“Quiero todo lo que no es mío,
le quiero a él pero parece que él no a mí.
En la oscuridad conoceré a mis creadores,
y todos estarán de acuerdo en que soy agobiadora.
Tal vez debería irme en silencio,
ya que mis huesos han encontrado un lugar donde tumbarse y dormir.
Donde todas mis capas pueden convertirse en ramas,
todas mis extremidades se pueden convertir en árboles,
todos mis hijos pueden llegar a convertirse en mí.
Qué desastre deje, para poder seguir adelante”
Daughter – Smother
Jin estaba inquieto, sentía la necesidad de llamar a su amigo y explicarle la inusual despedida que había tenido con el menor, era todo un completo mal entendido, era estúpido pensar que Yoongi haría ese tipo de cosas a propósito, habían charlado acerca de lo sucedido y el menor se había mostrado completamente arrepentido.
El castaño caminaba de una habitación a otra, desempacaba y volvía a empacar, toda esa situación le había provocado mucha ansiedad, ansiedad de la que no podía librarse.
Algo que Jin evito a toda costa fue el cuarto en que había dormido Yoongi, si hubiera podido controlar sus ansias de mejor forma, tal vez habría cerrado esa puerta por el resto de sus días, por lo menos, eso hubiera sido lo deseado, pero la sensación era mucho más poderosa que cualquier deseo que Jin sintiera en ese momento.
Jin deseaba olvidar a Yoongi, quería olvidarlo, era más que obvio que no tenía intenciones con él, no quería más ilusiones estúpidas por el momento.
Pero las ansias, ansias de entrar a esa habitación y encontrar algo, una pequeña cosa, lo que fuera, solo con la intención de devolvérselo a Yoongi, verlo, tal vez aclarar algunas cosas, o simplemente observarlo embobado e irse. Tal vez, le devolvería eso que encontrara a su amigo Namjoon, disculparse, aclarar las cosas. Cualquiera de las dos opciones eran magnificas para Jin.
Jin entro a la habitación de forma estrepitosa, ansioso, sentía que todo acabaría si lo hacía de forma rápida. Pero no tuvo que buscar mucho, al entrar se dio cuenta que sobre la cama se encontraba un jersey negro, estaba pulcramente doblado, era evidente que Yoongi lo había dejado a propósito, pero a los ojos de Jin fue un simple descuido por parte del menor.
El castaño sintió una extraña felicidad y una extraña necesidad de ver inmediatamente al muchacho, recordaba perfectamente en que escuela se encontraba, agradecía profundamente la conversación que habían tenido en la noche.
Yoongi tenía la mirada perdida en el paisaje, estaba en el auto con un irritado Namjoon, no habían intercambiado palabra alguna, el mayor estaba pensando en las palabras indicadas para referirse a lo ocurrido, evidentemente no podía recriminar a Yoongi después del “abandono” de esa noche, pero tampoco justificaba la infidelidad que Namjoon estaba imaginando, estaba molesto.
Ninguno de los dos dijo nada al respecto después de unas cuantas calles más haya, antes de llegar al departamento del menor Namjoon decidió hablar.
-¿Qué demonios fue eso?
-¿Qué cosa?
-No te hagas el tonto- Había intentado ser suave con el tema, pero al parecer Yoongi quería pelear- ¿Fue necesario acostarse con mi amigo por un simple capricho? Sabes bien mis razones.
El menor hizo una obvia mueca de ofensa fingida en respuesta, no estaba ofendido, realmente no se acostó con Jin, y si no lo hizo fue por la misma persona que lo reprochaba en ese minuto, pero prefirió a que Namjoon creyera lo que quisiera, no estaba de humor para aclarar nada. A pesar de que Yoongi sabía que las cosas se pondrían bastante feas, estaba dispuesto a discutir con Namjoon, quería hacerlo, habían muchas razones para hacerlo.
-¿Realmente crees que soy una prostituta?- Yoongi sabía que se había buscado el hecho que le recriminaran la “infidelidad”, pero le lastimaba que no confiara en él, y que lo encontrara realmente capaz de hacer ese tipo de cosas con su amigo.
La respuesta que el mayor diera enojaría de todas formas al platinado, eso Namjoon lo sabía, pensaba muy bien su respuesta, pero estaba enfadado, no pensaba con claridad, tampoco se quería demorar mucho en la respuesta, crearía ideas equivocadas en el menor.
-No me refiero a eso, me refiero a que no era necesario que te acostaras con el como venganza o lo que fuera.
