Capítulo 2: Misterios Creciendo
-AAAAA que bien dormí. Bueno, es momento de levantarse.
Kuroko se arregló y ordeno su habitación, para después bajar a desayunar con sus padres, su madre le encargo ir a una tienda cercana para comprar las cosas del almuerzo a lo que el accedió sin ningún problema, cuando salió de su hogar y tras cerrar la puerta fue que noto algo completamente extraño. Ahí en la acera había surgido una pequeña planta de una grieta.
-¿Qué? ¿Pero cuando paso esto? Anoche que regrese no había siquiera una grieta, no entiendo cómo es que pudo haber pasado tan rápido. Bueno, lo mejor será solucionar esto ahora que puedo.
Kuroko se agacho y sin ninguna dificultad arranco la pequeña planta.
-Listo, lo lamento pero no puedes crecer en ese lugar, después le diré a papa que hay que resanar esa parte, no pueden seguir creciendo plantas ahí.
Kuroko tiro la planta en el cesto de basura y continuó su camino hacia la tienda. Ya una vez ahí se dispuso a comprar todo lo que le habían encargado, si bien esto lo mantuvo distraído por un rato, repentinamente se acordó del chico que había conocido la noche anterior.
-(Ese Aoba, ¿Cómo es que supo mi nombre? No creo haberlo visto antes en mi vida, tampoco parecía ser de alguna escuela que haya participado en las competiciones, sin duda que es extraño, ¿Qué habrá querido decir con eso de que mi deseo se cumplirá el lunes? Por más que intento no entiendo nada de eso, menos aún como es que surgió esa planta esta mañana, no creo que sea posible que ambos hechos en verdad estén relacionados, aunque…el mundo suele ser más pequeño de lo que parece).
El chico termino de conseguir lo que buscaba para después pagarlo y salir de la tienda. En su camino vio a unos niños que estaban jugando básquet en una cancha e inevitablemente recordó a todos sus compañeros.
-(Creo que he sido muy duro con ellos, no debí comportarme de esa manera, sé que no era su intención pero consiguieron hacerme enfadar, además se suponía que sería mi tarde libre, aunque a final de cuentas…yo mismo me comporte como un ogro el día de ayer… lo mejor será que me disculpe con ellos la próxima vez que nos veamos).
Tras llegar a su casa dejo las compras en la mesa y saco de las bolsas un sobre de comida para perro que había comprado para Nigou, normalmente el perrito llegaba en cuanto escuchaba que alguien tomaba su plato de comida pero en esta ocasión no lo hizo, pareciéndole raro Kuroko comenzó a buscar a Nigou, a veces el perrito se dormía en su cuarto pero tras revisar no estaba ahí, reviso en el resto de la casa sin éxito, tras preguntar a sus padres estos dijeron que tampoco lo habían visto. Preocupándose salió a buscarlo pero al salir a la calle noto algo que lo dejo impactado, la planta que había arrancado más temprano había vuelto a crecer. Reviso en el cesto y está ya no estaba ahí, sin entender bien lo que pasaba solo volvió a arrancarla y tirarla.
-Algo muy extraño está pasando.
Paso el resto del día buscando a su querida mascota sin ningún éxito, incluso pensó en llamar a sus compañeros para pedir ayuda, pero supuso que seguirían sentidos con él tras su comportamiento así que no lo hizo. Sin ningún éxito en su búsqueda regreso muy decepcionado ya al anochecer. Esa noche le costó mucho poder dormir ya que no podía evitar pensar en lo que le pudo haber ocurrido a su querida mascota. Al siguiente día pensó en ir a revisar una vez más y nuevamente al salir de su casa se encontró con la misma planta que había vuelto a crecer, ya un tanto molesto solo la arranco y la tiro azotando la tapa del cesto. Mientras buscaba por un parque vacío noto algo que le causó cierta intriga.
-Qué extraño, por lo general hay muchos pájaros en este parque, siempre los escucho cantar pero, ahora parece que no hubiera ninguno. Y ahora que lo pienso, también hay mucha gente que pasea a sus perros aquí, pero hoy no hay ninguno. En definitiva, parece que algo muy malo está pasando, primero Nigou y ahora el resto de los animales.
