Estaba pensativo y feliz, recordando todo lo que había hecho en la mañana, Shigueru le había dado de comer pastel con su famoso jugo de frutillas, aprendió un poco de carpinteria con la ayuda de Sungmin y Chanyeol se había asegurado de darles la invitación para la actividad en la que actualmente se dedicaban a organizar en su área de la universidad.
Por la ventana vio como la parada en la que debía quedarse se aproximaba así que se apresuro a estar listo para bajar.
Al tener los pies sobre la acera rebusco en su mochila para darse cuenta de que ya no tenía ninguna cajita sobrante para beber, hizo un puchero involuntario y decidió que para saciar su hambre de jugo de fresas debería pasarse a comprar uno.
Asintió en acuerdo a su idea, acomodo la mochila en su espalda, decidió caminar a la cafetería y a cada paso que daba hacia sonidos con la boca tratando de simular a la bateria para distraerse.
Ingreso directo para hacer fila en la caja y grande fue su sorpresa al ver como de larga era la fila para llegar a esta, se encogio de hombros ya que no era problema esperar unos minutos con tal de tener su preciado jugo en las manos.
Tarareo diferentes canciones y se invento ritmos que podria utilizar para su próxima composición, mirando todo al su alrededor sin tomar real interes a alguna cosa, al cabo de unos minutos sintió escalofríos en la espalda y eso le extraño, al parecer era un acto involuntario.
No le tomo mucha importancia así que se centro en seguir a la espera para que lo atiendan hasta que sintió un apretón de mano en su brazo derecho, volteo curioso para toparse con una gran sonrisa perteneciente a un chico de piel canela.
-Que tal, ¿que paso contigo que ya no te vi ayer al salir? -pregunto este soltandolo en el proceso.
-Fui a visitar a mis padres -respondió amistoso- ¿como va su numero de presentación?
-Como siempre, tenemos los problemas usuales -se froto su cabello negro frustrado- hay algunos que se faltan a los ensayos y eso nos trae a Sehun y a mi locos, no queremos ningún fallo.
-Pero todas las actividades de baile que esta a cargo de ustedes dos salen fenomenal.
Jongin asintió no muy seguro de ello- bueno hermano, debo irme, voy a tener otro ensayo dentro de un rato, nos vemos y te deseo suerte aunque no la necesitas -aseguro toqueteando el estuche de guitarra que cargaba el alto.
-Igualmente -respondió correspondiendo al apretón de manos y a la sonrisa que le daba el moreno que traía visiblemente en la mano izquierda un jugo de piña.
Jongin se fue, Chanyeol dio un vistazo delante de él para ver cuanto faltaba para llegar a la caja y al parecer ya no faltaba mucho.
En todo el tiempo que había charlado con su amigo la sensación extraña en la espalda no había cesado y decidió verificar a su alrededor para buscar la razón pero justamente en ese momento le tocaba pasar a ser atendido.
-Chanyeol, ya me estaba comenzando a preguntar por que no estabas apareciendo por aquí, los jugos de frutilla llaman por tu ausencia -hablo casual la cajera mientras iba a servirle sin esperar a que este ordene.
-Solo paso un día -dijo con una sonrisa un tanto apenada.
-Un día para cualquier persona es solo eso, un día, pero para ti es mucho mas que eso cuando se trata de esto -decía mientras alzaba en alto el vaso ya servido e iba de vuelta a la caja.
-¿No tenias que cobrarme? -preguntó y señaló al mostrador que estaba a un costado con otros empleados ocupados en atender a sus clientes- ¿y ellos no tenian que servirme?
-Que te puedo decir, eres un cliente exclusivo que es lo suficientemente importante para ser atendido por mi -dijo la chica mientras le daba lo que quería y una servilleta- la casa invita.
Chanyeol la miro desconfiado- ¿te lavaste las manos?
Amber alzo ambos brazos dramaticamente- Si lo hice, soy inocente de la calumnia que pasa por tu cabeza -vio como la mirada acusadora del otro perduraba y extendió las manos cerca de él- si quieres huelelas, después de atender al cliente que vino antes me asegure de limpiarmelas con una toalla húmeda.
