Jinyoung. A shy me is when you become closer.
Voy a repetirlo mentalmente por enésima vez:
¡No te acerques!
Soy irresistible, lo sé, Mark, pero no queremos “accidentes” en el futuro. Aunque, considéralo, ¿alguno de mis besos ha sido accidental alguna vez en la vida?
Un suspiro y una última mirada antes de separarme por completo de ti, ¿qué tratas de lograr, Mark? ¿Que no te deje ir de mi cabeza por un largo tiempo, o al menos lo que dure el fansign? ¿Que esté esperando a llegar al departamento y abrazar el gran oso de peluche pensando que eres tú? ¿No? ¿No es eso?
¿Entonces qué es?
Ahora volteas a ver a Yugyeom y te olvidas de mí, está bien, puedo soportarlo. Y creerás que quiero ir contigo y abrazarte para después tomar tu mano de entre todos, pero no; voy a quedarme aquí a recordar que debí debutar en otro grupo. Todos ustedes me dan pena ajena.
Pero me hacen reír, y ese es un punto a su favor.
Sólo que… ¿tú querrías venir conmigo y abrazarme para después tomar mi mano de entre todos? Eso estaría bien, pero es muy pronto para saber si lo harás o sólo te quedarás viéndome desde el escenario; estoy obligado a levantarme de mi lugar e ir a buscarte, y lo hago, en el último momento lo hago mientras Jaebum canta un fragmento de una de nuestras canciones.
Tus ojos se conectan con los míos y ya no sé si dejé escapar el aire o lo he retenido, simplemente ya no puedo respirar y bajo la mirada avergonzado. ¿Qué es esto? Al parecer he vuelto a aquél día en el que tus labios se juntaron por primera vez con los míos y se encontraron con que parecen la combinación perfecta de sabores.
Tú sabes a aventura, y yo tengo un sabor a recuerdo.
Es explosivo, casi tan peligroso, pero aún así decidí no separarme y hallé la razón por la que siempre te sigo: porque al acercar tu rostro al mío, tan peligroso, siento que una parte de mí no está lista para tomarlo con normalidad.
Estás tomando ventaja de que estoy confundido, no acerca de nosotros; como tú lo has mencionado antes cuando te pregunto el “¿qué somos?” y tú niegas con la cabeza a la par que tomas mis manos entre las tuyas y no separas tu rostro del mío, al contrario, lo acercas: “somos tan fugaces, con una mirada del contrario estamos deshechos. Dime, ¿qué quieres que seamos?”
Y yo no puedo responder porque el nudo en mi garganta crece conforme el tiempo pasa. No quiero que seas mi vida, porque si uno de los dos se llega a separar del otro, tú te llevarías mi existencia y yo me quedaría con la tuya; no quiero que seamos dos corazones latiendo al mismo ritmo, porque si uno se llega a detener, la marcha del otro sería lastimera y sin razón de seguir; no quiero que seamos dos almas que se complementan, porque si tu alma encuentra otra que la llena, la mía estaría en el colapso y se vería involucrada en una búsqueda infinita de una como la tuya.
Porque, siendo sinceros, no hay dos como tú, Mark.
Pero sí hay millones como yo.
¿O acaso no lo has notado?
Qué importa ahora. Mejor voy a evadirte por lo que resta del fansign, porque sé que has notado mi comportamiento, y es que me he dado cuenta de que ya somos algo, yo ya soy algo y gracias a ti; voy a alejarme por mi bien, no me haces daño, tú no, en cambio, mis pensamientos sí.
Y me buscas, una y otra vez, las suficientes para sentir un extraño calor subiendo a mis mejillas, un calor que también se coloca en mi estómago, y el revoltijo es extraño y casi agradable. Vas a usar esto a tu favor en algún momento, el que yo esté huyendo de ti, de lo que me haces sentir.
Para, por favor.
Necesito que pares porque ya sé qué quiero que seamos ambos, los dos juntos.
Y me acabo de dar cuenta justo cuando forcejeas conmigo para acercarme a ti, ¿por qué frente a todos? ¿Qué quieres lograr con eso? ¿Que mis defensas bajen y por consecuencia admita que te quiero mucho más de lo que creía? ¿Que quiera estar más cerca de tu rostro para llegar a tu boca y probar de nuevo esa aventura que tanto refleja? ¿Que quiera quedarme así para siempre?
¿Qué admita que me siento tan pequeño ante tus encantos?
Eres demasiado para mí, Mark, y, aunque la realidad que tú muestras en tus acciones y palabras dicen algo distinto, soy yo el tímido que no acepta del todo que quiere ser tuyo.
Y me dejas acostado por un tiempo, abrazando con tus piernas mi torso, y escucho tu pregunta tan sigilosa como ladrón por la noche.
“¿Qué quieres que seamos?”
Lo he pensado muy bien, créeme que sí. Sólo que no tengo tiempo para contestarte en ese instante, escucho los gritos de las fans y unas cuantas palabras por parte de Yugyeom, por hoy dejaré pasar su burla; vamos a relajarnos un poco y cuando lleguemos al departamento trataré de explicarte con mayor facilidad mientras los demás van a sus respectivos cuartos y quedamos los dos, uno frente al otro.
Sé que vas a sonreír y tomar de nuevo mis manos, pero no vas a preguntar, vas a esperar por mí y por que mi nudo en la garganta desaparezca en cuanto la vergüenza de tener tus ojos sobre mi persona ya no haga un efecto tan abrumador como para sacarme un suspiro pesado.
Yo diré que quiero que seamos Mark y Jinyoung.
No por separado.
Quiero que el Mark que tendré frente a mí ame al Jinyoung que tendrá frente a él; quiero que el Jinyoung que tendrás enfrente ame al Mark que tendrá frente él. Quiero que tú seas el minuto más largo de mi vida, y yo te aseguro que seré la eternidad más rápida en la tuya; cerraré los ojos e imaginaré que tú eres el cielo completo y yo la estrella que, a pesar de día, brilla, pero que en la noche el espectáculo es más hermoso.
Al final, sonreirás, esa será la señal que esperaré para besar tus labios y dejar descansar mi corazón en tu pecho, porque sé que ya me amas y yo ya sé que te amo, pero no lo admitiré hasta entonces que tú digas que esto no es una bella historia sino sólo una como cualquier otra: con altibajos, con celos, con decepciones, con risas, con peleas de quién quiere más a quién, con discusiones, con cielos pintados de gris…
Porque no somos perfectos, Mark. O al menos, yo no. Y lo sabes.
Pero sí quiero que seamos eso.
Una historia donde Mark Tuan ama a Park Jinyoung, y viceversa.