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Gigoló por pk2solitarios

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Notas del capitulo:

Este capitulo... ni si quiera yo se de donde salio T-T

Cosas raras…

Como ocurría desde hacía un mes, se hallaban cerca del muelle, donde Obito buscaba comprar pescado fresco. Pese a que Kakashi odiaba ese olor de los mil diablos, acompañaba al moreno.

Aun no comprendía el afán de Obito por comprar pescados cada día. Es decir, ni siquiera los cocinaba, pero bueno, supuso que era una forma de salir juntos sin la vigilancia de Hitachi y sin su odiosa jefa pedofilia que siempre insistía en quedarse a solas con él.

Obito nuevamente perdía horas escogiendo algún pescado de su agrado, se fijaba en el tamaño, el color y esas tonterías que hacían que Kakashi perdiera la paciencia.

-¿Ya?-Interrogo Kakashi fastidiado.  Mas Obito siguió ignorándolo y eligiendo el mejor pescado, cuando sus ojos se elevaron levemente al ver una silueta. Eso basto para comprender que la hora había llegado. Saco su celular y tomo una foto al susodicho pescado para luego sacar una foto de Kakashi y luego volver a guardar su celular, no sin antes presionar con suma agilidad el botón de llamada de emergencia que estaba direccionado a Yahiko.

Rio, al parecer el nuevo gigolo había recibido el mensaje y acudido al punto de encuentro, después de semanas que no se presentaba, al fin daba inicio de vida y se adentraba a la casa. Agacho más su cabeza y se quejó sobre el pescado para que Kakashi no se percatara de su descubrimiento. De hecho giro violentamente y le puso el pescado en la cara, sabiendo lo mucho que eso lo sacaría de quicio. Yahiko ya había recibido la llamada y comprendía que era hora de actual, como enviado del Rey de espadas para capturar al hijo perdido de Joker, Yahiko tenía la enmienda de llevar a Sasuke de regreso a las islas carmesí.

-Demonios. ¡Quieres comportarte!-Gritaba Kakashi furiosos

-No digas eso Kakashi, eres tú el que se anda quejándose todo el maldito día, pues si no quieres  no fastidies cada mañana con tus tontos interrogatorios- concluyo metiendo el pescado en la bolsa- me aburre tu cara de estreñido, así que vámonos de una buena vez a casa.

Kakashi le miro de mala gana, más le siguió sin protestar. Desde el incidente con su jefa, Obito comenzaba a actuar extraño, se reunía con ella y hablaban de quien sabe que cosas. Lo enfurecía, acaso el moreno mantenía una relación amorosa con su jefa. Suspiro y miro la espalda de Obito alejarse de él, y decidió seguirlo. Eso era imposible, pues Obito no tenía pene con que satisfacer a Tsunade se dijo mil veces pero aun así… seguía atormentándose por la cercanía que mantenían él y su jefa.

Obito en la auto aprovechando que era Kakashi conducía se puso a jugar tiro al blanco por colores en su celular, mientras Kakashi manejaba y de reojo lo miraba jugueteando con el celular, pero algo comenzó a extrañarle, Obito había puesto su celular en silencio, jugaba pero no con el típico bullicio de siempre. No dijo nada, solo lo miro de reojo. Algo se traía en manos el pelinegro y Kakashi no era idiota para no percatarse de eso, cuando de la nada Obito subía el sonido de su celular

-¡Rayos! ¡Sabía que no era lo mismo sin la musiquita!... Itachi se equivoca- repuso Obito y Kakashi arqueo las cejas, acaso exageraba. Acaso su mente le jugaba malas pasadas y solo imaginaba cosas donde no existían. Suspiro para seguir manejando. Mientras Obito miraba sonriente su celular, para luego agachar su mirada y guardarlo. Lo había logrado había despistado por completo a Kakashi, la misión de búsqueda concluía. Ya tenían al gigolo.

Obito miro de reojo a Kakashi y sonrió. Aunque el pelo de  anciano podía parecer más astuto que él, no contaban con su astucia de dejarle ganar siempre, había que admitir que esos añitos que le llevaba le brindaban esa experiencia que aún le faltaba a Kakashi, más ahora que tenía planificado concluir su venganza.

-Tsunade-Llamo Obito agarrando su celular

-Habla-Ordeno Tsunade que despertaba de una ligera siesta

-Tengo el pescado que querías, ese que dicen que tiene bastante omega 3-soltó Obito y Kakashi simplemente lo miro sin comprender qué demonios diecia.

-Comprendo- dijo Tsunade. Cortando la llamada para inmediatamente ponerse en contactó con Yahiko para que diera la información del tiempo con el que disponían. Al fin todas las piezas se ponían en orden, antes de lo previsto pero se colocaban en orden.

-Jefa no me cuelgue ¡Con mil demonios!- se quejó Obito y Kakashi bajo su guardia, al parecer hasta Tsunade se fastidiaba de las incoherencias del pelinegro. Suspiro. La rutina de todos los malditos días seguía su curso.

….

Kakashi miro de mala gana a su jefa cuando entro a la casa que compartía con los hermano Uchiha. Entro de mal humor gritando a por Obito

Obito como perro faldero saltaba de la cama y corría a ver  a su jefa, mientras Kakashi lo seguía de mala gana

-diga jefaza de mi vidaza- gritaba Obito alarmado- ¿a quien debo matar para devolverle la alegría a su vida?- insistía Obito cargando su pistola aun en pijamas

-¡Deja de decir idioteces!-Repuso Tsunade dándole tremendo golpe con el puño en el pecho- Vístete de una vez. Quiero que me lleves de comprar. ¿Acaso se te olvida que mañana es mi cumpleaños? Malditos malagradecidos, ni siquiera una postal- repuso Tsunade ignorando de lleno a  Kakashi para luego salir del lugar con Obito como su conductor. Mientras Itachi aparecía en la casa mirando serio como siempre a Obito siendo arrastrado por Tsunade, para luego ver a Kakashi con su cara de pocos amigos irse a su habitación y cerrar la puerta con furia.