-¿Venganza? Es en serio- Dijo el menor suspirando de forma pesada, el auto se detuvo en el estacionamiento, Yoongi se tenía que bajar, debía ir a clases y tenía los minutos contados, todo lo que tuviera que decir lo tendría que hacer en ese momento- Mira, yo sé que eres un hombre casado, pero…
Las palabras de Yoongi fueron interrumpidas- No te hagas la victima por favor, asume tu error. No creas que no sé de lo capaz que eres para hacer este tipo de cosas, después de todo, yo diría que ya no tienes mucha moral.
A pesar de que Namjoon no quería decir esas palabras a conciencia, las dijo, y no basto esperar mucho tiempo para arrepentirse por completo, lo había arruinado todo.
-Bueno, si tanto crees eso… entonces deberías- Yoongi detuvo sus palabras, no quería hablar sin pensar y la situación le incitaba a decir palabras crueles e innecesarias, el menor se bajó del auto rápidamente, dio un fuerte portazo en forma de desahogo.
Namjoon suspiro pesadamente, no era la primera vez que pelaban por algo, pero estaba vez había sido una discusión completamente diferente, habían tocado un tema que hace bastante tiempo ambos habían intentado evitar, la familia de Namjoon era un gran problema para la relación que tenía con Yoongi, pero el verdadero problema era que el mayor no confía en los supuestos sentimientos que le entregaba el menor, no confiaba en él, y eso era lo que más molestaba al platinado.
El platinado subió rápidamente a su piso, entro al departamento, estaba solo, como siempre, esa soledad le infundía tranquilidad, estaba molesto, decidió darse una ducha rápida y ponerse un uniforme limpio, tenía clases en un par de horas más, no iba a faltar, necesitaba despejar su mente aunque fuera con esa tediosa escuela, hasta la idea de estudiar le parecía mas tentadora que quedarse torturando con esos espantosos pensamientos.
Tantas cosas pasaban en la mente de Yoongi que se le había olvidado por completo el hecho de haber dejado su jersey en la casa de Jin, pero realmente, lo último que quería era ver a Jin.
Jungkook se había despertado completamente solo, busco al responsable de su soledad pero no logro encontrarlo, Taehyung se había marchado, tenía un mensaje en su celular, era del mayor, decía que no se preocupara, que había vuelto a su casa para vestirse y prepararse adecuadamente para ir a clases.
Era tarde, tal vez el mayor no lo despertó para que descansara después de todo lo ocurrido, pero ahora el menor se levantaba inquieto y apresurado, no podía llegar tarde a clases. Se bañó y se vistió rápidamente, no le pareció necesario comer algo, no tenía apetito, al salir sintió un poco de miedo, la sensación de la noche anterior aún no se iba, giro su vista a la casa de Taehyung, si tenía suerte lo podría encontrar y se podrían ir juntos.
Al tocar el timbre de la casa salió una inquieta madre de Taehyung, Jungkook no la veía hace años, pudo distinguir en su cara algo completamente opuesto a la alegría, estaba sorprendida, pero no de la mejor forma, perecía estar atemorizada, intranquila.
-¿Jungkook? Que sorpresa ¿Qué haces por aquí?- La mujer le susurraba a Jungkook, esto le extraño tremendamente al menor, pensó que había llegado en un momento inoportuno.
-Yo… venia por Taehyung- La mujer parecía extrañada, su respuesta fue el silencio, se movió de la puerta para dejar entrar a Jungkook.
La mujer no le dirigió la palabra, pero parecía estar nerviosa, ya que la mujer solo observaba a Jungkook en silencio, el menor decidió ir a buscar por su cuenta al mayor, sabia donde se encontraba su habitación, se encamino al segundo piso rápidamente, recordaba perfectamente esa casa, a pesar de haber pasado mucho tiempo sin ir todo estaba exactamente igual.
Jungkook toco la puerta del mayor levemente, al no haber respuesta, volvió a llamar a la puerta, pero esta vez con más persistencia, escucho un gran estruendo proveniente de la habitación, se asustó, pensó en entrar a comprobar que el mayor no hubiera tenido un accidente, pero al intentar hacerlo la puerta se abrió aceleradamente.
-¡Te dije que no!- Las palabras de molestia por parte del castaño fueron interrumpidas con el rostro atemorizado de Jungkook- Kookie, eres tu ¿Qué haces aquí? Pensé que eras mi madre, perdón- Taehyung le sonreía tranquilamente, estaba contento por ver al pelinegro, su actitud había cambiado completamente, hace unos minutos su conducta era bastante violenta, eso le extraño bastante a Jungkook, no sabía que trataba de esa forma a su madre.
