- ¿Qué pasa Kagami-kun?- lo cuestionó Kuroko cuando estaba a unos pasos de su equipo, donde Yuriko daba las últimas ordenes para el ensayo.
-Nada Kuroko- dijo regalándole una pequeña sonrisa, que no tranquilizó al bajito, pero nada pudo hacer, la capitana había pedido a Taiga que fuera la base para una pirueta que una de las chicas realizaría como parte final de su rutina.
Taiga se puso en posición y con firmeza levantó a la chica quien sosteniéndose en un solo pie elevó su otro pie hasta casi tocar su cabeza mientras gritaba fuerte y claro “Vamos Tōō”, para después dejarse caer, siendo perfectamente atrapada por Kagami, quien le sonrió haciendo que se sonrojara, regresándole tímidamente la sonrisa, cosa que ni a Satsuki, ni a Kuroko les gustó.
Cuando el entrenamiento terminó Kuroko terminó arrastrando con él a Kagami, a Maji Burger, al llegar el pelirrojo pidió una montaña de hamburguesas, mientras que el peli-celeste pidió solo una malteada de vainilla, se acomodaron en una de las mesas frente a la enorme ventana y estuvieron en silencio durante un par de minutos.
- Kagami-kun, ¿Cuál es tu tipo?- preguntó de pronto Kuroko haciendo que el nombrado casi se ahogara con una de sus hamburguesas.
- ¿P-Por qué preguntas tan de repente? - preguntó cuando hubo pasado su comida, viendo confuso a su amigo, quien simplemente se encogió de hombros- creo que no tengo un tipo- murmuró sonrojándose un poco- simplemente creo que cuando esa persona especial llegue a mi vida, será perfecta de la forma que sea.
- No sabia que eras un romántico Kagami-kun- murmuró ligeramente burlón Tetsuya.
-C-Cállate- se quejó mientras su rostro se teñía igualando el color de su cabello- ¿Y c-cuál es tu tipo?- preguntó con cierta curiosidad.
-Como Kagami-kun- dijo con simpleza dándole un largo trago a su malteada, viendo como el rostro del pelirrojo se deformaba en una mueca extraña, con el rostro completamente rojo.
- ¡Kuroko!- soltó un grito bajito, tratando de llamar la atención lo menos posible, pero inevitablemente llamó la atención de un grupo en especial, que se acercó hasta ellos.
- Kurokocchi- saludó Kise sentándose de inmediato junto al nombrado, volteando a ver al pelirrojo quien incomodo terminó moviéndose para hacer espacio a Akashi, quien se sentó a su lado, mientras Murasakibara y Midorima se sentaban a un lado- Ne, Kagamicchi- le dijo atrayendo su atención viéndolo fruncir levemente su ceño.
- Así llama a todos los que “respeta” - le contestó Akashi a su muda pregunta.
-Oh…- susurró bajito, sintiéndose algo incomodo por la mirada fija de los otros en la mesa.
- Kagamicchi, ¿te gustaría tener una cita conmigo?- dijo con completa coquetería, poniendo nervioso al pelirrojo.
-Eso es trampa, Kise-chin- le dijo Murasakibara frunciendo el ceño- entonces, ten una cita conmigo.
- Ignóralos- le dijo Akashi tranquilizándolo un poco- ninguno de ellos será suficiente para tener una cita contigo- le dijo con seriedad, pero con un brillo extraño en sus ojos.
Kagami tragó en seco, volteó a ver a Kuroko quien tenía el ceño levemente fruncido, extrañado del gesto de su amigo, levantó su mano tocando la del bajito que estaba al otro lado de la mesa, atrayendo su atención y la de todos en la mesa.
- ¿Qué diablos pasa aquí?- preguntó Aomine, quien había entrado porque el hambre le estaba ganando, encontrándose con todos sus amigos coqueteando descaradamente con Kagami.
-Aominecchi, le preguntaba a Kagamicchi si quería tener una cita conmigo- dijo sonriendo coquetonamente.
La mirada azulada se dirigió violentamente rápido al pelirrojo quien le sostuvo la mirada solo unos pocos segundos antes de bajar la mirada, sintiéndose extrañamente dolido por el gesto del porrista.
