus ojos estaban abiertos y expectantes, quizás estaba en estado de shock.

 

 

 

-All...mmm... ¿Qué te ocurre?

 

-¿Sabes? No me vuelvas a dejar sola, mi mente es un desastre, tengo muchos celos, quiero dejar de tenerlos... ¡ayúdame! No sé qué hacer con lo que siento...tengo miedo...

 

-Allys...

 

 

 

Acaricio mi rostro con delicadeza, poso sus labios con suavidad en los míos, respiro con calma.

 

 

 

-¿Te gusto?

 

-Si.

 

-¿Tienes celos de Laura?

 

-Si.

 

-¿Temes que yo me enamore de ella?

 

-Si.

 

 

 

Volvió a besarme, esta vez se recargo encima de mí, atrajo mi cabeza para profundizar el beso mientras yo tocaba su cintura.

 

 

 

-¿Te acuerdas de la idiotez que hicimos anoche?

 

-Si.

 

-¿Y te arrepientes?

 

-No...Jamás lo haría.

 

-¿Estas dispuesta a intentarlo otra vez?

 

-Sí, pero esta vez sin alcohol, deseo tenerte, ahora más que nunca.

 

-Lo que hace la soledad jajaja.

 

-No ridícula...-Mordí su labio y lo estire- es lo que hace el deseo...

-Allys, no sé si hacerlo ahora sea una buena idea...

-¿Por qué no?

-Jajajaja es que tengo aroma a mar, además si me besas, sabrás lo salada que esta mi piel.

-Jajajaja ahhhh era eso.

-Pues claro, tengo que ir a bañarme.

-Pero...pero...

-¿No me digas que no puedes aguantar un poco más? Jajajaja.

 

Su risa me molesto un poco, quizás era cierto que estaba extremadamente deseosa de ella y a la vez feliz, nunca había estado tan feliz de tener a Rebecca entre mis brazos..."Allys está bien que hoy te volviste loca un poquito, pero eso no es excusa para dártelas de ninfómana...".

 

-¿Tanto te gusto?

-No me tientes Rebe, solamente con el alcohol soy pasiva...

-Ahhhh ¿Que harás acaso?

 

Con un simple empujón le bote al sofá, caí encima de ella con fuerza, tome ambas muñecas para inmovilizarla.

La adrenalina corrió fuertemente por mis venas, logre sonrojarla y ponerla nerviosa.

 

-Eres muy linda sonrojada...

 

Con mucho control acerque mis labios a los suyos pero sin tocarlos, su respiración agitada me llegaba en la nariz.

 

-Allys...déjame.

-Te dije que no me tentaras...

-No empieces algo que no terminaras.

-Bueno ya, vete a bañar...

 

Molesta gruñí, siempre esta pelirroja tenia razón, así que por primera vez en el día le hice caso a mi cerebro y le solté.

Fui hacia la cocina a ver lo que había comprado, "Esto no terminara así Rebecca, ni veras cuando me escabulla en el baño y te observe desnuda lavándote..."

Muchos y deliciosos postres para preparar, "que rico" además de hamburguesas para la cena, "entonces si me extraño, eso, o que simplemente me está tratando de convencer en que no me engaño con Lau...grrrrr, ¿entonces sí lo hizo?"

 

-Rebecca... ¿hubo un beso en su cita?

-Sí, hubo uno.

-¿Que?

-Adiós tengo que bañarme jajajaja.

-¡Oye maldita ven para acá!

 

Huyo hacia el baño y cerro con pestillo, no pude entrar al baño a pesar de todas las veces que empuje.

 

-Es de madera solida All, no la abrirás jamás jajajaja, ahora espérame hasta que termine de bañarme.

-Y deberás darme una explicación.

-Oye, que yo sepa no somos nada como para darte una.

-...Ok.

 

Bufe, "Es cierto, no son nada ustedes para que la trates de tu propiedad", sentía un calor sofocante en mi rostro, la mandíbula tensa, los músculos se apretaron haciendo que mis nudillos quedaran blancos, trataba de contar hasta diez, "Se besaron, ellas se besaron, imagínate como se besaron, quizás uno pequeño, no olvídalo, debió ser uno profundo, no se veían hace tiempo, uno que ni a ti te ha dado, es probable que se haya excitado, tú no sabes complacerla, la otra chica la conoce mejor que tú, piensa, Laura se ha molestado en conocerla, tu solo te has molestado en tirarle mierda, no veo tu inocencia en las acciones".

