Las noches eran solitarias, siempre. Desde el día en que murieron sus padres, Genos había pasado sus noches en cuartos oscuros y ligeramente ventilados con nadie a su lado. A pesar de que Kuseno, el doctor Bofoy y Drive knight le hablaban de vez en cuando, era lo mismo, siempre estaba en solitario. Cuando vivía en ciudad C, Genos tenía la costumbre de hablar con el doctor antes de irse a dormir, apagar todo y entrar en estado de recarga; lo siempre, solo.
Sin embargo, esa noche tras despedir a Dotei, Genos miró por la ventana hacia la zona que Mumen le había comentado, y por alguna razón se sintió acompañado, y seguro, como cuando estaban sus padres con vida en aquella pequeña villa rural en la vivía. Para Genos era una situación particular.
Por los 3 kilos y medio de carne de cerdo que aun quedaban en su congelador, Genos presentía que quizás Taisho había tomado de forma muy literal eso de hacerse parte de la manada. Aunque entendía que Taisho era un cuervo, y probablemente no comprendía cuando se le hablaba de manera metafórica. Genos pensaba aquello de manera detenida. Probablemente le había agradado al monstruo, por eso se daba el lujo de darle ese título y generar esa afinidad con el cyborg.
Pero, tenía que recordar lo fundamental. Taisho era manso y muy perezoso si, pero aun seguía siendo una criatura cuyo nivel aun no estaba medido, por lo que algunos estimaban que rayaba en el de Dios. La gente seguía temerosa a que llegara el día en que se "cansara de ser bueno", pues hasta ahora no existía máquina o persona capaz de hacerle frente. ¿Era plausible para el darse esa confianza con un kaijin que, estaba estimado, podía destruir el planeta cualquier día de la semana sin que nadie pudiera detenerla? Genos lo pensaba, y lo pensaba detenidamente.
La bestia se podía domar, eso creía.
Le había tomado cariño, ¿era eso bueno?
Su poder era inigualable y la fuente de dichas capacidades se mantenía como un misterio. Nadie hasta ahora sabía de donde había salido Taisho.
-¿Pero que eres?- exclamó al viento.
Era su primer día en la ciudad y ya quería saber más del ave. En la mañana proseguiría.
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-¿Eh? ¿Quieres que te cuente como fue la primera vez que vimos a Taisho en la ciudad?-
Genos estaba friendo unos huevos mientras hablaba con Mumen por teléfono. Si quería averiguar más de ave tenía que iniciar desde el principio.
-Si, no escatimes en detalles- le dijo al ciclista mientras sostenía el aparato con su hombro y la sartén en el otro -Quiero saber esa información para guiarme en algo dentro de mi investigación, quizás un sitio de donde haya venido, o algo que me de una pista de por que un pájaro gigante podría tener tanta fuerza-
-Mira, no estamos seguros de donde llegó exactamente o donde se hizo una urraca superdesarrollada, pero creemos que llegó de los bosques-
-Kion, ¿con quien hablas?- se escuchó una voz en bajo tono que Genos reconoció rápidamente.
-Oh, es Genos, ¿quieres hablar con el?-
-Ya luego-
-Mumen, ¿está Tatsumaki en tu casa?-
-Emh, ah, si... si lo está. Siempre llega a mi casa cuando se va a enfrentar al cuervo, ¿sabes? Es que era el único lugar donde vivía alguien de la asociación antes de que llegaras tu- dijo nervioso el chico -Bueno, como sea, ¿cual era la pregunta inicial?-
-Si Mumen, ¿cuando fue la primera vez que vieron al cuervo en la ciudad?- volvió a preguntar Genos mientras un mosquito entraba por su ventana. Genos lo aplastó.
