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Daddy Issues por protectmeyou

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Notas del capitulo:

El segundo capitulo lleva el nombre de la cancion "Without me" de Mac Demarco. Esta vez la letra la pondre en españolss, ya que si suena bonita al traducirla jjjj
Sin mas rodeos les dejo el fic. Disfruten :(

Disclaimer: Todo lo que se encuentra en esta historia es completamente ficticio, solo ocupo a las personas y el ambiente por entretencion, cualquier parecido con la realidad es simple coincidencia. 

“¿Podría ser que ella? ¿Me amé de nuevo mañana?
no lo sé, no lo creo
y eso esta bien, bien para mi
mientras siempre y cuando sepa que
ella es feliz, feliz, sin mi.”

Without me – Mac Demarco

 

Yoongi se acercó de forma sigilosa hacia la mesa en la que se encontraba su adorado Sugar Daddy. Este al notar su presencia extendió levemente su brazo para recibir al menor en sus brazos, el platinado de forma desvergonzada se sentó en el regazo del mayor apoyando levemente su cabeza de forma cansada en el hombro de este

-Namjoon vámonos luego- Dijo casi en un susurro, Yoongi no quería estar ahí, menos con un amigo desconocido de Namjoon, el mayor había solicitado su presencia pero en ningún momento pensó que sería una tediosa reunión social con uno de sus amigos.
-¿Dónde fue tu amigo?- A Namjoon no le parecía incomodar esa clase de afectos en frente de otras personas.
-Se lo raptaron al parecer- Dijo soltando un suspiro, Jimin había sido arrastrado hacia el segundo piso del local, un lugar más privado. Seguramente el pelirrojo estaba en una situación bastante incomoda.

Kim Seok Jin observaba la situación en silencio, no encontraba el momento oportuno para presentarse al “novio” de su amigo, se veían bastante cómodos hablando de un supuesto amigo del recién llegado, no sabía muy bien a que se referían, no quería escuchar demás, y no quería ser descotes al escuchar conversaciones ajenas. Su amigo Hoseok se había retirado hace no mucho y logro intuir que él era el causante de la desaparición del amigo del menor. El castaño se limitó a dar pequeños sorbos a su bebida, y a hacer movimientos sutiles para que tampoco se olvidaran completamente de su presencia, pero prefería no llamar mucho la atención de sus acompañantes, estaba algo incómodo con la situación, y le fue inevitable no contemplar la belleza exótica que tenía su amigo en brazos, tenía un aire melancólico, le gustaba y no podía negar la envidia que sentía y eso lo hacía sentir fatal.

A él no le agradaban este tipo de lugares, ni este tipo de situaciones, pensó que iba a ser una tranquila tarde con sus amigos, celebrando su llegada de Inglaterra, no se veían hace años, no pudo haber estado más equivocado. Lo debió adivinar en el momento que entraron a ese local de aspecto sospechoso, tampoco era una idiota, sabia a lo que sus amigos se dedicaban, pero él era un completo desconocido a ese mundo, lo evitaba a toda costa.

Se percató de la mirada acusadora e interrogante del menor haciéndolo salir de sus reflexiones, al fin, su silencio había terminado.

-Kim Seok Jin, un gusto- Le entrego una cálida sonrisa el menor para tranquilizarse un poco, no quería incomodar al recién llegado.
-Suga, un gusto también, creo no haber escuchado de ti- Ese comentario le peso a Jin, no porque su amigo no hablara de él, sino porque el menor no parecía estar interesado en su persona, no sabía porque le interesaba tanto quedar bien con ese chico. Namjoon rápidamente intento arreglar lo dicho por el menor.

-Claro que sí, él es…- Jin decidió dejar de escuchar, nuevamente su amigo y el platinado platicaban entre ellos, aunque ahora él era el tema en cuestión sabía perfectamente que su amigo quería hacerle entender que no le había olvidado en su estadía en otro continente, pero era evidente la forma que pellizcaba al menor para llamarle la atención y corregir como si fuera un crío.