Con mucha fuerza de voluntad logre sentarme en el sofá, la respiración aun la tenía acelerada, "Estas celosa, ohh si, lo estas, ¿te digo el por qué? Le quieres, le quieres más de lo que crees, sigue gustándote como antes del accidente de tu hombro, tu problema es que ella tiene otras opciones, unas mejores que tú, así que no puedes ser una molestia o si no ella mirara para al lado y listo, eres historia".

Suspire, si, ya era algo que debía aceptar, seria historia si no elegía pronto.

 

Camine por segunda vez a la cocina y ordene todo lo que compro en la despensa, ya ni si quiera tenía ganas de comer, la irritación me había quitado el hambre.

Logre escuchar pasos sigilosos a mis espaldas, debía ser Rebecca, agache la vista hacia mis pies, la rabia se había convertido en depresión.

Sus brazos se ataron en mi cintura y un beso impacto en mi nuca, sentí como la toalla tocada mi espalda.

 

-Me encantas Allys...

 

Luego del beso, lamio un poco para luego suspirar provocándome estremecimiento, tirite sin que yo quisiera, "Es ahora o nunca, serás historia".

 

-Te amo All...y no te cambiaría por nadie...ni por nada.

 

Dolía mi corazón, no era capaz de hablar, "Eso ya te lo han dicho antes y ¿sabes cuál fue el resultado?".

Sus manos se escabulleron por debajo de mi polera, las yemas acariciaban mis poros, generaba pequeñas ondas eléctricas en mi abdomen. Otro beso acaricio mi piel, esta vez en el cuello, otro suspiro en la humedad que dejo, más estremecimiento.

Subía, subía cada vez más, quemaba mi piel, me gustaba la sensación, "Te dolerá otra vez".

Llego al borde de mi sostén, mordió mi hombro acallando su gemido.

 

-Esto está mal... ¿no?

-Solo cederé si me respondes una cosa.

-¿Que All?

-¿Te gusto su beso?

-No fue como lo imaginas.

-Entonces como fue...

-All...

 

Ya era el colmo, me voltee con fuerza haciéndola retroceder unos pasos, tome su rostro con fuerza, le empuje contra el refrigerador sometiéndola contra mi cuerpo.

 

-Dame una razón para no temer...

-All...deja esto ya...me lastimaras.

-No lo hare, ¡ME GUSTAS! ¿NO ENTIENDES? ME GUSTAS TANTO QUE TEMO...

-Allys, suéltame por favor.

-No...Olvídalo, no te dejare ir, ya cometí ese error...y ese estúpido error ha hecho volverme loca...

-No lo estas, solo estas confundida.

 

Deslice la mano libre por debajo de la toalla acariciando sus piernas.

 

-Me encanta tu cuerpo Rebecca, me encanta tu amistad, esa pasión que me entregas cada vez me ayudas, me encanta que seas tan fuerte...

 

Subí más, el calor de su piel me tentaba a continuar, deseaba tocar más, mucho más, permitir por primera vez mi descontrol gracias a ella...

 

-Ahmmm para...por favor...-Gomia tomando mi brazo-.

-No...Te dije que serias mía...

-Mmm lo sé...pero...no así...

-Te quiero Rebecca...y no sabes cuánto tengo que limitarme...

 

Llegue al borde de su entre pierna, aquel sitio que aun desconocía y deseaba saber cómo era, "Contrólate", al borde del razonamiento, suspire en el cuello húmedo de aquella pelirroja, tembló entre mis brazos, acerque su rostro con mi mano que continuaba en su mandíbula, roce sus labios con nerviosismo.

 

-¿Te gusto su beso?

-Me volverás loca si sigues...

-Responde...-Mordí su labio y lo estire, luego lo subsione con delicadeza-.

-Ahhh...aahh...-suspiro entre cortado- No me beso los labios...ahora detente...

-Entonces donde.

-Mi mano.

-¿Tu mano?

