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— Nombre de la víctima: Maurice York. Edad: 22 años. Hallado el día 29 de julio del corriente año. Hora de la muerte: entre las 21:15 y las 22:00 pm. El cuerpo presenta múltiples laceraciones, desde cortes hasta quemaduras, y una marca en forma de X en la mejilla izquierda. La sangre del cuerpo fue drenada post mortem. Marcas en los tobillos y muñecas hechas por un cable de púas. Fue violado por un objeto largo de madera…
Min Seok escuchaba atentamente, junto con su compañero de trabajo y amigo, Kim Joon Myun, a las palabras dichas por el médico forense que trabajaba para la U.V.E., Zhang Yi Xing, mientras este miraba el cuerpo y leía una planilla.
— Si me permiten decirlo, esto es una mierda— Yi Xing les dirigió la palabra, mientras dejaba la planilla a un lado— Es exactamente lo mismo que les pasó a las otras víctimas, ya me sé su modus operandi de memoria. Hasta siento que registrar el cuerpo es una pérdida de tiempo.
— ¿Descartarías la posibilidad de un imitador?— preguntó Joon Myun.
— Si es un imitador, debo decirles que es uno muy bueno. Leí y estudié los ataques del 2010 y son idénticos a los de este año. Honestamente, creo que estamos tratando con la misma persona.
— ¿Cómo puede ser que no haya cometido un descuido aunque sea una vez? ¿Cómo es que no hay testigos?— preguntó Min Seok, sintiéndose frustrado.
— O es un maldito genio o solo ha tenido mucha suerte— respondió Joon Myun, tan frustrado como Min Seok se sentía.
— No quiero ser mal agüero, pero si el asesino no comete un error, seguiremos caminando a ciegas— habló Yi Xing, soltando un suspiró de cansancio audible—Tendremos que rezar para que meta la pata o esperar a que alguna víctima escape con vida.
— Las probabilidades de que algo así suceda…
— Son casi nulas, lo sé. También lo pienso, Joon Myun— dijo Yi Xing— Pero llegados a este punto, creo que la balanza esta 50 a 50: o comete un error o alguien se salva. Y teniendo en cuenta que los lugares en donde las víctimas fueron asesinados nunca han sido, ni están siendo, encontrados, las probabilidades de hallar pistas es aún menor.
— El tipo es astuto— dijo Min Seok, rechinando los dientes— Deja los cuerpos en un lugar diferente, no en donde los asesinó.
— Sabe muy bien lo que está haciendo— habló Joon Myun con notable disgusto— Y también se burla de nosotros. Deja a los cuerpos en lugares donde son fáciles de ver y encontrar.
— Yo siento que, desde que empezó, está jugando con todos— dijo Yi Xing, tapando el cuerpo de la víctima con las sabanas— Hoy ya es 31 de julio, mañana empieza agosto— habló con preocupación— No se ustedes, pero yo no quiero tener sobre esta mesa a otro cuerpo abusado y mancillado por ese bastardo.
— Nadie lo quiere, Yi Xing, nadie lo quiere— respondió Joon Myun sintiéndose agotado.
Despidiéndose del médico, Joon Myun y Min Seok salieron de la sala forense para dirigirse a la oficina principal, un salón grande y espacioso en donde casi toda la acción ocurría, lleno de mesas de oficina por aquí y por allá.
El lugar, últimamente, se había vuelto más caótico de lo usual. Atendiendo llamadas, respondiendo a la gente que iba hasta allí para hablar por algún problema, alguno que otro reportero que se las ingeniaba para entrar, dar entrevistas programadas. Los policías, detectives y demás miembros andaban de aquí para allá aceleradamente. Min Seok había tenido razón cuando pensó que iba a ser un día agotador, tanto física como mentalmente.
— Iré por un café ¿quieres?— preguntó Joon Myun.
— Si, por favor— le respondió, sentándose en una silla detrás del escritorio que ambos tenían designado en la oficina principal.
Joon Myun se alejó en busca del café y Min Seok aprovechó para recostarse en el escritorio y cerrar los ojos por un instante. Aún faltaban horas para que el día finalizara y sentía como si hubiese pasado días sin dormir. Solo quería relajarse por unos segundos hasta que Joon Myun regresara. Solo unos segundos…
— ¿Durmiendo en horas de trabajo?
— ¿Molestando a la gente que quiere un poco de paz?
— ¡Touché!— rió— ¿Cómo estás, Min Seok?
— Acá, tirando para no aflojar— respondió— ¿Y tú, Ki Bum?
— Acabo de salir de una junta con el juez— se sentó en la silla que estaba frente al escritorio.
— ¿Todo bien?— preguntó preocupado.
— Si, solo era una reunión de rutina— le restó importancia.
Kim Ki Bum, alias Key, era uno de los abogados asignados a la U.V.E. Él, junto con Byun Baek Hyun, eran dos de los abogados más reconocidos en la zona. Sabían cómo usar la ley a su favor sin quebrantarla y hacían lo necesario para ganar un caso, buscándole siempre la vuelta a las leyes para usarlas en su beneficio.
— ¿Y Joon Myun?— preguntó mientras jugaba con sus dedos.