-Yo… pensé que podríamos ir juntos a la escuela, pero si estoy interrumpiendo algo, no hay problema, iré solo- Las palabras de Jungkook iban dirigidas al extraño sonido de hace un momento, parecía haber interrumpido algo, a pesar de que Taehyung parecía estar completamente tranquilo con la presencia del menor, estaba algo agitado, respiraba de forma errática, parecía haber corrido una maratón.
-Oh, claro, por supuesto. Tu podrías esperar un poco aquí, tengo que terminar de hacer algo y vuelvo- Taehyung le sonrió de forma torcida y cerró la puerta rápidamente, nuevamente se escucharon extraños sonidos provenientes de la habitación del mayor, parecía como si arrastraran algo, como movían cosas, parecía estar guardando algo.
El pelinegro espero paciente en la entrada de la habitación del mayor, no pasaron más de 5 minutos y Taehyung se encontraba nuevamente sonriéndole de forma embobada a Jungkook.
-¿Quieres pasar? Tengo que terminar de arreglarme, puedes esperar aquí- Taehyung se hizo a un lado, Jungkook entro a la habitación algo incómodo- No me demorare mucho, espérame aquí- El mayor cerró la puerta detrás de si, dejando a Jungkook completamente solo.
Jungkook estaba estático en un mismo lugar, pero desde esa posición lograba observar un muro bastante extraño. Una pared de la habitación estaba completamente cubierta por una sabana, una sábana que al parecer estaba recién sacada de la cama del mayor, esta estaba desecha y sin sabana, el paradero de aquella no era del todo desconocido.
Esto extraño enormemente a Jungkook, parecía como si ocultara algo, no analizo más la situación ya que un lápiz sobre el escritorio del castaño logro captar su atención, era un lápiz pequeño, celeste, algo brillante, al verlo Jungkook sonrió tiernamente, era un lápiz que le había regalado hace muchos años atrás, aun lo tenía, el menor sintió una extraña alegría.
Estuvo varios minutos analizando el lápiz, pero nuevamente su atención se la llevo, ahora, por completo, la extraña pared, se sentía curioso por ver lo que el mayor ocultaba, pensó, que el castaño había pintado algo, y como todo artista, no quería que lo vieran hasta que estuviera terminado.
Esa idea la descarto completamente, a Taehyung nunca le gusto el dibujo, y aunque no se veían hace tiempo, no creía que eso fuera lo que estaba ocultando. Pero aun así, Jungkook pensó que tenían la confianza suficiente como para ver lo que fuera que estuviera detrás de la sabana.
Jungkook al verse tentado por la curiosidad se vio a si mismo, de un momento a otro, intentando tironear la sabana, quería sacarla, estaba tan concentrado tironeando de la sabana que cubría aquel desconocido mural, y tan atento de sacarlo de la forma más cuidadosa posible, que no logro sentir como la presencia de Taehyung ingresaba nuevamente a la habitación.
El castaño no interrumpió al menor en su labor, este parecía estar convencido que no le molestaría a Taehyung si viera lo que fuera que estuviera escondiendo detrás de aquella sabana, y así era, al mayor no parecía importarle, si ver ese muro tendría un efecto positivo en la vida de Jungkook, el castaño no le negaría una alegría al menor, y con esa idea en su cabeza decidió ayudarlo en su labor.
Jungkook al sentir un tironeo proveniente por el otro extremo de la sabana se alarmo un poco, al darse cuenta que era el castaño sonrió, su presentimiento estaba en lo correcto.
-¿Qué tienes escondido Hyung?
-Ya veras, es muy hermoso- Esas palabras aumentaron la curiosidad de Jungkook, no sabía exactamente qué tipo de gustos tenía el mayor después de todos esos años.
Los nudos que habían en las extremidades superiores estaban ya por ceder, Jungkook estaba ansioso, miraba de reojo a su amigo y parecía estar igual de feliz que él, ese tiempo que pasaban juntos realmente lo disfrutaba.
-Hyung, aún tiene ese lápiz- Dijo Jungkook algo distraído, sin mucho importancia, era algo trivial, dejo de tirar, quería conversar un poco- Me sorprendió que aún lo tuvieras, no te sientas mal, solo tíralo- Jungkook tomo el lápiz entre sus manos, lo examino cuidadosamente y sonrió- Cuando pequeño tenia gustos de niña- Lo último lo dijo para si mismo.
