Seduciéndolo
Narra Tsukishima:
Después de ser bruscamente interrumpidos por el estúpido rey, volví al salón encontrándome con Yamaguchi, que al verme se acerco y me pregunto como me fue con Hinata, le conté todo lo que paso, y él me dijo que quizás ese mismo día podría pasar al siguiente paso seducirlo, aunque había un problema ¿Como podría seducir a Hinata? Muchas chicas se me han declarado por muchas cosas, pero Hinata es un chico no creo que sea demasiado fácil.
Me quede pensando un largo rato y antes de darme cuenta ya era hora del entrenamiento, camine pensativo hasta el salón del club, al entrar me encontré con Hinata que al verme se puso rojo, ¿Que es esa reacción tan linda?, quiero molestarlo pero los sempais también están allí, así que solo los salude, me dirigí a mi casillero y empecé a cambiarme, estaba quitándome la camisa, cuando siento una mirada sobre mí, Tal vez solo sea mi imaginación, decido ignorarlo pero la mirada es tan persistente que no evito las ganas de voltearme, cuando me voltee vaya la sorpresa que me lleve el pequeño Hinata era quien estaba mirándome, al notar que lo atrape se puso completamente rojo y intento fingir inocencia, bueno... al parecer no se me va a ser tan difícil seducirlo.
Lo mismo paso en las practicas, Hinata estaba tan distraído mirándome que el estúpido de Kageyama tuvo que golpearlo para que se concentrara, creo que tengo una idea de que hacer, las practicas terminaron con normalidad y era hora de elegir quienes ordenarían, con rapidez tome la mano de Hinata mientras alzaba la mía, Hinata me miraba sorprendido y Daichi-sempai también, pero asintió dejándonos las llaves para cerrar cuando termináramos de limpiar, Yamaguchi cuando me vio se fue mientras me guiñaba un ojo deseándome suerte y Kageyama me mataba con la mirada pero a quien le importa ese tipo, lo único importante es que tendré una oportunidad para poder estar junto a Hinata solos, al final todos se fueron y hubo un gran silencio.
Hinata se notaba bastante nervioso, miro alrededor y empezó a recoger los balones, pero temblaba tanto que se le comenzaron a caer, me acerque para ayudarlo, tomando unos cuantos balones, me miro con la cara realmente roja, enserio ¿es que acaso el me está seduciendo?, intente contener mis impulsos hasta que termináramos de limpiar, solo faltaba la net, la quitamos y guardamos en el almacén, finalmente terminamos, ahora...
— Hinata —Lo llame.
— ¿Q-Que pasa? —Dijo mientras intentaba salir del almacén evitando mi mirada.
— No te vayas —Lo tome del brazo mientras lo miraba.
— Pero yo, esto... llegare tarde a mi casa —Me dio una sonrisa nerviosa, claramente quería escaparse.
— Hinata —Lo mire serio— Vienes aquí o te secuestro, escoge.
— Yo... —Me miro realmente sonrojado— Ya voy.
—Buen chico —Le sonreí mientras caminaba hacia a mi hasta que quedamos uno frente al otro— Quiero preguntarte algo... ¿Porque me miras tanto?
— No sé de que estás hablando... —Intento fingir demencia mientras evitaba la mirada.
— ¿Así que así quieres jugar? —Le regale una sonrisa mientras susurraba en su oído— Entonces, hare que me respondas por las malas...
Me aleje de el un rato mientras aun estaba petrificado en su lugar y cerré la puerta del almacén, creo que al oír la puerta cerrarse se alarmo, pero lo tome de la cintura mientras me sentaba en una colchoneta y caímos juntos, su cara estaba completamente roja, enserio hace rato me está tentando, bese su frente para que se relajara mientras mis manos iban bajo su polo, dejándome juguetear con sus pezones, el sentir mis manos tocándolo hizo que soltara un lindo gemido, realmente me daban ganas de tocarlo más, lamí su cuello dejando un fino hilo de saliva desde su cuello hasta su barbilla, mis manos pellizcaban y masajeaban sus pezones haciendo que su cuerpo temblara, chupe su cuello dejándole unos cuantos chupetones, se que se enojara conmigo mañana pero no importa, quite su polo y me aleje un poco, tenía una grandiosa vista, Hinata temblando abajo de mi era suficiente como para excitarme, me acerque y lamí uno de sus pezones mientras mi mano jugueteaba con el otro, sus gemidos eran música para mis oídos, entonces mire más abajo, al parecer no era el único excitado, Hinata estaba duro, creo que podre divertirme un rato, baje una de mis manos y toque su erección sobre la ropa haciendo que se sobresaltara.