El pelinegro cedio con un soplido- esta bien, te creo, mejor me voy, no es bueno hacer esperar a los clientes, suerte en las ventas y gracias -exclamo con una sonrisa.
-A ti que te vaya bien en tu presentación -respondió esta antes de atender al siguiente de la cola.
Chanyeol estaba dispuesto a retirarse del lugar dirigiéndose a la salida y su instinto le dijo que volteara e hizo caso de este girando el rostro hacia unas mesas del fondo en donde dio directamente con los ojos de alguien que lo estaba mirando atentamente. Se extraño de tan evidente mirada hacia él, se fijo si no era para alguno de los de su lado y al comprobar que el chico observado era él volvió a observar curioso a aquel joven pelirrojo que aparentemente no diferenciaba mucho de su edad.
Decidió mirarlo igualmente para ver que pasaba y se percató de los ojos cafes claro, labios delgados y una constitución delgada que denotaba ese chico, el cual en ningún momento aparto la mirada de su persona, ni cuando él la correspondió.
Hasta que vio como otro se acercaba a este que por primera vez desde que lo vio, desvío la mirada para centrarla en esa otra persona que llevaba una bolsa que contenia la compra y le hacia una señal con la cabeza para irse de allí a lo que el pelirrojo asintió con una sonrisa.
Chanyeol camino disimuladamente hacia la salida con pasos lentos mirando de reojo a esa mesa, para que el pequeño chico de mirada fija se levante y pueda verlo mejor; pero al contrario, lo que esperaba jamas ocurrió, en su lugar solo obtuvo a un chico de manos ágiles que manejaba su silla de ruedas como si fuera una parte mas de su cuerpo y se dirigía rapidamente hacia él, hablando con el otro individuo alegremete.
El joven alto se apresuro a salir rapidamente de allí, para no ser descubierto infraganti y se dirigió a su apartamento dando pasos agigantados, conteniendose de correr para por lo menos disimular algo.
El guitarrista se maldijo internamente por ser tan curioso y pasar semejante verguenza, era obvio que alguien tan patoso y gigante como él no iba a poder disimular con eficacia, seguramente todos en la cafeteria lo miraron raro junto a las personas que casi chocaron con él cuando salió.
Al tener la puerta de ingreso a su apartamento frente a él, la abrió y pensó que no ganaría nada lamentandose de sus actos, así que lo mejor era darse una ducha, cambiarse e ir a dormir un rato, ya que mas tarde debía ir a pasar clases.
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Pisadas apuradas de un gran gentío se oían en el gran teatro de la universidad; para ese momento cualquier individuo perteneciente a la facultad de "Artes" o de cualquier otra estaba como loco, unos se ocupaban de los adornos elegantes que debía haber en este, otros en cambio daban los últimos detalles a sus respectivos trajes con los que deberían presentarse para más tarde y de más. En medio de todo lo que ocurría Chanyeol ayudaba a una que otra persona en diferentes actividades ya que el número que le tocaba presentar a él y a su grupo era bastante simple, siendo que solamente debían interpretar un numero de canto y toque de instrumentos, este se hallaba trapeando una parte del escenario hasta que se decidió a alzar su muñeca izquierda y verificar la hora en su reloj digital y al ver que ya era hora de partir, decidió salir de ahí para ir a recoger a sus padres.
Suspiro de alivio ya que decidió ayudar desde muy temprano para poder salir antes y que de esa manera nadie se moleste en llamarle la atención por no haber aportado en nada, así que con confianza dejo lo que estaba haciendo para encaminarse hacia el paradero de sus padres.
Soltando silbidos melodiosos camino tranquilo hacia el lugar donde Sungmin y Shigueru lo esperarían para ser guiados al festival que abriría hasta más tarde en su universidad, casi todo estaba listo por allá por lo que estaba relajado y tranquilo, esperaba sorprenderlos con su número ya que se había esforzado tratando de alcanzar la perfección con sus amigos en las melodías y compases, así que tanto el como ellos deseaban obtener un resultado perfecto.