-No digas eso, es un gran tesoro para mí, después de todo me lo obsequiaste tu- El mayor siguió el ejemplo del pelinegro y dejo de tirar de la sabana, tan solo bastaba un tirón más y la sabana se desprendería dejando ver su secreto.
Jungkook sonrió tímidamente de forma casi imperceptible, se sentía avergonzado por aquella respuesta, el mayor era muy amable y atento.
-Sabes, estoy muy feliz de esto, que volvamos saber cercanos, tal vez no como cuando pequeños pero…-Los dos se sonreían mutuamente, Jungkook sintió que no era necesario seguir con la idea, sabia de Taehyung lo entendería.
-Yo igual, no sabes cuánto- A pesar de que el castaño pensó en dejar al menor tirar de la sabana y revelar lo que estuviera debajo, esa pequeña charla lo animo a tirar él de aquella, y así mostrarle de una vez por todas lo que realmente sucedía.
Al Jungkook notar que el mayor ya había tirado, la sabana empezó a caer lentamente, y junto a ella la dulce sonrisa de Jungkook, al revelar lo que había debajo de la manta, casi de forma instantánea rompió la tierna atmosfera y la remplazo una de completo miedo por parte del menor, Taehyung parecía estar en calma.
-¿Qué es esto?- Jungkook estaba nervioso, respiraba de forma errática, producía un sonido casi de risa, estaba atemorizado.
A Jungkook le gustaba pensar que su respiración, le hacía pensar al mayor que estaba riendo, porque de un segundo a otro Taehyung empezó a reír, no era una risa fuerte, sino una baja, como si estuviera ocultando algo más. Pero para Jungkook esa situación no era para reír, justo en frente de los dos había un muro, un muro tapado en fotos de él.
Jungkook guardaba silencio y observaba detalladamente cada una de las fotos que se encontraban en la pared, todas esas imágenes mostraban a un Jungkook completamente distraído, sin duda no tenía idea de las fotos, aquellas fotos estaban ambientadas en la escuela, su casa, su habitación, Jungkook no sabía como el mayor había conseguido sacar todas esas fotos sin sospechar nada y aun peor, no sabía como había logrado entrar a su casa anteriormente.
El silencio predominaba en la habitación, y Taehyung ya había logrado entrar en razón, se había dado cuenta de su enorme error y del miedo que le había provocado a Jungkook, a pesar de estar muy seguro de su decisión hace unos instantes, ahora veía una reacción completamente opuesta a lo que habia imaginado, e sentía culpable, culpable de todos los problemas que tenía Jungkook en su vida.
Al llenarse la cabeza de ese tipo de ideas, Taehyung empezó a experimentar una clase de pánico, empezó a llorar y disculparse de forma exagerada, se golpeaba la cabeza, estaba fuera de si. Estas acciones sacaron a Jungkook del shock, y de forma alarmada fue a socorrer a Taehyung.
A pesar de todo lo que había sucedido, y que Jungkook se sentía bastante atemorizado por el mayor, en ese instante él no podía parar de pensar en lo preocupado que estaba por Taehyung, lo quería, eran amigos muy cercanos, lo estimaba lo suficiente como para sentirse incluso, culpable por lo que haba ocurrido, sentía que él lo había ocasionado.
-No, por favor, detente- Jungkook sujetaba dulcemente las manos de Taehyung, evitando de esa forma que dejara de golpearse- Esta bien, esta bien- Dijo abrazando de forma cálida al mayor, este le devolvió el abrazo rápidamente.
Taehyung sollozaba en el hombro del menos, se disculpaba una y otra vez. En esa posición se quedaron durante unas horas, Jungkook quería calmar a Taehyung, admitía que se sentía incómodo al estar con él, pero tampoco estaba completamente indiferente con lo que estaba sucediendo.
Faltaban pocas horas para que Yoongi saliera de su escuela, y Jin lo esperaba pacientemente a la salida de esta, había decidido recorrer la ciudad, y en un abrir y cerrar de ojos estaba en la entrada de esa gran escuela, no había sido algo a propósito, había sido una gran coincidencia, sus pasos lo había guiado extrañamente a ese lugar.