-Pues veras, fue hace dos años y medio, en el mes de Mayo, creo, cuando recién habían innagurado el domo del estadio. La obra había sido iniciada como centro deportivo, pero terminó como refugio. Más o menos por esas fechas hubo como una especie de explosión en la población de monstruos en la ciudad. Teníamos como 2 o 3 ataques diarios de criaturas tipo tigre y lobo, todo un caos...-
Genos escuchaba atento, pero fue interrumpido por otro mosco que entró junto con el segundo. El chico lo aplastó y siguió en el auricular.
-... Un buen día de lluvia, como si no hubiéramos tenido suficiente, un kaijin que se hacía llamar el rey marino apareció junto con una panda grande de peces medio humanos y atacó el centro de la ciudad. Bastante fuera del nivel de costumbre, vaya a decir, creo que era de tipo demonio o aun más. Causó destrozos por todos lados, se tuvo que llevar a la población a refugiarse en el domo. A pesar de que mandaron a Stinger, y que junto con lo hermanos Tanktop pudimos contra los otros peces, el Rey marino fue demasiado para nosotros y casi nos mató a todos ese día-
-¿Y Bang?-
-No se enteró hasta que fue tarde. Le habían mandado a cubrir una emergencia grande en ciudad E, y de alguna manera, la asociación desvió la atención y desestimó la emergencia que teníamos aquí para que este se concentrara en su trabajo. No creo que te tenga que decir que eso lo puso furioso. Cuando llegaron las reclamaciones a la asociación por parte del abuelo Silverfang y del alcalde de ese entonces, obviamente todos los funcionarios se lavaron las manos, culpándose los unos a lo otros por haber dado esa mala orden. Lo más que hicieron fue pagarme mis gastos médicos- comentó Mumen con cierta tristeza -Fue en esos días que mi abuela le agarró odio a los de la asociación-
-Eso... no suena bien- no, de hecho no sonaba bien, ¿estaba Mumen hablado en serio? ¿Como había sido posible que la gente del lugar para el que trabaja hubiera hecho algo así? ¿Y por qué? -¿Y fue ahí donde vieron a Taisho por primera vez?-
-Si-
Otro mosquito se metió y Genos lo aplasto de vuelta. Así el chico fue al balcón, comenzando a preguntarse de donde salían tantos.
-Continua, por favor- le dijo a Mumen mientras miraba para ambos lados buscando de donde salían los mosquitos.
-Cuando el Rey marino y los restantes de su horda estaban a punto de matarme, llegó Taisho. Se paró enfrente del Rey marino, sacandole como 2 o tres cabezas al pescado. Recuerdo que el Rey marino le dijo al cuervo que se fuera a buscar su propia comida, y en eso, Taisho se lo comió...-
-¿Que? ¿Se lo comió?-
-Pues si, así nada más. Le puso la pata encima del cuerpo, y mientra el rey marino chillaba para que lo soltara, abrió ese pico lleno dientes que tu ya has visto y lo partió a la mitad en un baño de sangre sumamente asqueroso. Y lo que siguió a eso no fue más agradable de ver. Los otros peces trataron de huir, pero Taisho se fue detrás de ellos y se los fue tragando de uno en uno. Era un coro de gritos. Entre la gente horrorizada y los peces pidiendo auxilio... Bueno, nada lindo el espectáculo-
De repente, a Genos se le paró un mosquito, luego otro y luego otro. Genos miró hacia arriba y siguió buscando por donde salían. ¿Habría una tubería abierta o agua estancada en algún lado?
-¿Y que hizo después?- preguntó el chico, iendo a apagar sus huevos.