Tras un día sin éxito regreso otra vez hasta tarde a su hogar y nuevamente ahí estaba esa pequeña planta afuera de la entrada. Se volvió a agachar para quitarla sin entender como esa planta aparecía una y otra vez. Aunque aún hubiera raíces ahí le tomaría mucho tiempo volver a crecer, no unas pocas horas. El chico ceno claramente desanimado y preocupado por todos esos sucesos, le dijo buenas noches a sus padres y de dispuso a ir a dormir. Cuando lo estaba haciendo recibió un mensaje por parte de Kagami.
-[Hey Kuroko buenas noches, solo quería decirte que lamento mucho lo ocurrido el otro día en el museo, queremos compensártelo, así que si te parece bien mañana quisiéramos llevarte a un buen restaurante, iré a verte en la mañana para irnos juntos a la escuela, el resto de los chicos nos vera a la salida, que descanses]
-Kagami-kun…si tan solo tú y los demás supieran todo lo que me pasa ahora, no creo que sea buena idea ir a un restaurante lujoso para olvidarlo, aunque quien sabe, tal vez eso me ayude a despejar mi mente un poco. Además será una buena oportunidad para disculparme con todos.
El chico apago la luz y prosiguió a acostarse, cuando se cubría con las mantas y en plena oscuridad fue que volvió a recordar a Aoba y miro por la ventana de su habitación a la luna.
-(Ese sujeto dijo que mi deseo comenzaría mañana, aun no entiendo que quiso decir con eso, seguramente solo era un charlatán, pero…por qué presiento que algo muy importante va a pasar).
Kuroko se volteo dándole la espalda a la ventana, la noche en la ciudad parecía como cualquier otra, pero entonces las luces comenzaron a parpadear por todas partes y después uno por uno diferentes sectores de la ciudad quedaban a oscuras, las luces continuaron apagándose hasta dejar a la ciudad sumergida en la oscuridad, los autos también se detuvieron e igualmente su luces se apagaron, en solo unos minutos la gran ciudad había quedado en completo silencio.
El lunes llego con una bella mañana soleada. Kuroko se levantó un poco mejor y tras arreglarse fue a la sala donde seguramente su madre ya había dejado el desayuno. Sin embargo al llegar ahí, no estaban sus padres y no había ningún plato servido, eso le pareció muy extraño ya que siempre se levantaban antes que él, pensando que quizá se quedaron dormidos fue a su habitación, pero no estaban ahí, la cama estaba tendida como si nadie la hubiese usado. Aún más desconcertado regreso nuevamente a la sala y los llamo.
-¿Mama, Papa? ¿Dónde están?... ¿Qué está pasando? Ellos nunca se irán sin dejar una nota o sin avisarme, pareciera que ni si quiera han estado aquí, será mejor que los llame.
Al intentar marcarles su celular le indico que estaba fuera del área de servicio, lo cual no era posible ya que estaba en plena ciudad, intento encender el televisor pero este no funciono, trato de prender la luz pera tampoco prendieron los focos.
-¿Qué está pasando? ¿Por qué no funciona nada? ¿Dónde están mis padres? Bien lo mejor será no alterarme, Kagami-kun no debe tardar en llegar, lo mejor será desayunar algo y prepararme para la escuela, es cierto hoy los veré a todos, quizá pueda pedir su ayuda para encontrar a mis padres.
Kuroko comenzó a cocinar su desayuno y también su almuerzo, una vez que termino de comer, se dispuso a salir y cuando lo hizo, la pequeña planta ya estaba ahí de nuevo, solo que esta vez no era solo un pequeño tallo con hojas, ahora era un poco más grande y había crecido una pequeña flor roja la cual no pudo identificar.
-¿Una flor? No se parece a ninguna que haya visto aquí, más bien pareciera ser…exótica.
-¡Hey Kuroko!
-Ah Kagami-kun
-Me alegro de verte, ¿Cómo amaneciste?
-Pues no muy bien en verdad.
-¿Oh una pesadilla?
-Ya quisiera eso, es solo que desperté y mis padres no estaban en casa, además los días pasados note cosas extraños, Nigou desapareció y parece que también mas animales. Ya trate de llamar a mis padres pero no he tenido éxito.
-Piensas que eso es raro, se nota que no has salido de casa.
-¿Qué quieres decir?
-Solo guarda silencio y escucha.
Sin saber muy bien porque su compañero le pedía eso sencillamente accedió, dándose cuenta que no había un solo ruido en ninguna parte, no se escuchaban autos, ni el bullicio de la ciudad, no se veían aviones en el cielo y tampoco se veía a ninguna otra persona.
-Kagami-kun…
-¿Ahora lo entiendes?
