“Y así es como nos acercaremos a Kim Minseok” concluyó su discurso, muy orgulloso de éste por cierto, hasta que observó a su amigo, la persona que debería haberle estado prestando atención, pegado a su teléfono celular, haciendo quizás qué cosa. “Park Chanyeol, ¿Escuchaste algo de lo que dije?”
Chanyeol jugaba Candy Crush sin importarle mucho lo que decía Jongdae, durante esa media hora de parloteo en la que no hizo ni una sola pausa, comprendiendo que en el plan de ganarse la confianza con ese tal Minseok, él era fundamental, incluso podría decirse que su amigo lo usaría de carnada, y por esa misma razón decidió ignorarlo.
Él realmente no quería ayudar a Jongdae, pero si lo oía inevitablemente, casi por acto reflejo terminaría ayudándolo, en cambio, si no sabía qué era lo que tenía que hacer entonces no iba a tentarse, asi que lo mejor fue definitivamente hacer oídos sordos a su amigo y concentrarse en la complicada etapa del famoso jueguito, que llevaba semanas sin poder pasar.
“Park Chanyeol, eres un genio” Se dijo así mismo en voz alta. Jongdae frunció el ceño y le quitó el teléfono de las manos bruscamente.
“No me estabas oyendo” el mas bajito de entre los dos, apagó el teléfono de su mejor amigo y tomó aire para comenzar a decir su discurso otra vez, desde el inicio.
“Si te oí, quería decir que tú eres un genio pero me traspapelé” Chanyeol lo cortó antes de que pudiera decir otra palabra. No quería saber como hacerse amigo de ese chico, ni siquiera quería conocerlo.
El timbre que da inicio a las clases se hizo presente, y los chicos compartieron una cierta mirada cómplice antes de caminar a paso rápido a sus respectivas clases. Chanyeol recuperó su teléfono y lo dejó apagado pensando en que era lo mejor, de todas formas desde aquí en adelante el debía prestar atención.
El primer día de clases había llegado muy rápido, no había ni una sola experiencia increíble que rescatar del verano desde que Jongdae se obsesionó con asesinar a Byun Baekhyun, pero a pesar de eso, las cosas no iban tan mal. Lamentablemente los dos mejores amigos habían quedado en clases diferentes, como es debido, ninguno de los dos se sintió feliz cuando descubrieron a qué clase pertenecían, pero por el primer semestre al menos no podían pedir ningún tipo de cambio, o algo así podrían haber jurado oírle decir al director en su aburrida y prolongada(innecesariamente) charla de bienvenida.
Probablemente sería todo un reto socializar en esa masa de niños ricos, la mayoría hijos de gente muy importante, mientras que ellos dos eran simplemente becados... gente humilde, que no podía pagar su estancia ahí. Chanyeol suspiró al observar a cada uno de sus compañeros de clases, pero a fin de cuentas no importaba como se vieran esos chicos, no se debe juzgar a un libro por su portada.
La Escuela privada SK resultó ser un lugar bastante diverso, el porcentaje de becados rondeaba el 40% y en cada clase habían al menos 1 o 2(incluso 3) alumnos como ellos, por lo que no fue muy difícil para ninguno hacer amigos rápidamente. Toda esta diversidad social se debía principalmente a que los fundadores de la Escuela, gente muy adinerada, habían nacido pobres y para llegar hasta el lugar en donde se encontraban vivieron una vida de esfuerzos y desgastes tanto físicos como mentales, que les permitieron dar a sus hijos una vida en cuna de oro, pero siempre recordando de dónde provenían, de la pobreza misma, de la hambruna y de la basura de los adinerados.
Éstos fundadores conocían a la perfección como funcionaban las escuelas privadas y no se sentían agustos con sus hijos en ellas.
