Capítulo 12: La Noche está cerca
Desperté con gran pesar, estaba solo en la habitación, deduje inmediatamente que los demás ya debían estar desayunando algo, me levante y trate de acomodar lo mejor que pude mi cabello teniendo poco éxito, termine de arreglarme y estaba a punto de abrir la puerta cuando escuche a Aomine y Kagami hablando, pero no parecía una plática cualquiera, pegue mi oído a la puerta para escuchar mejor y entender de que tanto hablaban que parecía tenerlos preocupados.
-No está por ningún lado.
-Tal vez solo ha salido un momento, no debemos apresurarnos en sacar conclusiones.
-Bakagami por favor, tu entiendes tan bien como yo lo que paso.
-Si lo entiendo, pero me niego a creer que hizo una cosa tan estúpida sabiendo los riesgos de hacerlo.
-Pues debes creerlo porque eso ha hecho, ya no hay nada que podamos hacer respecto a eso, lo que tenemos que decidir es que le diremos a Kuroko.
-No podemos decirle, se pondrá muy mal cuando se entere.
-¡¿Y qué sugieres?! ¡¿Qué mentira podría creer en este punto?!
-No lo sé, solo sé que no podemos dejar que esto lo destruya más de lo que ya está.
-Debemos decirle la verdad, mentirle solo sería lastimarlo de una peor forma. Igual el tendrá sus sospechas y apuesto que no tardara nada en descubrirlo.
-..Solo quiero mantenerlo a salvo, no quiero volverlo a ver llorar.
-Yo tampoco deseo verlo llorando, odio verlo tan triste, pero mentirle no hará ningún bien, aún tenemos cosas más importantes de las cuales preocuparnos, debemos estar listos para cuando esos seres regresen y no podemos darnos el lujo de que sufra un shock en pleno ataque…Tetsuya tiene que saber que Akashi se ha ido y que es probable que este muerto.
La puerta se abrió súbitamente asustando a los chicos, vieron a Kuroko el cual tenía sus ojos completamente abiertos y una expresión de incredulidad, era evidente que el pequeño los había estado escuchando durante toda su plática, ambos sabían que no había forma de darle explicaciones o cubrir su conversación, ahora el otro sabia la verdad, su amigo los había abandonado.
-Kuroko…
-Por favor no digas nada Aomine… ¿Es cierto?... ¿Akashi se fue?...
-…Si…se fue…nos ha dejado…
-Creemos que salió en algún momento de la noche, hay huellas afuera que muestran que fue hacia la selva, tomando en cuenta lo que hay en ella, dudamos mucho de que siga con vida.
-El me prometió…que no se dejaría afectar por sus actos…
-Temo que el peso de ellos fue más de lo que podía soportar en realidad.
-…¿Pero por qué lo hizo?...¿Por qué no se despido?...-dijo mientras las lágrimas amenazaban con salir-.
-Tetsu, no se los motivos, pero estoy seguro que debe haberse despedido de ti, lo conocí el tiempo suficiente como para saber que no se habría ido sin decirte adiós. Pero ya no es momento para lamentarnos, debemos aceptar lo que paso, y…estar preparados para lo que sea que venga…
-Aomine-kun…Kagami-kun…tenían razón en algo…ya no quiero llorar…estoy harto de llorar…pero…por más que intento…no puedo evitarlo…
-Kuroko tranquilo, tranquilo –Kagami le da un abrazo protector- descuida, seguimos aquí contigo y te cuidaremos…no sé cómo, pero nos aseguraremos de llevarte de regreso a casa, por eso guarda la calma hasta que suceda.
El pequeño finalmente se separó del otro mirándolos a los dos con una cara triste antes de alejarse y comenzar a subir al segundo piso, Aomine y Kagami decidieron dejarlo solo por el momento, era claro que el chico necesitaba pasar tiempo consigo mismo para reordenar su mente y calmarse, solo entonces podrían hablar con él con normalidad. Kuroko permanecía muy serio luego de la noticia y se quedó recargado un tiempo en una ventana mirando hacia el exterior con pesadez, solo entonces se dio cuenta de los nuevos cambios ocurridos. Ya no había un solo rastro de la ciudad, no se veían rascacielos ni cualquier otro techo de un edificio, además el suyo era el único que quedaba en la costa, encima de un peñasco de rocas que daban con el mar, todo lo demás se había vuelto una típica playa de arena tropical. Otro cambio importante llamo su atención, más allá de la selva habían aparecido varias montañas, una de ellas con una forma puntiaguda llamo especialmente su atención, no estaba seguro pero podría jurar que era un volcán.
