- Estoy bromeando- dijo sonriéndole, logrando relajarlo, justo al tiempo que sonaba la campana anunciando el regreso a clases- nos vemos en la práctica- se despidió sonriente, su mente ya maquinaba un plan para unir al lindo porrista y a su amigo.
Kagami respiró profundo, antes de levantarse y guardar de nueva cuenta sus bentos ahora vacios, Kuroko hizo lo mismo y vieron que Aomine se quedaba en la misma posición.
- ¿No irás a clases?- le preguntó Taiga curioso, ganándose un bostezo aburrido por parte del moreno.
-No, los primeros días nunca pasa nada interesante- dijo como si nada.
Kagami negó con la cabeza y se despidió siendo seguido por Kuroko, el resto del día pasó bastante normal, hasta la hora de la práctica, cuando llegó al campo detrás del gimnasio de básquet se encontró con las integrantes de porra estirando, de inmediato tanto él como Kuroko comenzaron a estirar.
- ¿Quién es tu amigo?- preguntó Yuriko curiosa, no recordaba verlo durante el reclutamiento.
-Kuroko Tetsuya- se presentó y entonces recordó aquella hoja que se había encontrado en la mesa que habían estado utilizando.
- ¿En qué otro equipo has estado?- le preguntó curiosa, no recordaba su nombre por ningún lado.
-Estaba en el equipo de básquet de Teiko- dijo con tranquilidad.
- Niño creo que te has equivocado de lugar, el gimnasio es aquel- dijo señalando el enorme edificio.
-No, yo me he inscrito en porra- dijo con seriedad.
Yuriko estaba a punto de decir algo más, pero Satsuki apareció abrazándose al peli celeste, por lo que no pudo más que suspirar y dar un fuerte aplauso para llamar la atención de su equipo.
-Bueno ya calentamos, ahora comenzaremos con lo básico para los nuevos- le dijo y un par de chicas pasaron enfrente e hicieron una pequeña demostración de lo que esperaba que hicieran.
Taiga sonrió, aquello era sumamente sencillo para él, pero cuando estaba a punto de comenzar con esos ejercicios, sintió una mirada en su espalda por lo que volteó encontrándose con las miradas curiosas del equipo entero de básquet.
El resto del equipo de porristas volteó, Yuriko frunció su ceño y se acercó a ellos, viendo a Imayoshi caminando hacia ella.
- ¿Qué diablos quieren?, distraen a mis porristas- le preguntó cruzándose de brazos.
-Necesitamos a Satsuki- dijo con tranquilidad sin borrar su sonrisa.
- ¡Satsuki!- gritó alto la chica y de inmediato la peli-rosa se acercó a ellos, Yuriko le dijo que no tardara y volvió con su equipo.
El entrenamiento fue cansado, más que nada porque la capitana quería probar su resistencia, cuando volvía a su departamento, se topó con Aomine jugando en una cancha cerca de ahí, curioso se acercó quedando impresionado con los tiros que daba el moreno y la forma en la que se movía casi como si flotara.
Cuando Aomine dejó de botar el balón volteó viendo a Taiga al otro lado de la reja que delimitaba la cancha, sonrió altaneramente y se acercó a él.
- Se que soy irresistible, pero deja de verme así- bromeó, causando un sonrojo y una mirada molesta por parte del pelirrojo.
- Solo admiraba tu estilo, definitivamente estás lejos de ser irresistible Ahomine- le contestó cruzándose de brazos.
-Claro, claro- dijo secándose el sudor con la parte de debajo de su playera revelando su marcado abdomen, causando un nudo en la garganta de Kagami- ¿Vives por aquí?- le preguntó tomando su maleta, saliendo de la cancha viendo que Kagami caminaba hacia él.
-Un par de cuadras adelante- dijo señalando el sendero- ¿Y tú?
-Tengo que tomar un tren para llegar a casa- dijo estirándose.
- ¿Y que hacías aquí entonces?- preguntó curioso, viendo como Daiki formaba una sonrisa felina.