“Un niño de 5 años no puede estar denigrando a otro por tener otra clase social, la gente debe mezclarse, debe conocer las diferentes realidades, no importa cuanto dinero tenga el otro, en éste mundo todos somos humanos, nada de lo demás importa”
Desde que la Escuela SK fue fundada y hasta el día de hoy, sigue compartiendo las mismas creencias, por esa razón ser becado no era símbolo de algo malo, si no mas bien, era algo de lo que estar orgulloso, porque a fin de cuentas, sólo eras admitido si te destacabas en algo o demostrabas tener las aptitudes para entrar a una escuela que se regocijaba de su gran prestigio en la capital.
Aunque siempre hay uno que otro idiota rondando por ahí.
“¿Para qué clase extra programática estás llenando la ficha?”, Preguntó Yixing, un chico transferido desde Pekín, que asistía a su misma clase y conforme al paso de las semanas, habían terminado sentados hombro con hombro, por elección propia.
Chanyeol sonrió levemente y le enseñó la ficha a su amigo arrastrándola sobre el pupitre. Las actividades(o clases) extraprogamáticas formaban parte importante del horario estudiantil de la Escuela, tanto así que cada presidente de clase organizaba una muestra en la “Feria Estudiantil de Actividades Extraprogramáticas”, con el fin de persuadir a los estudiantes a inscribirse, después de todo, la escuela pide un mínimo de dos actividades por estudiante y que de preferencia, una de ellas sea deportiva.
“Supongo que solo nos encontraremos dentro de la jornada normal” Yixing le enseñó igualmente su ficha algo decepcionado, él también había ingresado ese mismo año a la escuela y se podría decir que era mucho menos sociable de lo que era Chanyeol.
“Baile” y “Astrofísica”.
Chanyeol ni siquiera había considerado la posibilidad de entrar a una actividad que expandiera su intelecto, muy por el contrario de Yixing, él había marcado suavemente con lápiz negro las opciones que ponía “Música” y “Futbol”, aunque nunca fue muy bueno con la coordinación de sus pies, pero esperar hasta el último día correspondiente al plazo de entrega de la ficha sólo ocasionó que las vacantes para Basketball se llenaran antes de que pudiera siquiera considerar elegirlo.
“No esperaba que te gustara algo como la Astrofísica” Comentó Chanyeol observando como el contrario se arreglaba con suavidad su cabello oscuro, tan negro como la turmalina, que hacía resaltar notoriamente el blanco de su piel y sus delicados rasgos finos, Chanyeol no quería admitirlo, pero más de una vez se encontró pensando si las proporciones, que él consideraba perfectas en el rostro de su amigo, se debían a los genes de su madre o a los de su padre.
Probablemente su madre.
La imagen de Jongdae detrás de un pilar observando las clases de Educación Física de los chicos mayores(por un año), ya se le había hecho costumbre a la mayoría de los estudiantes. Por muy extraño que pareciera, Jongdae se había adaptado muy bien a la vida estudiantil de la escuela, durante las clases ya no se detenía pensar en cuanto extrañaba a Chanyeol a su lado, porque un chico alto, tan idiota y divertido como lo era su mejor amigo, solo que un poco mas introvertido, se sentaba junto a él. De todas formas podía ver a Chanyeol en todos los recesos y además el segundo receso era algo especial, mas bien, era sagrado por ley, la Ley Suprema de Kim Jongdae, en la que sólo estaba permitido reunirse a ese horario en específico para hablar sobre el progreso de cada uno en la misión de acercarse a Kim Minseok.
Lamentablemente cuando se enteró de que Minseok pertenecía a la clase de “Futbol”, ya era muy tarde para cambiar su ficha y de todas formas, nunca fue para nada bueno en ningún deporte.
“Química” y “Canto” eran las actividades que él había elegido. Se llevó varias preguntas desconcertadas de su mejor amigo al enterarse de sus elecciones, pero Kim Jongdae necesitaba esas clases de química, desde allí podría conseguir todos los materiales necesarios para asesinar a Byun Baekhyun, o mas bien, envenenarlo o si se diera el caso… intoxicarlo.
“¡Minnie! ¿No crees que es adorable?” Comentó Luhan sonriendo en dirección al pilar que se encontraba justo al costado izquierdo de la entrada al gimnasio.