-¿Después de la masacre? Nada en realidad. Se paró al frente mió, nos graznó y se fue-
-...¿Es en serio?-
-Si, creímos que iba a comernos, pero, solo hizo eso. Tras ese día, venía como dos o tres veces a la semana a comer monstruos y fue cuando se hizo la alharaca de su presencia. Atacarlo resultaba infructífero, llamar su atención resultaba un error, y llegaba todos los días acompañando de más y más bestias, creo que eso ya te lo sabes. Si al principio eran solo Black Seed y Overgrown Rover quienes estaban con el, de forma repentina comenzaron a llegar los proxis, luego los centipodos y así- cometó -Gracias a eso la ciudadanía tiene una especie de relación amor/odio con esa cosa. Por un lado tiene a los habitantes muertos del miedo, por otro, hay cierta sensación de alivio cuando hay un monstruo grande y llega con toda su horda a comer-
-¿Y que hay de ti?-
-¿Uhm?-
-¿Que opinas de el?-
-¿Yo? Eh, bueno, te eh de confesar algo. Yo ya sabía que era manso; no entendemos como es que la asociación no se dio cuenta de eso hasta ahora. Zenko lo ha acariciado y eso...-
-Espera. ¿Se han acercado a el?-
-Muchas veces si, a el, a Overgrown Rover y a Black seed, que son los únicos capaces de identificarnos. Puedes decir que lo veo como un, ¿colega? No se. Pero por favor, no se lo digas a Tatsumaki, le tiene grima a ese pájaro por una serie de razones que creo que tu ya te imaginas-
-¿Y por que no reportaron eso?-
-¿Crees que no lo había intentado? No se por que demonios cada que mandaba reportes se traspapelaban o se perdían, así que deje de hacerlo. Tengo la sospecha de que nadie quería sacar a relucir el tema por que les daba, no se, vergüenza admitir que el problema se podía solucionar de una forma sencilla antes de que creciera. Ahorita con tantos monstruos en la ciudad y sin nadie para protegerla, el asunto es más complicado que solo matar al pájaro, ¿sabes?-
Oh.
Genos estaba comenzando a sospechar que el asunto del ave tenía algo más que solo el hecho de que la asociación había desatendido a la bestia por 2 años y medio. Al parecer se trataba de una red de mentiras iniciada por negligencia. Por eso era que, hasta que llegó el, medio mundo se encontraba tan apurado en convertir la ciudad en zona de desastre; estaban buscando esconder sus errores de manejo debajo de un tapete para que el resto de las ciudades no los viera y Taisho solo era una excusa para hacerlo.
Esto no solo estaba comenzando a molestarlo, si no a perturbarlo. ¿Cuanta gente inocente había padecido por mantener una imagen? Genos necesitaba más pistas de eso, pero se iba a encargar de hacerlo luego, primero debía de resolver su problema de domar a Taisho, luego se encargaría de observar que fue lo que conllevó a que lo usaran como un chivo expiatorio para hacer a un lado los malos manejos de la asociación.
-Oye Genos-
-Mande- dijo saliendo de sus cavilaciones.
-¿Ya notaste que hay una nube negra por allá en tus rumbos? Pero no se mueve. Creo que es una concentración muy grande de algo en tu puesto. ¡Oh por Dios, dime que no son Proxis!-
-No, parece que son mosquitos-
-¿Mosquitos?-
-Si, ¿es muy grande la nube?-
-Genos, es visible desde aquí, y vivo a dos manzanas de tu casa. ¡Deben ser cientos de millones!-
-Lo se. Tu y Tatsumaki quédense ahí, iré a investigar y les llamó luego-
-Oye Genos, espera, deberíamos de...-
Genos le colgó a Mumen, y salió de su casa siguiendo el rastro de mosquitos que iban de uno en uno hacia la afueras de la zona habitada.
Genos corrió por un lugar donde los edificios se notaban aplastados, los escombros tapaban partes de la carretera y la basura de todo tipo se había concentrado. Algunos grafitis se miraban aquí y allá, pero no había rastro de que el lugar estuviera habitado de forma permanente. Los órganos auditivos de Genos escucharon el zumbido de los mosquitos arriba de su cabeza, solo para seguir caminando y encontrar una cantidad horrenda de cadáveres secos de perros y gatos callejeros, así como ratas muertas que yacían tirados uno detrás de los otros.