Sus pasos se hicieron un tanto más lentos ya que mientras más se acercaba, su camino estaba más abarrotado de personas, eso siempre fue un problema, pero él tenía tiempo de sobra por lo que no se preocupó demasiado. Le surgió la necesidad de beber algo por lo que saco de su bolsillo el jugo de reserva que se había guardado en la mañana, acomodo la pajita en su lugar y comenzó a sorber ruidosamente ganándose miradas extrañadas de cada quien que pasaba por su lado que se preguntaba como un tipo tan alto y joven bebía de jugos que usualmente lo consumían niños.
En medio del tumulto de gente al ser tan alto visualizo una cabeza pelirroja bien conocida de pequeña estatura delante de él que igualmente avanzaba en su misma dirección y pensó que tal vez era el chico que había visto el otro día, sin embargo no le tomo mucha importancia, no iba a repetir la estupidez de la vez pasada.
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El gran autobús de viajes acababa de estacionarse y ambos bajaron de este, la mujer traía una canasta llena de fresas que había extraído de su huerta especialmente para su hijo y sus amigos, estaba deseando ver a Sehun entre ellos y el hombre solo llevaba una pequeña maleta ya que no tenían planeado quedarse a dormir esa noche, solo vinieron en ver la presentación que iba a hacer el hijo de cual estaban orgullosos.
Con unas enormes sonrisas plasmadas en sus rostros se acomodaron en los asientos de la estación para esperar a Chanyeol que seguramente iba a llegar en cualquier momento, sintiendo ya que una enorme dicha les envergaba solo con saber que iban a ver a su hijo.
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Se dispuso a cruzar la calle, pero freno abruptamente al ver que el semáforo iba a cambiar a color rojo en cualquier momento siendo que prefería esperar con calma ya que no tenía prisa, vio como las personas delante de él se decidieron a cruzar rápidamente, y a la vez como un camión venía a toda velocidad peligrosamente y pensó que el conductor debería de ser más precavido ya que podría causar un accidente. Volteo su mirada hacia el cruce y grande fue su terror al percatarse de que el único que no había cruzado y se había quedado varado en medio camino congelado era el chico de la cafetería con silla de ruedas que miraba temeroso a aquella camioneta enorme.
Chanyeol no pensó en nada y solo actuó por inercia corriendo lo más rápido que pudo para alcanzar al pequeño chico y cargarlo en brazos para terminar de cruzar hacia la otra acera y salvarlo de lo que podría ser su fin. Ambos yacían tirados en el suelo, el más alto sobre el más pequeño al cual se le escapo una mueca de dolor que rápidamente se disipo al darse cuenta de quien lo había salvado.
-¿E-estas bien? -fue lo único que se le ocurrió decir luego de pasar semejante susto.
El pelirrojo le dedico una gran sonrisa...
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Su hijo ya estaba comenzando a tardarse ya que el cielo comenzaba a oscurecerse, seguramente el famoso festival ya iba a comenzar en cualquier momento y se decidieron por llamarlo.
Un pitito...
Dos pititos...
Tres pititos...
Chanyeol no contestaba así que Sungmin decidió volver a intentar ya más preocupado aun ya que conocía a su hijo el cual no era de los que acostumbraban a retrasarse y menos tanto tiempo como el que la pareja había esperado, pero cuando alzo el teléfono celular otra vez, alguien les dirigió la palabra desde atrás dándoles un susto a ambos.
-Ch-Chanyeol, ustedes s-son los padres de ¿Ch-Chanyeol? -pregunto un joven que traía la mirada perdida que apenas si podía centrarla en ellos y su cara era enfermiza, como si no hubiera dormido en varios días.
La pareja asintió, entonces fue Shigueru la que se acercó primero al desconocido chico por curiosidad- ¿Conoces a nuestro Chanyeollie? -preguntó amistosa y más relajada.
-S-si l-lo conozco, él m-me envío para recogerlos -contesto apenas el chico con leves temblores en ambas manos, las cuales oculto metiéndolas en los bolsillos de su pantalón.
-¿Jovencito te encuentras bien? -pregunto preocupado Sungmin guardando el móvil que ya no era necesario.