-Mi novia vive por aquí y estaba haciendo tiempo para ir a verla- dijo como si nada.
-Oh- fue lo único que salió de los labios de Kagami, sintiendo un poco de pena por la pobre e ingenua chica que salía con semejante hombre- nos vemos- dijo alejándose, pero antes de poder hacerlo por completo, fue detenido por la mano del moreno sosteniéndolo del brazo- ¿Qué quieres?
-Mañana quiero pulpos en mi bento- dijo como si nada soltándolo.
- ¿Eh? ¡Claro que no!- dijo, pero Daiki ya se había dado vuelta y se despedía de él con un movimiento aflojerado de mano- Ugh, lo odio- farfulló por lo bajo, antes de continuar su camino.
Así lentamente comenzaron a pasar los días, adaptándose con rapidez a su rutina, ir al instituto, almorzar con Aomine, a quién sin falta le terminaba llevando su bento, Momoi y Kuroko, practicar, y pelear con Daiki cuando se lo encontraba en el parque jugando solo.
Esa tarde de viernes llegó Yuriko con una enorme sonrisa pintada en su rostro, asustando un poco a todos.
-Mañana por la tarde será el primer partido de práctica de Tōō contra Seirin, así que haremos la rutina que hemos estado practicando durante el medio tiempo- anunció con entusiasmo, oyendo la emoción y los nervios de los integrantes del equipo.
-Por fin una presentación- murmuró Taiga con la emoción brillando en sus ojos rubíes.
-Seirin- susurró Kuroko, llamando la atención de Taiga.
- ¿Los conoces?- lo cuestionó mientras caminaban a la fuente de agua para llenar sus botellas.
-Seirin era mi segunda opción, quería integrarme a su equipo de básquet, pero terminé siguiendo a Aomine-kun y me decidí por el equipo de porra- dijo con tranquilidad, antes de sentir un brazo pesado rodeando su cuello.
- ¿Listos para animar nuestro partido?- preguntó Aomine, quien tenía su otro brazo alrededor del cuello de Kagami, obligándolo a bajar para quedar a la misma altura que Kuroko.
-Quítate de encima- se quejó el pelirrojo empujándolo logrando liberarse de su brazo- Y por supuesto que estamos listos, nosotros si asistimos a nuestras prácticas.
- Auch, eso casi me dolió- se burló Daiki sonriéndole altaneramente, causando molestia en el otro, mientras que Kuroko disimulaba una sonrisa, la interacción entre ambos eran su parte favorita de asistir al instituto.
-Idiota- farfulló antes de notar a un par de chicos de cabellos extravagantes en la entrada del instituto, cuando sus miradas se conectaron sintió un incomodo escalofrío recorrerlo.
De pronto y saliendo de entre esos chicos de cabellos extravagantes, salió un rubio que corrió hacia ellos, Kagami extrañado se hizo a un lado y el rubio chocó contra Aomine y Kuroko.
-Aominecchi, Kurokocchi- gritoneó con emoción apretujando a ambos nombrados, los cuales rápidamente se deshicieron del agarre ajeno- Moh, tanto que los he extrañado y ustedes me tratan así- se quejó formando un puchero.
-Kise no seas escandaloso- le dijo con firmeza Akashi, quien estaba a unos pasos de ellos, su mirada se posó en Aomine y Kuroko, para después viajar a Kagami, quien se puso un poco nervioso por la penetrante mirada fija de aquel chico bajito de cabellos y ojos magentas.
- ¿Qué hacen aquí?- preguntó Daiki algo sorprendido de verlos a todos allí.
-Necesitamos hablar- dijo Akashi sin despegar su mirada de Kagami, quien retrocedió lento.
-Entonces nos vemos- dijo Taiga, pero antes de poder huir, su espalda chocó con algo alto y duro, volteó encontrándose con un gigante peli-lila, quien comía tranquilamente una paleta- L-Lo s-siento- se disculpó y se dispuso a irse, pero fue detenido por la mano de Daiki apresando su muñeca, volteó a verlo con el ceño fruncido- ¿Qué?