-Sí, me había consolado, decía que tú pensarías mejor las cosas...

-Dile que...lo pensé bastante por su culpa...

 

Mordí su cuello en mínimo tres oportunidades, aquella mano jugueteaba entre sus piernas rozando de vez en cuando su intimidad.

Las piernas le temblaba, tuve que contener su cuerpo con el mío más fuerte que antes, sentía que se desmayaría.

 

-Detén...esto...

-¿A que le temes Rebe?

-¿A que le temo?

 

Con fuerza atrajo mis labios a los suyos uniéndonos en un beso pasional y desenfrenado, atrapo mi mano aventurera con su diestra y la acerco a su intimidad provocándome un sobre salto, un escalofríos recorrió mi espalda y se liberó con aquel gemido de sorpresa que huyo desde mi garganta.

 

-Temo...a no poder parar...

 

Trague saliva sonoramente, el corazón latía muy fuerte, lo sentía en mis venas, incluso la sangre ardía cuando recorría mi cuerpo, las mejillas las tenía tan rojas como las de ella...

Sus ojos color miel seguían enormemente dilatados al ver los míos, nerviosa trate de mantenerme quieta, me encantaba la cercanía, el calor, lo que sentía, pálpitos en mi corazón y en mi vientre.

"Recuerda...ahora o nunca".

 

******************

 

Le tome con fuerza desde sus glúteos, y la levante para que encajara sus piernas en mi cintura, camine con ella hasta la habitación matrimonial.

 

-¿No pensaras hacerlo aquí, o si?

-Es mejor que en un sofá...

-Jajajaja sí, es mejor.

 

Me recosté encima de ella aprisionado sus manos con las mías.

 

-Mmm...Me encantas ruda...

-Es mejor que una Allys pasiva.

-Claro que si...

 

Sonreí a la par del beso, entrelace su deliciosa lengua con la mía, juguetee dando pequeños toques con mi lengua encima de sus labios, luego hice lo mismo pero con mi boca, ella mientras tanto se retorcía y trataba de soltarse, incluso algunos de sus suspiros se toparon con los besos.

 

-Suéltame ya...

-No, quiero provocarte más...

-Mmmmm...No sabes cuánto lo estoy...

 

Con los dientes desate la fácil amarra de su toalla, luego se la retire dejando su cuerpo esbelto y blanco al completo merced de mi vista...

Era simplemente hermosa, mucho más que ayer cuando solo distinguía su cabello, "Nunca más volveré a beber para dormir con esta chica", realmente bella, curvilínea, unos formados senos con aureolas pequeñas, un estomago plano casi tan blanco como las sabanas, la respiración agitada quedaba a la vista claramente, seguí recorriendo su cuerpo, caderas sutiles que terminaban en unas piernas finas y largas.

 

-Me encantas...

-Suéltame...

-Sé que puedes esperar más, ¿no?

 

Sonreí, me estaba comenzando a gustar torturarla. Agarre más fuertes sus manos, incline mi cuerpo para poder besarle el centro de su pecho, continúe besando hasta dibujar un corazón en aquella zona.

Movía las piernas un tanto incomoda, me acerque a su oído y susurre.

 

-¿Que te gustaría que hiciera ahora?

-Soltarme...

-Mala respuesta.

 

Mordí su lóbulo, generando un gemido sonoro que me llego en el oído...”Maldición", aquella pelirroja ya no era la única que tenía una molestia entre sus piernas.

 

-¿Que deseas hacerme?

-Tocarte...no sabes cuánto te deseo...

-Mmm...¿Puedo jugar un poco?

-Deja de torturarme...

 

Empuje sus piernas con las mías posicionándome encima completamente de ella, recosté mi cuerpo, el botón de mi pantalón calzaba en su vientre. Aprovecho mi descuido para entrelazar sus piernas en mi espalda y atraerme más hacia ella...

 

-Ahhhhmmmm...

 

Gemí, sentía su entre pierna caliente a través de la tela del jeans, poco a poco una humedad la traspaso...

 

-¿Sientes eso? Es tu culpa...

-Puedo hacer más que eso...

-¡Ahhhh!

 

Lamí su cuerpo hasta toparme con su pezón, le observe pervertidamente...