-S-si, e-estoy bien, solo estoy un poco enfermo de los nervios, v-vamos el festival...c-comenzara en cualquier momento -hablo nerviosamente agachando la cabeza para que no le vieran directamente a los ojos.
Ambos ancianos asintieron en acuerdo y decidieron confiar en aquel jovencito enfermo que demostró ser conocido de su hijo al hablar del festival y al ver como este traía una camiseta con el logo de la universidad de Chanyeol.
-Espera -exclamo Shigueru- tómalas, están ricas, ojala te sientas mejor y tu enfermedad sane -le dijo mientras le sacaba una de sus manos temblorosas del bolsillo y ponía en la palma una cantidad considerable de fresas- ¿cómo te llamas? Yo me llamo Shigueru y mi esposo Sungmin -se presentó acariciando con cariño las manos de aquel jovencito desconocido.
-Zi T-Tao -respondió volviendo a meter su mano al bolsillo con las frutillas, las cuales pulverizo adentro formando un puño de ira contenida.
-Oh!!! Tao, es un bonito nombre, ¿eres chino? -volvió a preguntar la mujer y al ver como él chico se ponía incomodo, Sungmin puso una de sus manos sobre el hombro de Shigueru.
-No preguntes más, lo pones incomodo, no debe ser de muchas palabras -dijo y en respuesta la otra asintió y se calló.
-Vamos -dijo Tao en un susurro y la pareja lo siguió silenciosamente.
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-Lamento que tengas que esperar tanto a que mi madre me recoja -dijo el pelirrojo que se había quedado sin silla de ruedas ya que esta había sido pulverizada por el gran camión el cual extrañamente no paro aún después del casi accidente.
Habían esperado por un largo rato y el chico pelirrojo no dejaba de sonreír, mirando curiosamente a cualquier persona que pasaba por su lado. Después de pasar por ese susto, Chanyeol un tanto dolorido busco un punto de llamada con el chico cargado en brazos, el cual llamo a su madre para que lo recoja, ya que su padre estaba en oficinas trabajando y después de aquello buscaron un lugar donde el gigante pueda sentar al jovencito, pero grande fue su mala suerte al no encontrar ningún lugar para descansar, siendo que estaban en un lugar céntrico en donde no había una plaza o un parque.
-No es problema, eres liviano-dijo Chanyeol con una pequeña sonrisa amigable.
-Mi nombre es Baekhyun -dijo el chico amistosamente- ¿y el tuyo?
-Chanyeol
Los ojos de Baekhyun se hicieron medias lunas al agrandar su sonrisa- me gusta tu nombre.
Chanyeol solo asintió en respuesta aún con aquella sonrisa plasmada en la cara.
-Allí está -exclamo Baekhyun señalando con un dedo una camioneta negra que se iba acercando a ellos- ya no seré más una carga para ti -dijo este volteando a mirarlo- discúlpame por haber hecho que malgastes tu tiempo en mí, seguramente te dirigías a un lugar importante- Chanyeol negó y quiso decir algo pero no pudo ya que la madre de Baekhyun salió y corrió una de las puertas laterales del auto.
-Acomódalo aquí por favor -pidió amablemente y el alto le hizo caso- lamento que haya pasado todo esto, debería contratar a alguien para que lo cuide, porque yo y mi esposo no podemos estar todo el rato pendiente de él, lo lamento hijo -se disculpó dirigiéndose a Baekhyun y acariciándole el rostro suavemente- no deberías andar por ahí con todos esos peligros.
Baekhyun se sacudió el cabello con una sonrisa apenada- lamento haberlos preocupado, pero mamá tú ya sabes como soy, no me gusta ser una molestia para ustedes ni nadie y quería ir a comprar un poco de leche para sentirme útil.
-Pues solo ten más cuidado -respondió, luego dirigió su mirada hacia el salvador de su hijo- te doy las gracias por haber ayudado a mi hijo -dijo aquella mujer con semblante preocupado y a la vez aliviado- no sé lo que haríamos si le pasa algo.
-No es nada -hablo amistoso Chanyeol, mientras veía como la mujer volvía al puesto de conductor.