En el segundo piso del local la situación no era del todo diferente, un animado Hoseok intentando engatusar a un avergonzado y muy incómodo Jimin. El menor al llegar a una mesa adecuada según el mayor se sentó guardando distancia de este, pero daba la impresión que no había servido de nada, cada vez esa distancia se hacía más pequeña, a diferencia de Jin, Jimin prestaba mucha atención a lo que su “agresor” le decía, asentía en el momento correcto y también soltaba una leve risa forzada de vez en vez, intentaba que la situación no se fuera completamente de sus manos. Al parecer el pelinegro no se percataba de lo abrumado que se sentía Jimin, se estaba tomando muchas libertades a pesar de solo haberse conocido hace unos minutos atrás.

-Dime Jiminnie, de verdad no pareces estar mucho en esto. ¿Qué haces por aquí?
-Yo... no lo sé, Yoongi dijo que me quería enseñar algo y- Jimin fue interrumpido por una carcajada del mayor.
-Ya veo, le tendré que agradecer a Suga por esto- El menor intentaba encontrar una conexión entre el nuevo sobrenombre de Yoongi y ese lugar pero sin duda era un completo extraño en todo esto.
Nuevamente se había sumergido en sus pensamientos y lograba percibir que el mayor le estaba dirigiendo la palabra, no parecía ser algo muy importante, a lo mejor lo estaba alagando nuevamente, y sin mayores resultados.

-Permíteme introducirte en todo esto Jiminnie- Hoseok logro captar la real atención del menor después de un largo periodo, haciéndolo sonreír aún más- Como te habrás dado cuenta este no es un club normal, uhm, no es ese tipo de club para divertirse, no sé si me sigues- El menor asintió- Bien, aquí hay gente mayor, adinerada, que buscan compañía de lindos jóvenes como tú- Dijo acariciando levemente la mejilla del menor- Bueno, en su mayoría son universitarios, y esa compañía es recompensada con cosas materiales como dinero, joyas, ropa, un departamento, una carrera universitaria, lo que el Sugar Baby pida. - El mayor noto un un gesto de desacuerdo por parte del menor, tal vez lo que decia sonaba de forma errónea- No es como un prostíbulo, es más un lugar de encuentro, un lugar en donde “apadrinas” a alguien a cambio de su compañía, diferentes tipos de compañía, yo no lo llamaría prostitución o algo así, los dos salen muy beneficiados, y normalmente solamente tienes un Sugar Daddy, obviamente hasta que alguien se aburra. Solemos ser muy generosos, podrías sacar muchos beneficios de todo esto.

Después de escuchar esa explicación se dio cuenta de las verdaderas intenciones del mayor, y de toda esa situación. Realmente se dio cuenta muy tarde del porqué de la reputación de su nuevo “amigo”, de haber conocido la razón antes se habría evitado este encuentro e invitación a ser un supuesto Sugar Baby, para el solo le sonaba a ser una prostituta.
El sonido de su celular lo saco de sus ideas. Miro a Hoseok y le pidió con la mirada que le disculpara, este asintió y procedió a sacar su celular de su bolso, su celular dejo de sonar. Al ver la pantalla no logro evitar ponerse pálido.

-Vaya, esas son muchas llamadas perdidas ¿Quién es? ¿Tu novia?-Dijo en tono de broma, pero 53 llamadas perdidas al parecer no era un gran chiste para el menor, todas eran de Jungkook, y Jimin no tenía dinero en su celular para devolverle la llamada, espero un rato para ver si volvía a llamar, pero nada, se estaba preocupando- Oye. Puedes ocupar mi teléfono para llamarlo devuelta si quieres- Dijo extendiéndole su iPhone.

-Si, por favor- Jimin tomo el celular entre sus manos y marco el número de su amigo, no contestaba, lo intento varias veces y nada. Intento no pensar en situaciones negativas, se sentía culpable. Le devolvió el celular a Hoseok- Gracias.

-No te preocupes, tal vez solo quería algo prestado- Hoseok intento subirle el ánimo al menor, este se veía mucho más sumergido en sus pensamientos de lo que se había acostumbrado durante la noche. Vio el celular del menor, era un modelo bastante antiguo, y se preguntó cómo aun servía- Que antiguo es tu celular, parece un ladrillo- Ese comentario saco nuevamente al pequeño de su mundo, avergonzándolo nuevamente.

