Segundo One shot:
En una casa ubicada en el Clan Uchiha se encontraban ambos hermanos, Izuna y Madara Uchiha.
Ambos líderes de ese clan.
Muy pocas veces ambos hermanos se peleaban, encima si era por los celos.
Izuna era muy celoso con respecto a que alguien abrazara a su hermano mayor Madara, ese por otro lado estaba harto de que su hermano menor fuera así, en cualquier momento lo aislaría de todo el mundo.
Desde lejos se podían escuchar los insultos que se decían entre si los hermanos, hasta que de un golpe se abrió la puerta de aquella casa y de allí salió Izuna echando humo.
Madara furioso le grito a su hermano de que se largara y cerró la puerta de un golpe.
El mayor se dirigió a una pequeña habitación, la cual era su dormitorio, allí suspiró aliviado y frustrado a la vez, antes de dirigirse a acostarse y dormir, quería relajarse después de aquella brutal batalla de insultos que tuvo con su hermanito.
Estaba ya arto del comportamiento de su hermano, si Hashirama lo abrazaba o le besaba una mejilla, Izuna se ponía como una total fiera.
Ya hasta parecía infantil cuando ambos ya eran completamente unos adultos.
Mientras tanto con Izuna, este caminaba a escondidas por el clan Senju, buscando a su amigo Tobirama Senju, hermano del primer Hokage, una de las personas que más odiaba.
Cuando llego a la casa de Tobirama, abrió la ventana y entro por ella, en escondidas se escabullo por la casa de los hermanos Senju y abrió la puerta de la habitación encontrándose con quien quería.
- ¿Izuna? , ¿Qué demonios haces aquí? ¿Cómo te atreves a aparecer en mi habitación sin mi permiso? - expresó Tobirama con una notoria molestia en sus palabras.
- B-Bueno... me pelee otra vez con Madara -Contesto Izuna apenado.
- Oh... ya veo, pero en serio, debes de parar con tus celos -Dijo Tobirama ya imaginándose porque pelearon ambos hermanos.
- ES QUE LO AMO! -Grito Izuna. -Además no es mi culpa que TU hermano le coquetee
El de cabello blanco abrió sus ojos y miro con cada de miedo al Uchiha menor.
- ¿¡MI HERMANO QUE!? -Grito Tobirama asombrado -JURO QUE CUANDO LLEGUE A ESTA CASA LE CORTO LA CABEZA!! -Grito ya más furioso.
- Ayúdame a alejarlo de mi hermano! por favor! -Pidió Izuna arrodillándose en el suelo, fingiendo una cara como de cordero degollado.
- Bien te ayudare, déjame ir a la cocina para buscar algo -Dijo el Senju menor levantándose de su cama y dirigiéndose a la cocina.
- ¿eh? para qué? que vas a buscar? -Preguntaba un curioso Uchiha.
Izuna siguió a Tobirama hasta la cocina, observo como el Senju abría un cajón de una mesa y saco un pequeño frasco de color marrón.
Por la cabeza del Uchiha pasaron varias cosas ¿un remedio? ¿Veneno? ¿Pastillas?, hasta que decidió preguntar que era el contenido de aquel frasco.
- ¿qué tiene?
- Es un afrodisiaco, Hashirama lo usaba para molestar a Mito Uzumaki y ya te irías imaginando como terminaba todo eso -Dijo eso ultimo sonrojándose.
- Oh... bueno jeje -Contesto Izuna nervioso, imaginándose lo que sucedía.
- Ten, cuando Madara valla a beber algo ponlo en su bebida, lo tendrás a tu merced -Dijo Tobirama, entregándole el frasco a Izuna.
- Arigato Tobirama! -Agradeció mientras se retiraba de allí, para ir a buscar a Madara.
(...)
Izuna cuando entro a su casa noto que su hermano ya estaba despierto, se veía que tenía un gran dolor en la cabeza por las muecas que ponía y como se agarraba esa.
En la cabeza del menor surgió una gran idea, primero se "disculparía" por la absurda pelea y luego "curaría a su hermano".
Luego de disculparse y estar todo bien, el menor se ofreció a hacer dos taza de té, lo cual el mayor acepto.
Al preparar las dos tazas de té, uso el afrodisiaco que le dio Tobirama, lo puso en una de las tazas, la cual sería para su hermano.
Revolvió un poco haciendo que el afrodisiaco se mezclara con el sabor al té y fue a darle la taza a su hermano, el cual agradecidamente acepto.
