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Maneras de Enamorarte por Yovipgirl88

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Notas del fanfic:

Besitos a quellos que me leen♥;w;

Notas del capitulo:

Enjoy♥

Jiyong miró el número que llevaba escrito en la palma de su mano. Había pasado unos minutos antes por las oficinas centrales de su nueva universidad. Apenas tenía 18 años para aventurarse a ese tipo de experiencia. Había tratado de convencer a su madre de que era una pésima idea mandarle tan lejos solo. Aún más cuando era de “ese” tipo de persona. 

**

“-Mamá no quiero ir- 

-Jiyong, hijo hemos hablado de esto antes…- 

-No, no hemos discutido esto. No puedo ir hasta Seúl. ¿Que haré cuando no este para darme consejos? No tendré con quien hablar.- 

-Ji…- 

-Mamá no necesito ir, soy bueno estando encerrado en mi cuarto. Puedo vivir mi vida perfectamente así.- 

-No vas a perderte un año de universidad, menos si te la vas a pasar encerrado.- 

-Pero puedo tomarme uno o dos años sabáticos antes de ir a la universidad. Enserio mamá, no estoy listo para dejarte.- 

-Oh bebé, no pasará nada. Te extrañaré tanto que incluso lloraré cuando te vea para las fiestas, pero es momento de que comiences a dejar la soledad de tu cuarto para aventurarte a la vida. - 

-Mamá enserio … -

-Basta Jiyong, Dime ¿A que le tienes miedo? - 

-A olvidar de nuevo...- 


 **

Apretó los dientes. No quería estar ahí. Tampoco tenía la intensión de estar recordando cosas que le hacían daño. Su madre le había ido a dejar a la fuerza ese mismo día a la universidad en Seúl. Él era de Ulsan, simplemente estaba demasiado lejos de su casa. El era un chico antisocial, no había tenido amigos en su antigua preparatoria, le gustaba estar solo.   


“Vaya vida” había dicho su madre. Sabía que sus penas y sombras del pasado no le alcanzarían allá en seúl y su madre esperaba que superará "aquello" que no quería recordar... lo había hecho por él.  

"Voy a regresar por ti … esperame Yongie" 

 

Sacudió su cabeza, no era que no le agradará la idea de tener amigos y ser una persona normal. No. El le tenía miedo a la gente, a las decepciones, al afecto en general. Había pasado por demasiadas cosas, y pese a los años, jamás se había recuperado de ese abandono. 

 

“La vida no es nada sobre miel sobre hojuelas, Jiyong.” 

 

Suspiró una vez más frente a la puerta de la habitación 88 del edificio B de la escuela de diseño de la Universidad de Seúl, la residencia estudiantil para hombres en otros términos. Cogió su mochila con fuerza y la paso por su hombro ajustándose la sudadera vieja color azul que llevaba puesta. Era apenas Marzo cuando las clases estaban por comenzar y el aire era aún demasiado fresco que incluso le teñía la punta de las orejas de rosa. 

 

Jiyong metió la mano en su bolsillo y cogió la llave de su cuarto para introducirla en la cerradura. Lentamente la empujó. Su vista pasó desde las dos pequeñas camas que estaban a una a cada lado de la habitación hasta donde sus pies estaban, había suficiente espacio para dos personas, un sofá para dos, dos escritorios individuales, armarios para cada uno, un espejo de cuerpo entero, una lámpara de pie y un enorme ventanal en el centro de la habitación. Suspiró.

-Gracias a Dios- Jiyong sonrió. 


No había ningún otro estudiante ahí, salvo por sus maletas que habían sido entregadas al servicio de mudanzas de la universidad y un par de cajas más que parecían ser de la otra persona con la que compartiría cuarto. Parte de ir a la universidad era vivir ahí y seguir las reglas si no podían costearse un apartamento cerca del campus. No le incomodaba en lo absoluto vivir ahí, el campus era enorme y vivir exactamente a 20 minutos de donde le daban clases le era perfecto con lo mucho que le costaba levantarse cada mañana. 