-Estoy trabajando para comprarme uno nuevo- Dijo en un susurro, para sí mismo.
-¡Oh! ¿Un trabajo de medio tiempo? Que esforzado- Hoseok estaba algo divertido por el repentino cambio de actitud del menor, al parecer ya no estaba tan deprimido- Si accedes a ser mi Sugar Baby, te podría comprar un celular nuevo, el que tú quieras, y podrías dejar tu trabajo, yo te compraría lo que quisieras- El mayor bromeaba, sabía que a Jimin no le había gustado para nada ese mundo, pero esas palabras sonaban como una muy atractiva invitación para el menor.

-Hyung ¿De que estas hablando? Ni siquiera te conozco- El pelirrojo desvió la mirada, Jimin sonreía. Se sentía muy avergonzado, la situación se había transformado completamente, y le divertía el rumbo que tomaba todo eso.

El mayor soltó una carcajada, estaba feliz, la había llamado Hyung, ese era un nuevo premio personal- Es verdad, aquí no nos podemos conocer muy bien, vamos a mi casa- Dicho esto el mayor se levantó de su lugar, y estiro su mano para que el menor la aceptara- ¿Vamos?

A Jimin le resonaba la palabra beneficio en su cabeza, y eso era en todo lo que podía pensar al mirar a ese simpático hombre que le extendía gentilmente su mano, sin duda aceptaría esa invitación si venia de esa persona.

Jungkook llamaba innumerables veces a su amigo, se hallaba desesperado. Al disponerse a salir de la escuela, sintió la misma presencia que lo había estado siguiendo desde hace semanas, como siempre, intento ignorarlo, pero la presencia desconocida lo siguió por varias cuadras antes de llegar a su casa, siempre dejaba de seguirlo en un punto determinado. Esto llevó al menor a tomar otras vías para llegar a su casa, el pelinegro lo sentía persistente, casi pisándole los talones. A pesar de mirar disimuladamente hacia atrás no lograba distinguir su rostro, y el hecho de que estuviera anocheciendo no le ayudaba en nada.

La presencia detrás de él le era familiar, después de todo este tiempo no era raro, de hecho, si no sentía esa presencia detrás de él se inquietaba. Pero nunca pensó que esa presencia verdaderamente quisiera estar tan cerca de él.

Finalmente al percatarse que no dejaría de seguirlo por hoy, empezó a llamar a su amigo, tal vez eso no lo ayudaría mucho, pero si lo tranquilizará, y le hara pensar las cosas con más calma, Jimin no contestaba, le llamaba innumerables veces y nada.

Recordó que más haya había una autoservicio, en el se podría esconder por unos instantes. Al ingresar, comenzó nuevamente a llamar incansablemente a su amigo, miraba por los ventanales por si lograba encontrarse cara a cara con su persecutor, había ya pasado un tiempo y su amigo no le contestaba, y la persona que lo seguía parecía no querer acercarse en esas circunstancias. Le aterrorizaba salir, pero al estar mucho tiempo en el interior del local sin comprar nada empezaba a levantar sospechas de que tal vez quisiera robar algo. Ya al resignarse a salir del local vio como una presencia bastante familiar entraba a la tienda.

Era Taehyung, un chico de su escuela, era mayor que él, y afortunadamente Jungkook lo conocía muy bien, eran vecinos y amigos de la infancia. Descarto inmediatamente la idea de Taehyung sea esa horrible presencia que lo perseguía.

El mayor no se dio cuenta de la presencia del pelinegro, y este le observaba, no le quería incomodar hasta que terminara su labor. El mayor solía comprarse una Coca-Cola después de clases, el menor lo conocía muy bien.
Tras ver que ya había comprado su bebida se acercó silenciosamente hacia su lado.

-Hyung- Dijo tomándolo suavemente del brazo.
-Kookie- Respondió el mayor sin sorprenderse del sorpresivo agarre del pelinegro- ¿Por qué estas aquí? Ya es tarde, deberías estar en tu casa, es muy peligroso- Los dos salieron del local.