-¿Que demonios ha pasado aquí?-
Una pequeña risilla se escuchó cercano a el, y los mosquitos la siguieron. Notado eso, hizo de sus mejores facultades de espionaje para caminar con precaución. Así, terminó tomando un pedazo de concreto como refugio para que no lo vieran, y pudo .
-Awwww, pero si eres una sabandija. Una sabandija adorable, pero una sabandija al final. No se por que hubo tanto problema para encontrarte-
¿Era eso un kaijin? ¿Era eso una dama? No, era la combinación de los dos. Se trataba de un mosquito gigante con un cuerpo sensual, los labios pintados de rojo y unos enormes ojos cafés, el cual estaba flotando mientras movía sus alas con suficiente fuerza para levantar el polvo del piso.
Sin embargo, Genos estaba mas consternado por el civil estaba con ella, sentando en un pedazo de concreto junto con un cachorro negro. El pobre diablo en cuestión era un sujeto con un remera roja de los bulls y un pantalón de mezclilla. Quizás lo que más contrastaba de el era que tenía la cabeza tan a rape que se notaba brillosa como una bola de boliche, o tambien el hecho de que estaba descalzo. Pero llamaba más la atención lo poco inmutado que se mostraba ante el mosquito gigante que le estaba amenazando.
-Si vienes conmigo, no te comeré- le dijo la dama burlonamente -Levanta los brazos y nos vamos-
-Oye- exclamó Genos, al darse cuenta de que iba a secuestrar al civil -¿Que crees que estas haciendo?-
El extraño en cuestión, al verle, le sonrió a Genos y lo saludó con la mano derecha, mientras el cachorrito negro movía la cola emocionado. ¿Acaso conocía a ese hombre calvo de algún lado? Genos no recordaba a ese sujeto. La chica mosquito solo comenzó a reír al ver la escena y se puso al frente del hombre de nueva cuenta.
-Oh, miren eso, parece que alguien más vino por ti-
-¿Que planeas hacerle a ese hombre?-
-¿Hombre? Jajajaja, eso de ahí no es un hombre, la casa de la evolución lo va a reclamar como su propiedad. Y lo que planean hacer con el no es nada que te importe, pedazo de chatarra-
Otra vez ese nombre, la casa de la evolución. ¿Quienes eran esos? Daba lo mismo, debía de rescatar al civil.
-Aléjate de ese civil antes de que...-
-¿De que tarado? ¿De que me destruyas? ¡Eso está por verse! ¡Mátenlo!-
Una nube negra de mosquitos cubrió a Genos en un instante. El joven simplemente levantó el cañón y dijo.
-Insinerate-
La chica abrió los ojos de par en par al ver que la horda de mosquitos moría calcinada. El sujeto de la remera de los Bulls aplaudió y el cachorro ladró, la chica mosquito gruño.
-Ya que importa, no te muevas de aquí- le dijo al calvo.
La dama fue con toda la fuerza de sus alas contra Genos. El logró detener con destreza todos los golpes de la chica, haciendo a un lado las afiladas garras de sus manos y contrarrestando cada zarpaso con su cuerpo metálico. Así, la chica mosquito hizo un medió círculo volando, sacando su aguijón. Se lanzó contra Genos desde el cielo a una enorme velocidad, y el cyborg apenas pudo esquivarla, recibiendo una abolladura en su brazo derecho. Pero eso no lo detuvo, siguió evadiendo los ataques del monstruo con varios proyectiles de fuego, los cuales ella sonsacaba con su velocidad.
Fue así que en una media vuelta de ella, Genos tomó la delantera y le arrancó las piernas, dejándolas tiradas al lado del chico calvo.