— ¿Qué es esto? —Sonreí divertido mientras me relamía— Parece que lo estas disfrutando.
— ¡N-No mires! —Intento cubrirse con sus manos pero no lo deje— Déjalo, yo me encargare de eso.
— ¿No quieres que te toque? —Lo mire y empecé a masajear con mi mano aquel bulto en su short.
— P-Para, no lo frotes, yo... mm... —Se agarro de la colchoneta mientras intentaba no dejar salir sus gemidos, así de dócil en verdad es super lindo, baje su short y su calzoncillo, haciendo que se alarmara pero no pudo hacer nada pues apenas lo toque sus gemidos empezaron a salir.
— ¡Ahhh! Tsuki.. shima... pa...ra —La espalda de Hinata se arqueaba al sentir el contacto de la mano de Tsukishima en su miembro.
— ¿Enserio quieres que pare? —Moví mi mano mas rápido y me acerque a su pecho, volviendo a chupar y lamer su pezón.
— Yo... ahhh.. n-no... no pares —Al fin Hinata se rindió y fue más sincero, eso le gusto a Tsukishima quien apretó un poco el miembro de Hinata haciendo que su cuerpo se estremeciera.
— Tsuki... no lo apret...es.. —A pesar de decir eso a Hinata le gusto la sensación haciendo que su cuerpo recibiera mas placer.
— Dices eso, pero sé que te gusta —No pude evitar sonreír maliciosamente y mordí una de sus orejas— Y con esto... te gustara aun mas.
— ¡Hyaa! No... pa-para... yo.. —Sus orejas eran su zona sensible, por eso Hinata empezó a sentirse cerca de su límite— Tsuki...shi... ma ... me voy a venir..mm... t-tu...mano.
— Entiendo... —Y aquí empezaba su juego con su mano, agarro la punta del pene de Hinata evitando que se corriera, una sonrisa maliciosa se le escapo— Ahora... ¿Me dirás porque me mirabas?
Narra Hinata:
No sé como termine en esta situación, creo que tengo un don para estas cosas, hace un rato estaba limpiando, y ahora... Tsukishima, bueno el me está ayudando a masturbarme... Ahora el me está preguntando porque lo mire todo el día... ¡Qué idiota! ¡No me di cuenta que el me noto!
— D-Déjame ir... —Mi parte baja sentía un ligero dolor al no poder correrme y el tonto de Tsukishima no ayudaba mientras me lamia y mordía la oreja.
— No quiero~ —Me sonrió de forma maliciosa mientras se relamía— Respóndeme, ¿Porque me mirabas?
—Y-Yo... —Mi cuerpo se sentía extraño, no puedo más, me rindo— T-Te veías muy atractivo, nnhg... así que yo... no pude evitar verte...
— Buen chico, aquí esta tu recompensa —Lamio mi oreja mientras soltaba mi miembro y lo masturbaba mas rápido.
—N-No puedo más...¡Ahhh! —Estaba en mi limite así que no pude mas y me corrí en su mano.
Mi cuerpo cayo rendido en la colchoneta, era la primera vez que sentía ese tipo de placer, mejor que aquella vez que se imagino a Tsukishima cuando se masturbaba, el real era mejor, pensar aquello hizo que se sonrojara, ¡Acababa de hacer cosas pervertidas con Tsukishima!.
— Mmmm... te corriste demasiado —Tsukishima vio su mano y la lamio como si no fuera nada.
— ¡¿Q-Que haces?! —¡Eso no es comida tonto!.