Al encontrarse ahí, Jin decidió esperar a Yoongi, necesitaba verlo y aclarar algunas cosas, él no tenía tanta facilidad como Yoongi para desprenderse de las personas, se incorporó decidido en la salida de la escuela, estaba decidido a aclarar todo con el menor, pero al escuchar el timbre que indicaba la salida, se arrepintió completamente, pero ya estaba ahí, no iba a huir.
De un segundo a otro la salida estaba llena de menores, Jin estaba afuera de lugar, se sentía incómodo y observado por parte de los niños. Toda su incomodidad se fue inmediatamente en que vio a Yoongi caminando a lo lejos, en su dirección.
Jin hizo un movimiento con su mano, llamando la atención del menor, como respuesta recibió una mueca de fastidio por parte del platinado, Jin se dispuso a caminar hacia él y Yoongi al darse cuenta de sus intenciones, camino en la dirección contraria, lo último que quería era ver a Jin.
El mayor caminaba rápido y no se demoró mucho en seguirle el paso al menor, que evidentemente, lo estaba ignorando. Yoongi caminaba lo más rápido que podía, ignoraba cada palabra que salía de la boca del mayor, cuando veía a un conocido lo saludaba, pensaba que de esa forma Jin se daría cuenta más rápido que no tenía intenciones de verlo.
Jin no era estúpido y decidió terminar esa persecución en círculos que tenían, estaba quedando en ridículo en frente de muchos menores. Jin sujeto de forma tosca el hombro de Yoongi, deteniéndolo por completo.
-No me toques-Dijo Yoongi girándose y zafándose del agarre del mayor, por fin miro a Jin a la cara y no le provoco una sensación del todo agradable- No te quiero ver, largo.
Las palabras del menor eran serias y Jin podía imaginarse la razón de ese repentino odio que tenía hacia él.
-Tengo tu jersey.
-No me interesa, largo. No te quiero ver, no me molestes- El tono de Yoongi iba ascendiendo, llamando la atención de varias personas a su alrededor.
Jin se sintió incomodo por todas esas miradas, no quería que malinterpretaran la situación- Por favor, quiero hablar contigo, pero no aquí- Dijo Jin de forma calmada, más seria- Hablemos en el auto.
Yoongi, no se negó, si hablar era lo que quería eso haría, dejaría las cosas claras y de esa forma todo terminaría, se sentía mal por tratar de esa forma a Jin, él realmente no había hecho nada, pero no podía evitar querer descargar su ira con alguien.
Jin, seguido por Yoongi, entraron a su auto que estaba estacionado unas cuadras más haya, cerca de un parque. Al ingresar lo primero que Yoongi logro distinguir fue su Jersey, estaba en el asiento trasero, de la misma forma pulcra en la que lo había dejado.
Tal vez, el subconsciente de Jin quería que este fuera en busca del menor, ya que fuera de eso, no había otra explicación para la presencia del Jersey en el asiento trasero.
-No quiero problemas con Namjoon- Yoongi se inclinó levemente y estiro su brazo consiguiendo su Jersey.
-Por favor, escúchame, no vengo a molestar, quería devolverte tu Jersey.
-Yo a ti ni te conozco, si sigo entrometiéndome tontamente contigo las cosas con Namjoon se pondrán feas, y realmente no quiero eso- Esas palabras en sienta forma lastimaron a Jin, a pesar de haber imaginado una respuesta similar, escucharlas era algo completamente diferente, aún estaba algo ilusionado con la idea de estar con Yoongi.
-Yo… no quiero interferir entre ustedes dos, lo que haya pasado, es suficiente, yo solo quería terminar esto de una vez.
Esas palabras calmaron a Yoongi, y lo sacaron de su enfado sin razón que tenía hacia Jin, este parecía venir en son de paz.
-Lo siento es solo que… hoy no fue un buen día- Yoongi estaba algo decaído, observo dulcemente el Jersey, y le sonrió levemente a Jin en forma de disculpa, este le entendió inmediatamente y de la misma forma le devolvió la sonrisa- Me caes bien, podríamos, salir… como amigos, si no te molesta.
Jin estaba conforme con esa respuesta, no del todo satisfecho, pero no quería seguir molestando al menor- Claro.
Después de esa charla, Jin le propuso a Yoongi ir a dejarlo a su departamento, ya era de noche y no quería que nada malo le sucediera en el camino, Yoongi aceptó gustoso, en el transcurso del viajo ambos hablaron de forma agradable, realmente entre ellos dos tenían mucho en común, a Yoongi no podía estar más agradecido con Jin por alegrarle lo que restaba de día.