-Es que acaso todo mundo desapareció.
-Eso es lo que creo, desperté esta mañana sin luz y al salir de casa no había autos y tampoco nadie en ningún lado, de hecho eres la primer persona que veo en lo que va del día.
-… ¿Qué?... ¿Qué?
-No sé tú, pero siento que algo extraño está pasando.
-¿Algo extraño? Los últimos tres días esa pequeña planta ha aparecido una y otra vez por más que la he arrancado, no entiendo cómo es posible.
-¿Lo dices enserio?
-Yo no suelo mentir y bien que lo sabes.
-Cierto…mira…no sé tú, pero quizá deberíamos ir a Serin, puede que encontremos a alguien en la escuela, el resto del equipo ya debe estar ahí.
-Claro… muy bien, vayamos haya.
Los dos chicos siguieron su camino habitual, pero no encontraban absolutamente a nadie solo había un silencio sepulcral, al llegar a una calle que siempre estaba muy transitada a esa hora su sorpresa fue mayor al verla completamente vacía. No había un solo auto más los que estaban estacionados, notaron que los semáforos tampoco estaban funcionando lo cual no era un problema dada la situación, por lo que prosiguieron su camino muy nerviosos por lo que estaba pasando. Al llegar a Seirin esperaban ver a más estudiantes llegando tarde como ellos, lo cual fue lo contrario, la reja estaba abierta pero no había un solo alumno, los dos entraron y recorrieron los pasillos de la escuela, notaron que las aulas estaban vacías, ni profesores ni estudiantes estaban en ellas, solo eran salones perfectamente ordenados. Al llegar al suyo la situación fue igual, no había una sola persona.
-¿Qué está pasando Kagami-kun?
-No lo sé Kuroko.
-¿Dónde están todos?
-¡Que no tengo idea! Disculpa que te gritara, mira vayamos al gimnasio, tal vez los senpais estén ahí.
-De acuerdo.
Al entrar al gimnasio este estaba igual de vacío que el resto de la escuela, Kagami grito el nombre de sus compañeros esperando una respuesta, pero solo se escuchaba la respiración de ambos chicos.
-No entiendo, ¿Por qué no hay nadie?
-Ya se, Kagami podría llamarlos y ver si contestan.
-Ah claro, solo dame un minuto.
Tras marcar los números el celular le indico que estaba fuera del área de servicio.
-¿Nada?
-Nada Kuroko, no puedo contactar a ninguno.
-¿Qué vamos a hacer Kagami-kun?
-No lo sé, pero mira, no tiene caso quedarnos aquí, si no hay nadie, lo mejor será salir de la escuela e ir a la ciudad, más específicamente a la estación de policía, debe haber alguien en algún lado.
-Está bien, tienes razón.
Cuando ambos chicos estaban dirigiéndose a la salida notaron que había una persona más ahí comenzaron a correr para ver quién era y se toparon con una persona que no era la preferida del mayor debido a cierto incidente.
-¡Akashi!
-Hola Tetsu, hola Kagami.
-Akashi…¿Qué estás haciendo tu aquí?
-Bueno me estaba hospedando en un hotel debido a la salida de hoy, pero esta mañana al pedir servicio a la habitación nadie contesto, al bajar no había nadie en recepción y tras salir me he topado con que la ciudad parece estar completamente vacía. He venido aquí más que nada para asegúrame que Tetsuya estuviera bien.
-Bah, típico de ti.
-Me encuentro bien Akashi no tienes que preocuparte, pero volviendo a lo que decías, ¿Entonces no has visto a nadie?
-Absolutamente nadie, inclusive trate de llamar a la policía, bomberos, llame al aeropuerto y trate de comunicarme con mi padre, pero nadie contesta.
-¿Esto se está poniendo más extraño Kuroko?
-Lo sé, pero estaba pensando…Akashi-kun está aquí, eso significa que tal vez…
-¿Qué tal vez qué?
-Tengo que hacer una llamada.
-Pero los teléfonos están muertos.
Kuroko marco un número y luego el celular de Akashi comenzó a sonar.
-¿Le has llamado a este sujeto?
-Más que nada comprobaba mi teoría.
-¿Teoría? ¿De qué hablas Tetsuya?
-Me parece mucha coincidencia que todo mundo haya desaparecido, pero nosotros continuemos aquí, aun debo llamar a más personas.
-¿A quiénes Kuroko?
-…Al resto de los Milagros.