 

-No...No lo hagas...mmmmm...

 

Se mordió los labios y recostó su cabeza en la cama, aquel cuello quedo completamente libre. Bese el contorno de su pezón, lamí suavemente tratando de dejar muy poca saliva en cada roce, aquel botón se elevó bastante y eso que ni si quiera lo había tocado, al ver el otro, también estaba parado.

 

-Ahhhhmmmm...

 

Más calor entre mis piernas y más humedad en la tela por culpa de ella...

Solté sus manos, las necesitaba más ahora si deseaba continuar.

Ella seguía con las manos donde las deje, solo que esta vez trataba más callarse que luchar contra mí.

 

-Oye, quiero que gimas...

-No...No lo hare.

 

Subí hasta su rostro besando su mandíbula, su frente y luego sus labios.

 

-¿Por qué no? Me encantan...

-Tengo vergüenza...-Tapo su boca con su mano-

-Eres hermosa...-Se la saque con delicadeza- además necesitas las manos para otras cosas.

-Tengo...nervios...

-Yo también, vamos, no te dolerá...

-¿Segura?

-Abajo te veías más segura.

-Jajajaja sabía que no lo harías.

-¿Y ahora?

-Sí, ahora si estas segura de esto.

-Sí, pero seré cuidadosa, vamos, tranquila.

-¿Me lo prometes?

-Te lo prometo, ahora solo déjate llevar.

 

Tome sus manos y bese ambas, las puse en mi ropa.

 

-Ahora, desvísteme.

-.......

-Vamos, sé que sabes hacerlo.

 

Con torpeza logro sacarme la polera y con mi ayuda los sostenes, desabroche mis pantalones y en dos segundos volaron por la habitación, la ropa interior desapareció en seguida.

 

-Trátame con cariño Allys...

-No seré salvaje Rebecca, ¿me temes?

-No te temo...temo hacer esto con alguien que no me ama...

-¿Quién te dijo que no empiezo a hacerlo?

-Mmm...

 

Le bese para que no preguntara más al respecto, mis manos se escabulleron por su cuerpo, volvió a atraerme con sus piernas, pero esta vez fue mucho más intenso, ambas intimidades se rozaban al vaivén de los besos que nos dábamos.

Su piel, mi piel, nadie podía descubrir donde empezaba el cuerpo de la otra, me besaba descontrolada, con mucha pasión y deseo, necesitábamos respirar entre cada uno, a veces por error suspirábamos en los labios de la otra.

En unos de los tantos besos que nos dimos, nuestros pezones comenzaron a rozarse mutuamente.

Con fuerza agarre su cadera atrayéndola más hacia la mía.

 

-Ahhhh...All...

 

Aquella humedad que había mojado mi jeans ahora mojaba mi piel, tirite en cada roce accidental que teníamos, seguí bajando por su cuerpo, mis labios atraparon uno de sus pezones.

 

-Siento que explotare...

 

Lo lamí con cuidado, aquella piel era demasiado suave, deliciosa en cada roce, el aroma que desprendía me enloquecía, agudizaba mis sentidos y descontrolaba mi mente.

Hice lo mismo con el otro, aquellas manos que ya no controlaba se deslizaban por entre medio de ambos cuerpos logrando llegar hasta su vientre, a unos pocos centímetros de su entrada.

Acomode mi cuerpo, ahora ambas teníamos una pierna entre la otra, al posicionarme así Rebecca lo aprovecho al máximo, alzo su rodilla presionando mi intimidad, un cosquilleo lleno mi vientre, presionaba cada vez más fuerte, comenzaba a impedir mis movimientos, gemí en su seno sin que yo lo quisiera.

Volvió a hacerlo, "Ahora es tu turno", sin dudar y decidida a todo, guie mi mano entre los pliegues de su entre pierna.

 

-Eyyy...no...Mmm...

 

No deje que protestara, acaricie aquel punto sensible de toda mujer, en método de protesta alzo más su rodilla, mordí su pezón en respuesta.

 

-Ayy.

 

En su descuido, moje mi dedo con su humedad y lo introduje lentamente.

 

-Mmmmm...