Cuando ambos terminaron de beber las tazas de té, Madara sintió que su cuerpo se prendía en llamas, una gran ola de calor lo azotaba, el rubor apareció en sus mejillas, la respiración agitada y como su miembro flácido tomaba una erección.
Guio sus ojos al rostro del menor y noto como ese tenía una sonrisa de burla y al mismo tiempo de inocencia.
-¿Qué sucede? -preguntó el mayor más para sí mismo un poco atónito, puesto que se sorprendió bastante por el enorme calor que sentía -¿Qué fue lo que me diste? -Se levantó del asiento y dio unos pasos dirigiéndose al menor.
- Digamos querido hermano... que tú tienes un regalo de parte mío y Tobirama -Dijo con malicia el menor.
- ¿Que mierda me hiciste tú y ese desgraciado? -Pregunto Madara entre cortado.
- Un pequeño afrodisiaco -Sonrió Izuna con inocencia.
Madara se sorprendió a lo que contesto su hermano, ¿un afrodisiaco?, con razón tenía aquella horrible calor en todo su cuerpo.
El calor no se iba de su cuerpo, y cada vez su erección era más dura y le dolía más.
- ¿Quieres que te ayude? -Pregunto muy chistoso el menor.
- JAMAS! -rugió el Uchiha mayor.
- Tu cuerpo dice lo contrario -Dijo el Uchiha menor notando como estaba su hermano mayor, totalmente sonrojado, jadeante y con una gran erección muy notoria.
Madara lo pensó dos veces, si recibir la ayuda de su hermano o no, hasta que finalmente acepto.
- Bien... bien... está bien... a-ayúdame -Dijo entre cortado.
- Solo si me pides perdón por haber iniciado esa estúpida pelea -Dijo Izuna, sonriendo con soberbia.
- Sí, lo siento en verdad, pero ahora ayúdame por favor, te lo ruego -Rogo Madara, por primera vez en su vida rogaba por algo.
- Debería dejarte a tu suerte, por no apreciar que te cuido -Dijo el menor, cruzándose de brazos y haciendo un mini puchero.
- Te lo suplico, ayúdame - pidió un jadeante Madara.
- Muy bien -Contesto Izuna.
Izuna se acercó a su hermano y le empezó a retirar la ropa, ese se sorprendió cuando su hermano lo dejo totalmente desnudo.
Se acercó a su hermano mayor, dirigió una de sus manos al miembro de ese y empezó a masturbarlo.
Madara sintió de pronto, la mano de su hermano, agarrando su miembro con firmeza
- ¿Pero qué rayo... - Un beso voraz lo hizo callar, robándole su aliento.
Con las pocas fuerzas que tenía, quiso alejarse de su Ototo, pero desgraciadamente para él, su cuerpo comenzó a responder.
El menor rompió el beso para ver a su hermano, cual ya casi estaba sumido en el placer.
- Amo tus suspiros Onii-san -Dijo Izuna sin parar de masturbar a su hermano.
- C-Cállate... ahh... maldito... mmm -Dijo Madara, entre suspiros, jadeos y gemidos.
- Mis respectos al Afrodisiaco -Dijo Izuna.
- Ahhh... Cállate... Aahhh... Aaahh... - Madara gemía cada vez más alto, con cada toque que le producía la mano de su hermano menor. Esa sensación nublaba todos sus sentidos. Y el único remedio, era satisfacer esa necesidad de sentir algo duro y grande en su pequeño y hambriento cuerpo.
- Eres tan hermoso, bello y guapo Oniisan -Dijo el menor, sin dejar de acariciarlo.
- O-Ototo...b-baka... ahh ahhh! - No pudo seguir, porque la mano de Izuna apretó un poco más el miembro con más fuerza...
- Aahhh... Mmmm.. Ahh Aaahh... - Volvió a gemir mientras cerraba sus ojos. Todo esto le daba vergüenza, sentía su orgullo ser aplastado, pero aun así esa sensación realmente le estaba gustando. Y después de algunas caricias más, llego a su orgasmo.
- Eso fue rápido -Se reía con burla el menor.
- E-Es... el... aahhh... afrodisiaco... -Mintió el mayor.
Nuevamente le dio un beso a Madara, mientras continuaba masturbándolo, y un sonido de una gran auténtica satisfacción, salió de esa apetitosa boca.
Todo por el calor de su cuerpo, excitando al Uchiha menor.
Con muchas ansias, Izuna atrapó esos dulces, suaves, y exquisitos labios de su hermano.
Madara correspondió, dejándose llevar por el beso, juntando sus lenguas con pura lujuria y un verdadero deleite. Ese beso se volvía cada vez más, salvaje y demandante.