-Hyung, acompáñame a casa por favor- Le dijo en una súplica, los dos estaban parados en frente del local, eso le dio tiempo al menor de mirar a su alrededor y verificar si su persecutor se encontraba ahí.

Taehyung miró extrañado en dirección a la que miraba su dongsaeng, abrió su lata de Coca-Cola- Claro, no me molesta. Ah, ¿No quieres una?- Dijo refiriéndose a su bebida, le preocupaba que el menor tuviera sed o algo por el estilo.

-No hyung, estoy bien, gracias. Por el momento me haría muy feliz que me acompañaras a mi casa- Jungkook miraba hacia todas partes, esa actitud le extraño al mayor.

-Bien, entonces vamos- Los dos se encaminaron en dirección a la casa del menor, no hablaban, pero el silencio no les incomodaba- Kookie, ¿Te ocurre algo? ¿Te sientes mal?- El mayor sentía a Jungkook un poco distante y pensativo, eso no indicaba nada bueno.

-Hyung- Dijo mirando algo apenado al mayor, buscaba las palabras indicadas para contarle- Hace unas semanas, siento como que… alguien me observa, no es como si estuviera paranoico, es que… alguien me esta siguiendo, algo así como un acosador, me asusta hyung.

Taehyung escuchó tranquilamente a su dongsaeng, se veía bastante afectado por el tema- ¿No le has dicho a alguien de esto? ¿Es alguien que conoces?

-No hyung. Tú… ¿No viste a nadie cuando venias de camino acá?

-Ahora que lo dices, no me fije mucho, pero creo que si – El mayor parecía desconcentrado y al parecer cuidaba muy bien sus palabras. Jungkook pensó que el tema le estaba incomodando.

-Lo siento hyung, no fue mi intención meterte en este lio.

-No te preocupes, ese tipo puede ser peligroso, conmigo estas a salvo- Taehyung le regaló una cálida sonrisa al menor haciendo que este se calmara, le acarició levemente la cabeza, el menor disfruto de esta caricia, habían pasado varios meses sin que ellos dos compartieran tiempo juntos- Hoy, es jueves, a tu madre le toca turno- Los dos se detuvieron en la entrada de la casa de Jungkook.

La madre de Jungkook era enfermera y obviamente a veces hacia turnos en la noche, cuando el menor se dio cuenta de eso el pánico empezó a regresar lentamente, tal como decía Taehyung, esa cosa que lo seguía podría ser peligrosa, y nadie le aseguraba que ya se había retirado por hoy.
El castaño observó al menor descomponerse lentamente, sonrió, aún seguía siendo un niño pequeño al cual proteger.

-Pasare contigo la noche, si eso te hace estar más tranquilo- Jungkook no parecía muy convencido con la idea- Vamos, lo hacíamos de pequeños.
-Esta bien hyung- Jungkook cedió ante la petición de su amigo. Abrió la puerta de su casa y al ingresar en ella, sintió nuevamente la extraña presencia, haciendo que mirara hacia todas direcciones sin localizar a nadie. Cerró la puerta con seguro.
-¿Sucedió algo?
-No, nada, solo que me sentí extraño.
-Tranquilo- Dijo el mayor dejando su bolso en el living del menor, se acercó a este y le acarició tiernamente la cabeza- Conmigo aquí estas más que seguro- Le dedicó una sonrisa al pelinegro, pero esta no era igual al resto, era completamente diferente, esta sonrisa le causó escalofríos, no parecía ser diferente, pero Jungkook tuvo un mal presentimiento, le asustaba.

A lo mejor si estaba un poco paranoico.  

Después de estar unos minutos platicando entre ellos, Namjoon vio en unas mesas más allá ha unos conocidos, decidió ir a saludarlos, y como no, hablar de negocios, no iba a desaprovechar esa oportunidad, y de esa forma su amigo podía conocer más a su querido Suga.
Al retirarse, Jin logro reconocer el aire algo tenso, así que decidió abordar la situación con el menor.

