Un beso achocolatado
Especial San Valentín
Pov. Onodera
Es san Valentín, no sé qué regalarle a Takano-san... ¡Espera un momento! ¡¿Regalarle algo a Takano-san?! ¡Ni en sus mejores sueños!
Estábamos en el trabajo, todas las mujeres etaban revoloteando alrededor de Takano-san y dándole sus chocolates, odio ver esto así que acabé mi trabajo lo más rápido y me fui a casa. Como era de esperar Takano-san ni se enteró, con todas esas personas a su alrededor ¡por supuesto que ni se enteró! Espera un momento... ¡¿Por qué me estoy enfadando?!
De camino a la estación pasé a comprar algo de comida. Daban algo de beber gratis en la entrada y bebí algo, no podía soportar más esta sed que tenía.
Acabé el recorrido a casa, me eché a dormir pero no podía soportar algo que me molestaba desde hace tiempo, no podía soportar una maldita erección que se levantó de la nada "No puede ser que haya sido sólo por pensar en Takano-san >///<" Nonononono, imposible.
No lo podía soportar así que recurrí a mi medio más rápido, la masturbación. Me metí al baño, cerré con pestillo por si las moscas y empecé con mi trabajo. Pasaron 30 minutos y ya me había corrido una vez, pero esta pesada erección no desaparecía y mi deseo sexual estaba empezando a aparecer. Empecé un plan B, uno que me gustaba más por momentos.
Agarré un trozo de papel, un lápiz y el chocolate desecho que me quedaba. ¡Empezamos el plan!
Pov. Takano
-Ahhhhh *suspiro*
No he podido hablar con Onodera en ninguna parte del día, para rematar no me había dado cuenta cuando se iba y no pude volver con él.
Estaba volviendo a casa, eran las 21:30, el cielo era de un azul oscuro pero iluminado por las estrellas. Ahora que lo pienso bien el cielo es como yo y Onodera, yo soy el cielo oscuro (por el cabello) y Onodera las estrellas (por sus ojos). Ni me enteré de cuando llegué al edificio, estaba tan absorto en mis pensamientos que no me enteré.
Entré a mi departamento y pisé algo sin querer. Me agaché a recogerlo para ver que era cuando me doy cuenta que es una nota.
Takano-san:
Ven a mi departamento, te necesito.
Onodera Ritsu
Me quedé estupefacto, (Gummy-chan: siempre quise ponerlo) nunca pensé que Onodera me invitara a su departamento por voluntad propia. Sin pensarlo salí a su departamento, la puerta estaba abierta así que entré.
No había nadie en la entrada, pasé a la sala, en el sofá estaba Onodera, estaba de espaldas a mí. Rodeé el sofá en el cual estaba él sentado -¿Por qué me llamaste?- levanté la mirada para verlo a él, sentado en el sofá, con una camisa mía de color verde "combina perfectamente con sus ojos" y nada más, ¡sólo traía puesta mi camiseta!
-Masamune que bueno que llegaste- se levantó y me abrazó por el cuello. Rozó su pene con el mío, ¡tenía una erección! –Onodera tienes una...- me cortó la frase con un beso, lo correspondí y lo tiré al sofá. Él cogió un pote de la mesita de al lado y se volvió a sentar. Abrió si camisa, yo lo iba a devorar cuando me separó de él. No podía esperar más, si me enseña esa vista y encima me provoca es normal, ya tenía apretados los pantalones.
-Tienes que esperar, Masamune- Onodera abrió el pote de chocolate, me lo dio y me susurró en el oído –Cómeme-
Pov. Normal
-Con mucho gusto, Ritsu- dijo Takano agarrando el pote que le daba el menor, estirándolo en el sofá y situándose encima de él. Vertió una cantidad del chocolate en el abdomen del más bajo, volvió a dejar la botella y con sus manos lo repartió por todo su cuerpo; pezones, cara, hasta llegar a su miembro. Takano lamió todo el chocolate previamente esparcido, en dirección norte sur. Desde de la cara de Ritsu, pasando por sus labios, a sus pezones, estimulándolos y mordiéndolos, y finalmente a su miembro introduciéndolo en su cavidad bucal.
-Masa... mune... Mhn... más- la velocidad de la felación subió de ritmo hasta que el menos se vino en la boca de su amante –Me excita tanto que digas mi nombre...- Ritsu cogió la botella de chocolate y se echó un poco en la mano –Ahora es tu turno, Masamune- empezó a masturbar al pelinegro con el chocolate mientras le mordía la oreja –¿Sabías que el chocolate es un buen lubricante?- el castaño se alejó un poco y volvió a mancharse la mano con el chocolate, pero esta vez era para él.
Ritsu estaba en el borde del sofá, delante de Takano, con las piernas abiertas y un dedo suyo dentro de él –Ritsu, yo de ti no me provocaría- se empezaron a escuchar gemidos del menor por toda la habitación desde que puso el segundo dedo dentro suyo -¿Y por qué no debo, Masamune?- un tercer dedo entró en él, Takano ya no podía soportar más su erección, pero no pudo aliviarse porque su pequeño se lo impidió –No no, aún no puedes venirte Masamune- el ojiverde tenía agarrada la base del pene del pelinegro. Alineó su entrada con el miembro de Takano y se autopenetró.
Ritsu se empezó a mover de arriba abajo sin dejarcorrerse aún a Takano –Po-Por favor, Ritsu- cuando el menor sitió que él también iba a correrse liberó el pene del mayor corriéndose a la vez –Feliz San Valentín- al decir eso Ritsu cayó en los brazos de Morfeo aún con el miembro de Takano en su interior. Este lo sacó de su entrada y lo recostó en el sofá junto él –Feliz San Valentín, Ritsu- dicho eso fue a acompañar a Ritsu al paraíso de los sueños.