Ambos se levantaron de aquel sofá, quedando parados en aquella sala de estar y se volvieron a besar.
Las manos grandes del Uchiha menor, apretaron el trasero de su hermano. Por esa acción, Madara suspiró con sensualidad, temblando por culpa de ese afrodisiaco que controlaba cada una de sus venas... Pero no sólo se estaba entregando por eso.
Sino que Madara, estaba empezando a reconocer que le gustaba. Y también es porque se dio cuenta de que lo ama... amaba a su hermanito menor.
El menor rompió aquel beso y tomo la hermano de su hermano, dirigiéndolo a su habitación.
Los dos hermanos se sentaron en la cama, ansiosos por seguir con lo siguiente.
- H-hermano... ¿quieres lo que sigue? -Pregunto el menor con vergüenza.
- s-si... -Dijo el mayor en susurro, lo cual causo una gran impresión en el menor.
El Uchiha mayor tampoco aguantaba más. Así que desabrochó desesperadamente el pantalón de su Ototo, bajando la ropa interior y liberando aquel miembro semi-erecto.
- Ngh... mmm... - Izuna se mordió el labio inferior, al sentir esa traviesa mano de su hermano acariciar su intimidad, consiguiendo que su pene de se hiciera más grande.
Madara fue repartiendo algunos besitos cortos en la glande.
Lo cual, sólo desesperaba más al menor. Y él lo notó.
Sin perder el tiempo, se metió todo el falo en la boca, consiguiendo que Izuna soltara un poderoso gemido placentero, al sentir esa húmeda y caliente cavidad, envolviendo todo su miembro por completo, acompañada de una juguetona lengua.
Izuna guio su mano hacia la cabeza de Madara y lo guío cada vez más profundo, incitándolo a continuar, con desesperada y pasión salvaje.
El miembro ya estaba bastante mojado y caliente. La mirada de Izuna estaba oscurecida, debido al deseo de poseerlo cuanto antes, que lo estaba enloqueciendo...
Impaciente, bajó su mano, y un dedo penetró a Madara de una sola estocada, esa bella entradita estrecha y rosadita.
- Aaa-aagg! -Se quejó Madara del dolor.
- hermano estas bien apretado... ya quiero sentirte más -Dijo el menor con lujuria.
- mmmhh... ahhh! -Gemía el mayor.
- Sé que te encanta que te digas esas cosas... - Susurró seductoramente aún contra el oído de Madara, devorándolo posesivamente, mientras añadía otro dedo, y luego otro más.
Izuna puso a Madara en cuatro y se posicionó detrás de él... Comenzó finalmente a meter la punta de su miembro, sintiendo el anillo carnal que lo recibía con gusto.
- AHHH AAGGG! -Gimió Madara, muy gustoso.
- O-Onii...san... e-eres... a-apretado y r-rico -Comento Izuna entre suspiros.
Al fin entró por completo, escuchando el glorioso gemido de su Aniki y comenzó a embestirlo lentamente.
A cada minuto, aumentaba más la fuerza y velocidad.
Se podía escuchar el sonido de sus pieles chocando.
El menor frunció el ceño al notar la estrechez tan caliente. Se sentía en la gloria por esas paredes apretadas, que apresan miembro.
Madara solo gemía más y más, al sentir con cada embestida, que se llenaba por completo.
El mayor sentía poco a poco cada vez más, las estocadas del menor aumentando su fuerza, chocando contra su entrada. Lo que le arrancaba gemidos más fuertes y a la vez exigiendo por más.
- AHHH! MMH! I-IZUNA! -Gemía Madara a puro placer.
Madara gemía, echando la cabeza hacía atrás, para poder sentir más en profundidad, como ese trozo de carne no paraba de darle unas duras y muy buenas estocadas.
Izuna sale de él y le da la vuelta para verle el rostro todo sonrojado y le abre las piernas para entrar de nuevo
Madara con sus brazos rodea la amplia espalda de su seme y continúa gimiendo. Los dos se miran fijamente y después se besan de manera morbosa... Ya se acerca el momento.
El menor siente como la entrada del mayor se va cerrando y apretando su pene y no aguantó más, viniéndose por completo, en el interior del mayor.
Y Madara gimió con todas sus fuerzas, hundiendo sus uñas en la espalda de su ototo y manchando sus vientres y las sábanas.
(...)
Ambos estaban acostados en aquella cama, abrazados, tapados con una simple manta blanca y fina.
- Prométeme que solo a mí me vas a querer Onii-san -Dijo Izuna
- Lo prometo Ototo -Prometió Madara
- Te quiero
- Yo también te quiero
Fin.
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