Marco nunca estuvo de acuerdo con la salida a aquella extraña fiesta en la dimensión infernal aunque la emoción de Star y la estúpida Pony fueron la afirmación decisiva. Todo había empezado en la mañana, Pony Head vino a visitar a la rubia con las intenciones de asistir a una fantástica fiesta que daría un chico del cual gustaba en el inframundo y por alguna extraña razón que el castaño desconocía su amiga se había negado al principio pero luego de algunas suplicas por parte de la otra princesa había aceptado y ahora en una dimensión totalmente desconocida, el Díaz intentaba encontrar a sus compañeras pues las perdió unos minutos después de llegar al local, y para su suerte Star le había dado un brazalete que camuflaba su aroma humano teniendo la oportunidad de pasar inadvertido entre los habitantes de esa tierra.
Suspirando agotado por el calor, decidió quitarse la sudadera y atarla a su cintura, luego se recostó de una pared, siendo una de las pocas que no estaba cubierta en llamas para descansar y pensar en alguna manera para poder encontrar a Star e irse de aquel lugar, era suficiente calor por una noche. Estaba listo para volver a emprender su búsqueda cuando los demonios empezaron a caminar agitadamente y se movió con la multitud por la presión de la misma, y los pisotones que recibía de vez en cuando no lo dejaban quedarse quieto, con la multitud por fin disipándose dio algunos pasos mientras observaba a todas partes al creer ver un cabello verdaderamente rubio y brillante chocando con algo que obstruyo su camino deteniendo así su paso.
El humano miro hacia arriba pues la otra persona era mucho más alta y sintiendo la temperatura aumentar en la atmosfera cuando no creyó eso posible. Los tres ojos del demonio parecían estar envueltos en una bruma roja e iracunda.
Lo siento – Se disculpo algo asustado, mirando al demonio en cuestión que le dio una mirada amenazante que rápidamente cambio y una sonrisa pareció dibujarse en su rostro – Perdóname, fue mi culpa.
No te preocupes, también fue culpa mía – Dijo el demonio tomándolo atrevidamente por las caderas haciendo estremecer al chico con el tacto caliente sobre su cuerpo – ¿Bailamos?
Dudo por unos segundos antes de aceptar su proposición, suponiendo que nada peor podía suceder. El castaño no iba a negarlo pero se estaba divirtiendo y charlando con chico del inframundo pudo investigar que se llamaba Tomas y era el príncipe de esa dimensión, no iba negar que le sorprendió por el hecho de la vestimenta que traía, pues parecía más un chico Punk que un príncipe, camiseta rasgada, pantalones hasta la rodilla y botas altas no eran su idea de vestir para la realeza y eso lo hacía más interesante, Tom hizo algunas bromas sugerentes y de vez en cuando le dedicaba una sonrisa seductora, que lo obligaba a romper el contacto visual y sonrojarse. Al terminar una de las muchas canciones que habían bailado hasta el momento, el más alto se acerco y le susurro algo al oído. Sonriente el príncipe tomo la mano del humano para guiarlo a un lugar más tranquilo donde pudieran hablar a gusto.
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Terminaron en un pequeño lugar fuera del local con una extraña pero bella vista a un mar de lava que impresiono bastante al menor aunque su atención fue atraída por otra cosa. La mano del futuro rey de las tinieblas se poso en su hombro y la expresión en su rostro lo hizo enrojecer dándose cuenta de que parecía el típico lugar donde los chicos llevan a sus novias para besarse, observando también que todas las personas que estuvieron allí antes de su llegada parecieron haberse marchado dejando a ambos chicos solos, causando más tensión en él.
¿D-de quieres hablar? – Cuestiono el más bajo avergonzado mirando hacia el suelo como si se tratase de lo más interesante del mundo mientras sujetaba las mangas de su sudadera – Digo, si quieres hablar…
¿De que no quisiera hablarte? – Respondió el residente del inframundo con su sonrisa ensanchándose al tiempo que acercaba al otro – O más bien, hacerte…
El espacio personal entre ambos se reducía cada vez, su corazón latía con fuerza y sintió su cuerpo temblar dándose cuenta de que después de todo se trataba de un demonio con claras intenciones indecorosas. Las manos apretando su cintura no ayudaron a la situación, la respiración caliente contra sus labios lo hizo cerrar con fuerza sus orbes dejándose llevar por la sensación en su cuerpo, algo en el tembló y logro que sus piernas flaquearan pero su peso fue sujetado por los brazos del demonio, con sus pies flotando sobre el suelo y su mente consumiendo en una nueva, y rara necesitad que de seguro terminaría siendo una mala adicción.
Un tirón en su camiseta devolvió a Marco a la realidad y una voz a su parecer molesta que parecía más nerviosa que nada, desviando la vista de su acompañante, el chico observo a la Pony moviendo nerviosamente mientras era a acompañada por un chico.
