Cuando salieron de la ducha, por fin más relajados, se cambiaron rápidamente, Steve vio como brillaba una luz en su teléfono.
- Demonios – Bucky no había escuchado a Steve nunca expresarse mal.
- ¿Qué pasa? – el castaño se acercó curioso.
- Tengo varias llamadas perdidas, pero no puedo recordar los números de los demás.
- Tal vez no sea alguien de los vengadores…
- Podría ser… - Steve frunció el ceño justo cuando de nuevo sonó el teléfono, contestó de inmediato - …
- ¡Steve! – Sonaba una voz conocida al otro lado de la bocina – ¡Soy yo! ¡Clint!
- ¡¿Clint?! ¿Por qué me estás llamando?
- Steve… - Bucky lo abrazó por la espalda
- ¡¿Pero que?! – el rubio escuchaba con atención todo lo que había pasado para luego apretar los dientes – ¡Ese maldito! – su cuerpo se tensó así como el agarre de Bucky.
- ¿Steve? ¿Qué? ¿Qué es?
- El maldito de Stark golpeó a Virginia.
- ¿Qué? – Bucky estaba sumamente desconcertado y con un profundo pesar – Dios, todo esto es mi culpa…
- No, no lo es, ya te lo he dicho, escúchame bien, quiero que te quedes aquí, es más seguro que…
- No – lo interrumpió el castaño – No irás a ningún lado, y si lo haces, entonces iremos los dos juntos, debo de poner fin a esto.
- Pero…
- Pero nada, es suficiente, tú, Virginia, todo esto, aunque lo niegues es por mi, todo esto es por mi, debemos poner fin a esta situación, si es necesario que enfrente la justicia…
- Buck…
- Tú siempre has sido la persona más recta que conozco, y esta vez no será la excepción, todos te amamos, y te admiramos por quien eres, alejarme de todo esto y dejarme sin castigo te haría un hombre que realmente no eres.
- Esto es lo que soy ahora, y no me importa dar lo que sea a cambio de que estés seguro, no pienso perderte de nuevo, yo… - el rubio apretó los dientes y bajó la cabeza – nada de esto es tu culpa, si yo hubiera sido más precavido, de no ser por mí no te hubieran hecho lo que te hicieron, déjame arreglar esto a mi modo, Bucky, todo esto en realidad es por mi culpa…
- Steve…
- ¡Servicio al cuarto! – una voz femenina se escuchó al otro lado de la puerta, luego de tres toques.
- ¿Servicio? – Bucky miró confundido a Steve, quien tampoco entendía, cuando de pronto la puerta se abrió de un golpe y pedazos de madera saltaron hacia ellos.
- Con que aquí estaban – era Natasha, quien se apresuró a ellos – Tienen que salir de aquí, no es seguro.
- Ahora nada es seguro – Steve se puso delante de Bucky – Clint me…
- Yo estaba ahí, presencié todo – la pelirroja intentaba calmar a Steve – escúchame bien, no hay nada que podamos hacer ahora, Stark está detenido, pero no creo que tarde mucho en pagar la fianza, es preciso que se larguen de aquí.
- Pero… - Bucky interrumpió pero quedó silenciado al ver a Steve con una expresión totalmente diferente.
- Todo esto es obra de Fury, él le mostró a Tony los videos, él lo envenenó, y aunque era algo que jamás debió de haber salido a la luz, averigüe que Fury sabía de esa operación….
- ¿De qué estás hablando? – a Bucky comenzaban a temblarle los labios.
- El asesinato de Howard y María… Después del desencuentro con Pym en 1989, el socio de Howard, Mitchell Carson decidió vengarse y eliminar a Howard Stark, Peggy Carter y a Hank Pym de una buena vez por todas, pero no fue hasta 1991 cuando pudo convencer al General Vasily Karpov, quien estaba a cargo de la división de los Soldados del Invierno de que Stark llevaba consigo la fórmula, fue ahí cuando decidieron enviarte… Tras el fracaso de la misión y descubrir que había sido engañado, Karpov asesinó a Carson… Y Hank Pym quedó fuera de peligro…
- ¿Pero como es que sabes tú todo esto? – Steve la miró un poco más sereno pero igual desconcertado por escuchar una historia tan impactante.
- Sé lo que Bucky significa para ti, cuando me enteré de que lo habías encontrado y que Pepper los había ayudado, no podía quedarme con los brazos cruzados…
- Es decir que tu lo sabías todo el tiempo…
- Así es – Natasha suspiró, los rastreaba, pero solo para asegurarme de que estuvieran bien… Deshazte de ese teléfono, está hackeado…
- Gracias Natasha… - Steve hizo un gesto extraño, no sabía que cara poner.
- Pero… Romanoff… - Bucky se dirigió a la rusa - ¿Cómo sabes que Fury lo sabía?
- Fury era el encargado de monitorear las operaciones militares… Alexander Pierce también lo sabía… Ahora están siendo arrestados.
- Pero… ¿y Tony? – La imagen del moreno no dejaba a Steve.
- Él estará bien Steve, tiene que sobreponerse… Es irracional a pesar de poseer esa inigualable inteligencia, lastimosamente, no ha dejado de ser un egocéntrico y berrinchudo niño…
- ¿Entonces? – Bucky suspiró con cansancio.
- Entonces ustedes dos desaparecerán de aquí… Al menos hasta que Stark entre en razón y vea como ha arruinado su vida, ninguno de ustedes está a salvo… Pepper inclusive está preparando un largo viaje a Europa…
- ¡Pepper! ¿Ella está bien? – Steve se exaltó al recordar lo que Clint le había contado.
- Estará bien… Ella encontrará la forma de comunicarse con ustedes, pero… – sacó de su bolso dos pasajes de autobús – es hora de que ustedes desaparezcan.
Steve y Bucky se miraron, todo había sido tan repentino pero al parecer no tenían otra opción. El rubio tomó los boletos y el sobre de dinero que Natasha le dio, junto con otros documentos.
- Diríjanse a la dirección anotada, es un tranquilo suburbio en una callada ciudad llamada Fairview… Está en medio de la nada, poca población… Cercas blancas, casas grandes, jardines perfectos…
- Suena como el sueño americano – Steve le sonrió a Bucky.
- ¿Por qué no? – Bucky le sonrió.
- El gobierno aún te debe favores Steve…
- Solo quiero que estemos seguros…
- Lo estarán – Natasha les sonrió.
Tomaron el autobús una hora después, el viaje duró casi tres días, fue largo y cansado, Bucky siempre durmiendo sobre el hombro de Steve, quien se aseguraba que nadie estuviera al acecho, la paranoia lo había atacado por momentos, no temía por él, temía por su Bucky.
Finalmente llegaron a Fairview; la ciudad si bien era pequeña parecía todo menos pueblerina.
Los amantes habían llegado sin nada, no tuvieron tiempo mas que de ir comprando algunos artículos de limpieza personal en algunas paradas.
- Antes de ir a la casa, creo que deberíamos llegar a un hotel, comprar ropa y cosas que nos puedan servir – Steve tomó de la mano a Bucky.
- Tomar un baño sería fantástico – le sonrió de vuelta el castaño y abordaron un taxi.
Algunos días pasaron, Steve no quería que dejaran el hotel aún, no por comodidad obviamente, aún estaba preocupado por todo lo que había pasado en Nueva York.