-Te recomiendo que tomes a tu perro y corras- le dijo al hombre -Esto se puede poner peligroso-
-Oh no, la bola de billar no va a ningún lado- fue así que un grupo de mosquitos comenzó a rodear al calvo -No creas que por que tienes cierta ventaja sobre mí me haz ganado, no eres más que un pobre diablo y te lo voy a demostrar-
La chica mosquito se elevó en el cielo, para sorpresa de ambos; fue de esa manera que mosquitos de todos lados comenzaron a hacer un enorme esfera alrededor de ella.
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Mumen Rider trató varias veces de comunicarse de vuelta con Genos, hasta que Tatsumaki le dijo que dejara la situación por la paz, y que "si el demonio cyborg quería encargarse solo de un asunto, debía dejar que se encargar solo de un asunto". Así, volviendo a su rutina dejó las pesas en el balcón, se secó un poco el sudor y le dió un sorbo al café que estaba tomando. Sin embargo, al ver a los insectos, lo escupió.
-¿Que pasa Kion?- le preguntó su abuela, quien estaba jalando los futones afuera para quitarles el polvo.
Mumen apuntó hacia afuera y doña Nagato miró la nube gigante
-Hay caramba. Dime por favor que no hay nadie conocido en esa área-
Mumen miró a su abuela con unos ojos horrorizados.
-Me lleva la... Tatsu-chan, hija, tienes que venir a ver esto-
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-Esto no se ve bien. Vaya y refugiese- le dijo Genos al chico del cachorro.
El hombre se quedó un segundo parpadeando, como si no comprendiera lo que el cyborg le estaba diciendo, por lo que Genos, ni tardo ni perezoso, lo empujó detrás de una baldosa para protegerlo del enorme cañón de llamas que salió de su mano, incinerando a la bola de insectos. Cuando se disipó el humo, la chica mosquito ya no estaba entre ellos.
-Probablemente la incineré junto con el resto de los insectos- así, se volvió al civil -¿Te encuentras bien? ¿Para que te quería ese monstruo?-
Fue cuando el perrito le ladró. El pequeño cachorro negro con apariencia de terrier escoses abrió 4 ojos amarillos a la par con los que ya tenía abiertos. Genos se sobresaltó y le apuntó con el cañón. Probablemente el mosquito gigante no venían por el calvo, si no por el perro. ¿O si venían detrás de calvo y el perro era un plus?
No tuvo tiempo de pensarlo. Genos de repente escuchó una risa. La chica mosquito no solo había sobrevivido al fuego, si no que había mutado. Su piernas estaban de vuelta, sus cabello se había vuelto rosado y su cuerpo de color rojo. Encima, su cuerpo lanzaba un aura de fuerza intensa. Era seguro que había adquirido más poder.
-Ahora, pedazo de idiota, trata de detenerme ahora-
El filo de sus garras partió un edifico a la mitad y los escombros se fueron contra ellos. Genos tomó al hombre y lo cargó en forma de novia para sacarlo de la llovedera de concreto que venía sobre ellos. Tras eso, Genos lo colocó en el suelo y le volvió a gritar.
-¡Huya! ¡Vayase la más lejos que pueda antes de que..!-
La chica mosquito usó una velocidad sorprendente y alcanzó a Genos; así, usando sus garras, le cortó un brazo y lo lanzó contra un edificio, donde su cuerpo quedo mal-funcionando. El chico metálico cayó al suelo con algunos cables de fuera, buscando pararse tras el porrazo que le dieron.
-Despídete máquina, me encargaré de que no vuelvas a molestarnos-
Una sonrisa maníaca se dibujo en el rostro de la chica mosquito. Pero antes de que esta pudiera acercarse a Genos, el hombre de la camisa de los bulls se puso al frente del cyborg. Después de eso se vino un chorro de sangre que empapo al rubio.
La carnicería la había provocado aquel hombre.
De un movimiento rápido, el calvo sostuvo la muñeca de la chica mosquito con la mano y el aguijón de la cabeza con los dientes; lo único que hizo después fue tirar, partiendo el torso de la chica mosquito por la mitad y arrancando la cabeza de tajo.
