Capítulo 6: Cuídate de la Cigüeña
Los dos chicos continuaron caminando a través de los oscuros pasillos del museo platicando tranquilamente cuando de pronto el chirrido de unas puertas abriéndose les hicieron detenerse por un momento.
-¿Qué fue eso Kagami-kun?
-Descuida no debe ser nada, probablemente solo sean más ratas caminando por ahí y haciendo destrozos. Ven sigamos andando y alcancemos a los otros, o sino Akashi es tan capaz de intentar asesinarme de nuevo.
-No creo que él lo haga, además no es igual que antes. Pero de cualquier forma ese sonido me asusto.
-El museo esta vacío Kuroko, es seguro que cualquier cosa que se escuche podría asustar a uno. Pero no te preocupes, no debe ser nada.
-Es solo que, esas puertas eran pesadas, no sé cómo una rata podría abrirlas.
-Son Megaratas, seguro que pueden hacer eso y más.
-…supongo que tienes razón.
Los chicos continuaron avanzando sin percatarse que desde más atrás unos ojos los observaban mientras se alejaban. Cuando salieron el resto de los chicos ya los estaba esperando afuera del auto un tanto molestos o mejor dicho con envidia de que Kuroko pasara un momento a solas con Kagami.
-¿Qué estaban haciendo?
-Solo nos retrasamos Akashi, me quede distraído un segundo, Kagami no tiene nada que ver con eso, de hecho solo me acompaño para regresar a la salida o me habría perdido ahí dentro.
-¡Kurokocchi! ¡Si necesitabas que alguien te acompañara eso podría haberlo hecho yo!
-Kise, tú fuiste el primero en salir, ni si quiera te diste cuenta que me quede ahí.
-…Lo lamento.
-Kise-chin es muy despistado, ni siquiera se acordó de que Kuro-chin se quedó dentro, eso lo convierte en una muy mala persona para Kuro-chin.
-¡Claro que no Murasakibara! ¡Yo soy una gran persona para Kurokocchi! ¡Solo fue un pequeño descuido! ¡Si alguien es malo para el eres tú! ¡Siempre comes dulces, y con lo dulce que él es, un día lo podrías confundir con uno y comértelo! ¡Y eso jamás te lo perdonaría!
-Yo no me comería a Kuro-chin, pese a que se ve muy dulce.
-(Midorima) Hey ustedes dos ya dejen de discutir con cosas tan infantiles, en cualquier caso ambos son pésimas opciones, lo que Kuroko necesitaría es alguien responsable a su lado, no un par de niños gigantes.
-¡Midorimacchi!
-(Aomine) Estoy de acuerdo con él, y sin duda yo sería la mejor opción para cuidarlo y protegerlo.
-Me estaba refiriendo a mí. Soy más responsable que la mayoría de ustedes con excepción de Akashi.
-(Kagami) Por favor, si te quitan los lentes estas perdido, alguien con esa debilidad no podría protegerlo, necesita un guardaespaldas fuerte dispuesto a salvaguardarlo, ósea yo.
-¡Podrían dejar de discutir sobre mi como si no estuviera aquí! ¡No necesito que nadie me cuide y proteja, eso yo puedo hacerlo solo! ¡Ni que fuera un niño indefenso! Compórtense maduramente por una vez.
-Pero Kuroko, es que eres muy indefenso. No creemos que puedas defenderte tú solo honestamente.
Antes de que se dieran cuenta Kuroko pareció desaparecer y todos sintieron uno tras otro un piquete en las costillas que los hizo caer al suelo, cuando regresaron la vista hacia arriba vieron a su amigo con una cara un tanto molesta.
-¿Decías?
-Muy bien…puede que me haya equivocado un poco.
-…ah…levántense ya y suban al auto, aún tenemos que regresar a casa.