“No”. Respondió con simplicidad sin darle mucha importancia, desde que comenzó el año escolar ese chico se paraba allí detrás del pilar creyendo probablemente que nadie lo observaba, pero estaba claro que TODOS se percataban de su para nada invisible presencia.
Algunas veces traía consigo una libreta, en la que anotaba o dibujaba quien sabe qué cosas, pero la verdad es que él nunca le tomó mucha importancia, y ni siquiera se detenía observarlo mas de 5 segundos como sus demás compañeros, o como Luhan, que en cada clase hablaba algo diferente sobre ese chico. Sus opiniones hacia él variaban entre “Es un psicópata” a “Es adorable”, pero Minseok estaba más de acuerdo con la primera opinión.
“Es evidente que se debe haber enamorado de alguien y es por eso que viene todas las clases a observar” Minseok escuchó con desinterés las palabras de su amigo y bostezó antes de ponerse a hacer estiramientos otra vez.
“¿De qué hablas? Es una escuela de varones” Respondió con simplicidad y observó a Luhan, que tenía una sonrisa extraña dibujada en su rostro, como torcida, fingida, pero a la vez… emocionada.
“Hay chicos que gustan de otros chicos, éste puede ser el caso” El tono de Luhan fue mas serio de lo normal y le dio la espalda bruscamente comenzando nuevamente con los calentamientos.
Minseok era un chico muy observador, que llevaba siendo amigo del delgado rubio frente a él por una larga cantidad de años, por lo que no era muy difícil ponerse a meditar hasta llegar a la conclusión de que la reacción de Luhan fue provocada porque se sintió ofendido de alguna forma.
No iba a negar que había dudado un sin fin de veces sobre la orientación sexual de su amigo, pero no consideraba que ese fuera un tema en el cual inmiscuirse, especialmente porque no era bien visto ser de esa manera, aunque en el amor no se debería juzgar, por lo menos así ve las cosas Minseok.
Pero esa cualidad observadora tan propia, de la que es dueño desde que tiene memoria, le hizo deducir rápidamente que el chico del pilar, no iba precisamente a observar a alguien del que estuviera enamorado, eso no podría ser posible, porque los cruces de miradas que habían tenido desde que apareció, le indicaron que el chico mantenía su atención mayoritariamente en él y no podría estar enamorado de él, simplemente eso era inconcevible.
El día que Chanyeol entró a las clases de Futbol, iba con una energía desbordante, corría de aquí para allá, casi como si quisiera lucirse, y de paso impresionó a todos los mayores por encontrarse en buen estado y con aún una enorme cantidad de energía después de que los hubieran obligado a correr de línea a línea al menos unas 300 veces.
“Interesante…” Murmuró el capitán del equipo observando al chico nuevo y desbordante de energía de de pies a cabeza, registrando la mayor información física que pudiera dentro de su cerebro, y a la vez, dando suaves y disimuladas miradas al otro chico alto que se encontrar al lado del que se robaba la atención.
“Creo que tu te deberías hacer cargo de entrenarlo a él” le dijo Minseok tocándole suavemente el hombro a su amigo, refiriéndose claramente al que mas destacaba dentro del nuevo grupo.
“No Minnie, él es todo tuyo, yo entrenaré al que está a su lado” Luhan se encaminó rápido a presentarse personalmente al chico que le había robado la atención durante la primera prueba, mas incluso de lo que le robó la atención Chanyeol.
“Claro que elegiría al guapo Oh Sehun” Susurró asegurándose que nadie pudiera oírlo dirigiéndose hacia al chico sonriente, alto y que no parecía tener ni una gota de cansancio. “Kim Minseok” Se presentó estirando su mano, la cual quedó en el aire unos minutos acompañada de una mirada de shock proveniente del contrario, antes de ser correspondido.
“Park Chanyeol” Respondió algo tembloroso, comenzando a sudar repentinamente mas por la activación de su sistema nervioso, que por cansancio.
Sus pensamientos estaban revueltos, y probablemente ahora solo podía pensar con torpeza, pero al menos algo tenía claro.
Jongdae no podía enterarse de esto.