- ¿Y?- dijo cruzándose de brazos.
- Kagami-kun no puede salir con ninguno de ustedes, porque estamos saliendo- dijo Kuroko, sorprendiendo a todos, incluido el pelirrojo.
-Oh, oh, oh- dijo Kise sonriendo- bien oculto que lo tenias Kurokocchi.
-P-Pero eso no…- trató de decir Kagami, antes de ver a Aomine irse de ahí furioso, siguiendo su instinto empujó a Akashi, quien se movió rápido antes de ver como el pelirrojo corría tras su amigo.
- Aún no se dan cuenta- afirmó Akashi sonriendo poquito, logrando que el resto de la generación de los milagros asintiera.
Kagami corrió hasta alcanzar a Aomine cerca de un callejón, en su intento por detenerlo lo tomó de la muñeca, logrando que el peli azul volteara a verlo con el ceño fruncido.
-Suéltame- dijo secamente, zafándose con fuerza del agarre del otro, quien lo vio dolido, cosa que le molestó aún más.
-No es lo que parece- dijo bajito- no tengo intenciones de salir con ninguno de ellos, ni siquiera Kuroko, es decir, es solo mi amigo- dijo sonrojándose, y ante esto Daiki se acercó al pelirrojo, tomándolo de la mano, jalándolo al callejón, aprisionándolo entre su cuerpo y la pared- ¿A-Aomine?
Daiki le sostuvo la mirada durante unos pocos minutos, pero para ambos pareció eterno.
- ¿Qué te dijo el imbécil de Imayoshi?- le preguntó viendo al pelirrojo sorprenderse y después desviar la mirada, logrando molestarlo de nuevo, por lo cual con toda la delicadeza que tenia tomó su rostro con una de sus manos, mientras la otra aún se encontraba a la altura de la cabeza del tigre impidiendo su escape, para obligarlo a verlo a los ojos.
-M-Me dijo que no te distrajera- dijo bajito, en tono dolido, el quería apoyar al equipo, no ser una distracción para el mismo, quería apoyar a su amigo, no causarle problemas.
Daiki endureció su mirada, maldito zorro, pero se las pagaría.
-No me distraes Kagami- le dijo logrando que el pelirrojo lo viera sorprendido- de hecho, no he faltado a los entrenamientos para sorprenderte en el juego de mañana- admitió apenado, antes de oír la risa de Kagami, que lo hizo molestarse de nuevo.
- Me alegra oír que soy la causa de tus esfuerzos- dijo bromeando, prendiéndose de esos profundos ojos marinos, sin ser muy conscientes lentamente fueron acercándose, sus alientos comenzaron a combinarse y cuando sus labios estuvieron a punto de rozarse un ladrido los trajo de vuelta, Kagami soltó un gritó poco masculino y se abrazó a Aomine, quien aún sin creer que estuvo a nada de besar a su amigo, volteó hacia el inicio del callejón, donde se encontró con un cachorro ladrándoles.
- ¿Le temes a los perros?- se burló un poco, sin hacer nada por romper el contacto que tenía con el pelirrojo.
-No te burles y aléjalo- le reclamó asustado.
-Si me soltaras, creo que podría- le hizo ver, viendo como de nuevo las mejillas ajenas se encendían, imagen que se colocó como su expresión favorita del pelirrojo.
-L-Lo siento- dijo soltándolo, pero ocultándose detrás suyo hasta que el perrito desapareció de su vista, suspiró antes de ver de nuevo a Aomine al rostro.
-Mañana, como ganaremos contra Seirin, me harás una deliciosa cena en tu departamento- dijo el moreno, guiñándole un ojo, dejándolo hecho piedra, mientras el comenzaba a caminar, el hambre se había ido, así que iría a su casa a dormir.
- ¿Qué?- gritó cuando se recuperó viendo a unos metros al moreno despidiéndose con la mano en alto- ¡AHOMINE!
-No deberías gritar en la vía pública Kagami-kun- le dijo Kuroko asustándolo, logrando que incluso soltara un pequeño grito.
- ¡Maldición Kuroko!, no te me aparezcas de la nada, casi muero- se quejó llevando una de sus manos a su pecho.