Dejo su mochila en la cama de la izquierda, le parecía la mejor. Esperaba con todas sus ganas que su compañero no hubiera llegado aún y hubiera escogido esa cama para él. Arrastro sus cosas hasta su lado y comenzó a desempacar sus cosas. Ropa, ropa de moda que aún no se había atrevido a utilizar, se las había medido antes con fines “investigativos” y su madre terminaba por comprarlas y de la misma forma habían terminado en su maleta. Y así muchos accesorios, zapatos y un par de bolsos de algunas buenas marcas. 

 

Amaba la moda, diseñaba a menudo atuendos en sus libretas, pasaba horas sobre las blancas hojas trazando una infinidad de líneas que por la misma razón había escogido diseño de modas como su carrera universitaria. Pero su imagen era toda la opuesta a la que debería de tener. Cabello castaño, anteojos, sudaderas viejas, camisetas largas , bufandas de colores brillosos y jeans flojos todo para terminar en unos tenis sucios y ya pasados de moda. Tomo toda su ropa y la metió en el armario y se giro hacía su escritorio a guardar sus articulos personales, libretas, lapices y otras cosas más. Ordeno su cama y terminó por acostarse en ella. Las paredes beige de la habitación la hacían ver tan deprimida y aburrida, le quedaban perfecto. 

 

-Kwon Ji Yong ¿Que estas haciendo con tu vida?- 

 

El sonido de la puerta lo hizo alarmarse, por la puerta escuchó risas y rápidamente se sentó para esperar ver a su nuevo compañero de cuarto.Por la entrada un chico moreno de cabellos rubios y peinado mohicano se hacía paso entre el campo de visión de Jiyong. Su estatura era algo pequeña comparada al promedio, pero su cuerpo estaba en tan buena forma que a Jiyong le dio un poco de envidia. 

-Y yo le dije … ¡Oh! Yas has llegado. Debes de ser Kwon Jiyong - El chico le tendió la mano. - Soy Dong YoungBae, Bae si gustas. Seré tu compañero- 

 

-H-hola- Jiyong tomo su mano y la estrecho más por compromiso que por ganas, no quería hacer amigos, le aterraba la idea. 

 

-Él es Kang Daesung - Jiyong observó al mencionado que venía atras de YoungBae, tenía una enorme sonrisa en su rostro … sonrisa que le incomodaba. 

Su cabello era castaño, como el suyo, sus ojos eran pequeños pero amigables, tenía rasgos fuertes y pronunciados como su nariz y sin mencionar su enorme sonrisa. Su estatura era más alta que la de YoungBae. Tenía un fisico estupendo. 


-Es un gusto ¿Eres de primer año? Te ves tan pequeño. - 

 

-Ya, Dae … dejale- Youngbae se río de su amigo y le observo a Jiyong - ¿Has tomado esta parte de la habitación?- 

 

-S-si ¿te incomoda? Puedo mover mis cosas si no te gusta - Jiyong comenzó tomando su almohada para levantarse pero se detuvo cuando escucho las risas de YoungBae. 

 

-No me molesta, es más esperaba que tomaras la parte de la habitación con mas luz matutina, Dios. En fin… vamos a ir a almorzar con Dae, y solo veníamos a ver si quieres acompañarnos ¿No conoces a muchos por acá, no? Leí en los papeles de la administración que eres de Ulsan- 

Jiyong ignoró el comentario de YoungBae sobre su vida. Sintió su estómago gruñir por lo bajo y se sostuvo con su mano para tratar inútilmente detener su acción biológica.

 

-Acabo de almorzar, será en otra vez - 

 

-Como quieras, Ji- el moreno se despidió con la mano mientras Daesung le decía desde la puerta que fue un gusto haberlo conocido. 

 

Jiyong se dejo caer nuevamente sobre su cama, estaba algo celoso. YoungBae y Daesung parecian ser tan buenos amigos que le causaba envidia. Ambos eran guapos y amigables ¿Podían existir personas así? suspiró. Era una máquina de suspiros. 

 

Se incorporó para ver su rostro en el espejo, era tan delgado y delicado que antes lo habían confundido con un niño o una jovencita cuando se arreglaba para ir a la iglesia. Parecía un debilucho, esa era la realidad. Su cara estaba por lo menos regordeta y su cuerpo delgado. Era un chiste. 

