"Hyung ¡Hyung!" Taehyung trató de obtener la atención de Hoseok. Tiró al mayor por su manga, pero él continuó hablando con Namjoon.
"¡Hyung!" Gritó esta vez Taehyung, tirando la manga de Hoseok bastante fuerte. El mayor se rió de algo que Namjoon dijo y se giró para mirar a Taehyung. El último le dirigió una sonrisa y abrió su boca para hablar. "Hyung, po-"
"No ahora" Interrumpió Hoseok con expresión molesta. Entonces se giró de vuelta a Namjoon y Jimin, quien había aparecido al lado de ellos, riendo y uniéndose a la conversación. La sonrisa de Taehyung desapareció y dejó ir la manga de Hoseok.
"Lo que sea" Susurró y se dirigió al sofá para mirar su celular, en el que sabía no podría encontrar nada interesante. Taehyung suspiró y se deshizó de las lágrimas que amenazaban con aparecer en sus ojos.
"Hyung, deberías ensayar las partes que fallaste hoy en la práctica" Habló Jungkook mientras se acercaba para sentarse al lado de Taehyung.
"Debería" Respondió Taehyung con una sonrisa.
"¿Quieres que practiquemos juntos?"
"Ah, no. Practicaré en mi cuarto" Dijo Taehyung, fallando al intentar darle su más amplia sonrisa. Se levantó con rapidez, dio una última mirada a Hoseok que aún estaba riendo, ahora con su mano sobre los hombros de Jimin, y dejó la sala de estar.
Una vez dentro del cuarto que compartía con Jimin y Hoseok se sentó en su cama y tomó un respiró tembloroso, los eventos de la semana pasada volando en y fuera de su visión, todos apilándose añadiendo combustible a su momento de malestar.
Por toda la semana Hoseok estuvo ignorando a Taehyung. Él no saludaba ni reconocía al menor cuanto éste se paraba a su lado. ¿Había él hecho algo? Taehyung trataba de preguntar, pero su hyung siempre estaba ocupado, o demasiado atareado para hablar.
Taehyung sorbió y atrajó sus piernas a su pecho. Enterró su cabeza en sus rodillas y cerró sus ojos fuertemente, como si eso pudiera prevenir las lágrimas en sus ojos de caer por sus mejillas hasta tocar sus rodillas y continuar su viaje por sus piernas.
Se sentía tan solo. Se sentía como si él fuera un intruso en el grupo, como si él sólo estuviera colado con ellos.
Un pequeño sollozo salió de la boca de Taehyung, seguido de otro, y otro más.
Se sentía como si a nadie le importara. Ya nadie reía con él. Ya nadie realmente hablaba con él, aparte de pequeños insignificantes intercambios de palabras. Taehyung temblaba por la fuerza de sus sollozos, y no podía detenerlos.
Los demás ya se habían cansado de él. Se habían cansado de su personalida excesivamente alegre, sus imitaciones y sus bromas.
Taehyung apretó la pechera de su camisa. Su corazón dolía, él estaba dolido. Quería que esto terminara, pero no podía. El sentimiento sólo se intensificaba y él no podía hacer nada.
Hoseok fue el último que aguantó su humor, pero al final él también lo dejó. No era algo nuevo para Taehyung, ya había sucedido antes. Pero eso no lo hacía sentir mejor, en vez de eso se sentía diez veces peor.
Ellos eran los miembros de su grupo, sus mejores amigos y no podían aguantarlo.
Taehyung lloró tan fuerte que lo asutaba que los demás pudiesen escucharlo, pero cuando escuchó las fuertes risas viniendo de la sala de estar ya no necesitaba preocuparse más por ello.
Él sabía que a nadie le importaría de todas formas. Sabía que pensarían que sólo era nostalgia.
De repente todas las cosas malas en su vida inundaron su mente, buscando herirlo incluso más. Cada mal momento que Taehyung había vivido, lo apuñaló con un cuchillo. Cada mala palabra dirigida hacia él giraron el cuchillo dentro suyo. Cada cabeza que dio la vuelta lejos de él, matándolo sólo un poco más.
Taehyung comenzó a sentirse mareado, nadando en la oscuridad, en un mar de cuchillos. Toda herida ardió. Cada herida ardiente le hizo querer gritar.
Las crueles palabras fueron gritadas hacía él una y otra vez. Vio a cada persona que él alguna vez amó, considerado una amiga, volteando sus cabezas y dejándolo.
Taehyung se escuchó a sí mismo gritando sobre las palabras escupidas hacia él. Cerró sus ojos ante los amigos dándole la espalda.
Agarró su cabeza para detener las palabras, para detenerse a sí mismo de escucharlas. De verlos. Para dejar de sentir.
Estaba anhelando por aire, se estaba ahogando en oscuridad y nadando en sus lágrimas. Estaba gritando por ayuda, gritos que nadie escuchó, ayuda que a nadie le importaba dar.
Taehyung estaba solo, más solo de lo que cualquiera podría estar. Él estaba solo en su cabeza. No podía volver a su cuerpo, no lograba salir de su mente que escupía cada mala, cada sucia palabra que pudiera imaginar hacia él.
Taehyung quería salir, quería detener todo. Buscaba nadar a la superficie.
Pero él ya estaba demasiado profundo, estaba casi tocando el fondo y el aire en sus pulmones se desvanecía a cada segundo.
Jadeó por aire, sólo para tener más oscuridad y lágrimas en su boca. Se iba ahogar, él ya lo sabía.
Taehyung aceptaría la muerte con brazos abiertos, porque eso era lo que se sentía bien.