 

Alzo un poco la cadera, la movía lentamente a corde de mi mano. Suspire, fui hacia su boca y le bese, la mano libre que tenía la pose en uno de sus pechos.

Retire el dedo y moje uno más, al hacer esto, introduje con cuidado ambos, con aquel temor de lastimarla.

 

-¡Aaahhhmmmmm!

 

Gimió dentro de mi boca, rasguño mi espalda y logro tirarme un poco el pelo.

 

-¿Te duele?

-Ahhh...aahh...-Jadeo- no...Solo sigue...

 

Espere a que relajara su interior y se acostumbrara, luego los moví dentro un poco, volví a besarle mientras hundía y sacaba mis dedos dentro de ella.

Gemía en cada roce, en cada penetración rasguñaba mi espalda, ya no tenía si quiera fuerzas para seguir presionándome con su rodilla. Simplemente se entregó completamente a mí...

 

-Me encanta...me excita tocarte...

-Ahhhhmmmm...

 

Mordió mi hombro con fuerza, "dejara marcas mañana". Hundí con más fuerza mis dedos, "tienes tu rodilla también", acompañe los compases del vaivén con la presión de mi pierna entre sus muslos...

Como consecuencia, tirito entre mis brazos, se estremeció al punto de no poder controlar sus caderas...

Era tan hermosa, su piel, los rojizos cabellos que ahora cubrían su rostro avergonzado, sus gemidos, los intentos de callarlos, todo era muy bello.

 

-All...ya no puedo...detente...

 

Susurro con las pocas fuerzas que tenía en mi hombro, sus uñas se incrustaron en mis omoplatos.

 

-Detente...Ahhhhmmmm no puedo más...

-Te quiero Rebecca...relájate...

-Tengo...tengo...miedo...

-Vamos...no pasara nada...

-Ahmmm...para...

 

Suspiraba entre cortado, estiro su cabeza hacia atrás, tomando una gran bocanada de aire, moví en círculos mis dedos dentro de ella. Acerque mis labios a su cuello para sentir su pulso arrítmico y acelerado, su cuerpo comenzó a tensarse por completo, las piernas temblaron y de aquella garganta broto un gemido bastante sensual y sonoro...aquel sonido de un disfrutado orgasmo.

 

-¡Ahhhhmmmm!

 

Aquella espalda arqueada marcaba el límite de lo que podía soportar, aquel espacio entre el silencio, la tensión, las sensaciones y el relajo, todo mezclado en cinco segundos, bese sus boca entre abierta con tranquilidad, seguí moviendo en círculo los dedos, su interior tenia contracciones que atrapaban mis dedos, me encantaba, todas las sensaciones me encantaban, yo también estaba al borde de colapsar, y eso que ni si quiera ella me había tocado.

 

-Te quiero Rebecca.

-Mmm...Te amo Allys, aunque no me creas.

-Si te creo...

 

Retire con suavidad los dedos, los mire con detalle.

 

-Oye no hagas eso...

-Me dio la curiosidad de saber cómo sabes...

-No...Claro que no lo harás...

-Podría hacerlo.

-No, para la otra.

-Bueno.

 

Limpie mis dedos con la polera al costado.

 

-Mmm que sensual quedara tu polera.

-Sí, con esencia de Rebecca...

-Jajajaja idiota.

-Lo sé.

 

Me recosté a su lado, su respiración ya estaba relajada, su abdomen subía y bajaba con tranquilidad, le mire sus ojos color miel, ahora más que nunca brillaban intensamente, observo mi rostro con extrañeza.

 

-¿Que ocurre All?

-Nada, es solo que...tus ojos son hermosos.

-No digas estupideces...

-Es cierto, están brillando más de lo habitual.

-Ahhh te refieres a eso, cuando llegas a un orgasmo, tu organismo alcanza altos niveles de Oxitocina, provocando que se lubriquen los ojos y que los labios estén mas rojos.

-Entonces tendré que hacértelo más seguido, estas hermosa.

-¿Entonces antes estaba fea? ¿Eso quieres decirme?

-Jajajaja no ridícula...eres bonita de por sí.

-...Cállate.

-Me encantas Rebecca, no sé cómo pude ser tan ciega.

-Deja de mentirme para hacerme sentir bien.