Abajo podía escuchar como sus compañeros seguían ordenando todo, alistando las armas que tenían, la ballesta y las pocas municiones que quedaban para la pistola, seguramente también intentaban cubrir los huecos causados durante el ataque anterior, fortificaban lo mejor que podían el lugar para protegerse a ellos y a él, una cosa que no la podía creer. Todo lo que había pasado era su culpa en realidad, él había pedido un deseo, pero había involucrado sin querer a sus compañeros, ahora varios de ellos habían muerto, todo por su culpa, de nunca haber conocido a Aoba esto jamás habría pasado y todos seguirían con vida, si alguien merecía sufrir por su deseo era solo él, fue en ese momento que cerro sus ojos y junto sus manos pidiendo un nuevo deseo con gran fervor.
-(Aoba, no sé si puedas escucharme, no se quien seas, pero me arrepiento profundamente de este deseo, no tengo manera de excusarme por todo lo que ha pasado, pero si es posible quisiera pedirte otro deseo, libera a Kagami-kun y Aomine-kun de esto, mantenlos a salvo, haz que vuelvan a nuestro propio mundo de ser posible, yo me quedare en su lugar, mi vida por la de ellos, solo quiero que estén a salvo, solo quiero que no tengan que sufrir más por mi culpa, por favor solo has…que sigan con vida).
El chico abrió sus ojos demostrando tristeza en ellos, no estaba seguro sobre si su nuevo deseo tendría éxito, pero confiaba en que Aoba lo hubiese escuchado, que se diera cuenta de su arrepentimiento y aceptase su trato, que mantuviera vivos a los otros a cambio de su vida…cuando estaba por retirarse un movimiento abajo en la selva llamo su atención, trataba de enfocar su vista pero solo veía las plantas agitarse por un movimiento que iba en su dirección, sabía que debía avisar a los otros pero quería saber primero que era lo que se estaba acercando, fue entonces que vio algo importante, una cabellera roja que acababa de pasar por unas hojas de palma para después desaparecer cubierta por mas plantas. La alegría que sintió fue indescriptible y bajo corriendo las escaleras gritando a los demás lo que había visto.
-¡Es Akashi! ¡Es Akashi! ¡Es Akashi! ¡Chicos Akashi está vivo!
-¡¿De qué hablas Tetsu?!
-Kuroko, Akashi se fue, él no va a volver.
-¡Yo lo vi! ¡Lo acabo de ver! ¡Akashi está vivo y viene hacia aquí! ¡Vengan salgan y lo verán! ¡Akashi está vivo!
-Pero, pero Kuroko…
-Si Tetsu grita así es porque es verdad, el jamás mentiría de esa forma, ven veamos qué es lo que vio, tal vez subestimamos a ese tipo.
Los tres jóvenes salieron de la tienda y se quedaron a mitad de esa pequeña parte despejada entre la selva y el almacén en la playa. Los mayores trataban de divisar a su compañero pero no lo veían por ningún lado, Kuroko estaba seguro de que había visto a Akashi, no era un invento de su imaginación, el chico había regresado con ellos por lo que no podía estar más feliz, unos segundos de angustiosa espera pasaron cuando entonces vieron asomarse una mata de cabello rojiza entre la vegetación.
-¡Ven se los dije! ¡Es Akashi! ¡Él está vivo! ¡Se los dije!
-No puedo creerlo, el maldito desgraciado esta con vida.
-Parece que el emperador en verdad es absoluto.
-¡Akashi, ven te estamos esperando! ¡Ven con nosotros por favor!
La mata de cabello se inclinó solo un poco mostrando movimiento, Kuroko estaba más que feliz de saber que su querido amigo había sobrevivido la noche en la selva pese a las terribles amenazas, quería darle un gran abrazo para demostrarle todo su afecto, lo único que necesitaba era que el otro se acercase. Pero entonces sus ojos pasaron de la alegría al impacto, la mata de cabello rojo salió volando desde la selva dejándolos a todos impactados, el tiempo pareció pasar lentamente mientras veían como ese objeto caía al suelo y rebotaba hasta terminar rodando y terminar deteniéndose justo en frente de Tetsuya. Ahí en frente del chico se encontraba la cabeza de Akashi, del emperador, aquel que siempre había dicho que era un ser absoluto, la expresión en el rostro era de terror, sus ojos rojos estaban completamente abiertos demostrando el indescriptible horror que debió vivir. Kuroko no pudo mantener más la compostura y grito aterrorizado retrocediendo hasta chocar con Aomine y abrazarse a él en completo estado de pánico.
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡No veas eso Tetsu, No veas eso!
-¡Maldición, malditos demonios! ¡Cómo se atreven a hacer esto!
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡Kuroko, Cálmate, Cálmate! ¡Sencillamente no mires!
