Capítulo 1
Corvus (primera parte)
Tras un aburrido viaje en autobús que casi duró 7 horas y media, Genos logró llegar a las orillas de ciudad Z en el medio de la noche. El colectivo estaba dando la vuelta para esquivar los escombros y los edificios abandonadas que antes eran las zonas más alejadas de la ciudad.
Genos había escuchado que a esos lugares ya nadie los quería reconstruir por que de todos modos eran merodeados por monstruos de forma constante. ¿Iría a encontrar a su objetivo entre esos lugares solitarios?
La máquina paró en la estación de autobuses no muy lejos del centro de la ciudad, y Genos tuvo que parar por un segundo para analizar todo el cuadro. Lo que quedaba de ciudad Z estaba completamente iluminado y lleno de gente para esas horas de la noche. ¿Que no se suponía que había un pájaro monstruoso de nivel Dios surcando los cielos? Para las circunstancias en las que imaginaba estaba el poblado de ciudad Z, no esperaba llegar a una parada, de hecho, ni siquiera esperaba encontrar un autobús lleno que llegara a la ciudad. El lo que esperaba era que quizás se pararan en ciudad X y después tener que irse caminando, pero nada más alejado de la realidad. ¿Era de verdad eso que el monstruo era tan horrendo y poderoso como describía el folder?
Una vista entonces llamó su atención. Un chico de su edad con el cabello castaño, lentes y una camisa de cuadros abierta estaba sosteniendo un letrero con el escudo de la organización mientras silbaba una canción. Genos se acercó a el y este se levantó de un salto para extenderle la mano.
-Genos, me imagino-
-Si... usted es...-
-Mumen Rider, bueno, ese no es mi nombre pero es protocolo de visita, jejeje- rió el chico nervioso -La asociación me pidió que lo recogiera, ¿viene a pelear con Karasu no taisho*?-
-¿Quien?-
-El cuervo gigante que vive aquí. Es el nombre que la prensa le da, aunque muchas veces lo reducen solo a Taisho- decía Mumen mientras le ayudaba a Genos con su mochila -Casi todos los niños de las escuelas de la ciudad coincidieron en ese nombre cuando se hizo la convocatoria, por eso se quedó. Fue buena idea, al menos eso le da sentido de identidad a esa cosa-
Genos se quedó con la boca abierta mientras su cerebro rebobinaba la pregunta inicial. ¿Que no se suponía que ciudad Z estaba siendo ATERRORIZADA por un pájaro enorme de nivel Dios? Genos esperaba un escenario completamente diferente al que estaba viendo, el creía que iba encontrar ciudad Z hecha un infierno, completamente convertida en un mar de escombros con la poca gente sobreviviente escudándose y escondiéndose como ratas del monstruo.
Pero no.
La gente en ciudad Z se miraba muy relajada para que dicha situación fuera cierta, y más se tomaba en cuenta que el problema había perdurado durante dos años y medio. ¿Era que acaso todos estaban tan acostumbrados a recibir ataques del Cuervo que ya a nadie le importaba? Parecía que si, le habían dado un nombre y todo.
-Acompáñeme, lo llevaré a hospedarse en mi casa mientras se encuentra con Taisho-
-Diras el Cuervo-
-Si prefiere el Cuervo, esta bien. Taisho es algo a lo que me tienen acostumbrado-
-¿El monstruo no está aquí?-
-El Cuervo viene cuando quiere y se va cuando quiere. Creemos que vive está en la zona Oeste de la ciudad, en la periferia. Siempre vuela hacia ese paraje lleno de escombros cuando se aburre de sobrevolar la ciudad, pero no está confirmado. Hasta ahora nadie ha dado con su nido-
Genos miró hacia atrás de el. Sus sospechas eran ciertas entonces. Fue cuando se descuidó que Mumen le pidió que se subiera a una motoneta que traía consigo. Le pasó un casco y le dijo que se subiera detrás de el.
-Normalmente me voy en bicicleta, pero ahora traigo carga- le sonrió.
Paseando por la ciudad, Genos notó la extraña cantidad de vida nocturna que está tenía. Para una ciudad asechada todos los días por un monstruo de nivel Dios, todos se miraban más relajados que en ciudades más grandes llenos de héroes.