— Solo limpio mi mano —Me miro mientras la lamia, esa escena me sonrojo, ¡era realmente sexy!, ¿Que es este tipo?.
— ¡N-No hagas eso! ¡Idiota! —Tome un pañuelo que tenía en los bolsillos de mi remera y le limpie la mano.
— Pero te gusto lo que te hizo este idiota ¿no? —Bromeo Tsukishima con una sonrisa.
— Bueno... fue mejor que en mi imaginación... —Murmuro antes de percatarse de lo que había dicho, miro hacia Tsukishima y el también lo miraba sorprendido— ¡N-No es lo que parece!
— Ehhh~ ¿Cómo era en tu imaginación? —Me miro con una sonrisa de satisfacción— Me sorprende que pensaras en mi mientras lo hacías.
— ¡P-Para tu información fue tu culpa! ¡M-Me susurraste de esa forma en mi oreja! y por eso yo... —Creo que estoy como un tomate, no puedo decir más, como siempre ¡Mi bocota y yo!— por eso escape...
— Bueno al menos se porque corriste —Asintió y se levanto— Vámonos, se hace tarde.
Vi como Tsukishima se levantaba y iba hacia la puerta, me puse rápido mi ropa, y corrí tras él, cerramos las puertas para finalmente salir de la escuela, caminamos en silencio y ninguno de los dos decía nada, estábamos caminando hasta el punto donde nosotros nos separábamos pero Tsukishima fue en el camino que yo solía ir.
— Tsukishima, ¿Tú no te vas por allá? —Señale el camino algo sorprendido.
— Hoy te acompaño, ven apúrate —Se empezó a adelantar y no pude evitar sonreír mientras lo seguía.
Caminamos juntos el largo trecho hasta mi casa, aun sin decir nada de algún modo me gustaba estar junto a Tsukishima, era algo tranquilo pero estar de este modo a veces era agradable, aunque ahora que lo pienso me pregunto que pensara Tsukishima de mi, hemos hecho bastantes cosas pero hasta ahora no lo entiendo, ¿Que soy para él?, ¡Tonto Hinata lo primero que debes preguntar y lo último que haces!, camine unos pasos hasta quedar delante de mi casa, mire a Tsukishima.
— Aquí es mi casa... —Murmure.
— Muy bien, entonces me voy yendo —Giro en otra dirección para irse.
— ¡Tsukishima! —Llame su atención haciendo que volviera su vista hacia mi — Hay algo que quiero preguntarte... ¿Que soy realmen—
Iba a terminar de preguntar, hasta que una niña pequeña pelirroja corre hacia mí y me abraza, esa pequeña era Natsu, mi hermanita menor que vino a recibirme.
— ¡Oniichan bienvenido! —Me saluda con un gran sonrisa y yo la cargo.
— Estoy en casa, Natsu —Le sonreí mientras acariciaba su cabello.
— ¿Es tu hermana? —Tsukishima me miro con una sonrisa divertida— ¡Parece un clon tuyo en versión pequeña!
—Bueno muchos dicen que nos parecemos... —Suspire, ya perdí mi oportunidad de preguntarle.
— ¿Quién es él? —Pregunto Natsu curiosa.
— Es un compañero del club del volleyball se llama Tsukishima —Le dije mientras la bajaba.
Ella se acerco a él y se presento sola.
— ¡Me llamo Natsu! ¡Un gusto! —Le sonrió mientras le mostraba su mano.
Tsukishima se quedo viéndola un rato, pero luego sonrió de una forma amable haciendo que me sonroje ¡Es un delito que sonría de esa manera!.
— Un gusto conocerte —Estrecho su mano con la de Natsu, debido a que ya era tarde Tsukishima se tenía que ir, se despidió de Natsu y de mi, mientras caminaba, me quede a verlo hasta que su figura desapareció de mi vista...
Aun me he quedado con la duda, tengo que preguntárselo mañana, no puedo quedarme con las dudas, ¡Hadas ayúdenme a tener fuerzas mañana! mi hermana dice que las hadas te ayudan así que no está mal pedirles su ayuda aunque no existan, tome aire y me llene de ánimos.
¡Si o si mañana le preguntare!