-No-che…
-¿Qué?
-¡Aomine, ahí arriba en ese árbol!
El moreno volteo y vio junto a Kagami a un hobbit el cual reposaba en las altas ramas de un gran árbol, la bestia tenia sangre en sus manos, su pecho y su boca, los miraba amenazadoramente con una gran furia, los chicos solo podían rechinar sus dientes de rabia y frustración mientras el más pequeño seguía llorando pegado a uno de ellos. El hobbit se alzó gasta quedar erguido para después pronunciar una palabra.
-No-che, No-che, No-che…Noche…Noche…¡NOCHEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!
La criatura rugió desafiantemente a los jóvenes para después saltar en una liana e ir de árbol en árbol alejándose de los humanos. Aomine y Kagami entendieron inmediatamente lo que sucedía, ese acto de traer la cabeza de su compañero era una declaración de una guerra, un aviso de lo que sucedería, un aviso de que vendrían al anochecer para acabar con todos ellos. Los chicos regresaron rápidamente al almacén llevando consigo a Kuroko el cual aún no podía separarse del moreno, estaba entrando en pánico y como no si justo enfrente de el quedo la cabeza de uno de sus compañeros.
-¡Tetsu, Tetsuya Reacciona por favor!
-¡Kuroko, Kuroko, vamos suelta a Ahomine!
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡Esto no está funcionando, solo se altera más!
-¡Dame un segundo tengo una idea!
Kagami fue rápidamente a donde tenían guardadas sus provisiones, lleno un vaso con agua y regreso de inmediato con los otros para lanzarle el agua en la cara al peliceleste el cual por fin dejo de llorar y alterarse, para solo ver con preocupación y consternación a sus compañeros.
-¡Kuroko Tetsuya, tienes que calmarte ahora!
-Pero, pero...Akashi
-¡Si lo sabemos perfectamente pero no podemos quedarnos a llorar! ¡No hay tiempo de lamentar a los muertos! ¡Tenemos un asunto más grave del cual hacernos cargo! ¡Y llorar como un niño pequeño no nos ayudara de nada!
-¡Bakagami tiene razón! ¡Ahora lo importante es prepararnos para el ataque!
-¡¿Y si mejor huimos?! Podría haber un lugar seguro, solo necesitamos hacer una balsa y después…
-¡Eso no nos será de ayuda Kuroko!
-¡Tetsuya piénsalo! ¡No hay lugar a donde ir! ¡Estamos atrapados aquí con esas cosas y tenemos que defendernos! ¡Salir huyendo nunca ha arreglado las cosas!
-¡¿Y qué esperan que hagamos?! ¡Ya vieron lo que le paso a Akashi! ¡Si el no pudo defenderse de ellos como podríamos hacerlo nosotros! ¡Estamos perdidos, Perdidos!
El chico solo dejo de gritar cuando sintió un profundo dolor en su mejilla izquierda, le costó procesar lo que había pasado, Kagami le había proporcionado un golpe en la cara para que dejara de gritar.
-Kagami-kun…
-Tetsu, no puedes ponerte así, no puedes dejar que esto te controle, ¿Tienes miedo? ¡Pues yo también! ¡No quiero morir para nada! ¡Pero si quiero seguir con vida entonces tendré que pelear! ¡Aomine igual! ¡Y tú también tienes que pelear ahora! ¡Si queremos seguir con vida no podemos huir, debemos afrontar el peligro juntos! ¡Y solo de esa manera es como podremos sobrevivir!
-…
-Ya han asesinado a varios de los nuestros, se creen superiores a nosotros como lo hizo mucha gente en nuestra vida diaria, pues igual que a ellos vamos a demostrarles cuan equivocados están, ¡Vamos a mostrarles que si ellos nos dan un golpe, nosotros lo regresaremos multiplicado por diez! ¡Vamos a destruir a esos malditos enanos asesinos! ¡Así que vuelve a ser tú mismo! ¡Muéstrale a todos de lo que en verdad eres capaz!
-…
Kagami le extendió una mano al chico el cual aún no podía reaccionar, Aomine también le extendió la mano quedando las dos enfrente de él. Kuroko tenía una gran temor, ahora sabía que Aoba en verdad jamás lo escucharía y que los dejaría morir a todos de una forma cruel, pero si había una forma de demostrarle que estaba equivocado lo haría, no podía dejar que un tonto deseo fuera el que decidiera su destino, el mostraría que solo él y nadie más que él era dueño de su propio destino, tomo las manos de sus compañeros y se juró a si mismo que si ellos lo protegían, el también haría hasta lo imposible por protegerlos. Ya era momento de ponerse en acción.