Dio una última mirada al camión para dar directo con Baekhyun que le regalaba una sonrisa y agitaba una mano despidiéndose y el guitarrista le correspondió agitándola igual con una sonrisa.
-Gracias -fue lo que leyó en los labios de Baekhyun desde la ventana antes de que el camión comience a moverse e irse de allí.
A penas termino la despedida el pelinegro se apresuró a llegar al lugar donde había acordado verse con sus padres, era tarde, seguramente sus compañeros ya habían comenzado con la actividad. Al llegar a la parada donde debía encontrarlos no había nada, solo una que otra persona desconocida que pasaba por su lado; desde lo más profundo de su estómago, un pánico le comenzó a embargar de lo que podría haber ocurrido con la pareja, pero no se rindió, siguió buscando por largo rato, por cada calle de por ahí, por cada avenida, pero no había nada. Esto no era normal, se suponía que sus padres debían estar ahí y no era así, por eso mismo surgió aquel pánico que a cada segundo que pasaba, se agrandaba mucho más a pasos agigantados.
Pasaron aproximadamente dos horas, para ese entonces Chanyeol estaba por completo sudoroso y exhausto, había llamado al celular de Sungmin una y otra vez, pero nadie contestaba y tampoco podría llamar a su madre ya que esta no tenía celular, se estaba comenzando a desesperar y frustrar bastante, hasta que su celular sonó, esperanzado contesto rápidamente sin mirar el identificador de llamada.
-¡¡¡¿Hola?!!!
-Mierda Chanyeol, no grites que mis oídos son sensibles ¿dónde estás? Van a presentar tu número en cualquier momento -pregunto Sehun.
-Mis padres desaparecieron -respondió decaído- los estoy buscando y no aparecen.
-¿Q-qué? -esa fue la primera vez que escucho a Sehun tartamudear- ¿Ya los llamaste?
-No contestan –respondió cansado y triste lo cual preocupo a su amigo de inmediato.
-Que cojones -se expresó asustado- voy para allá -y colgó.
Chanyeol guardo su celular en el bolsillo y este volvió a sonar, lo levanto, vio el identificador para ver que este decía "Número Desconocido", trago grueso y un tanto asustado contesto a la llamada con su gran mano temblorosa de lo que podría ser.
-¿Es usted Park Chanyeol? -pregunto una mujer al otro lado de la línea, con una voz monótona la cual parecía que carecía de sentimientos.
-S-si, soy yo –respondió dudoso y con el temor latente.
-Llamo para informar que se identificaron dos cuerpos hallados en un callejón hace una hora, el hombre y la mujer deb…
El sonido de un crujido se hizo presente, resultado de la caída del teléfono que Chanyeol había soltado al escuchar las primeras palabras de la mujer desconocida. Al captar solo las primeras palabras de aquella fémina que le había llamado, sintió como si todo su mundo se estuviera acabando en un simple soplido lo cual una parte de si se negaba a aceptar.
Chanyeol llego al punto en que ya no pensaba en nada, no podía hacerlo, por más que una parte de si luchaba por recomponerse e ir a asegurarse de la verdad de inmediato, otra parte mucho más inestable y grande se negaba a reaccionar neutralizando todas las órdenes que enviaba a su cerebro.
Ambas manos comenzaron a temblar y sus ojos bien abiertos se centraron en la nada; a este punto era claro que había pasado a un estado de shock y que su cerebro se había bloqueado como reacción natural de autoprotección para no afrontar la realidad.
En ese momento más que en cualquier otro ni siquiera tuvo la oportunidad de pensar que él posible responsable de aquel acto despreciable pudo ser el chico amable y tierno que acababa de conocer.
Nadie podría haber pensado que el responsable de una acción tan repugnante y nefasta era Baekhyun...
Y menos alguien de corazón tan puro y bondadoso como lo era el de Chanyeol…
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Aquí estoy de nuevo… de verdad lamento que hayan tenido que leer esto, lo que publique solo eran horrores ortográficos, parecían salidos de un borrador.
Pero bueno, lo importante es que lo arregle y me parece que ahora si dan ganas de leerlo n.n, me estoy esforzando en actualizar y bueno ps les pido paciencia, nos leemos en otra.
Bye…