-Rebecca, no te estoy mintiendo...me en-can-tas.

 

Recosté mi cabeza en su hombro mientras hacía dibujos con un dedo sobre su pecho.

 

-Me encantaría saber...hasta cuando me amaras...

-Hasta que me duela...-cerro los ojos y se relajó entregándose a las sutiles caricias-.

-Pero...ya te duele.

-No lo suficiente para matarme...-Esbozo una sonrisa de medio lado en aquellos pequeños labios-

-... ¿Y si te lastimo? ¿Y si te defraudo? ¿Si todo lo que creías de mi eran solo expectativas imaginarias y yo solo soy un desperdicio? Quizás ni soy lo que esperas...

-Oye...tranquila, me gustas porque eres sincera, porque siempre me apoyas, nunca me defraudaste, a pesar de que la estabas pasando mal...seguías levantándome el ánimo de forma innecesaria...por eso te amo...el resto...el resto es una porquería en comparación a lo que hemos pasado.

-Pero Rebecca...no sé si podre ser una buena novia para ti...tu sabes, termine golpeando a chicas que no debía...y...y temo volver a caer en eso...temo lastimarte por tonterías...temo que veas hacia al lado y me cambies, que te des cuenta que no valgo la pena y listo, me cambias...no quiero...

 

Pare las caricias, sentía que volvería a caer en la depresión de antes, el simple hecho de pensar en que otra persona pudiera tocarla como lo acabo de hacer, que escuchara sus gemidos, o que le besara con la misma intensidad me provocaba intensas puntadas en las costillas.

Un empujón con fuerza me tumbo de espaldas contra el colchón, una fuerte presión en mis muñecas las fijo inmóviles, casi un golpe recibí en mis labios, un musculo potente invadió mi boca sin mi permiso.

 

-Mmmmm

 

Trate de luchar pero era en vano, "ya no puedes contra ella, perdiste la voluntad en hacerlo..."

Relaje los brazos para que no me dolieran más las manos, entregue mi boca al merced de la suya, solo trataba de seguirle el paso, miles de ondas eléctricas se activaron al sentir sus dientes mordiendo mi lengua, luego sus labios apresaron los míos con un sutil movimiento.

 

-Rebecca...

 

Trate de hablar, suspiro en mis labios, en un último movimiento subsiono el labio inferior tirándolo con delicadeza.

 

-¿Que parte de "te amo Allys" no entiendes?

-Rebe...

-Nada de Rebe, si sigues con esos cuestionamientos solo perderás la juventud, disfruta la vida con quien quieras y haciendo lo que desees. No me importa si no cumples con mis "supuestas expectativas", eso es lo de menos, tú y yo sabemos que cuestionarnos eso AHORA es una porquería.

Da lo mismo si me dejas ahora o mañana o cuando sea, me da lo mismo, deseo verte feliz, es lo único que quiero aunque sea conmigo o no.

-Pero...

-Nada de peros, si sigues con esa inseguridad de que "yo te cambiaria", te lo demostrare...por ahora no puedo, lo único que hago es pensar en ti, es molesto ¿sabes? Aquí la única que puede cambiar a la otra porque puede eres tu...yo no podría cambiarte.

 

Su frente descanso encima de la mía, su agarre dejo de ser tan fuerte.

 

-No puedes sentir mi frustración Allys...es frustrante tenerte tan cerca cuando tu corazón esta tan lejos.

Así que deja de cuestionar mi fidelidad, de aquí a mil años más seguiré amándote, lo quiera o no.

-Te quiero...no sabes cuánto...y yo tampoco lo sé...

-No importa All...estoy dispuesta a esperarte.

 

Se formó un nudo duro en mi garganta, trague fuerte, pero seguía ahí y por lo visto no se iría. Un ahogo en mi pecho, presión en mis sienes y una lagrima que escapo de los ojos, "Estas acabada...esto se llama amor".

Aquel roce de sus labios atrapo la lágrima, en mi rostro yacían sus manos acariciándome con dulzura, tome su cuerpo entre mis brazos, por segunda vez piel con piel tenían contacto de una forma exquisita y única en su propio lenguaje.

 

-¿Por qué lloras?

-No sé qué hacer con esto...