Los ojos de Genos no le escondieron el asombro, sobre todo cuando el pequeño perro del calvo caminó hacia donde estaba el cadáver, comenzó a mutar y a crecer hasta convertirse en Overgrown Rover. El can procedió entonces a comerse los restos de la chica mosquito. Fue de esa manera que el hombre se acercó a el y le extendió la mano con una sonrisa en su rostro.
Genos dudo por un segundo, viéndola de cerca, se le notaba una cicatriz que la atravesaba de lado a lado, así como la falta del dedo meñique. Era una marca de algo importante. ¿Se trataba de un encantador de bestias o alo así?
Pero luego notó que en su frente se abría un párpado, saliendo a relucir un tercer ojo, y todo quedó claro. Aquel sujeto no se trataba de un hombre, si no de un monstruo.
-¿Taisho no Karasu?- fue lo unico que logró articular, por que era lo único que le parecía coherente. Se sentía débil, los párparados se le estaba cerrando. El mosquito había golpeado una parte importante.
-Ksh, kekekeke- se rió el tipo.
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Genos abrió los ojos al sonar la alarma del horno de microondas. Estaba en su futón, entero y con dolor de cabeza. ¿Así que todo había sido un sueño?
-Eh Genos, ya despertaste-
-¿Mumen?-
-¿Que pasó? ¿Se te reinició el sistema?-
-No lo se, tuve un sueño muy raro, había un mosquito gigante y un tipo con tres ojos-
-Pues, al tipo de tres ojos no lo vimos, pero al mosquito gigante si, o más bien lo poco que quedaba de eso-
-¿Entonces, no vieron al hombre de los 3 ojos con una camisa de los Bulls?-
-Ehhhh... pues veras. Había tirados pedazos de concreto en todos lados, insectos quemados y un charco de sangre con un par de alitas y un aguijón en el sitio donde te encontramos. Pero nada de lo que mencionas. También parece que algo se aflojó en tu chasis interno, así que, no es por decir nada, pero probablemente viste cosas-
¿Entonces no había sido un sueño? ¿Y por que estaba entero?
-Veo que ya te sientes mejor-
Dotei estaba en la casa. Se estaba quitando grasa de sus manos.
-Dotei, ¿como llegaste aquí?-
-Mumen me contactó a traves del sistema de conexión que tienes en tu computadora. Gracias a ellos que dieron el mantenimiento adecuado pudiste aguntar a que llegar yo a pegar bien las tuercas restantes-
-¿Ellos?-
-Si, Tatsumaki, Mumen y su abuela. Si que tuviste un día pesado, por lo que vimos- exclamó el chico -Pensábamos en llevarte al laboratorio en caso de que no te levantara, pero noto que ya todos tus sistemas se encuentran en su lugar-
Tatsumaki hacía comida al lado de el. No se había percatado hasta que sintió el olor saliendo de la cocina. Al parecer la abuela de Mumen lo estaba supervisando.
-Mejor baja el fuego, si sigues friendo el arroz a fuego alto con este cazo sobreusado se te va a quemar-
-Oye Genos, ¿por que no compras otros sartenes? Estas cosas están todas tiznadas- se quejó la esper.
Genos se sentó en el futón y miró hacia la ventana, particularmente a los edificios lejanos. Todo se había vuelto tan confuso. Mientras más trataba de averiguar de Taisho, más cosas de el salían a la luz que complicaban todo. Le era imposible seguirle el paso al ave, y así mismo encontrar respuestas que le ayudaran a armar un plan que ayudara a domesticarle.
-Mumen-
-¿Si?-
-Habías dicho que el nido de Taisho probablemente se encuentre en ese lugar de allá, la ciudad de los huesos-
-Eh, si, algunos dicen que si-
-Quiero ir a comprobarlo-