- Lo siento- dijo, aunque no era verdad, había ido a buscarlos poco después de que dejaron el restaurante viendo toda la escenita del callejón- ¿Mañana puedo ir a tu departamento después del juego?
- ¿Eh?, claro- dijo recuperándose del susto, antes de recibir una bolsa con las hamburguesas que no había podido terminarse- gracias.
El sábado por fin llegó y con ello, los nervios comenzaron a llenar a Kagami, quien ocupando un lugar justo detrás de las bancas del equipo de básquet, los veía calentar, cuando fue el turno de Aomine para encestar, lo vio hacer un tiro sin forma antes de voltear a verlo con su típica sonrisa altanera, haciéndolo sonrojarse un poco.
- Deja de coquetear con mi novio- le dijo una voz a su lado, asustándolo, encontrándose con Satsuki riendo de su cara- lo siento, pero tenía que hacerlo.
Kagami frunció su ceño, cruzándose de brazos, fulminando con la mirada a la peli-rosa.
- No estoy coqueteándole- aclaró, viendo a la peli-rosa reír aun más fuerte- ¡es enserio!, Aomine tiene novia.
- ¿Eh?, claro que no, Dai-chan no ha tenido novia nunca- dijo Satsuki frunciendo levemente su ceño, antes de que Kuroko llegara hasta ellos.
Pronto el partido dio comienzo, el equipo de Seirin era fuerte, pero rápidamente Tōō tomó la delantera, y para el segundo cuarto, terminaron 78-53 favor Tōō, entonces la porra del instituto comenzó su rutina la música sonaba fuerte y clara, de inmediato el equipo tomó su lugar, con una enorme sonrisa en sus labios, comenzaron la rutina varias chicas comenzaron dando un giro doble hacia atrás, mientras otras brincaban tocando con sus manos sus pies a la altura de sus cabezas, Kagami, entonces corrió un poco antes de dar una pirueta hacia enfrente cayendo perfectamente para después arrodillarse y ayudar a una de las chicas a brincar sobre él siendo cachada por compañeras detrás de Taiga, entonces él se movió rápido hacia el fondo, donde tomó a una de sus compañeras elevándola para que pudiera girar sobre su propio eje, para después dar una voltereta cayendo en brazos del pelirrojo, dando por terminado el medio tiempo, los gritos del público que había asistido a aquel partido no se hicieron esperar, el equipo de porristas, sonrió y ocupó de nuevo su lugar.
El partido continuó, y para el último cuarto, Tōō quedó ganador con 118 puntos, sobre 89 de Seirin, de despidieron del otro equipo, pero antes de que este pudiera abandonar el gimnasio, su pívot chocó con Taiga, tirándole las botellas de agua que llevaba.
- Lo siento, fue mi culpa- se disculpó el castaño, ayudándolo a recoger las botellas tiradas.
-Está bien, no te preocupes- dijo Taiga, tranquilizando al chico, quien se quedó un poco sorprendido al verlo.
- Eres realmente lindo- soltó con naturalidad, logrando que las mejillas de Taiga se colorearan con violencia, cosa que Aomine fue capaz de ver, furioso se acercó a pasos veloces hasta ellos, pero antes de que pudiera decir algo, el capitán de Seirin ya estaba golpeando al castaño atrevido.
- Compórtate Kiyoshi- le riñó con enojo- lamento si te dijo algo incomodo, es un idiota y no mide sus palabras- se disculpó llevándoselo lejos del pelirrojo, quien se dio media vuelta topándose de frente a Aomine, quien le sonrió un poco.
- ¿Qué cenaremos?- le preguntó coquetamente quitándole un par de botellas de los brazos.
- Nunca acepte hacerte esa cena Ahomine- se quejó dejando las botellas dentro de la hielera.
- ¿Me dejaras morir de hambre?- le dijo recargándose en él.
- Ugh, eres odioso- se quejó empujándolo, ganándose una sonrisa altanera por parte del moreno- ¿Qué quieres cenar?
-Curry, y pastel de cereza- dijo antes de notar a Kuroko cerca de ellos, sonriéndole un poco, cosa que lo hizo sonrojar, sabía que significaba esa sonrisa.