Los chicos un tanto adoloridos comenzaron a levantarse con dificultad para ingresar uno por uno, sin duda la apariencia del menor era engañosa, aunque quizá eso fue una de las cosas que los había enamorado del chico en principio. Cuando Kuroko se disponía a subir al asiento del copiloto, noto que en la entrada del museo estaba la réplica de la cigüeña viendo en su dirección, lo que le pareció raro ya que no recordaba que hubiese una ahí. El llamado de Akashi lo hizo olvidarse de ella y después subió.
-¿Todo bien Tetsuya?
-Sí, o bueno eso creo.
-¿Kurokocchi vio algo?
-Es solo que no sé lo que vi, amigos cuando entramos al museo ya estaba en la entrada esa…
Antes de terminar su frase un fuerte impacto en el capo del auto lo hizo mirar en su dirección, solo alcanzaban a ver una largas patas y unos pies de aves con grandes garras. La criatura descendió del capo hasta quedar de frente al auto, revelando su verdadera identidad, era la gran cigüeña con el pico gigantesco, de plumaje negro en la parte superior, blanco en la inferior y la cabeza calva de color rojo, que habían visto en el museo y ahora esta se encontraba mirándolos fijamente.
-Akashi…
-También la veo Tetsuya…
-(Aomine) ¿De dónde diablos salió esa cosa?
-(Kise) Y aún más importante ¿Qué es lo que quiere? Midorimacchi, tu tomaste foto de los letreros en el museo, revísalas ahora.
-Ah sí en seguida, veamos que dice, la cigüeña gigante Leptoptilos robustus…
-(Kagami) ¡Midorima en español!
-Oh claro, claro, a bla bla bla, un ave gigante que se cree se alimentaba de ratas y carroñas, además de animales pequeños, bla bla bla se sospecha podría ser depredador de los hobbits. Bla bla bla, criatura agresiva, se cree seguía a sus presas hasta atraparlas.
-(Mura) Si come animales pequeños ¿Por qué nos mira de esa manera?
-(Aomine) No a todos, diría que solo está mirando a uno.
Kuroko entendió la indirecta y se inclinó un poco comprobando que la cigüeña lo seguía con la vista. Lo hizo del lado contrario y el resultado fue el mismo, todo indicaba que esa ave había puesto sus ojos sobre el chico. Akashi al percatarse de eso sabía que su amigo estaba en grave peligro, lo noto al ver su mirada nerviosa, por lo que debían irse de ahí lo antes posible.
-Akashi-kun…
-Tetsuya, sostente bien.
-¿Qué vas a hacer?
-Eliminar a esa maldita ave.
Akashi encendió el auto y después arranco a gran velocidad contra el ave esperando atropellarla, sin embargo antes de lograrlo esta esquivo el auto con facilidad dando un gran salto, el auto dio media vuelta mientras el sonido de los frenos provocaba un fuerte chirrido, todos se sacudieron debido al violento movimiento, cuando termino estaban alterados buscando al ave.
-¡¿Dónde se metió esa cosa?! ¡¿Puedes verla Bakagami?!
-¡Para nada Ahomine! ¡No entiendo esa cosa tiene la altura de Murasakibara! ¡No desaparece así porque si!
-¡Tetsuya! ¿Te encuentras bien? ¿No estas lastimado?
-Descuida Akashi, estoy bien, no tienes de que preocuparte.
-Me alegro, no me lo perdonaría si algo te pasara.
-Tranquilo, no pasó nada, además parece que esa ave, ya se fue…¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡Tetsuya!
-¡Kurokocchi!
La gigantesca ave apareció de la nada y con su pico rompió la ventana del copiloto donde estaba Kuroko aprisionando su brazo izquierdo, junto con parte de su cuerpo para después intentar con gran fuerza sacar al chico del auto. Akashi y los otros reaccionaron de inmediato jalando a Kuroko de su lado en un intento de evitar que se lo llevara, aun así la fuerza del ave era mucha, lo que más le ayudo era que el cinturón del auto seguía manteniendo al chico en su lugar, pero esto no evitaba que entrara en pánico y gritara tratando de liberarse.
-¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡AYUDENME! ¡AKASHI AYUDAME! ¡POR FAVOR! ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! ¡NO DEJES QUE ME LLEVE!