 

Tomo de su mochila una barra de granola y se puso a comerla. No quería ir con su nuevo compañero de cuarto y su amigo no porque no le agradaran, si no porque no quería socializar, no se quería dejar ver. No quería nada. 

 

Tomó su libreta de bocetos y se puso a garabatear, una línea aquí y allá, y ya parecía un intento de abrigo de talle largo con cuello en “V” se le hacía tan fácil crear cosas. 

 

-Ojalá fuera así de facil la vida- Jiyong mordió la punta de su lápiz y reviso su boceto - Le falta algo … - 

 

Sacó una segunda barrita de granola cuando tocaron a su puerta. Dejo todo en su cama y se encamino a ella. 

 

Abrió la puerta lentamente para encontrarse con un chico de cabello negro, ojos profundos y suéter color verde olivo. Sus mejillas se tiñeron de rosa cuando sintió la mirada del otro examinándole de pies a cabeza.

 

-¿Está Bae? - su voz era toda una delicia al oido. Tan gruesa y ronca que se le ponían como de gelatina las piernas. -¿Acá es donde vive, no? - 

 

Jiyong asintió con su cabeza como pudo, estaba como en trance viendo como el hombre frente a él se le acercaba al rostro. Era como una escultura, de esas que solo miguel ángel pudo haber tallado. Su rostro ardía de la vergüenza ante sus pensamientos. 

-¿Eres su nuevo compañero? - Jiyong asintió sintiendo como se le secaba la boca.-¿Puedes hablar?- 

Jiyong se golpeo mentalmente y le ordenó a sus cuerdas bucales funcionarle de la mejor manera. 

 

-S-si- La voz le había salido casi como un suspiró. El chico era más alto que él, sus pómulos eran para morirse. 

 

-¿Has dicho algo? No te he escuchado más que un suspiró. - Jiyong se mordió los labios, está tan nervioso y que el chico le estuviera sonriendo le ponía aún más nervioso y seguro aún más sonrojado.   

 

-S-s-si puedo h-hablar- Mordió su lengua cuando sus labios se juntaron nuevamente. Era tan evidente. La risa del otro le llegó a los oídos, era tan ronca y melodiosa que casi se desmaya. 

 

-¿Cómo te llamas, cielo? - Jiyong sintió su corazón experimentar un mini infarto cuando escucho llamarlo de aquella manera. Le faltaba el aire. 

-J-j-jiyong… - 

 

- Bien J-j-jiyong- La sonrisa del pelinegro era tan burlesca que incluso le brillaban los ojos- Dile a YoungBae cuando regrese que pase por el dormitorio 87, que han llegado sus cosas- Jiyong asintió como pudo en un rápido movimiento torpe- Nos vemos, cielo- 


El pelinegro dándole un último chequeo con la mirada  junto a una sonrisa gatuna se dio la vuelta para regresar por el pasillo. Jiyong sintió sus rodillas fallarles, se giró y cerró la puerta para dejarse caer en el suelo sosteniendo su pecho. 

 

-“Cálmate Jiyong”- se repetía mentalmente. 

 

No había ni siquiera contestado por lo que significaba que había dejado de respirar en algún momento, obligó a sus pulmones a reaccionar y dejó que el oxígeno nuevamente entrara por sus fosas nasales. ¿Que había pasado? ¿Quien era ese hombre? ¿Porque su corazón estaba latiendo a mil por hora?. No sabía quién era el dueño de esas pobladas y perfectas cejas, pero su corazón parecía correr a toda marcha de tan solo recordarlo. Por primera vez en su vida quería conocer a alguien... alguien que no fuera él. 

 

"SeungHyun … me llamo Choi SeungHyun." 

 

Su cabeza dolió y su corazón se estrujo con tanta fuerza al recordar su nombre. Porque eso era todo. El , del único que se ha enamorado, del único a quien entrego todo, de él quien ya no puede recordar su rostro. Ese SeungHyun quien le prometió regresar por él, quien le abandonó. Su ex novio fallecido. 


 


 

 

 


 


 


 


 

 

Notas finales:

Ya se que esta confuso c:

Lean el siguiente, el siguiente trae las respuestas de sus dudas

 

Gracias por leer♥ 


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