-Ehm, ¿Tienes sed o algo? Yo invito – Le sonrió levemente, mantenía su distancia, no quería parecer descortés. No quería parecerse a la mayoría de la gente que estaba en ese lugar.

-Claro- Yoongi se incorporó y se acercó a la barra seguido del castaño. Se sentaron en unas sillas altas, y conversaron de cosas triviales mientras esperaban su pedido.

A Jin no le sorprendió que le vendieran alcohol a un chico con uniforme, pero estaba bastante sorprendido con su propia actitud en esos momentos, él no era de los que tomaban ese tipo de bebidas y se sentía culpable por comprarle algo tan inapropiado a un menor, y peor que eso, estaba quedando como un tonto delante de él.

-¿Una tortuga de mascota? Son muy lentas y aburridas- Dijo Yoongi ya ganando algo de confianza con el castaño.

-No son lentas, por lo menos, la mía es rápida- Escucho una leve risa por parte del menor, era música para sus oídos.

Al entregarles el pedido Yoongi no demoró mucho en acabarlo y de forma seguida pidió otro. Jin de verdad se sentía culpable, el chico parecía resistente a ese tipo de bebidas, pero eso no significaba que estuviera bien, aparte hace no muchos minutos atrás vio como su amigo Hoseok salía rápidamente, según él, con el supuesto amigo desaparecido de su acompañante, tal vez qué tipo de cosas iban a suceder entre ellos, eran menores, y él era cómplice de todo eso.

-Hey. Estas algo pálido- El menor estaba algo sonrojado al parecer los efectos del alcohol le habían llegado. ¿Cuánto rato se había quedado reflexionando? Miró a su alrededor y habían 7 vasos vacíos por parte del menor, el aún no se acababa su jugo- No veo a Namjoon por aquí-Dijo mirando para todas partes, seguido de un puchero y un leve sollozo.

-A lo mejor salió a hacer sus negocios al aire libre- Jin aún estaba algo conmocionado por los “delitos” que había causado en esa noche. Esperaron un rato adentro del local, Yoongi le contaba acerca de su vida, precisamente de su detestada escuela, Jin se limitaba a preguntar algunas cosas, nada personal, pero para seguirle la corriente al menor y saber algo acerca de esa excepcional criatura que lo tenía completamente cautivado.  

Después de un rato Yoongi exigió ir a buscar a Namjoon, así que Jin pago la cuenta y se retiró junto al menor, este se tambaleaba tenuemente, pero Jin logro notar que no estaba en buenas condiciones, al llegar al exterior no encontraron al mayor. Empezaba a hacer frío así que decidieron ir al auto del castaño y esperarlo ahí.

Suga se sentó en el copiloto, Jin al acomodarse en el asiento del conductor inmediatamente encendió el aire acondicionado, no le habría gustado que el platinado se resfriara y faltara a la escuela por su culpa, por lo que había escuchado no le iba muy bien. Pasaron unos minutos y el celular de Jin empezó a sonar, era Namjoon, al parecer los estaba buscando. Jin al contestar le explico resumidamente la situación y que lo esperaban en su auto.

-¿Dónde estás? Suga te esta esperando –Ya era tarde, y durante su conversación con el platinado este le explicó que su única razón de estar ahí era Namjoon, a Jin le molestaba que lo hubiera abandonado tan descortésmente.

-Bien, Jin, sé que es mucho pedir pero… podrías cuidar por esta noche a Suga. Se complicaron un poco las cosas en casa y tuve que volver. Por favor, mañana lo pasare a buscar. Espero no causarte molestias- Namjoon era casado, no le extrañó que algo hubiera sucedido en su casa con su esposa, dadas las circunstancias, era lo más normal.

Accedió a la petición del mayor y colgó la llamada algo enfadado con la actitud de su amigo, nadie se merecía la mentira que estaba formando.

Le dirigió la mirada al platinado, este había escuchado la conversación y no se veía muy contento.
-Ehm. Suga… Preferirías decirme la dirección de tu casa, y yo te podría ir a dejar- No le agradaba la idea de llevarse al chico sin preguntarle primero hacia donde él quería ir realmente.