¿Qué estás haciendo, apestorpe? – Cuestiono casi llegando a elevar la voz lo suficiente para que se asemejara a un grito pero su volumen bajo al recibir la atención del príncipe – Hola, Tom…
Pony Head – Saludo el mencionado con una leve sonrisa de satisfacción el rostro volviendo a dejar al humano en el suelo – Cuanto tiempo…
Si, si, si… Un verdadero placer pero el chico ya debe irse, vámonos Marco Díaz – Dijo la princesa despidiéndose tirando de la ropa del varón con su cuerno – ¡Ya es momento de regresar!
¿Nos volveremos a ver, Marco Díaz? – Pregunto el príncipe viéndolo alejarse – ¿Volverás por aquí?
T-tenlo por seguro – Respondió con timidez observando al contrario guiñar uno de sus ojos y regalarle una sonrisa que logro hacer que su piel se erizara – Adiós.
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No sé qué clase de amigo seas, pero de yo vengo uno no se besa con los ex de sus “mejores amigas” – Espetaba la princesa Pony cuando se encontraban lo suficientemente lejos del demonio – Por favor, tantas personas y tenias que terminar con Tom.
Espero ¿Es tu ex? – Pregunto Marco, sintiéndose verdaderamente mal, no le caía bien la Pony pero no era tan malo para salir con su antiguo novio – En verdad que lo siento, no lo sabía…
No, es el ex de Star que se dice sigue enamorado de ella – Argumento la chica mientras buscaba a la mencionada con la vista para ver si se entraba cerca – Solo porque quizás a Star le moleste no le diré nada, no quiero lastimarla.
La expresión algo alegre en su rostro había decaído y la culpa se extendió por su cuerpo además de la decepción, parecía que ni en el infierno ni en su dimensión podía terminar en un final que pareciera final de un cuento de hadas, y lo peor era que le había dado su primer beso al ex de su mejor amiga, esa noche parecía que nada podía ir peor.
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Luego de volver a su dimensión no conto nada de lo ocurrido a su amiga y dejo que los días transcurrieran con tranquilidad, luchas contra secuaces de Ludo y viajara a otras dimensiones para tener geniales aventura junto a la princesa, lo normal en su vida desde la llegada de Star Butterfly a Echo Creek. Hoy era Martes y como siempre, un nuevo día para aprender, se decía a sí mismo en el desayuno mientras escuchaba el timbre de la entrada siendo tocado con algo de insistencia y al ver que la princesa parecía estar entretenida en una conversación con sus padres prefirió no molestarles, y levantándose fue a abrir la puerta encontrándose con la persona que menos quería ver en su puerta por lo que intento cerrarla pero la fuerza del otro lo obligo a encararlo.
¿Qué es lo que quieres? – Cuestiono el castaño sin mucho interés de mantener una conversación – ¿Y cómo sabes donde vivo?
Solo tuve que preguntar por el lindo chico que llego con Pony Head, sobresalías mucho así que no fue difícil además recuerdas que me dijiste que eras de por aquí – El de ojos marrones se palmeo la cara ante su estupidez volviendo su atención al pelirosado – Y como no volviste en los siguientes días que seguí frecuentando el lugar supuse que Pony Head te había contado de mi “pequeño problema de ira” y por eso no querías volver a verme.
No es eso, solo es… No quiero salir con el ex novio de mi mejor amiga – Explico el humano acariciando lentamente su cabello con nerviosismo – Eres genial, pero creo que no podría hacerle eso a una amiga y menos a una tan buena como Star.
Maldición, yo que creía a ver encontrado al correcto – Escucho el murmuro del adolecente con un tono algo desilusionado extendiéndole una rosa en fuego – Si no quieres volver a verme lo entiendo, pero la traje para ti así que consérvala. En verdad pensé que querías salir conmigo.
Si quiero… Pero respeto la confianza de mi amiga – Confeso el chico listo desviando la mirada – Así que si me disculpas, debo irme a la escuela creo que voy algo tarde.
Y se te agradece – Dijo la chica saliendo con su mochila y trayendo la del chico seguridad – Esta tarde, así que si nos disculpas, debemos ir a la escuela pero pueden salir después si así lo quieren. Y no te preocupes por lo otro, Pony Head ya me había contado además de que los vi, no estoy ciega y por cierto estaban en la cámara de besos de la fiesta, salieron muy bien.
El silencio de ambos parecía más sorpresivo que nada y sintiéndose verdaderamente torpes, acordaron una cita a las 4, nada demasiado elegante y donde el humano deseara ya que después de todo para él, estar en la dimensión infernal no era lo más divertido que se diga.
Continuará…