Su cabello bien peinado y su sudadera bien arreglada demostraban sin dejar de lado el hecho de que estaba nervioso, deseando que todo saliera bien, sus padres le observaban dar vueltas verdaderamente frente a la entrada y sin poder evitarlo incomodando a los demás en el proceso sobre todo a Star que todo el tiempo había seguido sus pasos con la mirada y se encontraba un poco mareada.
Cálmate un poco, vas a hacerle un agujero al suelo – Dijo Star sentada en el sofá mientras jugaba con su barita – Ni que fuera tu primera cita.
S-si… – Murmuró el castaño sujetando las mangas de su sudadera con fuerza – N-ni que lo fuera.
Oh, por, dios ¡Es tu primera cita! – Grito la rubia emocionada causando malestar en los oídos del otro – ¡Tu primera cita va a ser con Tom, voy a buscar mi cámara, voy a inmortaliza este momento para sus hijos y futuras generaciones!
¡N-no, Star, espera! – Espetó el varón en vano al ver a su amiga correr escaleras arriba solo deseando que Tom llegara antes de que bajara dispuesta a retratar el momento – Esto es lo que me faltaba.
El timbre de la puerta principal asusto al chico provocando que cayera al suelo pero incorporándose rápidamente se acerco a abrir la puerta con una sonrisa nerviosa, encontrándose con el príncipe en ropa formal como la primera vez que lo vio en la fiesta, una camiseta roja rasgada con pantalones a la rodilla y unas botas altas, y sonreía con seguridad ofreciéndole un gran ramo de rosas envueltas en fuego obligando a que el rostro bronceado enrojeciera y riera aun más nervioso por el hermoso gesto aunque el fuego no fuera de su agrado tomo el ramo que rápidamente extinguió su ardor calmando los temores del menor que después noto al conejo rosa en las manos del otro.
Es solo Marshmallow, mi objeto adorable contra la ira aunque contigo creo que ya no será necesario – Musitó Tom mirándole sonriendo y acariciando al animalito con tranquilidad, luego besando la mejilla del castaño ocasionando que enrojeciera ante el gesto – Tranquilo, conejito.
¡Sonrían! – Chillo la princesa de improvisto con una gran sonrisa dibujada en los labios tomando fotos como si no hubiera un mañana – ¡Se ven tan tiernos juntos! ¡Venga un abrazo, no sean han tímidos!
Sin pensarlo mucho el demonio abrazo al latino por la cintura dándole un beso en el cuello que lo hizo temblar poco después siendo cegados por el flash de la cámara, varios minutos luego la sesión de fotos había terminado por lo que pudieron irse pero no antes de prometerle a Star que lo traería no muy tarde y por obvias razones sano, y salvo, dejando bien claro el cuidado en el uso del fuego.
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Caminaban de la mano por la calle y con un breve suspiro alegre no pudo evitar sonreír al sentirse observado por los tres ojos de su cita que parecían contemplar todos sus movimientos como si trata de leer sus pensamientos. El ramo de rosas aun en su mano, lo hacía sonreír cada vez que lo miraba, charlando felizmente acabaron en la puerta del centro comercial por lo que entraron con el fin de ver una película. En la fila del cine Marco miro el ramo de rosas en su mano con insistencia, pensando en que podría hacer con las flores por lo que al ver su intriga Tom tomo el ramo y lo hizo desaparecer en su mano como si nunca hubiera existido.
Eso era mío – Murmuró el de ojos caramelo al ver las cenizas de su tan preciado obsequio – Eres muy bonitas.
No te preocupes, Marco polo – Explicaba el demonio sonriente apretando un poco el agarre en su mano – Te prometo que cada vez que nos veamos te regalare una rosa tan hermosa como tú, aunque me costara encontrarlas.
El rubor en la tez bronceada agrando la sonrisa de suficiencia pero unas voces conocidas llamaron la atención de ambos chicos.
¿Marco? – Preguntó la voz de Jackie, quien era acompañada por Hanna y Hope, que al parecer también iban de paso en el centro – Casi ni te reconozco fuera de la escuela.
Hola, chicas – Marco no sabía porque pero esa emoción y ardor en el estomago que había experimentado en el pasado con el tan solo pensar en hablar con la skater había desaparecido por completo – Vaya sorpresa.
No, sorpresa la mía – Dijo la chica mirando al de cabello rosado – Tu novio es cool, es tan asombroso que hasta me da envidia y eso que ni siquiera tengo uno con el cual comparar.
Si – Respondió el chico avergonzado mirando a su cita de reojo, que todo el tiempo se mantuvo en silencio al parecer analizando la situación aunque más que nada parecía pensativo notando que había llegado su turno de pagar – Llego nuestro turno en la fila, fue un placer verlas fuera de la escuela.
Si, deberíamos salir algún día – Dijeron las hermosas chicas despidiéndose, el Díaz se dio cuenta de que era verdad lo que decían “Todas las chicas desean tener un amigo gay” – Adiós, que se diviertan chicos.
Así que, ¿Tu novio? – Cuestiono el de tres ojos más feliz de que de costumbre – Bueno, tu novio, desea entrar y ver esa película solo para besarte como nunca antes alguien lo había hecho en un cine.
Bueno, yo espero que mi novio, no provoque que nos saquen del cine – Espetó el de cabello marrón riéndose con timidez – Porque su novio, en verdad quiere ver esa película.
Durante el transcurso de la función, el humano no pudo evitar abrazar a su cita asustando con algunos sustos mientras que el demonio parecía reírse con las escenas de terror porque le parecían muy poco realistas y Marco se avergonzó al ver al conejo dormir en el regazo de Tom como si no estuviera pasando nada, luego de que terminara decidieron ir a comer a un restaurante chino de esos que tanto le encantaban a Star.
Estas costumbres humanas son muy raras – Musitó el demonio al recibir las galletas de la suerte y ver la tranquilidad en el ambiente – Además, la tierra es demasiado fría para mí.
¿Porque lo dices? Por el hecho de que las personas no se están comiéndose entre sí – Bromeo el chico seguridad con toda la confianza posible – O quizás ¿Falta la cubertería de oro solido, príncipe?
Ahora me rio pero después te voy a castigar por eso, conejito – Aclaro Tom con un tono demasiado sugerente y guiñando uno de sus ojos – Pero por ahora, ríe mientras puedas.
Pasaron el resto de la noche haciendo bromas y hablando sobre sus intereses, el gemelo peligro descubrió muchas cosas interesantes sobre los demonios y el chico con problemas de ira parecía feliz de hablar sobre su cultura y compartir sus tradiciones con el humano que desde esa noche se volvería su novio.
Continuará…