-¿Con que?

 

Beso mi otro parpado logrando desaparecer las gotas.

 

-No...No sé qué me pasa...

-¿Que sientes?

-Siento un vacío en mi pecho, tengo un nudo que no me deja tragar, pienso en el amor y me reconforta...pero a la vez me daña...

-¿Puedo ayudarte?

-No...No puedes.

-¿Por qué no?...-Iba a protestar pero le interrumpí-

-No puedes porque eres la causante de mi problema.

-¿Quieres que te deje sola?

 

Alejo sus manos de mi rostro, se levantaría de la cama.

 

-No, no lo vuelvas a hacer, te necesito -tome su mano entre las mías calentándola-.

-..........

-Te quiero junto a mi...y no sé porque...

 

"Deja de ser estúpida, si lo sabes, dilo, ¡DILO!, es fácil, vamos, es, T E A M O, cállate." Le mire con miedo, pidiéndole ayuda, deseando que pudiera hacerme entender las emociones que tenía.

 

-Allys, no puedo ayudarte mucho...

 

Tome su rostro y mire fijamente aquel color miel que tanto me encantaban, nuestras mejillas se sonrojaron sin esfuerzo alguno.

 

-¿No puedes leer mis ojos?

-No...Trato pero no puedo...

-Rebecca...creo que...

-¿Que?

-........

 

Suspire, después de mucho pensarlo era lo más lógico...

 

-Flash back-

 

Tratando de dormir mi mente me ataco fuertemente haciéndome llorar en el sofá.

 

"Jajajaja ella te quito a la chica, claro que lo hizo, tu estas aquí recostada en el sofá sin poder hacer nada mientras la otra chica se aprovecha de Rebecca...dices quererla pero le dejas ir, deseas dejarla como amiga pero eso te atormenta, elige... ¿ser o no ser las amigas de siempre?, eso, suspira, mira al techo, eso no te hará resolver nada, ¿sabes lo que si lo hará? Admitir de una puta vez que te gusta, que le quieres, que a pesar de haber tenido algo con otra chica, tu cariño por ella era más fuerte...admítelo..."

 

Gire otra vez a la orilla, los pensamientos me atormentaban como pesadillas, incluso en mis propios sueños me atormentaba la realidad.

 

-Fin flash back-

 

-Creo que aunque quisiera no podría alejarme de ti.

-¿Por qué?

-Porque...te amo, incluso sin darme cuenta, te amo...me atormento cuando te imagino con Lau, y tampoco soy capaz de verte feliz con otra persona...

-¿Estas segura?

 

Aquel rostro seguro comenzaba a presentar nerviosismo, trago saliva con fuerza, atraje sus labios a los míos, necesitaba sentirlos, necesitaba sentirle cerca de mí, no quería que me mintiera como Julieta...no...Ya no podría confiar en otra persona extraña, solo podía confiar en ella.

 

-Te amo Rebecca...tarde mucho en darme cuenta.

-No me importa...valió la pena...

 

Recargo su cuerpo encima del mío sin ningún cuidado, caímos con fuerza en la cama, volvió a besarme, luego se tranquilizó y me abrazo, respondí con otro de vuelta.

 

-Y ahora... ¿qué crees que seamos?

-Aun amigas.

-¿Segura?

-Unas muy íntimas.

-All.

-Tranquila, vamos con calma.

-Aja me dices ahora que vayamos con calma.

 

Me miro con rostro de "¿en serio?", ambas estábamos desnudas abrazadas, "que idiota eres jajaja".

 

-¿Y no que tenías que llamar a tu amiga?

-Tenía algo más interesante que hacer...

-Puedes hacerlo ahora.

-A ti no se te escapa nada.

-Menos tú.

-Te amo...

-.....

-Supuestamente tenías que decir "yo también"

-Perdón es que aún no me acostumbro.

-Vale, no te preocupes, voy a vestirme, si quieres bajas y te preparas la cena, ya debe ser tarde.

-Pero...

-No te preocupes, no iré a ninguna parte...no aun jajajaja.

-Rebecca...

-No te preocupes, ve.

Notas finales:

Vamos....vamos, queda poquito...muy poquito jajaja...

 

 

Saludos RK5 -w-


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