— Se fue a buscar café— respondió, sonriendo. Ya intuía que era lo siguiente que Ki Bum diría a continuación.
— ¿Y el capitán?— hizo la pregunta con notable interés, haciendo reír a Min Seok.
— En su despacho— sonrió, sintiéndose divertido— Por cierto, el oficial Kim está con él.
— ¿Jong Hyun está ahí con Jin Ki? ¡Oh, por Dios! ¿Cómo me veo? ¿Estoy bien? ¿Luzco presentable?
Min Seok no pudo aguantar más la risa. Sabía que Ki Bum enloquecería en el momento en que se enterara que, tanto Lee Jin Ki como Kim Jong Hyung, estaban en el mismo espacio físico.
Aún recordaba con nitidez el día en que habían hecho pública su relación. Todo el departamento había quedado en shock. Un trío no era algo que se viera muy a menudo. Y Min Seok conocía toda la historia. Ni pensar que cuando Ki Bum ingresó como abogado a la U.V.E., el capitán a cargo, Lee Jin Ki, y él no podían ni verse por una cosa en común: a los dos les gustaba la misma persona y esa persona formaba parte del escuadrón de policías, Kim Jong Hyun. ¿Quién hubiese pensado que Jin Ki y Ki Bum terminarían juntos? Y, encima, también se ganaron a Jong Hyun. Eso sí que era sacarse la lotería en grande.
En su lucha por ganarse a Jong Hyun, ambos terminaron cayendo uno por el otro, y Jong Hyun terminó cayendo por ambos.
— ¿Y bien?— preguntó, preocupado.
— Te ves bien como siempre, Ki Bum— respondió, indicándole su aprobación con sus dos dedos pulgares levantados.
— ¡Deséame suerte!— le dijo y se alejó feliz y casi corriendo hacia el lugar donde sus dos amores se encontraban.
— No la necesitas, Ki Bum— murmuró para sí mismo mientras sonreía observado a su amigo alejarse.
— ¿Ese era Ki Bum?— le preguntó Joon Myun mientras le dejaba sobre el escritorio el café.
— Gracias y si, lo era— habló, agarrando el vaso de café y dándole un sorbo— ¿Y para cuando?
— ¿Para cuándo qué?— se hizo el desentendido, sentándose en la silla en la que anteriormente Ki Bum estaba sentado.
— Sabes de lo que hablo ¿Cuándo le vas a pedir una cita a Yi Xing?
— En algún momento.
— Parece que ese momento nunca llega. Ya me has dicho eso hace 7 meses atrás.
— Otro mes más no hará daño— se encogió de hombros.
— Joon Myun— le habló con seriedad— ¿Cuál es el problema? Sabes tan bien como yo que Yi Xing se siente atraído por ti. ¡Las señales son más claras que el agua! Él espera que tú le digas algo ¿por qué no lo haces?
— No es tan fá…
— A mi no me vengas con eso de que no es fácil— le cortó— Tienes que olvidarte de todo y simplemente hacerlo, actuar impulsivamente. Nuestro trabajo no es el más seguro del mundo y lo sé tan bien como tú. Pero si eso es lo que te detiene de declararte ¡pues es estúpido! ¡Con más razón debes actuar ahora! Nunca sabes cuándo será la última vez…
— Min Seok…
— Solo hazlo, Joon Myun. Ambos merecen encontrar la felicidad con el trabajo que tienen. Yo daría lo que fuera por tener a Lulu. Yo me subí al tren y lo perdí antes de tiempo, pero por lo menos estuve en él y fui feliz. Tu tren aún no se ha ido, aún te espera. No dudes, solo sube y al final, sin importar el tiempo que dure el viaje, habrá valido la pena.
— Tu tren se habrá ido, Xiu Min— le dijo, llamándole por el apodo que solo sus más allegados usaban— Pero, para una persona como tú, estoy seguro de que hay otro tren que está esperando por ti— Min Seok sonrió ante sus palabras— Y tienes razón, iré a hablar con Yi Xing. Ya he aplazado esto demasiado.
— Te echaría porras, pero sé que no las vas a necesitar— habló, intentando alejar el nudo que se había formado en su garganta— Ve y aprovecha que nadie nos ha llamado.
Despidiéndose, Joon Myun se dirigió a la sala forense en donde seguro Yi Xing aún se encontraba.
Min Seok suspiró feliz al saber que, por fin, había conseguido convencer a su amigo de que comenzar una relación con Yi Xing era lo mejor. Su Ho, como era el apodo de Joon Myun, se cohibía mucho pensando en las cosas negativas y todo lo que podía llegar a salir mal. Eso siempre terminaba ganando a las cosas buenas y positivas que vendrían con una relación. No podía culpar a Joon Myun por pensar así, pero Min Seok sabía que todos los que trabajaban con él merecían tener una luz en sus vidas para no caer ante los horrores del mundo que veían a diario.
Observando su alrededor, viendo a las personas ir y venir, enfrascadas en sus trabajos o simplemente aprovechando un tiempo libre para hablar, Min Seok sonrió. Quizás las cosas que veía a diario en su trabajo eran terribles, pero él estaba en donde siempre había querido y soñado estar. Y, por ahora, eso era más que suficiente.
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