-Háblame de Taisho- dijo Genos, buscando encontrar más información que le llevara a descubrir una debilidad de la criatura -Quiero que me digas todo sobre el-
Mumen carraspeó.
-Bueno, Taisho es un tema de conversación enorme, pues tiene mucha fama, ¿sabes?- Mumen hizo una pausa y se mordió el labio -Pero bueno, empezaré dándote el resumen que le doy a todos los que me preguntan. Taisho es omnivoro, pero le gusta la carne de kaijin, viene de vez en cuando, pero a veces llega exclusivamente cuando hay una presa que valga la pena. Eso puede tardar días, o horas, dependiendo de como estén las temporadas de movimiento de monstruos en la ciudad, así que no te desesperes si no lo vez a la primera. Tampoco te apresures a atacarlo, siempre está en guardia, sobre todo cuando esta comiendo. Y debes de tener cuidado en acercarte, normalmente viene acompañado de otros monstruos-
-¿Que? ¿Otros monstruos?-
-Es la principal razón por la que el ayuntamiento le tiene miedo. Mata a otros kaijin para comérselos, pero casi siempre deja pedazería que es aprovechada por otros monstruos que regularmente vienen detrás de el y que lo ven como una especie de alfa de manada, muchos de ellos de nivel dragón-
¿Atraía a otros monstruos? Caramba. Pero si eso no estaba en los reportes.
-¿Que más hay de el?- preguntó Genos.
-No mucho de forma resumida. Si quieres encontrarlo, se posa en el domo del estadio, tiene la tendencia a destruir edificios viejos por diversión y toma agua en la parte alta de la ciudad-
-¿Solo eso?-
-Solo eso. No quiero entrar en detalles por que es información poco relevante-
-¿No hay nada más que me tengas que decir?-
-Solo la sorpresa de que no seas Tatsumaki. Desde hace meses que no viene a la ciudad otro héroe que no sea ella a tratar de cargarse a Taisho. Pensé que la asociación había abandonado este sitio-
Genos se quedó callado por un segundo y, en medio de un semáforo en rojo, sacó un papel de la carpeta que llevaba con el.
-Tengo una pregunta. Leí todo el expediente que el Cuervo tiene en la estación y noté algo particular-
-¿Si?-
-¿Por que la gente de la ciudad quiere que le capturen vivo?-
Mumen se volvió hacia el con una cara aburrida y preparó la motoneta para arrancar.
-Para pagarle por sus servicios-
El joven castaño no le dijo más y siguió el viaje en la motoneta en profundo silencio.
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Como a los 5 minutos llegaron a una botica en el centro de la ciudad. Una delgada, alegre y alta anciana de cabello blanco, se encontraba acomodando una pastillas de Ginsen en un aparador bajo, y solo se volvió hacia su lado cuando escuchó la campanilla de la entrada.
-Kion, hijo, veo que trajiste de vuelta a Tatsu chan-
-Esta vez no viene Tatsumaki conmigo abuela, quiero presentarte a Genos, el cyborg demonio-
La abuela de Mumen miró por un segundo a Genos, y el cyborg en ese instante notó que el rostro de la mujer cambió su expresión alegre por una mueca de disgusto.
-Vaya, pero miren lo que tenemos aquí. Déjame adivinar, es otro pequeñajo inútil de la asociación que "va a probar suerte" por que cree que puede con Taisho-
-Abuela, no seas así-
-Esta tontería les parece un juego, saben lo que ese cuervo puede hacer y aun así no le toman en serio. Pero que más se puede esperar de un grupo de personas que, a parte de abusivos, hacen las cosas solo para lucirse. No tienen los suficientes pantalones como para quedarse a hacerle frente, pero tampoco quieren hacer nada serio con este problema, mandando a cada gato que se encuentran y de uno en uno para ver "si esta vez lo logran". Vaya que han tenido suerte hasta ahora. El día en que esa cosa le de por volverse realmente un peligro y decida ponerse a matar gente y destruir ciudades, entonces si que vamos a estar fritos-
Genos se quedó callado mientras la mujer seguía con sus asuntos, Mumen le pidió que pasara, a pesar de que la actitud de la anciana había puesto al cyborg algo renuente a quedarse.