-No, llévame a tu casa. Y… Dime Yoongi- A pesar del honor que le había entregado al decirle su nombre esas fueron las últimas palabras que le dedicó durante todo el trayecto hacia su casa, fue un largo camino hacia ella, esta quedaba cerca de la playa, y para Jin el viaje se le hizo un más largo ya que lograba escuchar los leves sollozos del menor a su lado.

Yoongi siempre intentaba parecer fuerte pero ahora sus intenciones se veían completamente arruinadas por el alcohol en su sangre, estaba más sentimental de lo usual. Jin no miró en ningún momento en dirección al platinado, no le quería hacer sentir peor.

Al llegar a su casa Yoongi salió rápidamente del auto, al sentir la brisa se tranquilizó un poco, y se dirigió a la puerta del castaño, este lo siguió rápidamente.

Al entrar el menor se quedó asombrado por la vista que tenían hacia el mar. Era de noche y según él se veía aún más hermoso.
El lugar era cálido, parecía realmente como un hogar sacado de un cuento, era cómodo y reconfortante. Habían algunas cajas de mudanza dispersas por el living, Jin aún estaba terminando de mudarse.

El mayor nuevamente estaba incomodo por todo lo sucedido, decidió arreglar todo eso rápidamente para luego ir a dormir y olvidarse un poco de todo eso.

Jin le enseñó al menor la habitación en la que dormiría, era bastante amplia para ser la habitación de los invitados, en ella había una cama de dos plazas. El mayor le señaló que en los cajones podría encontrar un pijama, y que en la misma habitación había un baño. Al dejar todo claro se retiró.

Yoongi fue directamente al baño a lavarse la cara, con el pequeño enfado que había pasado, se le habían ido casi todos los efectos del alcohol.

Se puso un pijama de verano que encontró y salió a buscar al mayor, quería un té.
-¿Jin?- El menor se asomó por la puerta de la habitación principal encontrando al mayor, observo como este de forma concentrada alimentaba a su tortuga. Se acercó con cautela para no desconcentrar al mayor de su labor- Jin, quiero un té –El mayor pegó un respingo.
-C-claro, acompáñame- Llegaron a la cocina y Jin parecía algo incómodo y cansado. Este le indicó donde podía encontrar todo tipo de cosas, a lo mejor en la noche el menor quisiera algo más.

Yoongi se sentía mal, sentía que estaba abusando de la amabilidad de su acompañante, se sentía profundamente agradecido por todo lo que estaba haciendo por él, por preocuparse.
Jin al entregarle el té ya preparado, percibió como el menor lo miraba diferente, muy diferente al resto de las miradas que le había dedicado durante toda esa velada, esta era una mirada sincera y cálida.

-Gracias- Seguido de esas palabras Jin sintió los cálidos labios del menor sobre los suyos, se inclinó un poco más para profundizar la sensación.
Yoongi sentía que lo que había estado buscando estaba nuevamente en frente de él.

Al separarse Jin le rogó mentalmente a todos los dioses que ese beso no hubiera sido un accidental tropiezo del menor o los efectos del alcohol como su karma. Estaba muy feliz.
-¿Cómo se llama tu tortuga?- Dijo dejando la taza de té sobre el mesón, para luego dirigirle la misma mirada Jin y acercándolo dulcemente a su rostro con sus suaves manos.
-Sugar – Yoongi soltó una leve risa. Jin estaba en el paraíso, si en algún momento alguna molestia durante esa noche el platinado con esa simple acción lo había hecho olvidar todo. El menor acarició dulcemente los cabellos de Jin para luego acortar la poca distancia que les separaba.

Nuevamente unieron sus labios.

 

Notas finales:

Bueno, eso a sido todo por este capitulo, espero que les haya gustado. En el siguente capitulo me gustaria seguir un poco mas la historia de Jungkook y su acosador jjj

Me disculpo por haberme demorado en actualizar, pero de verdad no me sentia bien mentalmente como para sentarme a escribir estas cosas. Asi que para conpensarcelos intente escribir el capitulo un poco mas largo y la continuacion la veran en unos pocos dias.

Bueno, graciassss
Y un besito para mis lectores.


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