-Eres el novio de Aominecchi- preguntó el rubio con una sonrisa enorme en su rostro y mirada curiosa, acercándose demasiado al pelirrojo quien se movió escondiéndose detrás del moreno, quien frunció su ceño.
-Deja de acosarlo nanodayo - le dijo Midorima, sosteniendo en su mano un peluche de osos vestido de porrista.
- El novio de Mine-chin huele como caramelos- dijo Murasakibara inclinándose sobre Kagami, aspirando su aroma, cosa que asustó un poco al pelirrojo y molestó al moreno.
-Dejen de acosar a Kagami- dijo alto y claro Aomine, logrando que tanto Kise como Murasakibara dejaran en paz al pelirrojo, quien suspiró y agradeció bajito antes de alejarse casi corriendo de ellos.
- Ne Kurokocchi- le llamó Kise acercándose al peli-celeste quien veía con un brillito especial todo aquello- ¿Kagamicchi, es novio de Aominecchi?- le preguntó curioso.
-Aún no- le dijo con simpleza, antes de que Akashi llamara la atención de toda la generación de los milagros.
- Pronto comenzara la Inter-High, espero verlos ahí- dijo con tranquilidad, notando la sonrisa altanera de Aomine- pero… para hacer esto más interesante, el ganador tendrá derecho a una cita con Kagami- dijo y todos lo vieron sorprendidos.
- Hecho- dijo de inmediato Kise con una enorme sonrisa, nada le gustaba más que molestar a Aomine, y si tener una cita con el chico que le gustaba lo lograba daría aún más de sí para ganar el Inter-High.
- Una cita con Kaga-chin- dijo pensativamente Murasakibara comiéndose otra paleta- podríamos comer muchos dulces y pasteles- dijo asintiendo, dando a entender que no perdería.
La mirada de Akashi viajó a Midorima quien lo vio con indecisión, pero al notar la pequeña, casi imperceptible sonrisa del pelirrojo asintió, entonces Akashi vio a Aomine, quien tenía el ceño fruncido y estaba más que molesto.
-Pateare sus traseros en la Inter-High y nada tiene que ver Bakagami aquí- dijo firme, pero Kuroko sabía que su amigo estaba celoso de la atención que Kagami dirigía a él.
Mientras tanto Kagami se recargó en la pared enseguida del gimnasio suspirando alto, los amigos de Kuroko y Aomine eran raros, aunque conociendo a ambos, no es como si pudiera pedir algo más normal, una vez relajado decidió regresar a la práctica, pero en su camino se topó de frente con Imayoshi, quien le regaló una sonrisa gatuna.
-Hola chico porrista- le dijo haciendo que el menor se sonrojara un poco y frunciera el ceño levemente.
-Capitán del equipo de básquet- dijo de forma seca, viendo como la sonrisa del otro crecía un poco más y avanzaba dejándolo aprisionado entre su cuerpo y la pared- ¿Q-Qué haces?- dijo nervioso.
-Nada, chico porrista- dijo acercando su rostro sin borrar su sonrisa, hasta que quedaron bastante cerca uno del otro- pero no quiero más distractores para Aomine, así que aléjate de él- le dijo con tranquilidad alejándose de él al tiempo que Aomine y Kuroko se acercaban a ellos, se despidió del pelirrojo quien se quedó petrificado por unos segundos, Daiki fue a su encuentro en cuanto vio a Imayoshi alejándose de él.
- ¿Estás bien Kagami?- le preguntó tocándole el hombro, atrayendo su atención, viendo como rápidamente se alejaba de su toque.
-Si, vamos Kuroko o la capitana se enojara con nosotros- dijo viendo únicamente al peli-celeste, quien avanzó hasta su lado y sin voltear a ver al moreno regresaron a su entrenamiento, dejando detrás a un confundido Daiki, quien apretó sus puños y entró en el gimnasio, sea lo que sea que le haya dicho el imbécil de Imayoshi lo haría arrepentirse.