Suspiro, Él también tenía coas que hacer, sin embargo no pudo evitar ponerse serio y mirar nuevamente la puerta al recordar que mañana no era el cumpleaños de Tsunade. Su jefa había mentido… Quizás apropósito, quizás sin percatarse de su mentira, pero de una cosas estaba seguro, a Kakashi le valía mierda el cumpleaños de Tsunade por eso jamás le importo saber la fecha exacta, mas Obito siempre fue atento  esas cosas y siempre corregía a Tsunade cuando esta trataba de pasarse de viva y cambiar la fecha de sus cumpleaños o quitarse años de encima.

Itachi se acercó a la ventana y miro a ambos subir al auto, miro sus labios moverse y lo poco que alcanzo a interpretar no el agrado nada, en especial la mención de ese lugar: Islas Carmesí.

Itachi camino hacia su cuarto y verifico si el gps de la movilidad de Obito funcionaba o no. Grande fue su sorpresa al ver que este se dirigía a la casa Uzumaki. Conocía a Tsunade y sabía que ella jamás buscaba a Minato de no ser por algo de suma importancia. Supuso que se trataba de Naruto, pero… ¿Porque mentir?

Los engranajes en su cabeza comenzaban a girar y lentamente se encaminaba a la habitación de Obito.   

-¿Tenías que golpearme tan fuerte?- se quejó Obito mirando por el retrovisor a su jefa

-No me hables con tanta confianza

-O vamos cariño-Repuso Obito- por los viejos tiempos- se burlo

-si llamas viejos tiempos a lo que paso con Mikoto, no le hayo la gracia- repuso sacando su cigarrillos para ponerse fumar como un tren en movimiento

-Tsunade sama, ¿cuantas veces debo decirle que deje de fumar?

-Sabes desde que descubriste mis planes te comportas como si tuvieras poderío alguno sobre mí. No te creas la gran cosa o terminare volándote los sesos Obito

Obito sus piro y miro fijamente a Tsunade

-mi querida señora. Vera si va a jugarse el todo por el todo para acabar con el infeliz que me quito los huevos. Yo también le entro. Con gusto aunque eso me cueste la vida.

-¿Tanto te importaban tus huevos?-repuso Tsunade, mas Obito negó con la cabeza

-No. Lo que me importa es matar el infeliz que mato a mi hermana, al infeliz que le desgracio la vida a mi familia. Mikoto era nuestro tesoro- dijo Obito.

-Espera esas palabras de Itachi

-Itachi es buen tipo, pero no lo hará, no sabiendo que es el quien será sacrificado para aplastar a Orochimaru

-Y a ti… ¿no te molesta saberlo?-Obito guardo silencio, esa pregunta era mejor no hacerla, pues no deseaba dar respuesta. Matar al hijo de su hermana, era como matar parte de ella, pero a su vez, era matar al hijo de Orochimaru, eso sería un dulce venganza. Mas conociendo la razón del apego que Orochimaru parecía tener por este crio.

De la nada se detuvieron frente a esa casa de gran tamaño, de elegante acabado. Obito abrió la puerta de Tsunade, y esta bajaba elegantemente, mostrando sus piernas a un Obito que se sonrojaba por esa provocación. De verdad este plan los estaba uniendo más de lo que ambos desearan.

Las tontas barreras de lo correcto y lo incorrecto se rompían. Tsunade ya no sentí que tuviese nada que perder, pues se acercaba a las puertas del infierno, así que se las jugaría todo por ganarse aunque sea una caricia de Obito, un poco de su amor.

-Señora. Por favor mantenga la compostura, estamos a punto de cometer un delito, no es hora de jugar- dijo Obito tomando su mano para ayudar a pararse, mientras en la otra mano sujetaba su arma cargada, y le quitaba el seguro.

-Admite que al menos tengo un cuerpo de película y unas tetas…- dijo susurrándole al oído- que cualquiera se moriría por tocar y morder

-Eso que lo decida el juez de la suprema acorte señora. A mí me enseñaron que morder esas cosas solo es para bebes. Y yo no soy un bebe

-Vamos, aun te gusta la leche

-La leche de bolsa no de ubre. No sufro de parafilias. ¿Por qué los tres parecen padecer alguna?-Cuestiono recordando que Orochimaru era un necrófilo, Jiraiya tenía virgofilia  y tú con tu Fratrilagnia

-Exagerado, no somos hermanos

-Nos criamos juntos-Dijo Obito mirándola con esa expresión serena que solía dedicarle cuando eran niños. Tsunade esquivo esa mirada, pues sí. Cada uno tenía una parafilia extraña, no eran fieles a sus prafilias, pero supusieron que ese tipo de sexo era el más estimulante. Aun ella en que tan solo pensar en el sexo con Obito o el roce de su mano la calentaba al grado de no anhelar otro toque la asustaba, pues supuso que algún día cuando dejara de pensar en su venganza se dedicaría de  lleno en tratar de consumir su deseo sexual. Y temía ese momento pues quería a Kakashi como un hermano y sabía que Kakashi amaba a Obito. Suspiro.  La familia feliz que alguna vez imagino era una simple ilusión.

Miro enfadada a Obito, porque desde que acordaron llevar acabo esa venganza juntos Obito se rebajaba a darle alas a sus perversiones, quizás era lastima, pero eso también era peligroso tomando en cuenta que ella era peligrosa.

Notas finales:

Gracias por los reviews. mil, gracias, nos leemos pronto

cuidense bye


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