-¡TETSUYA! ¡TETSUYA! ¡IDIOTAS HAGAN ALGO!
Kagami fue el primero en reaccionar y abrió la puerta del copiloto, debido a la fuerza el ave fue empujada por esta soltando a Kuroko el cual seguía gritando, los mayores bajaron del auto y comenzaron a lanzarle al ave todo lo que encontraban en el suelo, pese a los golpes de piedras y ramas esta no se dejaba intimidar, abría sus gran pico tratando de infligir terror a su amenaza, el ave decidió que se había hartado por lo que con ayuda de sus patas aventó a Kagami y Aomine, con su pico pesco a Kise de un brazo para lanzarlo contra Midorima y Murasakibara. Cuando sus oponentes se vieron neutralizados volvió a fijar su vista en su presa, Kuroko y Akashi seguían en el auto, mirando aterrados a la criatura que seguía acercándose.
-¡Akashi no dejes que me lleve! ¡No me dejes por favor!
-¡Tranquilo Tetsuya no dejare que te haga daño!
-GRAAAAAAAAA.
El ojo de Akashi cambio de color al percatarse de algo importante, ya tenía un plan, abrió la puerta del piloto saliendo, pero dejando a Kuroko encerrado, el menor no podía creer lo que había hecho su amigo, lo había abandonado a merced de esa bestia que intentaba matarlo. Trato de salir del auto pero la puerta estaba trabada, el ave seguía acercándosele amenazadoramente con el pico abierto listo para volver a arremeter contra él, metió su cabeza dentro del auto mientras el otro intentaba desesperadamente alejarse de él, justo cuando sentía que todo estaba perdido vio a Akashi alzando un gran vidrio de los que se habían roto para después cortar con este el cuello del ave, esta al sentir el dolor rápidamente salió de ahí, moviéndose frenéticamente por todos lados mientras la sangre se derramaba rápidamente. Pronto esta cayó al suelo muriendo, el resto de los chicos no se creían lo que acababa de pasar, Kuroko seguía en shock hasta que vio la mano de Akashi extendida frente a él.
-Tranquilo, ya paso, sal conmigo.
-Akashi… ¡Akashi!
El chico salió abalanzándose sobre el pelirrojo con un gran abrazo mientras lloraba, los demás al ver eso sintieron un poco de celos pero lo dejaron de lado tras lo que había sucedido.
-Tranquilo, ya paso, ya paso, todo está bien.
-Estaba muy asustado…pensé que me habías dejado…
-Nunca hare eso, descuida yo te protegeré siempre.
Solo en ese momento el ojo de Akashi volvió a la normalidad y noto lo que había hecho, era verdad que había sido amenazante antes, pero nunca se creyó capaz de acabar con la vida de alguien o de algo, aunque dada la situación no le importo mucho. Todos se acercaron a ver a Kuroko y solo entonces se percataron de que el chico estaba herido de un brazo, probablemente donde el ave lo sujeto y jalo repetidamente.
-(Midorima) Tenemos que tratar esa herida. No podemos dejar que se infecte.
-(Aomine) No muy lejos de aquí hay un hospital, seguro que si vamos ahí podremos conseguir lo necesario.
-Akashi…quiero volver a mi casa…
-Tetsuya no está en condiciones de ir a ningún lado en este momento, tenemos que regresar ahora.
-Pero las heridas de Kurokocchi.
-Iremos a la casa ahora, luego iremos al hospital por lo que necesitemos, ahora hay que protegerlo.
El grupo concordó con el otro, por lo que regresaron al auto, Midorima condujo en esta ocasión mientras Akashi viajaba atrás siguiendo abrazando a Kuroko, Kise viajaba en el copiloto y cuando se estaban alejando vio nuevamente el cadáver de la cigüeña tirado, las ratas ya se estaban aproximando empezando a hurgar en el cuerpo, esa visión se le hizo repugnante pero también le mostro cuanto estaban cambiando las cosas, ahora estaban en un mundo salvaje el cual traería innumerables peligros.