-No hagas caso a lo que dice mi abuela, muchos de los residentes ancianos de la ciudad hablan de lo mismo-
-Pareciera que no les agrada la gente de la asociación-
-Supones bien. Mi abuela y muchos otros ancianos dicen que la asociación abandonó a su suerte a la ciudad incluso mucho antes de la aparición de Taisho. El que el pájaro estuviera aquí solo hizo las cosas más evidentes-
-¿Te molestan por ser parte de la asociación?-
-A mi no, muy al contrario. Los residentes normalmente me dicen que tengo más bolas que todos los héroes juntos, pero a veces siento que exageran ¿sabes?- dijo el chico castaño rascándose la nuca -Si, me encargo de deshacerme de monstruos pequeños y cosas menores. Pero no estoy en el primer lugar del rango B por ningún otro mérito más que el haberme quedado en la misma ciudad de Taisho cuando todos los demás se fueron-
Demasiada modestia, pensaba el cyborg.
"Aquel que por amor se quedó al frente de la guerra cuando todos hicieron una retirada"
El rubio escuchaba muchas veces que la gente describía a Mumen de esa manera, y era cierto. Para el, al igual que para muchos en la asociación, el castaño de 20 años era un ejemplo a seguir por su valor y entrega, así mismo lo tenía en estima el público fuera de su localidad. Mumen rider seguía protegiendo una ciudad que de forma frecuente era atacada por bestias de gran tamaño, antes y después de la aparición del Cuervo, y para el eso era suficiente.
Más aun, por que quizás lo que decían los ancianos de su pueblo era cierto.
Genos había escuchado los rumores, pero esperaba que no fueran ciertos. Por culpa del pájaro Dios en cuestión, la asociación estaba a unos cuantos pasos de nombrar ciudad Z una zona de desastre incontenible, por lo cual, ningún super héroe iba a resultar permitido dentro del área. Eso, claro, significaba que una vez puesto el decreto, probablemente Mumen y su abuela iban a ser trasladados a la ciudad vecina, aun contra su voluntad. Con todo y que Genos pensara en que esa política era por demás horrenda y abusiva, no podía hacer nada por ello. La realidad era gris para ciudad Z. Si Taisho no era capturado o asesinado pronto, la asociación iba a dejar a la gente de la ciudad morir.
Con eso en mente, el cyborg esperaba no acobardarse cuando tuviera a Taisho de frente, tal como lo hacía el castaño que estaba a su lado llevándolo a una habitación de huespedes detras de la botica.
-Ya llegamos- le dijo Mumen -Cerramos la botica a las 10, pero tu te quedarás en nuestra bodega, ergo, cuarto de huéspedes. Perdona que no te llevemos a nuestra casa, pero nuestro apartamento es muy pequeño-
-No le dices lo mismo a Tatsumaki- gritó la abuela desde el otro cuarto.
-Oh, abuela, no me avergüences con extraños- dijo el chico sonrojado.
-Deberías de decirle a esa niña que sea tu novia Kion, tu y ella se llevan muy bien y le agradas-
-Solo somos buenos amigos abuela-
-Moriré en paz si llegas a casarte antes de que te coman vivo-
-¡Ugh!-
Mumen escondió su cara avergonzada en sus manos y luego se volvió otra vez a Genos.
-Lamento eso-
-No... no hay cuidado Mumen-
-Te deseo buenas noches-
-Gracias-
-Oh, una última cosa que se me olvidó mencionar-
-?-
-Cuando te acerques a Taisho, del que te tienes que cuidar no es de el, ni de los otros monstruos grandes que caminan a su alrededor, si no de un enano de 33 centímetros con pinta de teletubbie de nombre Black Seed-
-¿Quien?-
-El auto nombrado representante "del rey supremo de todos los kaijin", o eso dice el que es Taisho. Parece débil, pero que eso no te engañe, el nivel dragón se lo ha ganado a pulso, y no solo por ser fuerte físicamente, si no por que es muy inteligente- le dijo Mumen -Es el único que tiene razonamiento de todos los que vienen con Taisho, y aparentemente se puede comunicar de manera psíquica con el. Va a embaucarte, probablemente haga considerar a Taisho para que te ataque, y no confíes en el, que te va a meter un puñal por la espalda-
Genos se quedó un segundo pensando mientras Mumen se iba. Quedándose solo en la penumbra del sótano mientras acomodaba un futón enrollado solo para el y una sábanas con un claro olor a limpio. Mañana sería un día largo, sobre todo por que esperaba que pudiera encontrarse con Taisho.